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Teórico Unidad 2
BIBLIOGRAFÍA DE TEÓRICOS
3ª semana
1. Córdova N. Adolescencia: confluencia del bifasismo sexual en el entretiempo de la sexuación. Ficha Cátedra. Buenos Aires:
s.e., 2013
2. Córdova, N. Extravío sexual de la pubertad y neurosis del desarrollo. En Territorios Adolescentes y entretiempo de la
sexuación. Buenos Aires: Entreideas, 2018
3. Freud S. (1905) Metamorfosis de la pubertad. Tres ensayos para una teoría sexual. En Freud S. Obras Completas. Volumen
VII. Buenos Aires: Amorrortu, 1976
4ª semana
5. Grassi A. Lo originario. Un aporte a la conceptualización de integración psicosomática y subjetividad (pp. 96-103). En Grassi,
A. y Otero, Ma. E. (Comps.) Entramados vinculares y subjetividad. Niños, niñas, adolescentes y familias en psicoanálisis. 1ª
ed. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Entreideas, 2019
UNIDAD 2 Cuerpo Narcisismo y Subjetividad
El narcisismo primario, nuevo acto psíquico permite la conformación anticipada del yo inicialmente instancia
corpórea e imaginaria en los tiempos fundantes del sujeto.
Cuerpo, narcisismo y subjetividad se constituyen y entraman con los procesos del Otro parental, el grupo , la historia, genealogía
y cultura. Durante el entretiempo se requiere un trabajo de inscripción del cuerpo y reorganización del narcisismo. La producción
de subjetividad se enlaza fuertemente con la sexualidad y los destinos del placer.
Con el advenimiento de la pubertad y sus metamorfosis se ponen en juego trabajos psíquicos específicos para representar y
elaborar aquella sexualidad genital radicalmente nueva junto con el retorno de la sexualidad y los fantasmas infantiles
reactivados.
Lo originario proceso que esta presente desde el vamos con las primeras inscripciones del cuerpo y psiquismo enraizados, tendrá
un lugar central a partir de la pubertad para representar ese cuerpo extranjero e hipersexualizado que el adolescente debe
apropiarse junto con una nueva imagen corporal, trabajo no sin el intercambio con los otros.
Prof. Nestor Cordova
Este teórico se desarrolla del siguiente modo:
•
Con la llegada de la pubertad la corriente sexual infantil reactivada y la naciente corriente
genital confluyen para acometer al púber con inusitada intensidad.
La corriente turbia representa a la corriente sexual infantil y sus fantasmas removidos del fondo
y resignificados a la luz de la pubertad
Confluencia del bifasismo sexual
“El trato del niño con la persona que lo cuida es para él una fuente continua de excitación y de satisfacción
sexuales …, y tanto más por el hecho de que esa persona - por regla general la madre – dirige sobre el niño
sentimientos que brotan de su vid sexual; lo acaricia, lo besa y lo mece, y claramente lo toma como sustituto
de un objeto sexual de pleno derecho.” “La madre se horrorizaría, probablemente, si se esclareciese, que con
todas sus muestras de ternura despierta la pulsión sexual de su hijo y lo prepara su posterior intensidad.”
Jean Laplanche toma estos párrafos y los une con la antigua teoría del trauma de seducción (caso Emma)
para plantear la Teoría de las seducción generalizada (necesaria y fundante). La sexualidad inconsciente
parental tendrá un efecto de seducción en el niño despertando su sexualidad y activando sus zonas
erógenas. Todo acto materno, sus palabras, sus gestos, su mirada tienen una dimensión significante.
Laplanche llamará a estos significantes sexuales, “significantes enigmáticos”, dado que portan sentidos tan
desconocidos para la madre como para el niño. La madre implanta en la incipiente corporeidad psíquica esos
significantes inconscientes.
“…la pulsión sexual tenía un objeto fuera del cuerpo propio: el pecho
materno. Lo perdió sólo más tarde, quizá justo en la época en que el
niño pudo formarse la representación global de la persona a quien
pertenecía…. Después la pulsión sexual pasa a ser, regularmente,
autoerótica, y sólo luego de superado el período de latencia se
restablece la relación originaria.
