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Hiperactividad

Semana del 000-000


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http://www.innatia.com/s/c-hiperactividad-infantil/a-porque-ninos-hiperactivos.html
    
àa hiperactividad puede comenzar como resultado de la incubación de una enfermedad física o
el restablecimiento de ella, o producirse como respuesta a problemas durante el embarazo o el
parto, enfermedades infecciosas graves durante las primeras edades, o un golpe fuerte.
El tipo de sistema nervioso de los niños es otro elemento a considerar, algunos pequeños
tienen un temperamento más activo que otros.
También puede ser originada por estados de ansiedad provocados por problemas familiares,
como la llegada de un hermanito, la separación de un familiar, el divorcio de los padres, el
cambio de vivienda, etc.
Pero, generalmente, obedece a procedimientos incorrectos en la educación de los pequeños,
dados por el rechazo o el trato agresivo de los adultos, la imposición de órdenes y
prohibiciones absurdas que el niño no comprende y que van en contra de su desarrollo;
también porque se les deja muy poca libertad en su iniciativa, indicándoles siempre las formas
en que deben actuar o porque se organiza su vida y actividad de manera inadecuada,
forzándolos a grandes esperas o a grandes períodos de actividad pasiva.
v    
   
ramonikal80.blogspot.com/.../5-marco-teorico_24.html

 

Entre los 3 y los 4 años es común apreciar conductas muy dinámicas en los niños
A esa edad el niño ya domina bastante el mundo y puede seleccionar las cosas de sus interés,
entonces probablemente va a ser bastante más inquieto
A partir de los 5 años esta actividad suele descender, al menos por un par de años.
Existen pautas que permiten distinguir si se trata de una actitud esperable para la edad o si es un
cuadro que requiere de ayuda profesional.
àa hiperactividad es un término médico que alude precisamente a un niño que se muestra
extremadamente inquieto, pero que además presenta permanentemente otros rasgos que
perjudican su calidad de vida, y por ende, la de su familia.
Se pueden realizar exámenes médicos que, en ciertos casos, evidencian alteraciones en la
estructura cerebral del pequeño. En otros casos, en cambio, no existen estos indicios, pero un
diagnóstico especializado debería detectar si el niño presenta o no hiperactividad.
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generacion2022ilsflorida.blogspot.com/.../ninos-inquietos-e-hiperactivos-con-las.html

àa gran cantidad de energía que derrochan y la inquietud constante son señales propias y
esperables a esta edad.
³Si pregunta sobre las cosas, si éstas le atraen, se interesa por ellas o dice, µ¡mira, mamá lo
que estoy haciendo¶! y pone atención a la respuesta de su madre´, según la especialista, se
está frente a un niño simplemente inquieto.
En cambio si se sube a medias a la mesa, no se detiene un instante a atender la respuesta del
adulto, si las tareas van quedando inconclusas y el niño no se interesa por cumplir aunque sea
una pequeña meta, el panorama es distinto, todo les llama la atención, pero nada se mantiene
en su campo de concentración.
Pero no todos los niños que se mueven mucho y presentan falta de atención son
necesariamente hiperactivos. También hay pequeños muy inquietos en el aspecto motriz, con
problemas de disciplina, pero que no sufren de un déficit de atención. Por eso, un diagnóstico
oportuno no sólo calma, sino que también disipa dudas.
Si la excesiva inquietud aparece repentinamente puede ser señal de que el niño está viviendo
una situación que le provoca ansiedad, como las discusiones de sus padres, la muerte o
enfermedad de un ser querido o problemas de relación con sus compañeros.

