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Titulo original: Derives a partir de Marx et Freud | Teaducclén: © ISBN: 84/245-0165-9 Depésito legal: M-37.807-1975 Printed in Spain, Impreso Industias FELMAR. Magnol Disefo grifico: Guadalupe Rios Indice « Deriva a partir de Marx y Freud . ¥ Preémbulo a una carta... ... .. ¥Deseo-revolucién .. *Un Marx no marxista Regalo de érganos »Principales tendencias actuales del estudio psicoana- Iitico de las expresiones artisticas y literarias ... “El lugar de la alienacién en el cambio maraista ... x Edipo judio .. : «Nanterre: aqui, ahora ... X Sobre la teoria ... ... Notas sobre la funcién critica de la obra... 2. ws... ‘ de dos textos de esta recopllacién, y les agradezco el «autorizarmes el publicarlos. Lo que precede implica esto: la plusvalia es ese poten- ial contenido en-una forma de objeto (un libro, un tejido, unas léminas de acero), aislado, detenido, cesante y atri- buido-regervado a un supuesto sujeto. No desarrollaremos aqui esta hipétesis, que supone derivar mucho més lejos todavia que la presente deriva. "Hubiera sido necesario escribir Derivas. Pero el titulo ya es asf bastante literario. + En efecto, no es una orilla que se abandona, sino va- rias a la vez; tampoco una corriente que arrastra y empuja, ni un Treiben o drift, sino muchos empujes y tracciones. ‘No es tampoco un individuo, ni un colectivo de individuos que es embarcado, sino mas bien, como-en La nave de Bosch, una coleccién'de locos, siendo cada loco una parte exagerada de un secuaz normal, investida la libido en tal Tineén del cuerpo, reunida en tal dispositive de deseo. To- dos estos fragmentos, colocados los unos .al lado de los otros (jla categoria del neben/) para un viaje sin fin, colec- 2 ci6n:de fragaiqmtos que no alcanza nunca a/unificarse por el-hecho'de ‘que deriva con su nave y de que esta deriva: da, ‘por Jy diversidad do paisajes y tiempos atravesados; Ja ventaja do la resonancia mds intensa, unas veces a un tal looo-Trieb, otras a tal otro, Tampoco um cuerpo tro ceado, puestoique no ha‘habido nunca més que trozos de cusrpos y no habré jamés un cuerpo, siendo esta colecein exrante Ja afirmacién misma del no-cuerpo. “HI phural, la coleccidn: de singularidades, he aqu{ precisarsente: lo que el poder, el kapital; Ja ley del valor,ln identided personal, cl caret de’identidad, la Universidad, la responsabilidad, Ja familia y el hospital rechazan y reprimen, For. consiguiente, deriva = en honor de estos malditos. La Odisea dislocada: que no es la polimorfia de Ulisea re. unida, totalizada en un retorno en ef, hacia sf, que seria el modelo de In dialéctica hegeliana y de todo el. pensa, miento y, préetica burguesa y socialiste. Mas bien, la.in- tensa deriva en el lugar donde se entrechocan los fragmen- tgs, en ¢l Ulises de Joyce. * Si-es-necesario enumerar las orillas de las que esta nave viene y se aleja: un cierto Freud; un cierto Marx; un pensa- miento general de la critica o de la relacién critica, que se ‘specifica en estética del derrumbamiento y en politica del cambio total; una idea de la transgresiGn, quo’partenece a la misma esfera del critico. Si tuviese que presentar estos ensayos pondriamos el acento sobre Ia idea de funcién cri- tica y su renimeia (apreciable en un collage de Bachelard, mésiapreciable ain en una reflexi6n sobre Cézanne, que ha sido necesario aplazar para una préxima recopilacién). ‘A este desplazamiento corresponde una deriva a partir de la idea de figura. Se vera que en el Bachelard, que data de 1970, figura esta ya tomado en‘el sentido de un dispo- sitivo ‘econémicolibidinal que distribuye la energfa ‘en co- métidos’y