1ª ley de Kepler

Los planetas se mueven alrededor del Sol en órbitas elípticas

Por consiguiente la distancia Sol – planeta es variable.

Se denomina Afelio al punto de máximo acercamiento del planeta al sol
y Perihelio al punto de mayor alejamiento.
La Tierra se encuentra en su perihelio en la primera semana del mes de
enero y en su afelio sobre el día 7 de julio.

Perihelio Afelio
2ª ley de Kepler
El vector posición de cualquier planeta respecto del Sol, barre áreas
iguales de la elipse en tiempos iguales.

Para que se verifique esta afirmación es necesario que el planeta se

mueva con mayor velocidad cuando pasa por su perihelio. Los tramos
de órbita AB y CD se recorren en el mismo tiempo pero son de desigual
longitud.

C
B

Perihelio A

D
3ª ley de Kepler
2
Los cuadrados de los periodos T de revolución son
T
proporcionales a los cubos de los semiejes mayores a de la
elipse.
3
 cte
R
Proporcionalidad entre T2 y r3 según Kepler

Semieje Periodo (T) r3 T2

mayor (r) En años
En UA terrestres
Mercurio 0,387 0,241 0,058 0,058
Venus 0,723 0,615 0,378 0,378
Tierra 1,000 1,000 1,000 1,000
Marte 1,524 1,881 3,540 3,538
Júpiter 5.203 11,862 140,8 140,7
Saturno 9,539 29,458 868,0 867,9

En las Tablas anuncia dos fenómenos que nunca se
habían podido contemplar, los tránsitos de los planetas
interiores por el Sol. Calcula y predice las siguiente
fechas de los tránsitos de Mercurio y Venus
Tránsito de Mercurio el 6 Nov 1637
Tránsito de Venus el 6 Dic 1631
Siguiente tránsito en 1761
Las Tablas Rudolfinas
(Ulm, 1628)
Estas tablas astronómicas fueron
las primeras predicciones
elaboradas siguiendo la concepción
heliocéntrica. Kepler utilizó las
observaciones de Tycho y sus dos
primeras leyes, así como el empleo
de los logaritmos, recientemente
descubiertos por Nieper, para su
cálculo.
Todas las tablas astronómicas
anteriores fueron precisas durante
los primeros años tras su
publicación. Lo que resultaba
admirable de las Tablas Rudolfinas
fue que resultaron ser precisas
durante décadas. Las Tablas
resultaron ser una comprobación de
la validez de las leyes de Kepler, y
por tanto, un argumento para la
exactitud de la astronomía
heliocéntrica.