En resumen, un pequeño hiperactivo suele ser más impulsivo, desobediente y bastante obstinado. Se mueve
excesivamente y sin motivo (es frecuente verlos correr sin parar, sin dirección determinada), deja las cosas a
medio hacer, sufre fuertes cambios de estado de ánimo y carece de autocontrol.
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www.jaja.cl/index.php?a=30457      
Si los padres sospechan que su hijo es ³más que un niño inquieto´, es importante que reciban
orientación y diagnóstico. Pueden acudir al pediatra, directamente a un psicólogo infantil o a un
terapeuta familiar con experiencia. Cualquiera sea el caso, cuando se trata de ayudar a un niño
que manifiesta estas conductas los tratamientos apuntan a desarrollar en ellos un mayor
autocontrol, una mejor concentración, enseñarles a expresar sus emociones de manera
adecuada, hacerlos practicar ejercicios o rutinas que favorezcan la relajación (yoga o masajes)
y, especialmente, a encauzar su energía en actividades de sus interés, lo que puede resultar
inmensamente gratificante para el niño.
àos niños inquietos necesitan una rutina muy simple y clara. Cualquier alteración en su sistema
tiende a desorganizarlos. Hay que darles instrucciones breves y usar palabras que conozcan.
Cuando le hable o le dé órdenes, asegúrese de que el niño lo esté mirando a los ojos y pídale
después de modo cordial y tranquilo, felicítelo y prémielo con su atención cuando esté atento,
tranquilo y cuando juegue reposadamente. Si sólo lo toma en cuenta cuando se porta mal,
tenderá a repetir esa conducta. En vez de recordarle todo el día lo que no puede o debe hacer,
propóngale alternativas de actividades que sí puede realizar. Proporciónele pocos estímulos al
mismo tiempo.

Manténgalo ocupado en labores de su agrado, enséñele a postergar sus necesidades, a


controlarse y a esperar un rato antes de ser atendido. Asimismo, puede estimularlo a jugar con
juegos que desarrollan la capacidad de observación y de concentración. àeerle o contarle
cuentos también los tranquiliza y relaja.
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buscadores.superforos.com/viewtopic.php?t=4562&sid

V o siempre puedes controlar los que pasa fuera, pero sí puedes controlar siempre
lo que pasa dentroV. Wayne W. Dyer

Entre un 3 y un 5% de los niños escolarizados son hiperactivos:


‡ niños inquietos
‡ impacientes
‡ impulsivos
‡ que no se centran en objetivos o finalidades concretas
‡ que saltan de una cosa a otra
‡ que no atienden a lo que se les dice
‡ niños que no VoyenV, no VobedecenV, no Vhacen casoV.

Aparece entre los dos y los seis años y comienza a remitir durante la adolescencia.
El problema real de los niños hiperactivos se plantea ante aquellas situaciones en
las que se les exige control de los movimientos y mantenimiento de la atención.
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www.irabia.org/departamentos/orientacion/.../     .doc

àos síntomas definitorios del trastorno por déficit de atención con hiperactividad son:
‡ Actividad motora excesiva.
‡ Falta de atención y de control de impulsos.
‡ Se trata de niños desordenados, descuidados, que no prestan atención en clase.
‡ Cambian continuamente de tarea y presentan una actividad permanente e incontrolada, sin
que vaya dirigida a un determinado objetivo o fin.
‡ Tienen dificultades para permanecer quietos o sentados.
‡ Suelen responder precipitadamente, incluso antes de haber finalizado la formulación de las
preguntas.
‡ Se muestran impacientes y no son capaces de esperar su turno en las actividades en las
que participan más individuos.
‡ Interrumpen las actividades o tareas de los compañeros y miembros de la familia.
‡ Pueden fácilmente sufrir accidentes y caídas debido a que sus conductas reflejan una
escasa conciencia del peligro.
‡ Son desobedientes, parece que no oyen órdenes de los adultos y, por tanto, no cumplen
con sus instrucciones.
‡ Plantean problemas de disciplina por incumplir o saltarse las normas establecidas.
‡ Su relación con los adultos se caracteriza por desinhibición, suelen tener problemas de
relación social y pueden quedar aislados del grupo de iguales.
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http://www.inteligencia-mocional.org/familia/el_nino_hiperactivo.htm

