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OPINIÓN DE AUTORES

ALFREDO BULLARD
El árbitro es un privado nombrado por las partes y unido a ellas por una relación
contractual. No cumple ninguna función pública y un error durante la prestación de
su servicio está sujeto al contrato que celebró y no a la entrega de una potestad
estatal.
La ley del arbitraje es reconocida internacionalmente como una de las mejores del
mundo. Muchos de los árbitros más renombrados internacionalmente vienen a
arbitrar aquí. En el proyecto no hay una sola cita a algún experto internacional
reconocido en arbitraje.
Lo cierto es que esa herramienta del prevaricato será usada por quienes pierden un
arbitraje para presionar a los árbitros y escaparse del contrato que celebraron. Ya no
serán los árbitros sino un juez penal el que resuelva su controversia. Como suele
pasar, cuando penalizas una actividad lo que haces es espantar a los honestos y
atraer a los delincuentes a la misma. Incluso se habla de crear un registro de
árbitros , lo cual generaría más corrupción.
MARIO CASTILLO FREYRE
Sólo los jueces y fiscales pueden cometer este delito y en un contexto de vinculación
funcional estricta, ya que el tipo penal exige que la conducta típica se halle vinculada
al acto de dictar resolución o emitir dictamen.

Si se piensa que, introduciendo al árbitro como sujeto activo del delito de


prevaricato, se va a elevar el nivel del arbitraje en el Perú, tal consideración pasa por
un análisis totalmente equivocado.

La inmensa mayoría de supuestos en donde un mal árbitro puede actuar para


favorecer a una parte, no va por esos senderos, sino por el hecho de adoptar criterios
interpretativos que no se ajustan al verdadero sentido de las normas. Esto no implica
que se viole el texto expreso de una ley, sino que el texto de la misma sea
interpretado conforme a determinados criterios que no deberían prevalecer.

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