El sonido de la tradición hace eco en lo más profundo de
Redundancia
los corazones humanos, donde emergen valores, donde
se guardan las memorias históricas y se recuerdan las costumbres que pasan de generación en generación para convertirse en verdadero patrimonio, que se siente a través de las melodías de guitarra en un vals peruano, Mayúscula
en las apacibles notas de un laúd en china y en el
jolgorio de melodías de un acordeón, expresados en las danzas que mueven el alma del ser humano.