psicoanalítica se desarrolla en esa relación de sujeto a sujeto y es irreductible a toda psicología considerada como la objetivación de ciertas propiedades del individuo, esto quiere decir que la experiencia psicoanalítica se da en el dialogo de sujeto a sujeto entre el analista y el analizante. El sujeto en el psicoanálisis se constituye en un discurso donde la mera presencia del analista ya aporta la dimensión de diálogo incluso antes de toda intervención, es decir, que ya antes de que el analista hable y que diga algo, el hecho de que esté ahí y que el sujeto le esté hablando a alguien ya aporta la dimensión de diálogo. Esta experiencia del psicoanálisis que es dialéctica aporta a la naturaleza de la transferencia y lo demuestra con el caso Dora que es el 1ero por el cual Freud reconoce que el analista tiene su parte en la transferencia. Hasta ahora nadie había subrayado que el caso Dora se da en una serie de inversiones dialécticas, éste no es un mero artificio del ordenamiento del material, sino que para Lacan el caso Dora se da en una serie de desarrollos de la verdad e inversiones dialécticas que después generan otros desarrollos de la verdad y se introducen nuevas inversiones dialécticas y así se va trasmutando la verdad para el sujeto, esto quiere decir… - Desarrollo de la verdad significa cual es la verdad para el sujeto de lo que le sucede en su vida - Inversiones dialécticas son cuestionamientos, interrogaciones a ese desarrollo de la verdad y esos cuestionamientos generan nuevos desarrollos de la verdad y así sucesivamente. Esto es idéntico al desarrollo de la cura, a como el sujeto vive el desarrollo de su verdad y como él va cambiando de posición a medida que éstos desarrollos van tomando forma. Lacan postula las fases que llevaron hasta ese momento donde Freud se encuentra con el obstáculo de la transferencia y también habla de lo que para él debería haber sucedido en el análisis para que hubiese encontrado su resolución lograda: Comenzamos por un 1er desarrollo de la verdad cuando Dora llega al análisis y pone a prueba a Freud según Lacan y va a decir que la Sra. K y el padre de Dora son amantes desde hace muchos años y lo disimulan bajo ficciones a veces ridículas, ella queda de esa manera entregada a los galanteos del Sr K ante los cuales el padre «hace la vista gorda» convirtiéndola así en objeto de un odioso cambalache. Pero Lacan postula que Freud está muy avivado en la constancia de la mentira social como para haberse dejado engañar y se encuentra al final de ese desarrollo de la verdad colocado frente a esta pregunta de Dora: «Esos hechos proceden de la realidad y no de mi, ¿que quiere usted cambiar de ellos? . Entonces Freud responde con una 1era inversión dialéctica: ¿ cual es tu parte en el desorden del que tanto te quejas? Es así como llegamos a un 2do desarrollo de la verdad donde Dora se da cuenta que no es solo por su silencio sino gracias a su complicidad bajo su protección vigilante va a decir Lacan como pudo durar la ficción que permitió prolongarse en el tiempo la relación de los 2 amantes (ejemplo cuando la Sra. K salía con el padre de Dora ella cuidaba a los niños del matrimonio K) Lacan a su vez postula que el Edipo de Dora revela estar constituido por una identificación de ella con el padre que se transparenta en los síntomas conversivos de ella y cuando descubre esto es lo que inicia el levantamiento de muchos de esos síntomas. La pregunta que llega a este 2do desarrollo de la verdad es : ¿Qué significan estos celos manifestados súbitamente por la relación del padre con la Sra. K ya que antes no había problema con ella? ¿ De donde vienen estos celos manifestados súbitamente y que se presentan de una forma tan preponderante y tan compulsiva?
Lacan postula que estos celos por
presentarse de esa forma requieren una explicación que excede sus motivos lógicos, conscientes. Así, llegamos a una 2da inversión dialéctica que es la observación de Freud de que no es el objeto pretendido de los celos el que da su motivo, es decir, que el verdadero motivo no son los celos por el padre, sino que esto enmascara un interés por la persona del sujeto rival, es decir, por la Sra. K. Éste interés al ser su naturaleza menos asimilable al discurso común sólo se puede expresar de esta forma invertida. De esta manera, llegamos al 3er desarrollo de la verdad que sería la atracción fascinada de Dora por la Sra. K donde Dora admiraba el cuerpo blanquísimo de la Sra. K y ambas se apoyaban en sus mutuas relaciones frente al padre de Dora. Lacan postula que Freud percibe cual es la pregunta a la que lleva a ese nuevo desarrollo de la verdad: « si es de esta mujer de la cual experimentas tan amargamente la disposición (refiriéndose a la Sra. K por estar con el padre) ¿ como no sentir rencor por la redoblada traición de que sea de ella de quien partieron las imputaciones de intriga y perversidad que ahora todos comparten para acusarla a usted de embuste? Con esto se refiere a la escena del Lago donde Dora le cuenta a los padres de que el Sr. K había avanzado sobre ella, luego vienen todas las acusaciones de que eso no había sucedido, que lo había imaginado. Estas imputaciones asume Freud que vienen de la Sra. K así como también Freud suponía que todo el conocimiento que tenia Dora acerca de las cuestiones sexuales también provenían de sus charlas con la Sra. K Entonces, Freud se pregunta ¿Cuál es el motivo de esa lealtad que tiene para guardar el secreto de su relación? ¿Por qué Dora no dice que todo esto de la cual la acusan es información de la cual recibió de la Sra. K y ella fue quien participó en toda esta intriga con respecto a temas sexuales? Con este secreto dice Lacan se presenta la 3era inversión dialéctica que es la que nos daría el valor real del objeto que es para Dora la Sra. K: no un individuo va a decir, sino un misterio, el misterio sobre su propia feminidad corporal como aparece sin velos en el 2do sueño. Lacan no habla de un 4to desarrollo de la verdad pero debería haber sido el desarrollo en el cual Dora reconoce cual es el valor que tiene la Sra. K como objeto para ella, es decir un misterio sobre su propia feminidad.