ORACIÓN DE INTERCESIÓN POR UN SER QUERIDO

Señor Jesús, hoy vengo a orar por esta persona que llevo en mi
corazón. No encuentro la mejor manera de recordarla que orando
por ella. No encuentro la mejor manera de ayudarla que clamar a
ti por ella. No encuentro la mejor manera de traerla a mi recuerdo
que poniéndola en tu presencia.
Señor, que se alegre en ti, que cante jubilosa, que se llene del
gozo que sólo tú sabes dar.
Señor, abre tus manos y derrama sobre ella toda la bendición, toda
la vida que di brota Padre Santo. Porque tuya es la bendición y tú
la envías sobre tus fieles.
Líbrale del maligno, líbrala del mal, protege sus pasos. Pon un
guardia a cada lado para que su pie no tropiece ni caiga. Se su
guardián, de día y de noche. Y haz que se refugie en ti, que te
busque siempre a ti como refugio.
Señor, concédele lo que su corazón desea, que sus proyectos se
cumplan y guía sus pasos por el sendero de la vida y del amor.
Guía sus pasos por el sendero de la paz. Que tenga paz en su
corazón, que ninguna preocupación le quite la paz. Que nada le
perturbe para que pueda despertarse cada día serena, y dormir
cada noche en paz.
Señor, provéele de todo lo necesario, de todo lo que necesita,
según la riqueza de gracia y abundancia que en ti reside Dios mío.
Aparta de esta persona toda enfermedad, y se tu su escudo y
baluarte, su luz y su pan. Que no devuelva mal por mal, ni insulto
por insulto, sino que su vida y sus palabras sean siempre de
bendición, para que herede todas las bendiciones que tú le tienes
preparadas.
Señor, traigo ante tu presencia a esta persona que llevo en mi
corazón: derrama sobre ella todos los dones de tu Espíritu Santo.
Llénala de amor, de paz y de paciencia, consigo misma y con los
demás. Llénala de amabilidad, de bondad, en todo y hacia todos.
Concédele el don de la fidelidad hacia ti, hacia lo mejor de si
misma y hacia los valores que la hacen grande y libre. Concédele
la humildad para pedir consejo, ayuda, para seguir aprendiendo de
todos y de todo. La humildad para no olvidarse de donde viene ni
a donde va. La humildad para no olvidarse que hay un Dios más
grande que ella y que está en todo y en todos. Dale el don del
dominio de si misma y pueda resistir al maligno, pueda resistir a
las tentaciones de su propia condición humana o la de los demás.
Señor, oro por esta persona para que le vaya bien en todos sus
asuntos y goce siempre de buena salud física, psicológica y
espiritual. Que nada rompa su bienestar emocional y espiritual,
que pueda vivir en la abundancia de la paz y el amor, condiciones
propias de los hijos de Dios. Porque tú has venido para que
tengamos vida, que esta persona que tanto amo tenga mucha vida
y contagie esta vida eterna allí donde vaya.
Señor, hoy pronuncio el nombre de esta persona por la que vengo
a orar ante ti. (pronuncia su nombre o sus nombres ahora) ...que
toda la fuerza de tu gracia descienda sobre ella para tenga siempre
hambre y sed de ti, de tu justicia y de tus caminos. Para siempre
guarde tu palabra y la consagres en tu verdad. Santifícala,
sepárala para ti, para que toda su vida sea un canto de alabanza a
tu nombre.

¿Cómo podré pagarte Señor por haber puesto en mi camino a esta

persona?. Gracias infinitas por todo el bien que he recibido a
través de ella. Por todo el amor, la compañía y la paz que he
podido disfrutar a su lado. Gracias Señor. ¡Como te podré pagar
todo el bien que me has hecho a través de esta persona!. Incluso
los desencuentros te los agradezco, ahora lo veo claro: "todo
sucede para algún bien".
Como me has enseñado en tu palabra, Señor Jesús que al que pide
se le dará y al que busca encontraré hoy vengo a pedirte por esta
persona tan especial en mi vida. Que todo lo que ella pida reciba y
que todo lo que busque encuentre, pero no dejes que se pierda en
el mundo, en las cosas y bienes aparentes que prometen felicidad,
pero no la dan.
Tú Señor, que tienes reservadas bendiciones y amor para cada uno
de nosotros, muchísimo más de lo que podemos pedir o pensar, se
que actuarás y harás más de lo que yo he podido pedir o pensar
para esta persona por la cual hoy levanto mis manos y mi corazón
en oración.
A ti Señor, sea por siempre la gloria y la alabanza, por los siglos
de los siglos. Amen.