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CIENCIAS

POLÍTICAS
LUIS FELIPE ZONA DIAZ
QUE ES LA DEMOCRACIA

• Para Bobbio, las transformaciones por las que ha pasado el sistema democrático
demuestran que hay un futuro para la democracia moderna, porque allí donde los derechos
de libertad y participación de los ciudadanos han sido reconocidos constitucionalmente, la
posibilidad de un retroceso a sistemas dictatoriales es conjurada por la existencia misma
de la democracia, y aunque haya riesgos, amenazas y caídas, el espíritu de la democracia
vive como realidad y anhelo de los seres humanos organizados socialmente
LA ESENCIA DE BOBBIO

• En esencia, Bobbio concibe la democracia como un conjunto de reglas procesales para la


toma de decisiones colectivas en el que está prevista y propiciada la más amplia
participación posible de los interesados. Sin embargo, el autor es bastante agudo y crítico
con ésta cuando habla de las seis falsas promesas y los tres obstáculos para su desarrollo y
desenvolvimiento; un inevitable distanciamiento, por demás, entre los ideales y la "cruda
realidad".
SEIS FALSAS PROMESAS

• La primera es que los sujetos políticamente relevantes deben ser los individuos y no los grupos.
• - La segunda afecta a la representación política, que debería representar los intereses de los ciudadanos y no intereses
particulares o partidistas.
• - La tercera sería la derrota del Poder Oligárquico, pero esto no se cumple por la presencia de élites en el Poder. Estas élites
serían encarnadas por los Partidos Políticos y otros grupos de Interés.
• - La cuarta señala que, puesto que la democracia no ha sabido derrotar a todo el poder oligárquico, tampoco ha podido ocupar
todos los espacios en los cuales se toman decisiones que afectan a la totalidad de un grupo Social.
• - La quinta es la eliminación de los poderes invisibles, es una materia poco explorada. El profesor Bobbio hace referencia al
concepto de “Doble Estado” de Alan Wolfe, donde dentro de un Estado Visible nos encontramos con otro Invisible. El objetivo
último debe ser la transparencia y un poder sin mascaras, donde no se escondan cosas a los ciudadanos.
• - La sexta y última promesa no mantenida por la democracia es la educación a la ciudadanía, para hacer de un súbdito un
ciudadano, se le deben dar los derechos conocidos como “activae civitatis” y deben garantizar la práctica democrática y señala
entre ellos que la participación al voto tiene para ello un gran valor educativo. John Stuart-Mill decía que, "entre ciudadanos
pasivos y activos, los gobernantes suelen preferir a los pasivos, pero que en una democracia los ciudadanos deben ser
activos". En conclusión, es necesario una educación que dote a los ciudadanos de una cultura política que les haga ciudadanos
activos.
LOS TRES OBSTÁCULOS


- Gobierno de Técnicos, según Bobbio, Tecnocracia y Democracia son términos
opuestos porque el protagonista no puede ser el experto sino el ciudadano.
• - El crecimiento continuo del aparato burocrático, como sistema de Poder Jerárquico
es totalmente contrario al sistema de Poder democrático.
• - El rendimiento del Sistema Democrático en su complejo, el primer objetivo de la
democracia debe ser la protección de las libertades civiles: libertad de prensa, libertad de
reunión y libertad de asociación, mecanismos mediante los cuales los ciudadanos deben
solicitar a sus gobernantes: beneficios, ventajas, facilidades y una equidad en la
distribución de los recursos.
DEMOCRACIA REPRESENTATIVA Y DIRECTA

• devolver el poder al pueblo.


• el actual sistema de representación habría secuestrado la voz de los ciudadanos para
entregársela a los partidos políticos, las máquinas de poder del sistema actual.
CONCLUSIÓN

• Finalmente, deja abierta una dramática reflexión acerca de si en estos tiempos estamos
viviendo el gobierno de los hombres o el gobierno de las leyes. Bobbio prefiere el
gobierno de las leyes y no el de los hombres. De igual forma, recalca que en la actualidad
el gobierno de las leyes celebra su triunfo en la democracia, entendiendo ésta como el
conjunto de reglas para solucionar los conflictos sin derramamiento de sangre. El autor
confirma que la democracia es el gobierno de las leyes por excelencia, porque en el
mismo momento en el que un régimen democrático pierde de vista este principio
inspirador que le es propio, cambia rápidamente en su contrario, en una de las tantas
formas de gobierno autocrático, del que están llenas las narraciones de los historiadores y
las reflexiones de los escritores políticos.

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