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Review
Author(s): Angel Antón
Review by: Angel Antón
Source: Gregorianum, Vol. 55, No. 1 (1974), pp. 173-174
Published by: GBPress- Gregorian Biblical Press
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/23575220
Accessed: 07-02-2016 07:14 UTC

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 GREGORIANUM, VOL. 55 (1974) FASC. I: RECENSIONES 173

A considérer ce projet d'un simple point de vue humain, on pourrait

se demander si la réduction des exigences pour l'exercice du ministère
sacerdotal serait capable de l'améliorer. Mais ce qui manque le plus à
cet ouvrage, c'est une étude sérieuse du fondement de la doctrine catho
lique concernant le sacerdoce ministériel. L'Evangile est à peine pris in
considération, et pourtant on y trouve l'appel à un ministère essentiel
à la structure mème de l'Eglise, et qui comporte l'engagement à temps
plein, pour toute la vie, de ceux qui laissent tout pour suivre le Christ.
Quant à l'évolution doctrinale dans la tradition, elle est présentée de
faqon bien peu exacte, notamment dans ce que l'auteur dit du développe
ment de la notion de caractère ou des déclarations du concile de Trente.
L'auteur a voulu venir en aide aux prètres dans un moment critique;
mais ce n'est pas en diminuant le sacerdoce ministériel et en le déta
chant de ses fondements scripturaires et traditionnels que cet ouvrage
soutiendra les prètres dans leur vocation.
Jean Galot, S. I.

Brian Tierney, Origins of papal infallibility 1150-1350. A study on the

concepts of infallibility, sovereignty and tradition in the Middle Ages,
Leiden: E. J. Brill, 1972, pp. 298.

Con la competencia, que B. Tierney se ha justamente merecido corno

especialista de las ideas conciliaristas (Foundations of the conciliar theory,
Cambridge, 1955; Pope and Council: « Medieval Studies », 19 (1957)
197-218), se propone ahora en el presente studio dar su aportación al
problema de los origenes de la infalibilidad papal. Para evitar posibles
malentendidos, que una publicación en torno a la infalibilidad puede
hoy suscitar, el autor juzga necesario advertirnos que la presente investi
gación ha sido concebida y realizada varios anos antes que H. Kiing
desencadenara el debate actual sobre la infalibilidad (Unfehlbar? Eine
Anfrage, Einsiedeln: Benzinger Verlag, 1970). Con està observación
B. Tierney se propone reafirmar su genuina vocación de historiador de
las ideas consideràndose exento de prejuicios polémicos. Pues sólamente
estudios realizados con imparcialidad histórica pueden liberar la discu
sión actual entorno a la infalibilidad del callejón sin salida donde se
encuentra prisionera.
B. Tierney se adentra en el estudio de las figuras màs representativas
del periodo 1150-1350 (Canonistas, Buenaventura, Olivi, Ockam, Terreni,
etc.) firmemente convencido que la recta inteligencia de la historia de
la doctrina sobre la infalibilidad es el presupuesto necesario para en
tender el alcance teològico del dogma vaticano de la infalibilidad. El
autor se cree autorizado a presentar sobre la base de los resultados
de su investigación una nueva explicación teològica del origen de la
doctrina de la infalibilidad.
El hilo conductor de la presente investigación nos sale al encuentro
en el punto mismo de partida con la afirmación de J. de Maiestre:
« L'infaillibilité dans l'ordre spirituel et la souveraineté dans l'ordre tem
porel, sont deux mots parfaitement synonymes » (Geneva, 1966, p. 27;
la ed. 1817). Para nuestro autor, sin embargo, las palabras citadas tienen
'
màs de paradójico que de evidente. Màs aùn, en el paralelismo inf alibi·
' ' '
tidad y soberania del papa descubre el autor una incompatibilidad
' '
intrinseca. De una parte, la soberania de una persona, corno ésta ha
sido entendida por las figuras màs representativas de este periodo, ex
cluia que el soberano estuviera vinculado a las decisiones de sus prede
' '
cesores. Por otra parte, la infalibidad en el dogma vaticano exige que
la validez de sus decretos infalibles sea reconocida por sus sucesores.

