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David Laznik
Les había dicho que quería que me comentaran de sus ideas para el plan de tesis para
ver en qué punto se articula con lo que venimos trabajando en el curso y lo que se
viene. Podemos empezar hoy haciendo eso.
Daiana Regojo violencia contra la mujer (cátedra clínica de la urgencia,
becaria)
Sofía Tafetani letra y escritura en la infancia
Florencia Solanot Acting, transferencia y entrada en análisis
Alberto Ordoñez psicosis y toxicomanía
Romina Aguzzi Juego en niños (cátedra Diagnóstico y abordaje de las crisis
infanto juveniles)
Hilen Ottone cuerpo y angustia
Marianela Molina no tengo definido el tema
Inés Catoni ¿qué pasa con la depresión en la neurosis teniendo el recurso al
falo? El otro es ¿los acting funcionan como forma de mantenerse en el lazo
social?
Sofía Blank amor, odio, objeto hostil en transferencia
Agustina Vales deseo del analista y afectación del cuerpo del analista (no está
muy trabajado el tema del cuerpo del analista)
Flor Topper el chiste, lo cómico y el humor en la obra de Freud a partir de la
transferencia
Eliana Sacchiero
Eduardo Castro amor en excombatientes (colombiano)
Verónica Arias duelo, acting out y dirección de la cura
Laura Alfaro jóvenes en conflicto con la ley
Nadia Bolano Inhibición, síntoma, angustia y la época
Soledad Passalacqua lo femenino, el cuerpo, el goce, el amor, el deseo y el padre
Mariana Novara maniobras de la transferencia en la clínica con niños ¿se puede
formalizar? Partir de los 3 tiempos lógicos.
Ceci Marzorati el amor en la psicosis (hice práctica en el hospital Alvear) Se
habla del amor muerto en la psicosis, amor como algo que descompensa
Pablo Parisi transferencia en la psicosis (hospital de día e internación)
Muchos no han empezado a cursar los talleres de tesis
Julieta Portaluri segregación, territorio, retorno al síntoma
Rosiel Pardo psicoanálisis, grupos, organizaciones
Mariela Fuentes Esparza (cátedras metodología y francesa) un análisis pasa de
la matemática a la lógica y vuelve a la matemática
Paula González el horror a la mujer en Freud (no sé con qué articularlo)
Jeffri (el estatuto del saber en el fin de análisis es un tema interesante y sutil)
Mariana Fernández marca y cuerpo
Lucía Gadea psicosis y falo
Gustavo Corvera estatuto de la letra en la enseñanza de Lacan (sem 18 y
Liturater)
María Agostina Pulice Soler el aburrimiento como afecto en la obra de Lacan
María Montoya Medina el icc, trauma, transferencia y elección de objeto
(colombiana)
Eduard Jiménez ¿qué pasa con el fantasma en el fenómeno migratorio?
Carolina Riccio González neurosis obsesiva y adicciones
Maia Voloj adolescencia 1) entre cruzar con un concepto o 2) lo problemático
del concepto de adolescencia en psicoanálisis
Lucía Amatriain restitución de la identidad y lo siniestro
Matías Colángelo sinthome y amor
Alfonso Carmona, fantasma en la obra de Lacan
Almendra Zorrilla, carácter y su lugar en el tratamiento
Raúl Olmedo, momentos de la dialéctica del amo y el esclavo en la obra de
Lacan (colombiano)
Andrea Jimbo goce femenino
Josue Pinargo el yo en Lacan
Daniela Morínigo el lugar del analista en la violencia de género en mujeres
Rocío Lotta, transferencia en el análisis con niños
Pietro Scola La relación del cuerpo y la palabra
Isabel Reyes Mosqueira, fórmulas de la sexuación, angustia, artes
Andrea del Valle
Juan Hayden, identificación al síntoma en Lacan
Ulises Juares, subjetividad y realidad social
Rocío Santoira, la única estructura propiamente dicha es el icc
Los diques son interesantes porque no queda claro si son defensas ante la pulsión o
cierta canalización, tiene un estatuto dual: es una defensa contra la pulsión a la vez
que la canaliza. Lo que tienen de interesante es que aparecen distinguidos de los
síntomas como formaciones del inconsciente.
Freud a veces toma 3, 4 o 5. La vergüenza, el dolor, el asco, por momentos la
compasión y por momentos la moral. Los clásicos son la vergüenza, el asco y el dolor.
A veces agrega la compasión y a veces la moral. La cuestión de la compasión y la moral
se va a entender mejor cuando formalice Freud la pulsión. Estos diques los interroga
fundamentalmente en la primera época si bien no los deja de lado en ningún
momento.
