HIJOS DURANTE LA PROPIA CRIANZA, A PARTIR DE CUATRO ASPECTOS BÁSICOS: 1. GRADO DE CONTROL 2. COMUNICACION 3. EXIGENCIAS DE MADUREZ 4. AFECTO EN LA RELACIÓN 5.PADRES SOBREPROTECTORES Los padres que se consideran dentro de este estilo de crianza, son aquellos que utilizan con abundancia los refuerzos positivos fáciles, sustituyendo ellos, las decisiones y conductas que corresponden a los hijos, lo que implica un alto control y falta de comunicación al menos en lo que dice relación a los deseos e intereses del niño. SOBREPROTECCIÓN REPRESIVA: Ésta se presenta cuando las intervenciones son permanentes y se mantiene la actitud controladora y dominante, acompañada de tendencia a la crítica, centrada en el “no debe” y evitando toda clase de problemas, evitando cualquier frustración en los niños.
SOBREPROTECCIÓN INDULGENTE: Se concreta en la tendencia a transigir
cualquier deseo, capricho o idea del niño, evitando cualquier frustración en los niños, muy similar al padre o madre permisivo. En este caso los padres temen que algo le pase a su hijo. Consecuencias de este estilo sobre los niños: - Excesiva dependencia. - Falta de confianza en sí mismo. Acostumbrado a que todo se lo han hecho o casi echo, crece de la mínima seguridad en sus posibilidades. - Infantilización y conductas regresivas. Al niño no se le considera responsable, como un ser desvalido que hay que proteger y dirigir sus conductas. - Baja tolerancia a la frustración. Generalmente presenta una conducta poco adaptada a cualquier situación que suponga no conseguir sus deseos. - Dificultad en las relaciones sociales. El niño pretende ante sus semejantes seguir ocupando el puesto central que tiene en su familia, y es incapaz de tolerar cualquier postergación o frustración con respecto a los demás niños. - Excesiva protección en la enfermedad: Se presenta tanto en el sentido de sobrevalorar cualquier síntoma como en una protección excesiva que crea dependencia negativa en enfermedades reales. Ante el más leve síntoma, se le deja al niño en casa, sin ir a la escuela. PADRES AUTORITARIOS Manifiestan altos niveles de control y de exigencias de madurez y bajos niveles de comunicación y afecto explícito.
Consecuencias en los hijos:
Tienden a ser obedientes ordenados y poco agresivos, pero también tímidos y poco tenaces a la hora de perseguir metas. Tienden a tener una pobre interiorización de valores morales (aprendieron a obedecer a normas basadas en "porque lo digo yo"), se orientan normalmente a los premios y castigos que al significado intrínseco del comportamiento que se ven obligados a ejecutar. Manifiestan pocas expresiones de afecto en las interacciones con sus iguales, no suelen llevar la iniciativa en estas interacciones, son poco espontáneos, pueden tener problemas en el establecimiento de estas relaciones. Un estilo altamente directivo y que no ofrece alternativas se asocia con un "lugar de control externo" (no se perciben a si mismos como responsables de sus éxitos o fracasos), baja autoestima y dependencia (no se sienten seguros ni capaces para hacer actividades por sí mismos). La falta de comunicación hace que tiendan a ser poco alegres, aprensivos, fácilmente irritables y vulnerables a las tensiones. PADRES PERMISIVOS Son bajos en control y exigencias de madurez pero altos en comunicación y afecto.
Consecuencias en los hijos:
Tienden a tener problemas para controlas los impulsos, dificultades para enfrentar responsabilidades, son inmaduros y con bajos niveles de autoestima. Conductas acting out: fugas, robos, mentiras.en casos extremos, desarrollan trastornos de personalidad. Deslealtad y falta de compromiso. Evitan los problemas. Son más alegres y vitales que los hijos de padres autoritarios. PADRES INCONGRUENTES O CONTRADICTORIOS. Estilo de crianza que oscila dirruptivamente entre la permisividad y el autoritarismo. Muchas veces se trata de sistemas de contradicción donde los padres por no ponerse de acuerdo, aparecen como inconsistentes.
Consecuencias psicológicas en los hijos:
Actitudes y conductas contradictorias: incongruencia entre lo que dice y hace. Esto puede generar relaciones doble vinculosa. Deslealtad y falta de compromiso. Inseguridad básica. Desorientación Baja autoestima, falta de decisión, baja autoconfianza. PADRES INDIFERENTES, ABANDONADORES O RECHAZANTES Presentan bajos niveles de control, comunicación, exigencias de madurez y calidez en la relación. Este tipo de padres no presentan conductas adecuadas en la crianza, pues perciben a sus hijos como una “carga” (muchas veces no son deseados). En casos extremos presentan conductas psicopáticas (abusadores). Consecuencias en los hijos: El niño se siente libre para dar rienda suelta a sus impulsos más destructivos, puesto que perciben el ambiente en forma hostil e indiferente. Conflicto con la autoridad. Proyectan conductas agresivas en niños más débiles. Se sienten abandonados. Baja autoestima. Tendencia a la ensoñación. Pueden tender a presentar conductas delincuenciales en la adolescencia. PADRES PERFECCIONISTAS Este estilo guarda estrecha relación con la actitud de sobreprotección. Los padres en los que domina este estilo, usan excesivamente las censuras y castigos, dejando de lado las recompensas y castigos. Los refuerzos suelen ser ambiguos e incompletos: “... está bien, pero...”.
Las consecuencias en el comportamiento y actitudes de los hijos son:
Imagen de sí mismo rígida e irreal que no tolera la posibilidad siquiera de fracasar. Ansiedad en el trabajo. Lo cual la mayoría de las veces genera desorganización en su conducta intelectual. Preocupación excesiva por lo escolar. Por las notas y el rendimiento y por tratar de hacer todo bien, tratando de cumplir con las expectativas de sus padres. Desmotivación por no alcanzar las metas que se han impuesto por presión de los padres, llegando a dejarlas sin terminar antes de no terminarlas perfectamente. Modo de trabajar minucioso, más preocupado por los detalles, en los aspectos irrelevantes, más que en lo fundamental. PADRES DEMOCRÁTICOS (autoritativos) Presentan altos niveles tanto de comunicación y afecto como de control y exigencias de madurez e independencia.
Consecuencias en los hijos:
Muestran características más deseables en nuestra cultura. Tienen altos niveles de autocontrol y de autoestima, son más capaces de enfrentar situaciones nuevas con confianza e iniciativa y son persistentes en las tareas que inician. Son muy interactivos y hábiles en las relaciones con sus iguales, independientes y cariñosos. Suelen ser niños con valores morales interiorizados (enjuician los actos no en función de las consecuencias que derivan de ellos, sino de los propósitos que los inspiran). Si el adulto es cariñoso, aprenden comportamientos prosociales.