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Una de las partes más interesantes y a la vez más difíciles

de las Sagradas Escrituras es la profecía.


1.1.1. DIFÍCIL POR CUANTO SE HA RELACIONADO CON
CIERTAS ESCUELAS O TENDENCIAS TEOLÓGICAS
1.1.2. DIFÍCIL POR CUANTO VARIOS ACONTECIMIENTOS EN ÉPOCAS DISTINTAS
PUEDEN SEÑALARSE A VECES COMO EL CUMPLIMIENTO DE LA MISMA PROFECÍA.
1.1.2. DIFÍCIL POR CUANTO VARIOS ACONTECIMIENTOS EN ÉPOCAS DISTINTAS
PUEDEN SEÑALARSE A VECES COMO EL CUMPLIMIENTO DE LA MISMA PROFECÍA.
1.1.3. DIFÍCIL POR CUANTO UNA PROFECÍA A VECES ESTÁ
EXPRESADA EN TÉRMINOS METAFÓRICOS.
1.1.4. DIFÍCIL POR CUANTO LOS MISMOS PROFETAS NO DABAN LOS
DETALLES DE LOS ACONTECIMIENTOS SEÑALADOS.
1.1.5. DIFÍCIL POR CUANTO ESTAMOS LEJOS DEL AMBIENTE
HISTÓRICO EN EL QUE FUERON PRONUNCIADAS LAS PROFECÍAS.
1.2.1. TÓMESE EN CONSIDERACIÓN LO QUE EL PROFETA
QUISO DECIR A SUS CONTEMPORÁNEOS.
1.2.2. TÉNGASE PRESENTE LA RELACIÓN ORGÁNICA ENTRE
HISTORIA Y REVELACIÓN.
1.2.2. TÉNGASE PRESENTE LA RELACIÓN ORGÁNICA ENTRE
HISTORIA Y REVELACIÓN.
1.2.3. CUANDO EXISTA, DEBE DISTINGUIRSE LA “PERSPECTIVA
PROFÉTICA”.
Ej: La «abominación espantosa» anunciada en (Dn. 11:31;
12:11). En primer lugar, el texto se refiere a lo acaecido en
días del sacrílego Antíoco Epífanes (167 a. de C.) cuando
desató sus iras contra el pueblo judío y profanó el templo
de Jerusalén erigiendo en su interior un altar griego.
Pero al mismo tiempo puede ser descriptivo de lo
acaecido el año 70 d.C., cuando Jerusalén sufrió los
horrores del asedio romano y finalmente una nueva
profanación del templo seguida de su completa
destrucción (Mt. 24: 15; Mr. 13: 14; Lc. 21:20). Y asimismo
puede tener una proyección relativa al anticristo
escatológico (2 Ts. 2: 3-4; Ap.13: 11-17).
1.2.4. EL LENGUAJE HA DE SER EXAMINADO CON LA
MÁXIMA METICULOSIDAD.
1.2.5. EN LOS TEXTOS DE CARÁCTER APOCALÍPTICO DEBE PRESTARSE ESPECIAL
ATENCIÓN A LAS PECULIARIDADES DE ESTE GÉNERO LITERARIO.
1.2.6. ES CONVENIENTE TENER EN CUENTA EL CARÁCTER
RECOPILATORIO DE LOS LIBROS PROFÉTICOS.
1.2.7. LOS TEMAS ESPECIALES HAN DE CONSIDERARSE A LA
LUZ DE TODO EL CONTEXTO PROFÉTICO.
1.2.8. DEBE DETERMINARSE SI UNA PREDICCIÓN ES CONDICIONAL O
INCONDICIONAL, ES DECIR, SI SU CUMPLIMIENTO DEPENDE O NO DE
CONDICIONANTES HUMANOS.
1.2.8. DEBE DETERMINARSE SI UNA PREDICCIÓN ES CONDICIONAL O
INCONDICIONAL, ES DECIR, SI SU CUMPLIMIENTO DEPENDE O NO DE
CONDICIONANTES HUMANOS.
1.2.9. HA DE PRECISARSE SI LA PREDICCIÓN SE CUMPLIÓ YA
O SI AÚN HA DE TENER CUMPLIMIENTO.
1.2.10. AVERIGUAR PRIMERO LA SITUACIÓN HISTÓRICA EN
QUE EL PROFETA VIVIÓ.
1.2.11. Tener en cuenta que los profetas no veían en toda
su plenitud el cumplimiento de lo que profetizaban.
1.2.12. Tener como ejemplo el método de interpretación
que han empleado los escritores de la Biblia.
1.3.1. ORÁCULOS PROFÉTICOS
1.3.1. ORÁCULOS PROFÉTICOS
Introducción:
Suelen empezar con éstas o parecidas expresiones:
"Así dice el Señor". "Oíd lo que dice el Señor". "Escuchad
esta palabra". "La palabra del Señor me fue dirigida en
estos términos".
Cuerpo:
Contenido del oráculo, que puede ser de condena o de
salvación, según se trate de "arrancar y destruir" o de
"edificar y plantar", como dice J r 1:10.
Conclusión:
Suelen terminar con una rúbrica final de este estilo: "Así
dice el Señor". "¡Oráculo del Señor!".
1.3.1. ORÁCULOS PROFÉTICOS
1.3.2. ORÁCULOS DE CONDENA
1.3.2. ORÁCULOS DE CONDENA
1.3.2. ORÁCULOS DE CONDENA
EJEMPLO: JEREMÍAS 2:4-37
1. Testigos y presentación de personajes (Jr 2:4). Aquí se
