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MONICIÓN DE EVANGELIO.
La verdadera grandeza está en la humildad, en la pureza de espíritu, en tener un corazón
limpio y hacerse el más pequeño, el servidor de todos.
Ofertorio.
Queridos hermanos y hermanas, en este momento de la celebración, nos preparamos para
ofrecer nuestros dones al altar del Señor. Estos simples elementos representan nuestra
gratitud y generosidad hacia Dios, quien nos ha bendecido abundantemente.
(Luz/los cirios) Señor, esta luz representa tu propia vida en medio de nosotros ilumina
nuestro camino a recorrer, ¡Te lo presentamos señor!
El Rosario/Camándula. Con el rosario señor, meditamos los misterios de tu vida, para
que, rezando a Nuestra señora del Rosario, podamos llegar a ti, porque “familia que reza
unida, permanece unida”. Te lo presentamos Señor.
La Biblia; Señor, te presentamos esta Biblia, nuestro alimento espiritual. En ella nos
apoyamos para creer y vivir en esperanza. Con ella te ofrecemos nuestro deseo de cumplir
tu santa voluntad cada día. Te la presentamos señor.
Flores; Ofrecemos estas flores señor, como símbolo de vida, de unión, de alegría y
nuestro anhelo de vivir siempre en amor y amistad contigo, Te la presentamos señor.
Flores; Recibe, Señor, estas flores, símbolo de la belleza de tu creación, pues con sus
colores y aromas nos hacen sentir tu presencia amorosa. Te la presentamos señor.
Familia; Te presentamos, Señor, estas familias, Iglesia doméstica donde nace el amor.
Haz de todos los hogares del mundo, una morada de tu presencia, un lugar cálido,
dichoso y feliz.
Alimentos; Señor, te ofrecemos estos alimentos. Fruto del trabajo del hombre y
sustento de muchas familias. Te pedimos que no falten en ningún hogar del mundo, te lo
ofrecemos señor.
El pan y el vino, Te ofrecemos señor el pan y el vino, que serán transformados en el
Cuerpo y la Sangre de Cristo, simbolizan nuestra comunión con Él y entre nosotros como
comunidad de fe. Te lo ofrecemos señor.
Además, presentamos también nuestras intenciones, deseos y anhelos. Que estos dones
reflejen nuestro compromiso de amar y servir a Dios y a nuestros hermanos y hermanas
en Cristo. Te lo presentamos señor.