àos indicadores de hiperactividad en los distintos momentos evolutivos son los siguientes:
„     Problemas en el ritmo del sueño y durante la comida, períodos cortos de sueño
y despertar sobresaltado, resistencia a los cuidados habituales, reactividad elevada a los
estímulos auditivos e irritabilidad.
„     Inmadurez en el lenguaje expresivo, actividad motora excesiva, escasa
conciencia de peligro y propensión a sufrir numerosos accidentes.
„ 
 Problemas de adaptación social, desobediencia y dificultades en el seguimiento
de normas.
     Impulsividad, déficit de atención, fracaso escolar, comportamientos
antisociales y problemas de adaptación social.
Aproximadamente un 25% de los niños hiperactivos evolucionan positivamente, con cambios
de conducta notables y sin que tengan dificultades especiales durante la adolescencia y la vida
adulta.

àos niños que son hiperactivos en todos los ambientes tienen un peor pronóstico, porque
sufren con más frecuencia las consecuencias negativas que sus comportamientos alterados
provocan en la familia, colegio y grupo de amigos; de este modo, se vuelven más vulnerables y,
por tanto, aumenta el riesgo de que desarrollen comportamientos antisociales.
àa coexistencia de conductas desafiantes, agresividad, negativismo e hiperactividad durante la
infancia conlleva una evolución muy desfavorable, pues los problemas iniciales suelen
agravarse en la adolescencia
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http://www.inteligencia-mocional.org/familia/el_nino_hiperactivo.htm

àos niños hiperactivos constituyen un grupo muy heterogéneo. o todos presentan las mismas conductas
alteradas. en la evaluación del niño hiperactivo intervienen varios profesionales, fundamentalmente
buscando un criterio común para la puesta en marcha de la terapéutica a seguir.
àa evaluación se concreta en las siguientes áreas:
     
Este aspecto se ocupa de los comportamientos alterados y anomalías psicológicas que presenta actualmente.
‡         
àos informes que proporciona el colegio han de referirse a cómo es la conducta del niño y sus calificaciones
académicas en el curso actual, y cómo han sido en años anteriores.
‡    
Se evaluarán mediante un examen físico para detectar posibles signos neurológicos, anomalías congénitas u otros
síntomas orgánicos .
‡ Condiciones sociales y familiares.
Se analizan: nivel socioeconómico, comportamientos de los miembros de la familia, clima familiar, relaciones
interpersonales, tamaño, calidad y ubicación de la vivienda familiar, normas educativas, disciplina, cumplimiento de
normas y horarios, actitudes de los padres hacia los problemas infantiles, factores o acontecimientos
desencadenantes de los conflictos.

Además de los exámenes neurológicos la valoración de la hiperactividad se completa con una evaluación
psicológica que tiene varios ejes: información proporcionada por adultos significativos para el niño (padres y
profesores), informes del propio niño y observaciones que sobre su conducta realizan otras personas en el medio
natural.
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http://www.inteligencia-mocional.org/familia/el_nino_hiperactivo.htm

Toda iniciativa terapéutica en el campo infantil persigue el objetivo común de favorecer la


adaptación y el desarrollo psicológico de los niños.
En todo caso, el tratamiento de la hiperactividad consiste, básicamente en la administración de
fármacos, así como en la aplicación de métodos conductuales.
Ambas modalidades de tratamiento han obtenido éxito al mejorar el comportamiento del niño en
distintos aspectos. Así, las terapias que combinan medicación y métodos conductuales y
cognitivos pretenden que los efectos conseguidos por los fármacos y técnicas conductuales por
separado, se sumen y acumulen para lograr que el niño mejore globalmente y su mejoría sea
estable y mantenida a través del tiempo.

‡ O   !   A corto plazo se ha observado disminución del nivel de actividad
motora, aumento de la atención y mejoría en el rendimiento de los tests de atención en el
laboratorio.
‡ O   "  àos métodos se orientan hacia el control de las conductas
alteradas y suponen que éstas dependen de factores, acontecimientos o estímulos
presentes en el ambiente. Por lo tanto, al controlar las circunstancias ambientales es posible
reducir, alterar y mejorar el comportamiento infantil.

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