Funciones. Y este dispositivo tratamas si no de constrisilé én el sentido dé Kanstriktion freudiano en ari-' B isis, ol menos;imitarla por montaje de citas, Bs decir, afir- \ marlo. Deesta,forma la figura:no es un supuesto.accesi- Dle‘gracias a Ja, sola negacién-transgresién. de un orden, sino afirmativamente como posicién libidinal en s{ misma. Doula misma manera el trabajo de Cézanne sobre'el espacio permitiré, ala inverse, descubrir un dispositive, figural de captura y distribucién de la energia lipidinal de la obra el psicoandlisis freudiano, al aqu{, en la teoria del fantesmna y la obra-plaéstica. De aqui se derivaré més tarde hasta descubrir un amplio dispositivo libidinal; una figu- ra en el sentido afirmativo, en la misma. practica del tra- tamiento. . Doble alteracién, est dicho, tal es el trabajo de la’ obra en su funcién critica, manteniéndose en lo sensible y.mos- trando’'las -transgresiones, ‘los desvios, los desplazamien- toss: criticando silenciosamente por simple’ exhibicién el orden’ que’ supera..La inversién es-un procedimiento dife- Tente, en donde la transformacién simple (por ejemplo, la de fuerza de trabajo en Kapital), la que hace la ideologia y la alienacién, no es solamente transformada a su vez (en la afirmadién de que el Kapital es solamente la fuerza de trabajo, y.en la préctica «expropiacién de expropiadores»), sino.que exige otra dimensién, una profundidad o altura, Ja referencia a un subsuelo tedrico, a un lenguaje articulado y riguroso. No son tinicamente las funciones sociales su- perficiales Jas que cambian, sino que el fondo alcanza la superficie, toda la maquinaria del teatro socio-politico es exhibida; y es la misma polftica revolucionaria la que or- dena su prictica en un eje literalmente perpendicular al del:teatro de la «politica». El texto sobre el marxismo puede leerse como un esfuerzo'para Ievar la teorla al. mismo grado de intensidad que habia alcanzado la préctica en mayo.68. Este texto esté en abierto conflicto con el mar- xism» de Séguy, de Breznev, y también de Lenin y de Trots- ky: en deriva con relacién al mismo Marx, el Marx de la Critica al programa de Gotha, el Marx de la politica dialéc- 4 uEVa, aur : TW igicided gomo una pusota conte gl ero, icidad gomo una garantia contra el error, exactamente como en tiempos de Saanow (arn mostrarlo ‘gue, haciendo excepcién a la regla de. no recopi- age ‘que textos escritos entre 1968 y 1970, traté- de dar en un anexo una, Nota sobre el marxismo escrita durante el verano de 1956 y retirada después por falta de espacio), y era necesario combatir esta resurrec- cién del stalinismo, El Althusserismo no ha sid més, que el doble de ung antigua pesadilla reencontrado en el trans- curso de una deriva, No ha sido munca una fueren dervan te, ni siquiera un obstéculo. Se trataba solamente, 7 jar en Jo posible a los provocadores de naufragios después de mayo. Provocadores de naufragios, gentes que os hacen encallar por haber hecho relucir Ia ilusién de una tierra prometida. Si hace falta hacer un poco de historia, la deri- va comenz6 para mi a principios de los afios 50,.cuando embarqué en la nave de esos locos que editaron Ja revista Socialismo 0 ‘barbarie y el periédico Poder obrera, y que naufragaron 6 hicieron escala en los afios 64-66, después de quince de navegacién de altura. Como es costumbre, nuestra divagacién era toda sabidurfa; nos encontramos, cada uno por su lado, aproximadamente en el mismo nivel en el movimiento del 68, que nos parecia hacer,y decir en grande lo que nosotros habfamos esbozado en palabras y accionés de miniatura y por premonicién, y que invent todavia muchas més cosas