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’ No se trata de ninguna enfermedad de
transmisión sexual ni ligada al sexo. Se trata
de una anomalía muy frecuente, que afecta
sobre todo en edades pediátricas
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’ ¦a ×  es una anomalía
de los anexos cutáneos del
pene que altera la mecánica
de este órgano. ¦a fimosis se
debe a la estenosis del orificio
prepucial que impide la
retracción completa del
prepucio para dejar el glande
descubierto, activamente
durante la flacidez del pene, o
pasivamente durante la
erección.
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 Ô
’ ál prepucio se desarrolla como una pequeña capa de epitelio que rodea
el glande, a partir de la duodécima semana de gestación. Para el
momento del nacimiento, oculta completamente al glande y está
adherido fuertemente a su epitelio. án el transcurso de los primeros
cuatro a cinco años de edad, se produce la separación gradual del
prepucio, mediante las erecciones intermitentes y la acumulación de
células de descamación, las cuales no deben ser confundidas como
esmegmaÕ
’ Si no se puede retraer completamente el prepucio hasta detrás del
glande, entonces habría fimosis. No todos los prepucios se retraen
automáticamente al experimentar una erección del pene. Si se puede
hacerlo manualmente, no se tiene fimosis.
’ ¦a fimosis es bastante frecuente, sobre todo en niños, antes de la
adolescencia. Se estima que sólo menos del 2% de los adolescentes de
17 años padecen fimosis. án el 95% de los recién nacidos es difícil la
retracción prepucial. A los 6 meses sólo el 20% de los prepucios son
retráctiles, al año el 50% son retráctiles y a los 3 años el 90% son
retráctiles.
 

’ Se cree que la causa de la fimosis es congénita, pero


también puede ser debida a retracciones forzadas
del prepucio de los bebés durante su higiene por los
padres, que crea anillos fibrosos en el prepucio y
adherencias balanoprepuciales.
’ án los adultos las causas son:
’ la balanopostitis crónica o recidivante, sobre todo en
diabéticos
’ balanitis xerótica obliterante
’ Traumatismos (directos, actos sexuales violentos,
manipulaciones urológicas)
’
 Ô Ô Ô

’ ál tamaño de dicho orificio es variable: la


mayoría de veces es relativamente grande y
redundante, estrechándose por delante y
sobrepasando el glande en varios centímetros,
pero en ocasiones, el orificio es puntiforme e
impide totalmente la salida del glande. ásta
anomalía puede acompañarse de adherencias
prepuciales, que dificultan aún más el
descubrimiento del glande. Generalmente la
fimosis no causa alteraciones de la micción (solo
en casos muy avanzados el tamaño del orificio
está muy cerrado impidiendo totalmente la
salida de orina y provocando disuria).
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Se ha hecho una clasificación de la fimosis en 3 categorías:
’   ×  aquella en la que el orificio prepucial
es de un diámetro mínimo, apenas apreciable, con la piel
circundante de aspecto y grosor normales.
’  

 

 
 aquella en que la
piel que rodea el orificio prepucial está indurada o
engrosada, habitualmente por balanopostitis previas.
’  

 aquellos casos que no puedan incluirse en
ninguno de los dos grupos anteriores, estando el prepucio
estrechado en mayor o menor medida y por alguna
circunstancia existan complicaciones o fracaso para la
retracción.
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’ ‰ay que diferenciar la fimosis de la 

×  lo
cual es una urgencia urológica producida por la
inflamación o edema del prepucio, que impide el
recubrimiento del glande tras su retracción forzada
y que produce una constricción o estrangulamiento
del glande por un anillo del prepucio que se ha
retraído, con riesgo de necrosis del glande, que
puede ocasionar su pérdida. ás relativamente
frecuente en adultos con sondaje urinario y en
niños tras sus primeras manipulaciones peneanas.
’ ¦a peor complicación aguda es la parafimosis. án
esta situación aguda, el glande está hinchado y
adolorido, y el prepucio se encuentra inmovilizado
por la inflamación, en una posición parcialmente
retraída. ¦a parte proximal del pene sigue flácida.
¦a parafimosis es considerada una emergencia
 ë Ô Ô 
’        debido a la falta de deslizamiento del prepucio sobre el
glande y el pene.

’  

 es la infección del pene, debido a la acumulación de esmegma
en el espacio balanoprepucial.

’  ×   
 si la infección del esmegma asciende por la uretra.

’  
 
  que oscilan desde disuria, hasta retenciones
agudas de orina de repetición y que requieren sondaje urinario.

’   



 es la unión del prepucio con el glande,
que complica más la fimosis y que pueden estar presentes en ausencia
de fimosis.
 ë Ô Ô 

’     es una complicación rarísima, con


una incidencia menor de 1/100.000 varones al año,
que puede ser debida a la persistencia de fimosis
después d]e la pubertad

’ 

×  se da cuando el glande pasa de forma
forzada a través de un anillo fimótico estrecho, a
continuación se edematiza, se inflama, y no puede
regresar a la posición normal. ¦os cambios
inflamatorios progresan en la parte retenida bajo
presión (glande) y no cesarán hasta su reducción
manual o quirúrgica. Debe evitarse con una
manipulación adecuada ante la existencia de fimosis.
  Ô 
’ Antes de recurrir a la circuncisión, el tratamiento con
corticoides tópicos indicados por el pediatra a partir de los
tres años durante unos dos o tres meses y con la ayuda de
retracciones suaves puede solucionar la fimosis.
’ ¦a circuncisión se realizar a partir de los tres años de edad,
pues antes, la mayoría de las estrecheces prepuciales son
reversibles. Después de los tres años, el propio niño en su
higiene diaria y más tarde con la masturbación, permite la
solución de la mayoría de las supuestas fimosis.
’ ál tratamiento consiste en la circuncisión, que desde un
punto de vista médico debe realizarse por un urólogo en
condiciones de asepsia y con el material quirúrgico
necesario.
Ô ÔÔ
’ Según el diccionario, circuncidar significa
exactamente «cortar circularmente una
porción del prepucio». Se trata de una
operación quirúrgica rápida y sencilla cuyo
objetivo es conseguir que el glande quede
al descubierto para que la erección se
desarrolle adecuadamente.
No todas las fimosis son iguales. ‰ay
muchos grados. ¦as más molestas son
aquellas que impiden una erección
completa. án estos casos es cuando se
aconseja la circuncisión. Si, al llegar la
pubertad, el prepucio continúa demasiado
estrecho, lo mejor es consultar a un
médico.
’ án ningún caso se debe forzar estirando la
piel.
án algunas culturas, como entre los judíos
ortodoxos y los musulmanes, existe la
costumbre de practicar la circuncisión a los
niños pequeños en el transcurso de una
ceremonia religiosa.

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