.El hallazgo (encuentro) de objeto es propiamente un reencuentro. P
202
Nota al pie: ver elección por apuntalamiento y narcisista.
A raíz de estas fantasías vuelven a emerger en todos los hombres las inclinaciones infantiles, solo que ahora con
un refuerzo somático. Y entre estas y la con la frecuencia de la ley, la moción sexual del niño hacia sus progenitores,
casi siempre ya diferenciada por la atracción del sexo opuesto: la del varón hacia su madre, y la de la niña hacia su
padre. (aun no teorizo el Edipo)
El respeto de esta barrera es sobre todo una exigencia cultural de la sociedad: tiene que impedir que la familia
absorba unos intereses que le hacen falta para establecer unidades sociales superiores, y por eso todos los
individuos, pero especialmente en los muchachos adolescentes, echa mano a todos los recursos para aflojar los
lazos que mantienen con su familia, los únicos decisivos en la infancia.
Parte III
Extravío sexual de la pubertad y neurosis del
desarrollo
De epifanías y partidas
Las adolescencias agitan las
estremecedoras figuras de la
alteridad radical: la sexualidad,
el extranjero y la muerte.
Anterior al primado genital y la (posible) subordinación de las zonas erógenas y pulsiones parciales.
Anterior a la transformación en ternura por lo adolescente del excedente de sensualidad puberal
Se asocia al impacto de lo puberal Tumultuosa de las reactivadas corrientes sex infancia Polimorfas
y sus fundamentos (Gutton) confluencia inusitada sensualidad puberal Genitales
Magma de sensaciones experiencia de auto seducción urge un nuevo trabajo de representación
escenas puberales: ensueños y fantasías (fantasmas) telón representacional de fondo del autoerotismo genital
preludio, anticipación en la representación de un encuentro (hallazgo de objeto) que requiere aun un largo camino.
.
El extravío es un termino conceptual que define metapsicológicamente un momento lógico de desconcierto e incertidumbre afín
a lo que Grassi describe como un transitar por desvíos, bordes y desbordes con finales inciertos.
Extraviarse es perder el camino. La pubertad provoca la caída de certidumbres y sentidos de la infancia aportados por los padres
Extravío: el yo es avasallado por sensaciones inéditas , asaltado por lo pulsional y acosado por la severidad del S. Yo.
El trauma puberal es extravio y apertura a nuevos trabajos. Se organiza la neurosis (Edipica ) del desarrollo
Del extravio a la creacion
•No sabemos quiénes somos; ni cuál es la tierra que pisamos, ni el tiempo en que
vivimos; que no hay quién tenga las respuestas correctas a nuestras preguntas, que
nadie puede decirnos dónde está la verdad ni cómo encontrarla. Lee Telles
•La pubertad le ocurre a alguien que aun no es y por la tanto no esta allí para
representar lo nuevo.
•Arrojado a un incesante devenir otro, confrontado con la falta, deberá partir en busca
de las palabras y representaciones que le permitan apropiarse y simbolizar sus
inéditas sensaciones.
•Gutton: sin representaciones lo puberal no puede acaecer y no pueden tener lugar los
trabajos de lo adolescente para configurar una adolescencia turbulenta pero saludable.
Del extravio a la creación
Por ese trabajo de representación de lo puberal se generan las “escenas puberales”, los
fantasmas edípicos ahora incestuados toman el centro de la escena psíquica y constituyen los
materiales necesarios sobre los cuales habrá de trabajar lo adolescente (Gutton, 1993)
La familiarización por parte del yo del impacto puberal permitirá que la posición edípica
ahora genital e incestuosa pueda ser gradualmente elaborada posibilitando el acceso a una
realidad no infantil y la búsqueda de un objeto adecuado.
Así la creatividad y las experiencias amorosas son posibles cuando cede la furia incestuosa y
parricida de las primeras escenas puberales.
Florecimiento de la neurosis (saludable) del desarrollo
La adolescencia requiere un nuevo pasaje por los desfiladeros del Complejo de Edipo y la castración, configurando una neurosis
del desarrollo cuyo antecedente lógico es la neurosis infantil.