pone por testigo del juicio que Dios tiene planteado contra
su pueblo al propio Israel. Otras veces se apela a todos los
pueblos de la tierra, incluso a la creación (Miq 1:2; 6:1-2).
2. Declaración de la rectitud del Señor y breve interrogatorio
(Jr 2:5).
3. Requisitoria propiamente dicha (Jr 2:6-11).
4. Declaración de culpabilidad (Jr 2:12-13).
5. Sentencia final, mitad condenación mitad exhortación,
con el fin de suscitar y mover al pueblo a la conversión (Jr
2:14-37).
Otros ejemplos de requisitoria judicial pueden verse en: Os
2:4-15; 4:1-3; 4:4-6; Is 5:3-7; Miq 1:2-7; 6:1-5.
1.3.2. ORÁCULOS DE CONDENA
1.3.3. ORÁCULOS DE SALVACIÓN
Los profetas no son los adivinos del porvenir, como se
cree vulgarmente, pero sí son los creyentes esperanzados
abiertos al futuro. Los profetas denuncian, pero también
anuncian. Más allá del pecado y del castigo, los profetas
esperan el perdón de Dios y el triunfo de la gracia. La
última palabra no la tienen el juicio y la condena, sino la
salvación. Incluso el libro de Amos, que es el más severo
de los escritos proféticos, termina con dos oráculos de
salvación (Am 9:11-15). Los oráculos de salvación tienen
presencia relevante en todos los Profetas. Merecen
atención especial Is 40-55 y Jr 30-33, que reciben el
significativo nombre de "libros de la consolación".
1.3.4. NARRACIONES PROFÉTICAS
A diferencia del oráculo, generalmente en verso, las
narraciones proféticas aparecen en prosa y tienen por objeto la
vida, las acciones y experiencias de los profetas. Suelen ser
relatos biográficos (en tercera persona) o autobiográficos (en
primera persona). Entre sus formas más características hay que
destacar los relatos vocacionales, las visiones y las acciones
simbólicas.
Estas últimas ocupan un lugar importante en la predicación
profética (Is 20; Jr 13:1-11; 18:1-12; 32:1-15; Ez 4; 12). A veces, la
misma persona del profeta y sus experiencias existenciales se
convierten en símbolo profético (Is 8:1-4; J r 16; Ez 24:15-27; Os 1
y 3), abriendo así los límites de la palabra al horizonte más
amplio de la vida, elevada a lenguaje profético privilegiado.
1.3.5. GÉNEROS IMPORTADOS DE OTROS CAMPOS
Además de estas formas, especialmente típicas y
representativas del lenguaje profético, los profetas utilizan
otros géneros y formas que toman de otros contextos no
específicamente proféticos como son la sabiduría familiar y
tribal (exhortaciones, parábolas, alegorías, enigmas,
bendiciones y maldiciones, etc.), el culto (himnos y
oraciones, confesiones, instrucciones, liturgias penitenciales,
etc.), la corte y la diplomacia (edictos, cartas, tratados, etc.),
el ámbito judicial (discurso acusatorio, fórmulas casuísticas,
etc.) o la vida diaria (cantos de amor y de trabajo,
lamentaciones, etc.). Mención aparte merece el género
apocalíptico que, sin ser específicamente profético,
adquiere especial importancia en el período postexílico.
Martínez, José M. (1984). Hermenéutica Bíblica. Barcelona: Clie.

Gillis, Carroll. (1991). El Antiguo Testamento: Un comentario sobre su


historia y literatura (2da. Ed.). El paso, Tx: Casa Bautista de
Publicaciones.

Guijarro O, S. y Salvador G, M. (1997). Comentario al Antiguo


Testamento II. Estella (Navarra): La casa de la Biblia.

Alonso S, L. y Sicre, J. (1980). Profetas I. Madrid: Ediciones


Cristiandad.

Abrego de Lacy, J. (1993). Los libros proféticos. Estella (Navarra):


Verbo Divino.

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