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amirez fea } a) 4 om co Harner tt Bee UICC COON LURE COCO CEN CeN eee Dee sentacién de tipos, costumbres y actirudes ‘anclidos en un pasado que debia desaparecer ante el avance arollador del doble ideal de “or den y progres anunciado y fomentado por el régimen de Porfirio Disa. Para la elite “prog sista’, persuadida ya de ser dua y sefiora de n0 pl eso de modernizacién an México en pl yy de cosmopaixismo, estas evidencias demasia do palpables de las pervivencias de un pasado ‘5.Una dels "Imreone ines lee” de Ale ro (anime, bc e recoded ee ‘pio Sa) nosis bin l ropes etd twin» Monies de curd, de Paco Macedo, fend Teatro Abe, cispos episode sacabu coma el apn yl agus gen di Ippon ensuhbl habia xe sk indgn a Ae dor -Prscumete porque lis cosumbrese ace case Teja som ens a der lane sens. Es nce eas par sierpe- Elip dd agnor despare que se hubiese preferdo cancels, acabaron por resultarle insoportables. No cabe duda de que, en semejante am- biente, Posada debié de haberse sentido muy presionado: de all que emprendiera el vueloa tvs publicaciones y empresas edioriales, dt dasa piblicas no elitists, donde hallara ve hnculos de expesién més adecuados al fore mieneo desu peculiar Wisin” “Sedo, del agnor debe cre igual were. eves Inoceosabrareniasquetemuraceyeduqua ls mass Guetlesel ber del er, ao VI ne. 2a deeneode 9.0. Sobers code cli piri mode zara alo manifiracones delaclrs popula fines ‘Elasatsochenay en lor nvens, ve Boe $i Le ey apace a Pao Minds por algunas srs gon pete es Valuer prs yuo al pe opr CRIMENES Y TORTURAS SEXUALES: LA OBRA DE JULIO RUELAS Y LOS DISCURSOS SOBRE LA PROSTITUCION Y LA CRIMINALIDAD EN EL PORFIRIATO La obra del dibujamte,pintor y grabador zaca tecano Julio Ruclas (1870-1907), en especial un buen nimero de los casi cuatrocientos dibujos que ejecuts paca ilustrar el ms elebre de lox Srganos lirraros del modernismo en Mésico, la Revive Madera (3898-911), estin ma por un acent audos ado tala de agresin y vile ia seuales.” Con Rucas tomé carta de nat raliacién en el arte de México la iconograia ddcadentista tipi del fin de glo europeo, si praroxisticosinusitados. (Comenzatérefiriéndome a uno dels frsos 8: EL imeo tol del tins de Rls ex do poe Morena ne Labor n eal de 99 Ese Ma sca Rodrigue Labi, “Lvilsrcone de Ji Rus Madore de cenit en bse 8] Fe enjo a sido eié publ Jo Ra. Sep sede da male la Tame y coments tobe ima Flame Revi Moora 1469 Mexia ‘encias la tess origina ie la pea consign que exe ina itis el sn fcr em cinco toms, de Is prmers epost ‘p90 de Ia Rie Madr por ls Coocinacin de Din Calrarl, Unive Nacional unor de México aque solian encabezar los articulos de quell re vista y que aparecis publicado por vz primera «en Ja quincena de noviembre de 190 repre 1da por ls rbillos a una argola, quien, desesperaday gestculante, se ve imporente para salvar a un ni de las fauces den perro fumdlica* Se trata de una violentatransgresin a la imagen idealizada de la mujer como "éngel del hogar’, esposa y madre, aseruada pero Fecun dls, que dominaba el imaginario dela burge sia decimondnica mexicana, Aquila prisionera no tiene nada de asexuad por lo contato, la surgencia de sus eames mal cubierta por una ropa descefida (que incluso sugieren una ve jacién sexual previ) y la stocidad de la sieua cin figurada Ie confieren a la imagen una den sa carga erdtia, de tintes clatamente sidicos.” pn Leen respondent 73 dl eatgo de Rodigace Lab to, 197, puss camo es ul co a daraciones de Ruch, ce ito fi reper ect lage de os schon nt eamooinao lng Ls dismo” fue manda por Carlos Roun, ui a res defees del wime ont Dictamch br lo carats anropolgios de Fancico Gree, alan El Cheque acide en Rouge ac 91, Carlos Rouragi, Matadors de mee Al sitar su universo visual bajo el signo de la violencia sexual y del comportamiento cri- minal, eransgrediendo con ello las expectativas a ha morales, las "buenas coseumbres” burgu ta eneoncesimperantes en la expresin artstica de Mésico, el artista expresba su voluntad de percurbar y contravenir el sistema de valores de la sociedad porfirsta Con todo, el hecho mismo de que un ani- mal famélico se apreste a aac, y quizd a devo- rar el cuerpo yacente del nino (probablemente el hijo de la madre encadenada), podsa pres- tarse a otra lectura, no. demasiado arbitata, coma sever luego, con telacin al creciente te moe alas “lass peligrosa” que Ia burguesta fi niseeular