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174 GREGORIANUM, VOL. 55 (1974) FASC. I: RECENSIONES

* '
Del estudio de este binomio de conceptos infalibitidad-soberania
en el periodo llamado de los Canonistas (1150-1250) el autor saca la si
guiente conclusión: en los escritos de los Decretistas no se halla en
sentido estricto la doctrina de la infalibilidad — corno las generaciones
sucesivas vinieron a entenderla —, pues opinando corno opinaban los
Canonistas todos que las declaraciones doctrinales de un Papa podxan
muy bien ser erróneas y consiguientemente necesitaban ser corregidas,
no pudieron haber sostenido una doctrina tal sin suscitar grande oposi
ción (cf. p. 57).
A Buenaventura, que ha sido llamado « el teòrico principal de la
monarquia papal en el siglo XIII » (Y. Congar, L'Eglise de saint Augustin
à l'époque moderne, Paris, 1970, 222) le considera Tierney corno una
figura de transición. Llamado a tornar posición en las disputas fran
ciscanas desarrolló y acentuó algunos aspectos eclesiológicos, que encon
tramos también en los primeros sostenedores de la doctrina de la infa
libilidad. Buenaventura, por ej empio, se interesa por los siguientes te
mas: progreso de la doctrina cristiana, posibilidad de revelaciones fuera
de la Escritura, autenticación de nuevas doctrinas de parte del papado,
desarrollo de la potestad y soberania papal superando en este punto a
los Canonistas. Es extrafio, sin embargo, que sosteniendo la infalibilidad
de la Iglesia universal no pase a afirmar la infalibilidad de su cabeza
visible el papa.
B. Tierney presenta a continuación el dato mas paradójico de su
investigación histórica. El autor trata de demostrar en los restantes ca
pitulos de su obra, que los primeros en proponer en la Edad Media la
infalibilidad del papa no fueron movidos por un excesivo papalismo,
sino, al contrario, por el ansia de limitar el poder del papa. En realidad,
el origen de la doctrina de la infalibilidad hay que buscarlo al final del
siglo XIII en el contexto de la controversia en torno a las varias ten
dencias de pobreza franciscana. Ciertamente ha sido Pedro Olivi (1248/49
1298) el primero en formular algunos argumentos explicitos en favor de
la infalibilidad del papa partiendo del concepto tradicional de soberania,
corno éste nos sale al paso en la tradición canònica. P. Olivi propuso la
teoria de la infalibilidad del papa en un escrito probablemente del ano
1280 sobre si los católicos deben obedecer al papa en las cuestiones de
fe y costumbres « tamquam regulae inerrabiti » (Cf. M. Maccarrone, Una
questione inedita dell'Olivi sull'infallibilità del Papa: « Rivista di storia
della Chiesa in Italia» 3 (1949) 309-343).
Entre los franciscanos disidentes Tierney presenta a G. de Ockam
corno el mas representativo en recurrir a la nueva doctrina de la infa
libilidad del papa con el fin mas bien de minar la soberania del Romano
Pontifice.
Ante estos origenes ambivalentes de la doctrina de la infalibilidad se
comprende la posición recelosa de los papas de la Edad Media frente
a la nueva teoria, que podia constituir una amenaza a su soberania.
B. Tierney formula al final de su estudio sus conclusiones en tér
minos a nuestro parecer demasiado categóricos. No existen pruebas con
vincentes de que la doctrina de la infalibilidad papal forme parte de la
tradición teològica ο canònica de la Iglesia antes del siglo XIII. Son
algunos franciscanos disidentes los que por vez primera la proponen
por razones de conveniencia en sus discusiones con los papas. La investi
gación de Tierney, sin embargo, abraza un arco de tiempo demasiado
amplio para admitir sin mas que el autor pueda pronunciar la ùltima
palabra. Los autores, que defilan por estas pàginas, ofrecen posibilidades
de investigación tanto en amplitud corno en profundidad, que estàn muy
lejos de haber sido agotadas por Tierney en la presente obra.
Angel Antón, S.I.

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