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LA COCINA DEL QUIJOTE

Colegio Ntra. Sra. Del Pilar


2º Primaria - 2016
ASÍ COMIENZA EL QUIJOTE

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no


quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía
un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga
antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de
algo más vaca que cordero, salpicón las más
noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas
los viernes, algún palomino de añadidura los
domingos, consumían las tres partes de su
hacienda..."
ALIMENTOS QUE NO SE CONSUMÍAN
EN LA ÉPOCA DEL QUIJOTE
ALIMENTOS QUE NO SE CONSUMÍAN
EN LA ÉPOCA DEL QUIJOTE
Eran alimentos que no conocíamos en España hasta el
descubrimiento de América. El cacao llegó a España
y Europa con los conquistadores, se tomaba como
bebida, y rápidamente se popularizó en la Corte. Las
tabletas de chocolate no se inventarían hasta siglos
más tarde (siglo XIX). La patata era considerada un
alimento del demonio, porque era fea, no aparecía
mencionada en la Biblia y crecía bajo la tierra. No
comenzó a comerse con normalidad en Europa hasta el
siglo XVIII. El tomate realmente no se sabe muy bien
cómo llega a Europa, no aparecen referencias escritas
hasta el siglo XVI, donde Bernal Díaz del Castillo
contaba que fue apresado por unos indios en
Guatemala, que se lo quisieron comer, aderezado con
ají, sal y tomates
BEBIDA EN LA ÉPOCA DEL QUIJOTE
BEBIDA EN LA ÉPOCA DEL QUIJOTE
El agua no era muy habitual. No había grifos, ni agua
corriente, por lo que solía llegar en mal estado, transmitir
enfermedades,…
Así que se bebían otro tipo de bebidas, fermentadas con
alcohol
En España destaca sobre las demás el vino. El vino siempre
estaba presente en la mesa ya fuera solo, mezclado con agua o
aromatizado con hierbas o especias. Un incendio que se
produjo en Valladolid en 1561 dejó a la luz 60 bodegas
particulares con más de 250.000 litros almacenados,
considerando que la población de esta ciudad castellana era
de unos 30.000 habitantes, la cantidad guardada para el
consumo propio era tremenda. En Madrid existen algunos
datos que hablan de una media anual de 200 litros de vino per
cápita en los años iniciales del siglo XVII.

Nota: los catadores de vinos, se llamaban entonces (y ahora


también, aunque el término está en desuso) mojones
PLATOS CURIOSOS EN EL QUIJOTE

“—Sancho amigo —respondió don Quijote—, a las


veces tan buena suele ser una gata como una rata."

Si les pillan en la
época del QUIJOTE,
en vez de dibujos
animados hacen una
receta con ellos
FRITADA DE RATAS

HELP, I NEED SOMEBODY'S


HELP!
FRITADA DE RATAS
Las ratas, son hoy en día un manjar exquisito en los
restaurantes vietnamitas y en Camboya. Es un plato
tradicional en Mallorca. No hace muchos años la llamada
rata de albufera valenciana era uno de los platos más
comunes y estaba considerado como uno los más suculentos
bocados, juntamente con la anguila.

 Modo de hacerlas: Se cazan unas ratas de campo y se les


quita la piel. Una vez bien limpias se cuecen en agua
durante unos minutos y después se deshuesan. A
continuación se cortan en trocitos, se las aliña con sal y
pimienta y se fríen en una sartén con abundante aceite de
buena calidad. Una vez bien fritas se añade toda suerte de
especias y también ajos, puerros, pimiento, y un chorrito de
vino tinto. Se ponen a cocer hasta que estén tiernas. Es
preciso tomarlas con un buen vino (probablemente para
olvidar que estás comiendo ratas)
LA RECETA QUE VAMOS A PROBAR
 Canutillos de suplicaciones o Barquillos

 “Mas lo que yo sé que ha de comer el señor


gobernador ahora para conservar su salud y
corroborarla, es un ciento de cañutillos de
suplicaciones y unas tajadicas subtiles de carne
de membrillo, que le asienten el estómago y le
ayuden a la digestión.” (el médico, a Sancho
Panza)
BARQUILLOS
 Es una receta de origen medieval
 Se hacían con planchas que llevaban grabados los
escudos de las casas reales
BARQUILLOS
 Ingredientes:
 ¼ de taza de mantequilla, derretida
 ½ taza de azúcar glass
 ¼ taza de leche
 1 taza de harina
 Vainilla, canela, para aromatizar (opcional)
 ½ taza de agua

 Batimos la mantequilla con el azúcar hasta integrarlos. Añadimos el resto de


ingredientes, salvo el agua, y mezclamos bien, procurando que no queden
grumos. Vamos añadiendo el agua poco a poco hasta lograr una consistencia
bastante líquida. Dejamos reposar 15 minutos. Ponemos dos cucharadas de
masa en una máquina de barquillos, y cocinamos durante 2 minutos.
Rápidamente retiramos la oblea, y le damos la forma deseada, por ejemplo con
la ayuda de un palillo barquillero llamado barquillo de suplicación.
Alternativamente podemos hacerlos en el horno. En una placa ponemos un par
de cucharadas de masa por barquillo, y se cuecen, vigilando que no se quemen.
Es importante manipularlas rápidamente mientras que aún están calientes, ya
que si se enfrían se endurecen y ya no es posible darles forma.
 *NOTA: la medida de la taza o vaso son 250 ml (un vaso normal) .
BARQUILLOS
Y ahora…

¡Manos a la obra!

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