mexicana experiment6, ante el desata- do incremento demogrifico y urbano de la capital dl pats y ante los indices cada vez més altos de criminalidad, sein lo parcian conta tar las tablasestadiicas que ao con afo, desde los iknios del siglo xx, el procursdor de Jus cia del Distrito Federal cela la obligaciin de presenta ane a Secretaria correspondien de Cine sale 7 pao, Patsy de Ch Burry Ci, 1910 vate apeiamente mae Mésic, Libera dea V Pe easy be 56 Candas enainia € nfirme del proc de Hay, pues, en Ruelas una ambigiedad, una contradicci6n aparente en la Sndole ransgrso rade ss imagenes, que vale la pena empezar problemacizat, Results urgenee preguntarnos centre otras coss, para cuales sectors sociales las imagenes de Ruels resultaban ofensvas, desafiar sus modelos de comportamiento 0 ss temas de valores, y si aquélas rompian cho con las nociones prevalecientes en la esfera de os saberesy as ideologias dela elites, Teng pa ant que la Tecra y recepeibn de Ia obra de Rucla por pare de sus contempors vasta porcdn signada Yuna necrolia obse- cos, en especial aquella por un exocsmo “sla ‘iva, ecuvicron condicionadas por un doble en marcamiento, de orden estético y sociomord primero, de orden esttco, como ya queda dicho, e estruceus con areglo a las premiss conceprualeseiconogrificas del decadentismo y clsimbolismo exropeos, asplantadas y asimila- das por ls cltes locales de propensiones van guards, El segundo encuadee, de orden s0- n con los ciomoral, guardaba estecha rel ie cncrintesl crinldad e Ditrio Fe ‘dl Tiron, publics ete 900 1903 por It Toga La Europe, J Agar Ven y Cl. hata tam porlaImprena de Antnio Rds, n ac Gl deMaxica liscusos, dominantes en el ernsica de ls sighs 20x y 76, arcade la sexulidad y la eriminali- dad, la doble amenaza que perturhaba la consi ra de orden y progreso que inspiraba el proyee to desrolista del por ro. Una amenaza que resultaba, ala ver, paradojcamentefscinadora pas no pocos miembros de las clases dominan es Intento alla as posibles conexiones esta régicas que nos permitan enlazar los distntos discusos que, al inducie dererminadas percep slicha lecrua y la cargaban de posible sentidos: y preisar en qué puntos el imaginario de Ruchs entronca con, y cones, marcaban pautas pe en qué puntos se disocia de tales discursos, ‘Aunque sin dejar de referirme a algunos a pectos iconogrficos dal finde siglo europe di rectamente relacionados con la obra de Ruclas, qu daré un peso mayor al estudio del mai discursive tocanteal sexo ys criminaldad, Es coy lejos de argiir que Ruelas se haya limitado 1 incoeporarsemejantes ideas. en forma mec: ca, mediante sus invencionesgrfias. Mas bien P ni juico sign Fcatvo, del enmazcamento contextual compar ‘ido, que hizo posibles los distinc, tensos dilo- gos entre el artista y sus contemporsneos. Para os prop6stosy las dimensiones de ete rabgjo, el nexo dl que me served para exable cer las corelacones pertinentes esa figura de a rosin, perfecto emblema de los ocros for dos de la sociedad poriiana. La contrapartida absolut, sein los eiterios de la 6poca, de la ‘mujer decente”. Su antagonist y complemento eeesari, conforme al pensamiento polatizado que sustentaba el darwinismo socal imperante el fin de siglo: a nocisn del inevitable triunfo del fuerte sobre el debi, del “activo agente civil zador” sobre el apitico y pasvo "pari social, Y que presuncamente vena a demostra la supe riordad de la “gente de buen vive" sobre os ‘eros sociales” (y, para el caso mexicano, del blanco” sobre el “indi"). Casi resuka superiuo subrayar emo la antropologts fsa, I pico i social y las teoras criminclgjcas que enton- fs se consoldaroa y difindieron, proveyeron de argumentos seudocientifcos para una dif renciaciin y jerarquizacida de ns clases sociales, y tuvieron por objet legiima la "superordad” ‘dena clase, de un gener y de una rz.” En la figura de la prestiuta, vse como un ser enfermo y (casi) delincuente, se levaba asus ‘limas con ecuencias la noc de la mujer co- ‘mo un ser inferior, sometido por exigencia natural” al contol y al poder varniles: repre sentaba as el paradigm extremo de la mujer conceptualizada,segregada y controlada, en es- s7 Sobeladeseomts qe carts modes progr” ent po eles del porno, ie grec opr mujeres, wae Vere Redan “ola ‘Slidad de maestro st jose puree pa ofirions, Meso, Cent de Inveigaconsy Eas Sperone en Aneoplog Sec 9.

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