bellas en las que nosotros ni si- quiera hablamos pensado. ‘Ya que hay deriva en cuanto a la posicién del autor y a la consistencia de los textos, debe -haberla también sqbre la idea y el hecho de Ia eficacia, Durante quince aos, So, cialisma 0 barbarie ha sido ridiculizada y difamada como grupisculo trotsko-anarguista de intelectuales inconsisten; 448 alejados'de’fai masas y haciendo objetivamiente el juego all efupresariado y a’ las clases dirigentes. Leamos de nus- Yo, entre’ otras, ia’ polémica de Sartre‘contra Lefort, que bastante bien, en un escritor de talento'y de cora- z6n retto, todo lo'que el stalinismo ambiente podia suge- wir a‘la'sizquierda> inteleptual a propésito de nuestra na- vegacién. Y-de hecho, a Dios gracias, nosotros no tenfamos ninguna eficacia. Pero'eran las cosas las que derivaban y se mostraban eficaces, y fueron «los jévenes» los que dijeron e hicieron cosas diferentes; ante las que los partidos y gru- Ptisculos organizados en partidos se mostraron impotentes; 2 la lur'de las cuales su eficacia se revelé repugnante. No hay eficacia revolucionaria,' porque Ia eficacia es un con- cepto y una préctica de poder contrarrevolucionaria en su Principio'mismo. Hay una percepcién y una produccién de palabras, practicas, formas, que pueden ser revolucionarias sin garantia si son‘lo bastante sensibles para derivar ‘segin las grandes corrientes, los grandes Triebe, los flujos mayo- Tes que vendrén para desplazar todos los dispositivos posi: bles y cambiar la nocién misma’de operatividad. Decir esto implica, entre otras cosas, evidentemente, que nadie, ningin sujeto, ningwin grupo o partido, puede atri- buirse legitimamente los méritos de esta sensibilidad océa- no-sismo-gréfica; y si una organizacién llega hasta el extre- mo de crear no una receptividad, sino una accién transfor- madora, una accién de forjar, de incorporar, de crear, es Por una alteracién; en la que estd todo el secreto (de poli- chinela) de la alienacién politica, y que contiene toda la Faranoia del poder. Sin duda, es completamente instil batirse por la consis- tencia de un discurso y una practica’ politica, filoséfica, ar- gumentando contra la inconsistencia del discurso politico, flloséfico, del adversario. Los locos embarcados en Socia. lisnia 6 barbarie se batieran terriblemente. Fue initil por- que, indirectamente, semejante batalla es todavia una ba- 6 1 Haria falta que esta deriva fuese!més alld del fondo en ¢l.que arbitrariamente la detiene este libro. Si no hay que aftadir fe a la razén que alberge en las manos del totalita- rismo climatizado de este fin de siglo tam'raciocinador, no hay que.dar tampoco confianza a su gran herramienta, su gran resorte, su reserva'de progreso infinito, su negatividad fecunda, su dolor y su trabajo; es decir, a la critica. Es.ne- cesario:decirlo con claridad: no es verdad que,una posicién Politica, filoséfica, artistica, sea. abandonada. porque esté -ssuperaday; no es verdad que la experiencia de una posiein signifique inevitablemente el desarrollo hasta el agotamien- to de-todo su contenido'y, por consiguiente, su conversién en otra posiciéa en la que esté conservada-suprimida; no es verdad que en la experiencia y en el discurso la.defeasa de una posicién se acompafie necesariamente de su critica y conduzca a ocupar una posicién que contenga negativa- ‘mente a la primera, superéndola. Esta descripcién, que es Ia de la dialéctica del espiritu en Hegel, es también la del eariquecimiento del kapitalismo en Adam Smith, la visién de.Ja vida del buen alumno;,y también la gruesa cuerda a a que los peleles de la vida politica. cuelgan sus promesas de felicidad y