0 évaluation0% ont trouvé ce document utile (0 vote)
45 vues28 pages
La antropología se relaciona estrechamente con disciplinas como la historia, la lingüística, las ciencias de la mente y la literatura. La relación con la historia ha sido compleja, aunque los antropólogos finalmente reconocieron la importancia de estudiar la historia de los pueblos. La lingüística también es fundamental para la antropología cultural. Las ciencias de la mente como la psicología y el psicoanálisis han influido en antropólogos como Malinowski y Benedict. Además, la antropolog
Description originale:
Presentación sobre las ramas que apoyan a la Antropología
La antropología se relaciona estrechamente con disciplinas como la historia, la lingüística, las ciencias de la mente y la literatura. La relación con la historia ha sido compleja, aunque los antropólogos finalmente reconocieron la importancia de estudiar la historia de los pueblos. La lingüística también es fundamental para la antropología cultural. Las ciencias de la mente como la psicología y el psicoanálisis han influido en antropólogos como Malinowski y Benedict. Además, la antropolog
La antropología se relaciona estrechamente con disciplinas como la historia, la lingüística, las ciencias de la mente y la literatura. La relación con la historia ha sido compleja, aunque los antropólogos finalmente reconocieron la importancia de estudiar la historia de los pueblos. La lingüística también es fundamental para la antropología cultural. Las ciencias de la mente como la psicología y el psicoanálisis han influido en antropólogos como Malinowski y Benedict. Además, la antropolog
La relación entre la antropología y la historia ha
sido siempre compleja, hasta podría decirse que se han mostrado siempre cierta hostilidad, pero nunca se han hecho a un lado del todo. • Cuando recién nacía la antropología moderna hubo entre los historiadores el famoso methodenstreit (conflicto de método). Los neokantianos declaraban que la historia se debía limitar a la observancia y descripción de hechos únicos y no repetibles. Mientras que los positivistas sostenían que la historia es una actividad científica que busca leyes que se puedan aplicar a fenómenos que se repiten con regularidad, igual que en las ciencias naturales. Los antropólogos se alinearon a una u otra corriente según sus propios criterios. Franz Boas, defensor de la antropología cultural norteamericana, se afilió abiertamente a la posición neokantiana. Sin embargo en 1935, Alfred Kroeber el mas importante de sus alumnos lo acusó de practicar un enfoque científico (positivista). Sin embargo aquél seguía sosteniendo que su postura era antihistórica (neokantiana) En Europa la situación era mas sencilla; Malinowski y Radcliffe-Brown, (funcionalismo británico) eran extremadamente hostiles a la historia y desterraron esta dimensión de la antropología. Estos funcionalistas británicos, habían definido la historia como el acervo de documentos escritos, que evidentemente no existían en los grupos que estudiaban, sencillamente no había material para estudiar la historia de estos pueblos. Así nació la idea de que los pueblos que Malinowski llamaba salvajes no tenían historia. Sin embargo, estos antropólogos que se oponían a la historia siempre incluían en sus monografías un apartado o capítulo con los antecedentes históricos de sus pueblos sin historia. De esta manera, la historia se metió de contrabando en la antropología funcionalista británica. En esta enredada situación, donde los que se oponían a la historia la incluían en sus trabajos y los que se declaraban antihistoriadores, según sus discípulos, hacían historia, surgió una nueva disciplina: la Etnohistoria que ha sido definida como “el estudio de la historia de los pueblos que no tienen historia”. Algo similar sucedió en el gremio de los historiadores; cansados de estudiar a los reyes, presidentes y nobles y cansados de limitarse a la historia política oficial, los seguidores de Lucien Febvre y Marc Bloch, iniciaron la construcción de una historia de las mentalidades haciendo uso de los conceptos de mentalidades, cultura y cultura popular, por lo que la historia de las mentalidades es una historia antropológica. De esta manera se ha cerrado un círculo; la historia se ha vuelto antropología y la antropología se ha vuelto historia; y los antropólogos antes convencidos de estudiar pueblos sin historia, han llegado al extremo de estudiar la propia historia de su disciplina. La ganancia es doble; los salvajes han ganado el derecho a poseer una historia y los antropólogos la obligación de tomar en cuenta su propia historia. La lingüística y antropología
La lingüística se encuentra muy cerca del
corazón de la antropología, tan cerca que la antropología cultural de Franz Boas, forma parte de ella (según Boas, la antropología abarca cuatro sub-disciplinas fundamentales; la etnología, o antropología social, la antropología física, la arqueología y la lingüística). La encrucijada de la antropología y la lingüística se tiene forzosamente que buscar en el campo que comparten los objetos de estudio de ambas disciplinas; la lengua y la cultura. Para acercarnos a la relación entre la lingüística y la antropología podemos echar un vistazo a Malinowski Franz Boas y Levi-Strauss, representantes de tres tipos de antropologías. Los tres concuerdan en algo; hay que trabajar sin la intervención de un interprete. Para hacer un trabajo etnográfico válido, es necesario tener acceso a la información en la lengua de la misma sociedad que se estudia. Sin embargo, mas allá de este punto las posiciones de los tres antropólogos son profundamente diferentes… En la antropología social británica la lengua no reviste de un importante interés; aunque la antropología de Malinowski se basaba en la cultura, se presenta un obstáculo para la integración de la