habilidades, y cada una de ellas se representa en un tipo de las inteligencias múltiples, de todas ellas la inteligencia emocional cumple un papel fundamental, en el desarrollo de las comunicaciones, desde esa dimensión, el ser humano aprende y se comunica de forma holística. Concepto de Emoción El término “Emoción” proviene del latín emotĭo, que significa “movimiento o impulso”, “aquello que te mueve hacia”. Básicamente se refiere al estado afectivo que experimenta un ser humano, la cual le permite asimilar su vida, así como tomar decisiones importantes, además los psicólogos la consideran algo subjetivo, así como íntimo, es decir; cada persona es responsable de sus emociones, sentimientos, percepciones; y de lo que hace con ellos. Levenson (1994) explica que son reacciones que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del hombre. Los expertos indican que las emociones y el lenguaje están íntimamente relacionados, y que las palabras pueden producir diferentes emociones. Desarrollo La autora Gabriela (Rodríguez, 2015), nos indica que la dimensión emocional en situaciones de conflictos, cumple una enorme función, siendo la afectividad la capacidad que suelen tener las personas de verse afectadas permanentemente, entre otras emociones. Desde esta perspectiva, nos indica; que las emociones juegan un papel determinante y preponderante en los intercambios humanos, pues son generadoras de acciones sociales, contribuyendo a la toma de decisiones que les permitan mejorar su posición en el aspecto social, de acuerdo a sus intereses y las herramientas de las que disponen. En el blog Resulta2 (http://resulta-2.com/2015/06/las- dimensiones-de-la-inteligencia-emocional/) indican que “la inteligencia emocional, es la capacidad para reconocer nuestros sentimientos y los de los demás, para así poder manejar bien las emociones y tener mejor relaciones con los que nos rodean”. Indican los autores que la inteligencia emocional posee cinco dimensiones básicas: • Auto conciencia (Conciencia Emocional, Auto evaluación precisa, Auto confianza) • Auto regulación (Auto control, Fiabilidad, Innovación y Adaptabilidad) • Motivación (Motivación al logro, compromiso, Iniciativa y optimismo) • Empatía (Comprender a los demás, Desarrollo de los demás, Orientación al servicio, Apalancamiento de diversidad, Conciencia política). • Habilidades sociales (Influencia, Comunicación, Manejo de conflictos, Liderazgo, Catalizador de cambios, Creación de lazos). En la 21ava. Jornada de la Conferencia “La crianza como base de la salud mental” una experta en educación emocional (Ibarrola, 2014), indicó que “Resulta clara la conexión entre desarrollo emotivo, cognitivo y social, y queda también demostrado que, a medida que avanza el desarrollo de los niños, sus reacciones emocionales se van haciendo cada vez más complejas tanto en su génesis como en sus sistemas de expresión y en la creciente conciencia que las acompaña.” Palou (2014) indica que: “Hablar de desarrollo emocional de niños y niñas es impensable sin hablar de desarrollo emocional de padres y madres, en primer término; en segundo término, pero no menos importante, de todo el mundo de relación y de cultura afectiva al que la criatura tiene acceso y del que recibe significados desde que nace”. En este sentido el autor establece que el desarrollo emocional o afectivo se convierte en el proceso por medio del cual el niño establece su identidad, seguridad, autoestima y confianza en si mismo, aprendiendo en el proceso a tener sus emociones, identificarlas, manejarlas y controlarlas. Para Muslera (2016), indica que no existe un criterio o concepto concreto de las emociones, pero distingue tres componentes principales: de naturaleza neurofisiológico, cognitivo y de comportamiento. El primero tiene que ver con la función de respuesta ante un estado, por ejemplo sudoración al ponerse nervioso, cambio de respiración, etc. En el segundo caso es la forma de valorar las experiencias tanto de forma objetiva y subjetiva, finalmente el comportamiento tiene que ver en la forma de expresarnos de forma verbal y no verbal. Podemos concluir que las emociones son parte fundamental de las comunicaciones, y de las habilidades sociales, que comienzan desde etapas tempranas, en nuestra niñez y se van construyendo día a día, año a año, etc.