El día 31 de marzo sesionó por primera vez la Comisión de Derechos Humanos con amplia
representación de las bases y de los distintos sectores. Los objetivos centrales de esta
comisión tienen por delante no sólo el trabajo interno en la fuerza política sino también la
construcción de un intercambio sólido con la ciudadanía y las organizaciones sociales.
Para esto se definen algunas acciones concretas que van desde el diálogo con todos los
departamentos del país, el vínculo con las organizaciones de la sociedad civil, el trabajo
constante contra la impunidad de quienes cometieron delitos de lesa humanidad y una
prioridad central a las acciones de formación en Derechos Humanos.
Al decir del querido Luís Pérez Aguirre SJ (Perico) aún “somos ignorantes en Derechos
Humanos”, como una utopía en permanente construcción cuando pensamos que llegamos a
una meta vemos con mayor claridad todo lo que falta, y la imperiosa necesidad de difundir,
defender y profundizar derechos que dignifican a la persona humana.
Las autoridades de nuestro país se orientan por una concepción que toma los Derechos
Humanos por Derechos del individuo. La visión individualista permite disociar el orden
político de la violación de los Derechos Humanos. Vale decir, la escisión liberal entre derechos
individuales y orden social desvincula los derechos humanos de la política. Nosotros
sostenemos que los derechos humanos son un elemento constitutivo de la política y que, por
consiguiente, la violación de los derechos humanos es una agresión a la sociedad.
d) Por lo ataques efectuados a Fiscalía, al Poder Judicial y por los proyectos de ley que
pretenden lesionar la autonomía de los mismos. Reafirmamos la independencia del Poder
Judicial y Fiscalía. Entendemos que los dichos y gestos por parte de algunos de los
miembros del Poder Ejecutivo y Legislativo resultan agraviantes y degradantes respecto a
la calidad democrática de nuestro país. Confiamos en que el Poder Legislativo de Uruguay
preservará la necesaria autonomía e independencia del Ministerio Público.
e) La insensibilidad de las políticas económicas del gobierno nacional que llevan a la pobreza
a miles de familias y en particular a niños y jóvenes. La pobreza y la falta de trabajo son
factores que contribuyen al no cumplimiento de los derechos humanos básicos (derecho al
trabajo, salud, seguridad social, vivienda, educación, recreación) e incluso a vivir en un
ambiente libre de contaminación.
f) Las personas mayores, las mujeres, las personas en situación de discapacidad, niñas, niños
y jóvenes, personas trans, migrantes y afrodescendientes son doblemente perjudicados
por su condición de tales por esas políticas públicas que los/ las excluye y marginaliza.
g) El Uruguay de la diáspora es parte indisoluble de la sociedad uruguaya, vibra con cada uno
de sus logros y de nuestras penas, sueña con regresar y colabora económicamente para
paliar las necesidades de nuestra (su) gente. Es un debe del Estado reconocer su derecho a
decidir mediante el voto con el destino de su patria. Desde nuestro ámbito nos
comprometemos en lograr la aprobación de una ley que instrumente el voto en el exterior.
h) Las mujeres constituyen más del 50% de la población del país. Están integradas en
variados espacios laborales, pero su ascenso laboral presenta mayores dificultades y su
salario es menor por igual trabajo que el de los varones. Las mujeres tienen derecho a no
sufrir discriminación ni violencia por el hecho de haber nacido mujer. Condenamos con
toda nuestra fuerza el maltrato y el femicidio por parte de sus parejas o ex parejas, como
también el miedo constante a ser agredidas sexualmente con impunidad.
Reafirmamos:
a) Nuestro apoyo a la construcción del Memorial de las ex presas políticas, por tratarse de
un espacio necesario para la recuperación, construcción y trasmisión de memorias de
nuestro pasado reciente. Es un gran debe que tenemos como sociedad con las
compañeras que vivieron la crueldad y el salvajismo de la tortura, que en muchos casos
llegó hasta la muerte de compañeras de las que todavía hoy seguimos buscando sus
restos.
Merecido y tardío homenaje y reconocimiento a quienes fueron víctimas del terrorismo
de estado y víctimas de la actuación ilegítima del estado. Las mujeres, como luchadoras
políticas, sociales, gremiales y culturales tuvieron un papel fundamental en la
resistencia popular a la dictadura y previa a ésta.
Las compañeras fueron reprimidas en su doble condición de luchadoras y mujeres,
ilegítimamente detenidas y recluidas en centros de detención, mientras que otras
fueron asesinadas o desaparecidas por las fuerzas represivas
La construcción de este memorial en su honor es una forma de reconocer su lucha, que
no ha sido debidamente reconocida y es una forma de mantener vivo el recuerdo.
b) Nuestra convicción que la Paz es el objetivo primordial para el logro de una convivencia
democrática donde los Derechos Humanos son el rumbo.
c) Nuestro compromiso es el de proteger a las personas que sufran tortura, tratos crueles,
inhumanos o degradantes, discriminación étnico racial, violencia xenofóbica,
homofóbica y transfóbica, así como denunciar dichas violaciones y a quienes practican
un discurso de odio contra supuestos “enemigos”.
d) Nuestra certeza que toda persona tiene derecho a tomar decisiones sobre su vida
sexual y reproductiva, sobre su orientación sexual e identidad de género.
Comisión DDHH – FA
Marzo 2022