El comercio internacional es una de las actividades económicas más importantes de la actualidad y ello se debe al impacto que tiene en la generación de riqueza, así como en los lazos que pueden ser creados para impulsar el desarrollo de nuevas estratégicas económicas. Si bien es cierto que los orígenes de este tipo de comercio tuvo lugar en imperios como el babilónico, fenicio, egipcio o romano, no fue hasta el siglo XVI cuando comenzó a tomar mayor importancia a causa de la conformación de las colonias europeas que buscaban afianzar su política expansionista.
Camilo Ibrahim Issa
Cabe destacar que esta época se conoce como “mercantilismo” y abarcó los siglos XV, XVI y XVII. Durante este tiempo, la riqueza de los Estados se medía en función de la cantidad de metales preciosos que se tuviera, principalmente oro y plata. Por ende, una forma de seguir acumulando riqueza a un menor costo era a través del comercio. A partir del siglo XIII el comercio se planteó como una estrategia de los Gobiernos para lograr mayor alcance y poder.
Camilo Ibrahim Issa
El tiempo transcurrió y desde finales del siglo XX hasta el siglo XXI, este funcionamiento se ha planteado como un pilar fundamental para la economía mundial, dado que permite la compra de bienes de todo tipo, la comercialización de productos valiosos por su origen o fabricación, así como la creación de bloques económicos regionales.
Camilo Ibrahim Issa
Así mismo, el comercio destacó la habilidades productoras de determinadas regiones, que tras el perfeccionamiento de sus productos se convirtieron en núcleo de operaciones transaccionales de incalculable valor tanto reputacional como económico. No obstante, es importante tener en cuenta que el comercio causó que algunos países se convirtieran en dependientes de dicha gestión y en consecuencia se vean continuamente afectados por disputas comerciales, aplicación de aranceles, conflictos armados o crisis financieras.