can la.que nos ahorcan. En semejante lectura se alvida a un cierto Freud; aquel que osé escribir que una carga no es nunca abandonada por la libido por otra mejor; que: hay: més bien carga de tal. region del cuerpo (= del aparato siquico, decia Freud) y de tal otra; y que las dos, no pensables, son, al-menos, posibles; que la wna ignora la 7 ‘otra; que.una :y: otra gon, por consiguiente, operatorias; que su: eficacia no-es lp de los niveles (por ejemplo, de ni- ‘eles semiolégicos o de niveles epistemolégicos) diferentes, desglosados, para:la comodidad del andlisis; sino que es Ja.imisma:energia, del mismo. nivel, depositada al mismo tiempo, en el mismo lugar, pero produciendo productos di- ferentes, Por. ejemplo, la celosia centrada en Ja envidia del ene, el masoquismo anal, el sadismo del clitoris, tres efeo- tos copresentes de los vagabundeos de la libido en el cuer- po de las mujeres analizadas en Ein Kind wird geschlagen, si greemos a Freud. Lo que la dialéctica olvida es que hay olvido, y que el-olvido es que todo sea conservado, la me- moria que consiste en; seleccionar. . Ahora bien, ‘la actividad critica es una actividad de se- Teccién: stal experiencia, tal declaracién, tal obra; tal.inicia- tiva politica, tal postura libidinal, es exhibida en su insufi- siencia, denegada; bajo el éngulo de su limitacién y no de su afismacién; en desafio con el objeto de deseo del eritico, ‘es decir, con Ia infinitud, la universalidad, la necesidad. Se- ¥4 adshitida o rechazada, o las dos a la vez, en el mejor de los casos. Admitida porque el critico tiene necesidad de ‘objetos para poder quejarse (como.el profesor de alumnos o.el sindicato de obreros); rechazada porque ningin objeto esté a la altura requerida. La seleccién-es una labor infi- nita; como cuando se entra en una ciudad desconocida y se siguen las flechas-que sedialan el Zentrum, el centro de Jacciudad, hasta que dejan de existir, y la ausencia de sefia- Jes. indica, que:se.esta en el centro, aunque no se esté. De ‘Ja misma manera, la vida criticoselectiva del funcionario sigue las flechas; pero una vez en la cumbre, esté en ella "sin estarlo. Porque no. existe cumbre:alguna para el deseo de poder. Actividad de negacién. Esta actividad es profun- damente racional, .profundamente conforme con el siste- ™ma, profundamente reformista. El critico permanece.en la ‘esfera.criticada, le pertenece, no supera mds que un tér smino de posicién, no la posicién de los términos. Y profun- 18 damente, jerdsquiga. zDe dénde obtiene el.critico la fuerza. sobre.o, cxiticada? zAcso sabe mejor? Es el profesor, educadar? ¢Es entonces la universalidad, Ja universidad: el.~ Estada; Ja, naturaleza, Ja singularidad,. la. ciudad inclinén- dose sobre la infancia, el sospechaso,.para.elevarlo hacia’ s{? ¢B1 canfesor.y Dios ayudando al: pecador. a salvarse?, Este xrefoymismo de la identidad de esfera hace muy. bue: ‘nas migas con la perfecta conseryacién de la relacién auto~ ritarig..Se.syltiplican, sin salir de.ellas, las. alteraciones y las reformas. En toda esta maquinaria de taller. de repara~ Clones, existe un sordo privilegio dado.a la actividad. trans-. formadora,'y esto es lq que han perdido todos los grupos y- grupisculos revolucionarios izquierdistas, contestatarios y otros.;Se:muestran machos, herreros, activos. Pero es la misma idea de eficacia que reina entre los patronos, gran. des burdcratas, capataces de negocios y de hombres, ofi- ciales. No. digéis. que nosotros, en su contra, sabemos 16 ue desean las emasas».