El mismo Freud (1895, p 404), en el “Proyecto” anticipa que “la dilación de la pubertad es un carácter universal de la
organización. Toda persona adolescente tiene huellas mnémicas que solo pueden ser comprendidas con la emergencia de
sensaciones sexuales propias; se diría entonces que todo adolescente porta dentro de sí el germen de la histeria”.
Juan David Nasio (2010) afirma que la adolescencia es una neurosis y un duelo, y más precisamente una histeria que se
caracteriza por ser saludable y pasajera, dado que se disipa con el tiempo.
Propongo que tal neurosis se desarrolla como una neurosis de transferencia centrada en los padres.
Esta neurosis de trasferencia permite actualizar y liquidar de los conflictos y traumas infantiles y actuales, en un aquí y ahora de
La escena subjetiva familiar.
Lo indicial es que los aspectos mas pasionales y confrontativos se dirigena los padres y dirimen con ellos mientras que el grupo
de pares es el espacio de apuntalamiento y los adultos no parentales que funcionan como figuras de relevo no son
cuestionados. Los padres suelen escuchar asombrados : en casa tu hijo-hija se comportan muy bien y comen lo que servimos.
El adolescente desarrolla su neurosis con los padres y se cura de ellos y con ellos. Lo decisivo es estos no impidan su desarrollo
De epifanías y partidas
Con al traumático despertar de los sueños de infancia y el extravío sexual asociado con lo puberal se
renueva el pasaje por el Complejo de Edipo, ahora incestuoso y genital. Esta neurosis puberal se resuelve
saludablemente con los trabajos de lo adolescente para dar lugar a los procesos de la juventud.
Librarse de la neurosis y desasirse de sus padres, requiere del adolescente un largo proceso hasta asumir
su paradojal condición de sujeto doblemente determinado. Determinado en tanto causado y marcado por
su cuerpo e historia infantil y familiar, por las generaciones precedentes, por la cultura de su época. Pero a
la vez determinado en el sentido de decidido o resuelto a asumir su condición de sujeto deseante.
La definitiva puesta en funciones del Ideal del yo, instancia que señala al yo el rumbo hacia el cual dirigir la
energía pulsional en sus versiones sublimada y de fin directo, en especial la genitalidad, poderosa fuente
de realizaciones amorosas y culturales.
James Joyce
James Joyce
En ciertos casos el incierto camino de salida de la adolescencia se ilumina fugazmente
mediante una epifanía, como un instante de inusitada claridad en el que el protagonista accede
subjetivamente a una revelación de sí y su realidad, profunda conmoción transformadora que
abre paso a un momento de decisión.
“No serviré por más tiempo a aquello en lo que no creo, llámese mi hogar, mi patria, o mi
religión, y trataré de expresarme mediante algún modo de vida o arte, tan libremente como
pueda, tan plenamente como pueda…“
Tema 4
Lo originario.
Un aporte a la
conceptualización
de integración psicosomática
y subjetividad
Introducción a lo Originario
Piera Aulagnier lectora rigurosa de Freud y discípula de Lacan con quien se analizo muchos años hace un aporte importante a la
metapsicología psicoanalítica con la noción de proceso Originario.
El proceso Originario es un proceso lógicamente anterior a los procesos Primario y Secundario conceptualizados por Freud en su
metapsicología.
Proceso Originario representa el intenso magma sensorial que innunda al infans en los sucesivos encuentros con su madre.
Esas sensaciones tiene un modo de representación que denomina Pictogramatica: representa mediante pictogramas.
El niño representa mediante pictogramas las sensaciones provenientes del doble encuentro con su cuerpo y con su madre.
De este modo simultáneamente se va representando su cuerpo y creando su incipiente psiquismo en un movimiento recursivo.
Siguiendo como paradigma el encuentro de la boca con el pecho, va representado su boca fusionada con el objeto pecho.
complementario : el pecho.
de fusión
Piera Aulagnier supone dos inscripciones pictogramaticas diferentes de acuerdo a la cualidad de esos encuentros
de rechazo
Veamos el desarrollo.
Representar
Postulado Auto
engendramiento Poder
Omnímodo Todo tiene
del Otro una
Violencia primaria y función de portavoz
La noción de violencia primaria es central entre las funciones de la madre
para la constitución del Sujeto y el Yo
Antonio Machado