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En la capital del departamento, 97.500 personas no tienen vivienda propia y viven en alquiler o en anticrético.

Esta cifra supone un 39 por ciento de las 250.000personas que residen en el área urbana de Cercado, en el que
152.500 personas sí dicen vivir en casa propia. Los datos levantados por el Instituto Nacional de Estadística
(INE) no discriminan entre las personas que, aun habiendo formado una familia, viven en el domicilio familiar.
Por otro lado, 2.675 viviendas, en noviembre de 2012, se encontraban vacías, en construcción o abandonadas,
lo cual evidencia que en la ciudad de Tarija prevalece un déficit habitacional.

Otro dato llamativo es que de las 54.891 viviendas ocupadas en el departamento, sólo 32.250 viviendas lo
serían por sus propietarios y 22.641 viviendas estarían alquiladas o anticretadas en algunas de sus
variedades.

El problema de la vivienda, más allá del impacto socio-familiar o psicológico de inestabilidad y frustración,
suponen también un problema socioeconómico para la población. Los precios de los alquileres han subido en
los últimos cinco años y prácticamente se asemejan a una cuota mensual hipotecaria, que oscilan entre los
3.000 y los 4.000 bolivianos en función del monto solicitado.

Dos son las causas que los sociólogos (y afectados) identifican como principales trabas a la hora de acceder
a una vivienda propia. Los altos precios de los lotes y viviendas por un lado y los bajos salarios, impiden
acceder a una vivienda. Además, el costo del alquiler impide ahorrar a los afectados para cumplir con los
requisitos exigidos por los bancos.
Los precios de las viviendas se han disparado y más aún los precios de los terrenos. Antonio Alonso,
miembro de la plataforma Vivienda Digna indicó que ninguna de las políticas puestas en marcha ha
favorecido el acceso real a la vivienda a las personas que más lo sufren.

“Es la gente de clase media la que no logra formar una familia y un hogar. Los más pobres se asientan, los
ricos tienen las propiedades de sus familias, y los TRABAJADORES no pueden ni soñar con comprarse una
casa”.

Según Alonso, el retraso en la aprobación del radio urbano, una regulación pendiente en el Gobierno Central
para todos los municipios y que permitirá tener más suelo urbanizable disponible, está beneficiando a los
especuladores.

“Los terrenos en área urbana con papeles son pocos, por lo que los precios son inaccesibles. Eso hace que se
comercialicen muchos lotes irregulares sobre la expectativa a precios demasiado altos”.

En barrios periféricos, las casas superan los 100.000 dólares mientras que departamentos de 100 metros se
sitúan entre los 90.000 y los 120.000 dólares. Sin embargo, los ingresos familiares medios en Tarija no
superan los 3.500 bolivianos.
No hay políticas claras para acceder a la vivienda

Hasta la fecha, ni municipio ni Gobernación han puesto en marcha planes que aseguren el acceso a la
vivienda, ya que apenas se han firmado convenios para construir viviendas sociales semigratuitas para
familias de bajos recursos, que apenas representan un 10 por ciento de los necesitados de solución
habitacional.

Por otra parte, el criterio municipal para urbanizar la ciudad no es claro, mientras se amplían las avenidas
casi hasta las trancas, se olvida de incentivar la construcción en altura entre otras soluciones, según
varios arquitectos contactados, que si contribuiría tanto a economizar precios como la instalación de
servicios básicos.
Según datos estadísticos del INE (Instituto Nacional de Estadística) uno de cada cinco hogares de Tarija no
cuenta con servicios básicos. El 18,20% ciento del total de las viviendas particulares censadas en el
departamento de Tarija no tienen servicios sanitarios según el INE, basado en datos oficiales del Censo de
Población y Vivienda
Desde hace algunos años atrás Tarija se convirtió en una ciudad ideal para vivir y esto por varias razones,
entre ellas, la vida tranquila que se puede llevar, su clima y también por su gente; pero además por sus
riquezas hidrocarburíferas, que la proyectan como una ciudad con gran potencial económico; y a ello se suma
la ausencia de conflictos sociales y el bajo índice de inseguridad que presenta, en relación a otras ciudades del
país.
Todas estas características hacen de Tarija la ciudad perfecta para vivir, con un gran flujo migratorio, lo cual
repercute en un gran crecimiento urbano y poblacional, y por supuesto una gran demanda de vivienda, hecho
que provoca un efecto incontrolable: la especulación de precios en el mercado inmobiliario.
Los costos de viviendas se elevan año tras año. Un terreno de 200 mts2 que compró la señora Maribel en el año
2010, (a 2 Km del centro de la ciudad) en 10.000 dólares, al año siguiente lo vendió en 20.000 dólares, lo cual
evidencia que los costos de vivienda de un año al otro se elevan hasta en un 100%. Así también ocurrió con don
Manuel, quien tuvo la suerte de comprar un terreno de 200 mts2 con el dinero que había ahorrado durante 6
años, el cual le costó 3.000 dólares en el año 2001 y en el 2012 lo vendió en 20.000 dólares, lo cual significa un
gran incremento en 10 años.
“Una casa en Tarija cuesta, y cuesta por lo menos unos 20.000 $us en zona urbana, y el costo se va elevando si el
lugar ya está asfaltado y cuenta con todos los servicios básicos”, indica don Miguel, propietario de un negocio de
bienes raíces.
De acuerdo al presidente del colegio de arquitectos, Ronald Rivera en Tarija es donde más caro sale construir una
casa”, porque si bien el mercado inmobiliario de otras ciudades como La Paz tienen una gran oferta, lo que
abarata los costos, en cambio aquí en Tarija los que se dedican a la construcción de vivienda, especulan con los
precios, señaló.
LOTES (Sus) VIVIENDAS(Sus)
------ 130000-200000
28000-30000 85000-95000
13500-25000 49000-60000
25000-35000 40000-60000
4900-5000 ------

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