Son interesantes porque Freud por un lado comenta que tienen un valor clínico
diferenciado de los síntomas. Cuando conceptualiza la pulsión va a decir que no están
articulados a la represión sino a los destinos pulsionales anteriores a la represión. La
represión es un destino pulsional, un modo de defensa también. Pero los diques son
modos de padecimiento que no se organizan como formaciones del icc y son
anteriores a la represión. Esto quiere decir que se articulan con la transformación a lo
contrario y la vuelta contra sí mismo. Esto tiene que ver con cierto ordenamiento de la
pulsión que Freud hace, que es muy interesante que en Tres ensayos la pulsión se
sostienen o apuntalan las sexuales en las de autoconservación.
Deja esbozado en Tres ensayos que podrían haber pulsiones que no sean de
apuntalamiento, o sea, que no se apoyen en las necesidades del organismo, y de ellas
dice muy poco. Dice que son independientes de las zonas erógenas, boca, ano, que
tienen un origen no comprensible, o sea, que él no comprende. Y ahí anticipa una
organización en pares de opuestos: placer de ver, placer de exhibir.
En el texto Pulsiones y destinos de pulsión Freud, así como Tres ensayos lo arma con
las pulsiones de apuntalamiento (oral y anal), organiza lo que había quedado como de
no apuntalamiento. Por un lado, placer de ver y de exhibir y pasan a ser dos destinos
anteriores a la represión (o sea, que no se constituyen como formación del icc, que no
valen como retorno de lo reprimido, son modalidades de padecimiento que no se
organizan así). Y la crueldad, ahora la llama sadismo masoquismo.
Tres ensayos placer de ver y exhibir, y crueldad. Pulsiones son destinos anteriores a la
represión, transformación en lo contrario (amor al odio), la vuelta contra sí mismo, o
sea, sadismo y masoquismo. Ahora son claramente se organizan en pares de opuestos.
El par placer de ver y exhibir (voyerismo y exhibicionismo) y el sadismo y
masoquismo. Cuando decimos que son anteriores a la represión, lo que decimos es
que son algo así como más primarias, no se organizan en función del retorno de lo
reprimido, ni entorno de las formaciones del icc, sino que tendrán un fundamento
pulsional que alguna de ellas le dará un estatuto más fantasmático, como ocurre con el
sadismo y el masoquismo.
Ahora bien. Cada dique pulsional se corresponde con alguna variedad de la pulsión. El
asco se refiere a la pulsión oral. Si bien Lacan en el caso Dora cuestiona un poco la
cuestión de Freud, tomémosla así por lo pronto, el asco en relación con la pulsión oral.
También a veces lo relacionó con la pulsión anal.
Lo que decía de las pulsiones que no son de apuntalamiento las toma Lacan, la
escopica y la invocante, o sea, mirada y voz, no son de apuntalamiento.
La vergüenza y la pulsión escopica es lo que hacen los niños al taparse con las manos.
Sí. No es tan preciso como lo articulado a la pulsión oral, pero Freud ubica la cuestión
de que la bipedestación lleva al humano a tener asco de sus propias heces, etc. No
tiene valor conceptual para la construcción conceptual de dique pulsional.
Lacan dice que el asco es una defensa ante el deseo del Otro. La erección del señor K
como signo del deseo del Otro.
Los diques pulsionales se articulan con las cuatro pulsiones tal como las conceptualiza
Freud y las formaliza Lacan, fundamentalmente en pares de opuestos.
Como habrán intuido, lo que Freud hace es ubicar un fundamento pulsional del amor,
que se ubica en la dimensión de la transferencia obscena y la hostil.
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No nos podemos quedar con esto de Lacan de que toda dimensión del amor es
imaginaria.
Vamos a seguir con la pulsión, pero ya no con los diques, sino interrogar cierta
cuestión del dualismo pulsional que nos lleve a ubicar el estatuto en relación al
sadismo y el masoquismo erógeno primario.
Sabemos que el psicoanálisis nace con la noción de conflicto psíquico. Nace con la
noción de histeria de defensa, escisión de la conciencia y la represión, siendo el pilar
del psicoanálisis. Sin conflicto el icc, en términos del sem 11, sería ontológico, un ente.
Mientras que el síntoma aparece como un testimonio del conflicto para Freud. No es
un ente sino que es una instancia que pone en relación de modo ccontrapuesto al yo
por un lado y la representación inconciliable de índole sexual por el otro. así se
delimita como el conflicto psíquico.
Si al psicoanálisis nace con la noción de conflicto, Freud deberá seguir con esta noción
para dejar sentadas las bases. Por eso, cuando deja conceptualizada la sexualidad se
sostiene en ese pilar, en organización de instancias contrapuestas. Por ejemplo, yo y
representación inconciliable.
