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En el DSM IV TR se ve como un concepto multidimensional que considera dos grupos de síntomas fundamentales:
1. La desatención.
2. La hiperactividad/impulsividad.
• Para valorar el criterio A, el clínico debe constatar la presencia o ausencia de 1 y 2 a través de su conocimiento del sujeto, su educación y
entorno y de la información derivada de los padres y profesores.
• Para confirmar los criterios de B a E hay que hacerlo mediante una exploración médica y psicoeducativa y, así, determinar el subtipo de
TDAH:
• TDAH, tipo con predominio del déficit de atención. Niños y niñas que presentan 6 o más de 6 síntomas de desatención (tabla
3.2) por lo menos durante los últimos 6 meses.
• TDAH, tipo con predominio hiperactivo-impulsivo. Niños y niñas que presentan 6 o más de 6 síntomas de hiperactividad e
impulsividad (tabla 3.2) por lo menos durante los últimos 6 meses.
• TDAH, tipo combinado. Niños y niñas que presentan 6 o más de 6 síntomas de desatención y 6 o más de 6 síntomas de
hiperactividad e impulsividad (tabla 3.2) por lo menos durante los últimos 6 meses.
Se contempla, además, que las personas que han presentado síntomas pero que en el momento de la evaluación no cumplen todos los
criterios, debe especificarse “remisión parcial”.
2.2. Diagnóstico (TDAH hoy)
¿Diferencias entre el DSM-IV y el DSM-5?
Los criterios diagnósticos del DSM-V son muy similares a los del DMS-IV. Se mantienen los 18
síntomas divididos entorno a dos categorías principales: inatención e hiperactividad-
impulsividad.
Las principales novedades que se han incorporado son:
1. Se han incluido ejemplos para facilitar el reconocimiento de los síntomas en diferentes
etapas de la vida.
2. Los criterios deben estar presentes antes de los 12 años en lugar de los 7.
3. Los subtipos de TDAH han sido reemplazados por “presentaciones” que se corresponden
con esos subtipos anteriores.
4. Incluye el diagnóstico de comorbilidad del TDAH con el espectro autista.
5. Se ha limitado a 5 la presentación de síntomas en la edad adulta, en lugar de los 6 que se
exigen para la infancia, tanto en déficit de atención como en hiperactividad-impulsividad.
6. Se ha incluido el TDAH dentro del capítulo de “Trastornos del neurodesarrollo”.
2.4. Etiología
Conocer la etiología ayuda a comprender el trastorno. Además, sirve para luchas contra creencias muy
enraizadas de que la muchos niños diagnosticados de TDAH no lo son.
Desde otras corrientes se niega la existencia del TDAH como trastorno especifico y se considera una
manifestación comportamental de un trastorno emocional encubierto.
• Padres: si los padres tienen TDAH o han tenido los síntomas, pueden tener hijos con TDAH. El caso de
un segundo hijo con ese problema no sería tan difícil puesto que podría haber detección temprana,
menos angustia, desesperación, etc. Además, ya tendrán mucha formación como educadores.
• Detección: un hermano con menos problemática puede pasar desapercibido al lado de un hermano
con mucha sintomatología
• Diagnóstico: rastrear antecedentes familiares es importante.
• Intervención: cuando se suman muchos factores de riesgo y hay TDAH en un niño, es posible que el
tratamiento farmacológico sea prioritario. La educación requiere organización y sistematicidad en el día
a día, algo que puede requerir entrenamiento y apoyo especial en el caso de padres con TDAH.
2.5. Modelos explicativos
Existen algunas razones que llevan a la mala comprensión del trastorno (p. 110).
- Modelo híbrido de las funciones ejecutivas de Barkley. Modelo neuropsicológico que intenta integrar modelos
anteriores para comprender mejor el funcionamiento cognitivo en el TDAH. No menciona la importancia de la
influencia ambiental.
Afirma que debemos poner en marcha funciones ejecutivas que serán las que nos permitan conducirnos con éxito.
Los niños con TDAH tienen menos capacidad en relación a la edad cronológica, el nivel de desarrollo y la educación
recibida hasta el momento.
- Modelo explicativo del TDAH (Orjales, 2009). Pretende ofrecer una visión más completa de las variables que se
implican en el diagnostico, tratamiento y evolución del trastorno.
Los niños con TDAH muestran peor desarrollo de ciertas estructuras del córtex prefrontal afectando al
funcionamiento ejecutivo. Es completo porque además, son áreas cerebrales que están en proceso de maduración.
Que los síntomas se consideren desadaptativos depende de factores como la exigencia social, la exigencia del curso
académico, el tipo de escuela, la modalidad de estudio, la percepción del profesor, el grupo de referencia, etc.
4. Detección temprana, diagnóstico y
evaluación
La detección temprana no hace referencia al etiquetaje precoz del TDAH sino a la detección de síntomas asociados al
TDAH y la aparición de los primeros problemas desadaptativos en niños de 3 a 6 años.
Estos, son niños con riesgo de TDAH (TDAHr) y en bueno detectarlos con el fin de tomar dos medidas:
- una intervención psicoeducativa inmediata en el contexto familiar y escolar
- un seguimiento exhaustivo de la evolución.
En educación infantil se hace necesaria la formación de profesores para la detección de sintomatología asociada a
TDAH para identificar a niños que se muestran más inmaduros en la regulación de la atención y en el control motriz,
emocional y comportamental.
El objetivo es:
- Valorar, pasado un tiempo, en qué medida y a pesar de la atención y programas realizados, la sintomatología se
mantiene estable.
4. Detección temprana, diagnóstico y
evaluación
La comorbilidad con trastornos específicos del aprendizaje o de la coordinación:
- Hasta el 35 % muestran indicios tardíos del habla llegando a mostrar entre el 10 y el 54 % de los casos dificultades
expresivas, principalmente pragmáticas.
El diagnostico de TDAH debe realizarlo un equipo multidisciplinar especializado. El orientador escolar debe
proporcionar información lo más completa posible.
En educación infantil, Murphy y Barkley (1996) sugerían aplicar los criterios del TDAH pero menos exigentes, tomando
como significativos 4 síntomas, en lugar de 6, del listado de falta de atención y de hiperactividad.
4. Detección temprana, diagnóstico y
evaluación
Aspectos importantes a registrar por el orientador escolar:
- Recoger información de la sintomatología actual a través de la observación directa y del uso de cuestionarios de
conducta para padres y profesores.
Cualquiera de las pruebas aplicadas exige la interpretación de los resultados y ésta va más allá del cálculo
del percentil o la puntuación típica correspondiente.