lengua a la cultura. Es decir, Malinowski señalaba que su concepto de cultura pertenecía al dominio de lo consciente, mientras que el uso de la lengua ocurría en el ámbito de lo inconsciente. La lengua era importante, pero solo como requisito práctico, para entender a los salvajes. • Muy diferente es la situación de la lengua en la antropología cultural nortemanericana de Franz Boas, aunque llega a una expresión mas acabada en dos de sus alumnos; Sapir y Whorf. Sapir manifiesta su interés por el inconsciente en un artículo de 1929.. “el lenguaje es una guía a la realidad social, ya que este condiciona con mucha fuerza nuestro pensar acerca de los problemas y procesos sociales…” • En 1952 Whorf expone uno de los principios del relativismo cultural; “cuando alguien hable de la razón, de la lógica y de las leyes que rigen el pensamiento correcto, tiende sencillamente a marchar al compás de una serie de hechos puramente gramaticales que pertenecen al trasfondo de su propio lenguaje, pero que de ninguna manera son universales y válidos en todos los lenguajes y de ninguna manera constituyen una base compartida de la razón”. Con el estructuralismo francés, postulado por Levi-Strauss, entramos a otro nivel de la articulación entre antropología y lingüística. Levi-Strauss, sigue a Sassure (estructuralismo lingüístico) y sugiere que se conciba a la antropología como el ocupante de un dominio de la semiología, es decir, una ciencia que estudia la vida de los signos tanto lingüísticos como extralinguísticos, en el seno de una sociedad., Postula Levi-Strauss que la estructura social corresponde a la estructura de la lengua. Entonces queda abierto el camino para someter todos los sectores de la vida social a un análisis estructural de estilo lingüístico: la estructura del parentesco y la estructura de los mitos, por mencionar sólo dos ejemplos. La antropología y las ciencias de la mente
• En la impresionante bibliografía de Franz Boas
–alrededor de 800 títulos- encontramos solo un libro que publicó en 1911, The Mind of Primitive Man (la mente del hombre primitivo). Este nos proporciona una pista de la relación entre la antropología y las ciencias de la mente, que van mas allá de la simple relación con la Psicología. En muchas diferentes combinaciones encontramos, en contacto con la antropología, a la psicología (tanto la psicología experimental y conductista, como la psicología fenomenológica), la psiquiatría y el psicoanálisis. Kroeber, el primer alumno de Boas, estudio y ejerció el psicoanálisis. Ruth Benedict, otra alumna de Boas, en su obra Patterns of Culture, intenta captar el “estilo” de las diferentes culturas estableciendo tipologías basada en los temperamentos de sus habitantes (cultura apolónica y cultura dionisíaca, de F. Nietzsche). Por su parte Malinowski adquirió un sólido conocimiento del psicoanálisis y estaba fascinado con la idea de que sus salvajes en las islas Trobriandesas vivían en un sistema matrilineal donde el hombre no contaba en la procreación, tuviera un complejo de Electra, y no un complejo de Edipo, como en el mundo occidental , con fuerte dominación del hombre. De la misma forma admitió que los fenómenos que a él le interesaban pertenecían al consciente y no al inconsciente. También habló en alguna ocasión de del concepto de volksgeist (espíritu del pueblo) de Hegel. Por su parte Levi-Strauss en alguna ocasión declaró arrogantemente que tenía tres amantes; la geología, la teoría marxista y el psicoanálisis. En alguna ocasión Boas opinó de la antropología estructuralista de Levi-Strauss: “la antropología estructuralista de Levi-Strauss, es un estudio sistemático, consciente y científico de un fenómeno inconsciente: la cultura”. La antropología y la literatura
De alguna manera toda antropología es
literatura: como investigadores los antropólogos escriben artículos y libros, como profesores imponen a sus alumnos un montón de textos y como alumnos hay que leer la selección de textos que sus profesores imponen. Gregory Bateson escribió que la tarea de exponer una cultura se puede realizar por dos métodos, uno es el científico y cita las monografías de Malinowski, Radcliffe-Brown de la escuela funcionalista, el otro es el artístico utilizado por algunos viajeros como Charles Doughty. Muchas monografías etnográficas son elaboradas con grandes dotes literarias, como la obra de Carlos Castaneda en su famosa obra Las enseñanzas de don Juan En el famoso libro de Oscar Lewis Los hijos de Sánchez, alabado por algunos y duramente criticado por otros, nadie esta completamente seguro si es una novela con caracteres antropológicos o una monografía antropológica con características de una novela. Del mismo modo que una novela no tenga relación con la realidad no es aceptada, tampoco lo es una monografía antropológica que carezca por completo de gracia e imaginación. Pero últimamente los antropólogos se han fijado también en otros aspectos y otros niveles de su disciplina que se entrelazan con la literatura, tal es el caso del estudio de los exempla una forma de literatura medieval cuyo contenido y análisis ha dado pie a grandes interpretaciones antropológicas. Del posmodernismo surgió la iluminación de que la naturaleza no está dada, sino se crea a través de los significados que les atribuimos a los diferentes elementos que la constituyen, por lo que es posible “leer en el gran libro de la naturaleza”. En conclusión podemos decir que la antropología es en sí, una ciencia interdisciplinaria y que una escuela de antropología que no se mantenga en estrecho contacto con otras facultades e instituciones de investigación y que no esté al tanto del desarrollo de las demás disciplinas, es una escuela muerta (lo que vale también para cualquier otra disciplina de las ciencias sociales, solo que se muestra con mayor claridad en el caso de la Antropología).