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• El politraumatismo suele presentarse en pacientes previamente sanos y con

buen estado nutricional. A pesar de ello, los cambios metabólicos originados


por la agresión traumática colocan a estos pacientes en situación de riesgo
nutricional
• El soporte nutricional especializado debería iniciarse si se estima que los
requerimientos nutricionales no puedan ser cubiertos por vía oral en un
periodo de 5-10 días tras el ingreso.
• La nutrición enteral deberá ser la primera vía a considerar para el aporte de
nutrientes
Aporte calórico
• Deben tenerse en cuenta la situación clínica de los pacientes (hipertermia,
agitación, convulsiones, lesión medular, etc...) y los efectos de las medidas
terapéuticas (sedación, relajación, hipotermia inducida, etc€) para adaptar el
aporte calórico en cada caso.
• Se sugiere un incremento del 40% del gasto energético estimado por la
fórmula de Harris-Benedict.
• Es recomendable un aporte hiperproteico y una discreta disminución en el
aporte máximo de glucosa.
• Sobre la base de las recomendaciones de la ASPEN de 2002, del Position
Paper de la ESICM de 2002, y de la IIª Conferencia de Consenso de la
SEMICYUC de 1997 se establecen las siguientes recomendaciones sobre el
soporte nutricional y metabólico en el paciente politraumatizado
• 1-) las necesidades calóricas medias serían las obtenidas al multiplicar por un
factor de 1,2-1,4 el resultado de la ecuación de Harris-Benedict. También es
válido el aporte de una cantidad calórica fija, estimada en 25-30
Kcal/Kg/día.
Características del aporte de nutrientes en
los pacientes con politrauma
• El aporte proteico debe ser elevado. Representando del 15% - 20% del Valor
calórico total
• Los hidratos de carbono deben aportarse a una dosis de hasta 4 mg/kg/min,
recomendándose el aporte protocolizado de insulina para mantener la
glucemia por debajo de los 110 mg/d
• por vía enteral como parenteral12,13. Los aminoácidos de cadena ramificada,
por el contrario, no han demostrado una influencia clínica favorable en los
pacientes traumáticos críticos
• reducción de las infecciones y de la mortalidad en pacientes con politraumatismo
que inician de forma temprana la nutrición enteral ya que permite reducir las
infecciones, prevenir la cascada de fenómenos que precede al fallo multiorgánico y
aumentar la supervivencia en pacientes con lesiones severas.
• En aquellas situaciones sin posibilidad de utilizar la vía enteral (resección intestinal
amplia y sangramiento digestivo entre otras), se justifica la utilización de nutrición
parenteral por vía central y preferentemente con bolsa (mezcla de nutrientes). Es
deseable complementar la nutrición enteral con nutrición parenteral, para alcanzar
los ingresos calóricos proteicos necesarios
• l ingreso cuantitativo de nutrientes debe realizarse de forma progresiva hasta
alcanzar lo planificado que se recomienda: 35 a 40 kcal totales por kg de peso
y de 1,5 a 2 g de proteínas por kg de peso. La relación de calorías no proteica
por cada gramo de nitrógeno debe ser de 120 a 1; las calorías no proteicas
deben distribuirse de 50 a 60 % en forma de carbohidratos y de 40 a 50 % en
forma de grasas (figura), siempre que no pase el límite de 6 g/kg de peso de
carbohidratos y 2,5 g/kg de peso en las grasas. La administración de
vitaminas (principalmente las hidrosolubles), minerales y oligoelementos
deberá realizarse de forma inmediata.
• composición especial, enriquecida con ácidos grasos W3, arginina,
nucleótidos y glutamina ha reportado una disminución de la morbilidad y
mortalidad de estos enfermos.23 En los últimos años se ha investigado la
utilidad de diversas sustancias anabólicas para contrarrestar el
hipercatabolismo. Aunque los resultados no son concluyentes no dejan de ser
alentadores tal y como lo
HC 4-6 g/ kg de Ingreso caloric – Grasas: 1-2.5
peso. 50-60% de proteico 35-40 kcal g/g/kg de peso.
las kcal no totals Poteina; 1.5- 40-50% kcal no
proteicas 2 g/kg de peso proteicas

Vitaminas
Minerales Agua
Oligoelementos
• ASPEN board of directors: Guidelines for the use of parenteral and enteral nutrition in adult
and pediatric patients. JPEN 2002, 26(suppl. 1). [ Links ]
• García de Lorenzo A, Ortiz Leyba C y Grupo de Trabajo de Metabolismo y Nutrición de la
SEMICYUC: Respuesta a la agresión: Valoración e implicaciones terapéuticas. Med Inten-siva 1997,
21:13-28. [ Links ]
• AGA Statement: Guideliness for the use of enteral nutrition. Gastroenterology 1995, 108:1280-1281.
[ Links ]
• García de Lorenzo y Mateos A., Acosta Escribano J., Bonet Saris A.. Nutrición artificial en el
paciente politraumatizado. Nutr. Hosp. [Internet]. 2005 Jun [citado 2019 Abr 09] ; 20( Suppl 2
): 47-50. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-
16112005000500014&lng=es.

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