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LA ORALIDAD EN LA

ESCUELA

Hablar a partir de la lectura


CONTENIDOS
• Situaciones de enseñanza que involucran la
oralidad.

• La conversación en el aula.

• La renarración oral: andamiajes.


CAPACIDADES
• Cognitivas
• Lectura, interpretación y comprensión de textos.

• Intrapersonales
• Ejercicio del pensamiento crítico.
• ¿ Aprender a aprender.

• Interpersonales
• Trabajar con otros. ¿ Comunicación.
Agenda
Actividad Nª 1:
Hablar en la escuela: estado de situación.
Individual y en pequeños grupos – Duración: 30`

Actividad Nª 2
Hablar en el aula a partir de lo que se sabe, se lee o
se escucha.
En pequeños grupos – Duración: 90`
Actividad Nº 3
Hablar en el aula para aprender a hablar:
La renarraciòn ora
En pequeños grupos – Duración: 60`

Actividad Nª 4
Acuerdos
Entre todos – Duración: 60`
Actividad N° 1
Hablar en la escuela:
estado de situación
El propósito de esta actividad es reflexionar
sobre el lugar que ocupa actualmente el
trabajo con la oralidad en las aulas, sin
perder de vista que estas situaciones de
enseñanza involucran no solo el habla sino
también la escucha.
• Es esperable que algunas situaciones se den
con menos frecuencia que otras (porque
suponen mayor preparación y/o más tiempo
para realizarse, o porque implican contenidos
que se abordan solo alguna vez en el año).
Algunas situaciones de oralidad requieren una
mayor planificación y otras se dan de manera
más espontánea,
y, por otro, que determinadas conversaciones
están más pautadas (apuntan a recuperar
aspectos específicos de lo leído o conversado) y
otras suponen intercambios menos guiados.
Actividad N° 2
Hablar en el aula a partir de lo que se
sabe, se lee o se escucha
• En la primera propuesta, “Hablar y
escuchar”, se presentan dos situaciones de
intercambio oral y se orienta la reflexión
para contrastarlas y reconocer que son
interacciones que se dan en el aula,
gestionadas por un docente, pero con
marcadas diferencias
• En un caso, la conversación está fuertemente
estructurada, es el docente quien tiene el saber y el
propósito es colaborar con la comprensión del tema.
En función de eso valida las intervenciones de los
alumnos, al tiempo que ejerce el control sobre la
circulación de la palabra.

• En el otro caso, si bien el docente también guía la


conversación, los alumnos están habilitados a
plantear genuinamente sus interpretaciones y el
saber no está depositado solo en el docente. En este
sentido, es una conversación que presupone la
comprensión de la historia.
En la segunda propuesta, “Hablar a partir de
lo que se lee”, la reflexión apunta a analizar
distintos tipos de preguntas e intervenciones
del docente para distinguir sus propósitos y,
por lo tanto, las respuestas que habilitan.
Se espera que, a partir de este análisis, se
evidencie que hay distintos modos de gestionar
las conversaciones en el aula, pero que en todos
los casos requieren ser planificadas, pensadas,
incluso aquellas que son más abiertas y dan
lugar a variadas respuestas.
• La tercera propuesta, “Hablar en el aula:
planificar una conversación…”, implica
retomar las reflexiones previas y ponerlas en
juego para diseñar intervenciones a partir de
un video en el que se expone información sobre
los glaciares patagónicos.

• Lo importante es que sea un texto expositivo.


En cuanto a las propuestas que elaboren los
docentes, no es necesario planificar una gran
cantidad de intervenciones, sino que puedan
incluir entre ellas preguntas, comentarios o
reflexiones que habiliten distintos tipos de
respuestas.
Actividad 3
Hablar en el aula para aprender a
hablar: la renarración oral

En esta actividad se propone retomar la


renarración oral, una de las situaciones de
enseñanza planteadas en el cuadro inicial.
Esta situación suele estar presente en las
aulas, sobre todo en el trabajo con textos
literarios.
En el punto 1, a partir de la lectura de un fragmento
teórico, se busca reflexionar sobre esta actividad y la
diferencia entre el propósito de enseñanza y de
gestión de clase con respecto a la interacción
organizada por medio de preguntas.

En el punto 2, se profundiza en el modo de gestionar


la renarración oral; es decir, los interrogantes o
expresiones o intervenciones de otro tenor que
realiza el docente, en función de la parte del texto
que se está recuperando.
• Luego se propone abordar la recuperación oral de
un texto expositivo leído previamente. Si bien la
reflexión (y las experiencias de los docentes) sobre la
renarración oral de un texto literario brinda una
base para la planificación de este otro tipo de
situaciones, es necesario realizar algunos ajustes en
las intervenciones en relación con las características
propias de la exposición. En cuanto a la estructura,
estos textos suelen incluir: presentación del tema,
desarrollo y, en algunos casos, un cierre. De todos
modos, no todos los textos expositivos presentan la
misma organización; por el contrario, esta suele
variar según el tipo de información que se presenta
y los objetivos que se persigan
• Algunos ejemplos:
• Textos expositivos de base descriptiva: se exponen
características, en respuesta a una pregunta del tipo “¿Cómo
es...?”.

• Textos expositivos de base causal: la información se organiza


en una secuencia que pone de relieve las relaciones de
causa/efecto; responden a interrogantes del tipo “¿Cómo se
produce...?” y “¿Por qué se produjo...?”.

• Textos expositivos de base comparativa: la información se


organiza de modo de mostrar semejanzas y diferencias;
responden a preguntas como “¿En qué se parecen...?” y
“¿Qué tienen de distinto...?”.
• Cabe señalar que estas estructuras pueden aparecer
combinadas en cada texto. En función de cuál sea la estructura
predominante, se utilizarán determinadas expresiones
(conectores y marcadores) para organizar la información: “en
primer lugar/en segundo… “; “por último”, “por un lado/por
el otro”, “en relación con/con respecto a, en cambio, a
diferencia de”, entre otros.

• “¿Por qué hay tantas lenguas” es un texto de divulgación


científica; en el párrafo de presentación, se anticipa el tema (la
diversidad de lenguas) y el hecho de que no hay consenso sobre
el mismo; luego se desarrollan las dos explicaciones. Para
acompañar la recuperación oral, entonces, será necesario tener
en cuenta esta organización y brindar expresiones pertinentes.
• Estas actividades de recuperación oral
de un texto leído son situaciones para
aprender a hablar y para comprender.
Por un lado, porque colaboran con la
comprensión del texto leído y, por otro,
porque promueven el uso del
vocabulario del texto y el manejo de
ciertas expresiones para organizar la
información.
En cualquier escuela u otra institución educativa, los
modos en que los profesores y los alumnos hablan
estarán formados por tradiciones culturales y por los
escenarios institucionales específicos en los que
operan. Sin embargo, los profesores no necesitan ser
esclavos de la convención. Pueden pasar a ser
críticamente conscientes de las formas de utilización
del lenguaje , sean estas frutos de una convención
cultural o del estilo personal.
Una cuestión que profesores e investigadores deben
estudiar es si las formas establecidas y habituales de
conversación proporcionan, en circunstancias
concretas, las mejoras formas de guía para la
construcción del conocimiento.

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