Dentro de la Salud Laboral, un nos encontramos con
muchos conceptos que suelen ser campo con mucha
legislación y de una gran importancia, confundidos o desconocidos por los trabajadores. Esta situación no debería de existir, ya que su conocimiento viene acompañado de un mejor desempeño ante posibles infortunios que sucedan en el ámbito laboral. Contigencias comunes: cubre las derivadas de enfermedad común, accidente no laboral y maternidad. Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales: que ofrece las coberturas en estos aspectos derivados de la actividad laboral y que se divide en la cotización por la incapacidad temporal y la de invalidez, muerte y supervivencia. Horas extraordinarias: cotización adicional que la Seguridad Social establece por este concepto. Desempleo: cotización destinada a sufragar las prestaciones por desempleo. Fondo de Garantía Salarial: aportaciones que pasan a este fondo que cubre las posibles faltas de pago a los trabajadores derivadas de la insolvencia de los contratadores. Formación Profesional: aportaciones que se realizan para que los trabajadores puedan beneficiarse de cursos de formación En esta oportunidad hablaré de las contingencias comunes y profesionales, dos conceptos que engloban situaciones determinadas que tienen diversas implicaciones. Es decir, tienen diferentes impactos a nivel económico, lo que hace que esta información sea muy útil para todo empleado.
Comenzaremos diciendo que el sistema de
Seguridad Social entiende a un accidente de trabajo y enfermedad profesional como una “contingencia profesional”, estableciendo los derechos y obligaciones que se derivan de estos hechos. Y por otro lado, entiende a los accidentes no laborales y enfermedades comunes como “contingencias comunes”.