A Freud se le arma un lío. Resuelve un problema y genera uno nuevo. Es ahí donde
nace libido yoica, pero esta noción para la primera producción del dualismo es una
contradicción, porque la libido es la expresión de energía sexual y lo yoico vendría a
ser lo que se contrapone. Entonces Freud arma una serie (autoerotismo, narcisismo,
lección de objeto) donde intenta contraponer al yo y el yo ideal. El yo supone la propia
persona, el yo ideal supone la persona ajena. Pero en realidad no hay verdadera
oposición. Entre el uno y el otro lo que hay es distancia. La diferencia entre lo
inteligente que yo creo ser y lo tonto que soy, no hay contradicción u oposición, hay
distancia. A la inversa, entre lo tonto que soy y la inteligente que creo ser, no hay
oposición, hay distancia. Por lo tanto, entre el yo y el yo ideal no hay oposición, no hay
oposición entre libido yoica y de objeto. Entonces Freud lo que produce es un
corrimiento, no un nuevo dualismo. Pero se sabe que no produce un dualismo entre
libido yoica y objetal.
Hay dos preguntas que intenta responder en Intro del narcisismo. Una es cómo se
forma el yo. La otra es cómo se aborda al semejante. Porque el primer dualismo
pulsional ponía en juego el modo de relación que el sujeto tenía con su propio cuerpo.
Mientras que una de las preguntas organizadora de Intro del narcisismo es cómo el
sujeto se relaciona con el semejante.
Bien. ¿cómo se resuelve el conflicto del dualismo pulsional? Se resuelve en Más allá
con la pulsión de muerte. Esta, articulada en su diferencia con el ppio de placer, se
entiende como estímulos interiores no ligados. Con lo cual, una de las preguntas de
Freud es cómo se accede a la ligadura.
Ahora bien. ¿Cómo se articula la pulsión de muerte al dualismo pulsional? Esto es más
complicado. Es decir, Freud puede conceptualizar la pulsión de muerte, pero de ahí
que la pueda inscribir en un nuevo dualismo. ¿Y la oposición con la pulsión de vida? La
pulsión de muerte es la exteriorización de la inercia en la vida orgánica, se parece a la
pulsión de conservación, es conservadora, implica una vuelta al punto de partida. Por
eso, la noción de inercia en la vida psíquica hace que la pulsión de muerte quede
ligada a las pulsiones yoicas tributarias a las pulsiones de conservación.
En el tomo 18, página 51, último párrafo dice que iguala pulsiones de muerte con las
de yoicas y las de vida con las sexuales. ¿es el mismo dualismo o es otro? No se
resuelve el problema del narcisismo. Dice que quizás haya que darle razón a Jung en
que toda pulsión es efecto de un monismo.
Freud va a recurrir a lo que llama una segunda vía, una segunda polaridad. Veamos
páginas 49, 52 y 53, del tomo 18. Dice que el modelo pulsional era insatisfactorio. Yo
como reservorio de la libido, yo como objeto sexual. Era insuficiente la oposición entre
pulsiones yoicas y sexuales. Formula un problema: si las pulsiones de conservación se
apuntalan en las libidinosas, entonces no hay dualismo, son todas lo mismo. Le da la
razón a Jung.
Hay una segunda polaridad: amor (ternura) y odio (agresión). Freud deprimido y
fastidiado, apuesta a que ligando la pulsión de muerte al odio va a conseguir un
segundo dualismo pulsional, por eso habla del componente sádico en la pulsión sexual
y se pregunta por el sadismo como la pulsión de muerte apartada del yo por la libido
narcisista. Es decir, Freud establece una equivalencia entre el odio, la agresión y el
sadismo y la pulsión de muerte. Por eso la pulsión de muerte adquiere valor de
pulsión de destrucción en Más allá. Suena raro esta versión de la pulsión de muerte
ligada al odio, la agresión y al sadismo. Podría ser porque el odio aparece como un
resto de la tendencia a la unificación de la libido, es decir, los efectos unificante de la
libido son insuficientes para ligar un resto inasimilable, motivo del odio.
Recuerden la referencia de Masota, que en Intro del narcisismo habla del amor pero
poco de odio.
En Más allá intenta darle estatuto conceptual al odio, a la agresión y al sadismo. Pero
hay dos problemas. Uno, las tendencias destructivas no contradicen el principio del
placer, es decir, destruir a mi enemigo puede conllevar un placer propio. Es decir,
Freud tiene que formalizar un segundo dualismo pulsional que explique el más allá del
principio del placer, pero el odio no está más allá.
Es decir, que Freud siga manteniendo que el originario es el sadismo en Más allá lo
lleva a que no pueda formular un nuevo dualismo pulsional y lo lleva a que esté
deprimido, fastidiado. Lo único que dice es que podría haber también un masoquismo
primario (Página 53), cosa que en Intro del narcisismo puso en entredicho. Esto lo
lleva a modificar la originalidad del sadismo por la originalidad del masoquismo, por
eso formula el masoquismo erógeno primario, como un goce primario.