DANIELA LOSADA LOSADA ADELA ROCIO TRUJILLO QUINTERO ANGY LORENA ZAMBRANO GONZALEZ FUNCIONES EJECUTIVAS Es el conjunto de procesos y habilidades cognitivas de orden superior que nos permiten integrar las informaciones que recibimos del exterior, gestionar nuestra conducta y en definitiva adaptarnos de manera eficiente al medio, además de ayudar a regular nuestra conducta social y la motivación. Lóbulo frontal Es en esta zona, y especialmente en el área conocida como prefrontal, en el que se encuentran las áreas implicadas en el buen funcionamiento de las funciones ejecutivas.
(Castillero,O.(2010) Barcelona. Síndromes disejecutivos; Psicología y Mente)
Síndrome disejecutivo también conocido como síndrome frontal, es un conjunto de alteraciones de tipología y gravedad diversa que se da como consecuencia de la existencia de lesiones en el lóbulo frontal y especialmente en el área prefrontal. La principal afectación se da en las funciones ejecutivas, que de manera secundaria pueden provocar alteraciones en otros aspectos como la comunicación o la personalidad.
(Gómez, M. (2009). Síndromes disejecutivos; bases clínica y evaluación)
Las conductas complejas que caracterizan el comportamiento del ser humano, se encarga de una región del cerebro: la corteza prefrontal. Su alteración da lugar al síndrome disejecutivo, caracterizado por los siguientes trastornos: a) incapacidad para iniciar, detener y modificar una conducta en respuesta a un estímulo que cambia. b) incapacidad para llevar a cabo una serie de actos consecutivos que permitan resolver un problema. c) incapacidad para organizar un plan de acción e incapacidad para inhibir respuestas inapropiadas y perseveración o repetición anormal de una conducta.
(Gómez, M. (2009). Síndromes disejecutivos; bases clínica y evaluación)
SUBDIVISIONES El síndrome disejecutivo puede subdividirse en tres síndromes en función de la región del prefrontal que se haya lesionado y el tipo de síntomas que esta lesión provoca
(Gómez, M. (2009). Síndromes disejecutivos; bases clínica y evaluación)
SINDROME DORSOLATERAL
Conexión con áreas asociadas al control motor
(Corteza premotora y área motora suplementaria).
Se caracteriza por problemas de memoria,
dificultades de razonamiento y toma de decisiones, perseveración y falta de concentración. También se producen problemas en la fluidez verbal e incluso en el movimiento. Por último, a nivel comportamental suelen presentar distraibilidad, falta de motivación, apatía y (Alcalá Máster Neuropsicología 2013/15 5ª Edición) síndromes depresivos. SINDROME ORBITOFRONTAL Conexiones con áreas asociadas al procesamiento emocional (amigdala), memoria hipocampo y hacia la corteza dorsolateral. Los síntomas más evidentes tienen que ver con el control de los impulsos y los cambios de personalidad. Suelen ser personas agresivas e irritables, aunque también pueden presentar dependencia. Puede aparecer moría, o estado de humor alegre vacío. También síntomas obsesivo- compulsivos.
SINDROME MESIAL FRONTAL Los síntomas más comunes de esta lesión en el circuito mesial son la apatía, la desmotivación y el mutismo acinético, dificultad para mantener la atención, indiferencia hacia los demás en el que no responde a la estimulación ambiental a pesar de poder hacerlo.
Goldberg, E. (2009). El cerebro ejecutivo: lóbulos frontales y mente civilizada. Crítica
AFECTACIÓN EN DIFERENTES ÁREAS VITALES ■ A nivel social es probable que su elevada impulsividad o pasividad, y en un posible aumento de la irritabilidad puede provocar que su entorno termine alejándose poco a poco, quedándose el sujeto aislado. ■ El ámbito laboral también puede resentirse. No es raro que pierdan el trabajo al manifestar un comportamiento infantil o irresponsable, por no poder planificar y seguir un curso de acción determinado de antemano o bien por no poder adaptarse a los cambios. ■ En lo académico también pueden aparecer problemas, existiendo posibles problemas de aprendizaje derivados de las lesiones y las dificultades para mantener la concentración.
(Jarne, A. y Aliaga, A. (2010). Manual de neuropsicología)
CAUSAS DEL SINDROME DISEJECUTIVO La aparición del síndrome disejecutivo se debe a la presencia de alteraciones o lesiones en el área prefrontal o sus conexiones con el resto del encéfalo. Estas lesiones pueden aparecer por diferentes causas, siendo un ejemplo las siguientes. 1. Tumores cerebrales: Este tipo de disfunción puede provocar pérdida de inhibición, deterioro de la memoria, dolores de cabeza y síntomas visuales, entre otros.
(Jarne, A. y Aliaga, A. (2010). Manual de neuropsicología)
2. Lesiones traumáticas. Las lesiones en la cabeza se asocian con contusiones de la corteza orbitofrontal. Algunos pacientes se recuperan por completo, en cambio otros sufren deficiencias de por vida como accidentes, lesiones, caídas o agresiones físicas que causen daño en la zona frontal del cerebro.
(Goldberg, E. (2009). El cerebro ejecutivo: lóbulos frontales)
3. Accidentes cerebrovasculares: Los ictus y derrames cerebrales afectan a las conexiones neuronales al asfixiarse o ahogarse las neuronas del prefrontal encargadas de las funciones ejecutivas.
(Goldberg, E. (2009). El cerebro ejecutivo: lóbulos frontales)
4. Enfermedades Neurodegenerativas o Demencias: Es frecuente en pacientes con demencia pueden observarse los síntomas del síndrome disejecutivo. Esto es debido a que la progresiva muerte neuronal hace que el prefrontal deje de funcionar adecuadamente. Además en este caso los síntomas tienden a ir a peor según se vayan destruyendo más y más neuronas. Destacan enfermedades como las demencias frontales.
(Goldberg, E. (2009). El cerebro ejecutivo: lóbulos frontales)
El síndrome disejecutivo corresponde con lo que se ha denominado hasta la actualidad síndrome frontal y fue descrito por Harlow en 1868, cuando describió el célebre caso de su paciente Gage.
(Gómez, M. (2009). Síndromes disejecutivos; bases clínica y evaluación)
TRATAMIENTO ■ El tratamiento dependerá de la causa concreta. No se puede curar totalmente, pero sí trabajar y mejorar los síntomas que causa desde una perspectiva multidisciplinar. ■ Generalmente el tratamiento se centra en recuperar las habilidades perdidas y paliar los déficits generados por las lesiones, así como potenciar las habilidades que aún se conserven y evitar nuevos daños. ■ La estimulación y la terapia ocupacional permiten el ejercicio mental y la recuperación de gran parte de las funciones. ■ Se pueden usar ciertos fármacos para superar problemas como la ansiedad o la paranoia, y recurrir a terapia psicológica para los cambios de comportamiento y la agresividad.
(Jarne, A. y Aliaga, A. (2010). Manual de neuropsicología)
BIBLIOGRAFIA ■ Gómez, M. (2009). Síndromes disejecutivos; bases clínica y evaluación. ■ Goldberg, E. (2009). El cerebro ejecutivo: lóbulos frontales y mente civilizada. Crítica. ■ Jarne, A. y Aliaga, A. (2010). Manual de neuropsicología forense: de la clínica a los tribunales.. Edit. Herder. ■ Kandel, E.R.; Schwartz, J.H.; Jessell, T.M. (2001). Principios de Neurociencia. Madrird: MacGrawHill.