(objeto.criticado). Nadie lo sabe, ni siquiera, gllas, mjsmas. Porque el deseo no es objeto de sa~ ber ni de poder, Bl que pretende saber eso es el: educador, i el cura, el principe. Nada cambiaré si vosotros, que os ha- céis servidores del deseo de las masas, actudis conforme a vuestro supyesto saber y toméis su direcaidn, eDesde dén~ de 0§ criticdis? cAcaso-no. veis que criticar'es todavia sa~ ber, saber: mejor? ¢Que la relacién critica esté inscrita to- davia en la esfera del conocimiento, de la toma de «concien- ciay y, por lo tanto, de-la toma del’'poder? —- Es necesario derivar fuera de la eritica. Mejor dicho: La deriva.¢s en st misma el fin de la critica, He titulado este libro, abiertamente centrado en la relaci6n critica, ‘Deriva, para acentuar, al.menos, que la importancia no es esta re- lacién Idcida, sino su desplazamiento ligero, su decrepitud’ insensible; su, por lo, tanto, inconsistencia. Y.el hecho de que para: poder hacer esta recopilacién de-textos es,’ sin duda, necesario no estar allf donde encuentran su aparente. unidad, 1p es Entre una posicién-y'otra hay desplazamiento; no supe- racién; deriva’ y no critica; scontecimiento y no-negativi- dad. Si-Socialismo.o.barbarie tuvo importancia no fue por haber: criticado dialécticamente y superado las posiclones de los politicos. burgueses, estalinistas y trotskistas,- sino por derivar del mismo lado (de los-mismos lados) que se derivaba en la sociedad:moderna a través del mundo. El deseo que -da forma y"mantiene a las instituciones se ar ticula en dispositivos que son cargas energéticas’ sobre el cuerpo, sobre'el lenguaje, sobre la tierra y la ciudad, sobre Ia diferencia de los sexos y las edades, etc. El kapitalismo ¢3 uno de estos. dispositivos. No hay nada en él, ninguna dialéctica que le-canduzca a ser.superado en el socialismo. El socialismo,-es.evidente en la-actualidad, es idéntico al kapitalismo. Toda critica, lejos de superar a éste, lo conso- Hida. Lo que lo destruye es la deriva del deseo, la pérdida de carga; no allf donde la buscan los economistas (la re- pugnancia de los kapitalistas investida), sino la pérdida de carga libidinal en el sistema del kapital y todos sus polos. Para millones de j6venes (aproximada e independientemen- ta.de sif clase de origen) en el mundo, el deseo no se carga en el dispositive kapitalista, sino’ que no se reconocen y no se:conduicen como. fuerza de trabajo. a valorar en funcién del cambio, es decir, del consumo. Aborrecen lo que el ka- pital insiste en amar trabajo, vida moderna, consumo; todos los «valores». de'nacién, familia, Estado, propiedad, profesiGn, educacién. «Valores» que perciben como otras tantas parodias del tinico valor, el valor de cambio. Esto es-una deriva a escala de la civilizacién y del mundo. Ninguna superacién en lo.dicho. En un sentido no es més que la realizacién’del kapital; que no es de ninguna mianera progreso, educacién,’paz, prosperidad, humanismo, sino. simplemente circulacién de energla regulada por la ley.de-la propiedad y el principio de extensién de sus cir- ‘cvites. Lo que la nueva generacién realiza'es el escepticis- mo del kapital, su nihilismo. No hay cosas, no hay perso- 20 nas, ag:hay frontasas, po hay saberes,.no hay cmeacias, no hay. razonas de vivir/morir. Pero este nihilismo ¢s al. mismo tiempo la afirmacion més completa. Contiene Ja liberacién potencial. de las pulsiones por relacién’ a la ley del valor, Por relaci6n.a,tedo sistema de conservacién de las. propie- dades destinado a imponer la conservacién de los términos de cambio y, a 44 vez, del cambio mismo, como una «nece- sidad de, higrpos, La religion de la necesidad no alimenta Unicamente loa, pensamientos melancélicos y altivos de los grandes buré¢ratas mundiales, alimenta el, espfrity «cient{- fico. Sus. rituales .compulsivos se. localizan en Freud, en Spineza, en Mars, quiz hasta en Nietzsche, Bs lo que queda por destruir. Si es atacada la creencia en la necesidad, es al resorte mismo del kapital, a la pretendida necesidad en la igualdad en valor de términos de cambio, contra la que ird, el golpe. En su prctica, la joven generacién anticipa esta destruccién, Es, frecuente que se conduzca y. piense sin considerapién por Ja equivalencia, que tome como tinico guia la intensidad afectiva y la multiplicacién de la poten- cia libidinal, en lugar de tener en cuenta la rentabilidad. Est e5 afirmativo més que critico, esto puede hacerse muy bien fuera de toda critica, en'una especie de silencio (en el sentido de Cage) que odes © ee tbieal eal a Do.eata manera, otro dispositivo libidinal, todavia nebu- *Aficll de dayingulr, c,coloca en tuna relacion no dia, Igctjga, no critica, no posible con.el kapital. No hay necesi- dad engendrada por este ultima que no haya sido en la so- ciedad rural-corporativa y religiosa de la Edad Media, que engendré la sociedad mercantil y racionalista del Renaci- de la edad clasiea, Y no hay necesidad que predo- re el kapitalismp, Hace falta concebir la emergen- cia de; estos dispositivos, en, el cuerpo social de la misma manera,ave Jag eargas de la libido en el cuerpo erético: incompatibles, aleatorias, simulténeas, discontinuas.. ., . Lo que, precede no pertenece a esta deriva que es @.par- tir.de Marx, y.Freud, sino a aquella que la continia-discon, 21 tinda, ‘deriva a partir.de esta deriva. Pero es'agradable y ", justo‘que un trozo de lo que ird-después sea mezclado con Jo-que-estaba-antes. La ides: afirmativa del ‘dispositivo es, Jo-tepito, lo que falta en casi todos estos ensayos. La cate. gorfa de'la figura‘permanece aqui prisionera de la red del Pensamiento negativo, nihilista. : “Todos estos ensayos pueden ser tomados como exten- siones y andamios de Discurso, figura,’ carnets de arqui- tecto 0 protocolos de verificador (falsificador dicen, mas justameate;’ los: anglo-sajones). Tener en cuenta que la de- iva misma es lo que Freud llama pulsiOn de muerte, y que se encuentra aqui, paralelamente, como -indicacién final. Derivatio no es'en absoluto dejar ung orilla, sino des- viar un rivus, un cauce, una fluidez. Esto conduce a otra parte que allf a donde'fbamos. {Qué placer si ripa derivase de rivus; si fuese el arroyuelo quien determinara la orilla! Eborde del arroyo, del océano, se desplaza con él. ““Esthétique en’ francés-marxista es més bien una injuria, Por donde vemos fa pertenencia de esta lengua a la de la burguesta:' desprecia por el arte como diversién, por el artista como polichinela, por los problemas estéticos como falsos problemas’ haciendo ‘caso omiso a los verdaderos; todos estos asuntos formales vistos como irrealidades su, perestructurales:' Y alimentando este desprecio, el rechazo activo de las intensidades afectivas con el pretexto de que una tela de Rothko, una misica de Cage, un film de Baru- chello no sirven para nada, no son eficaces, se trata de eli- tismo, no hacen més que alimentar la dominacién cultural de la’burguesfa, Ahorremos a esta pretendida critica de clases la vergtienza de mirar verdaderamente las obras 2 las‘ que ha dado garantla (recuérdese el pabellén’de la U.R.S.S,, los Giardini de Venecia). Hablo aguf a las gen- teS para las-que la posicién del partido bolchevique entre 1918 y 1930, frente'a las corrientes més audaces de la época (el: Opoiaz,:el futurisma,.la L.E.F), no fue solamente’es- candalosa,sino'tambiéa reveladora. Testimoniaba la misma sospecha de las:formas' y el mismo confiado:desprecio en las, amasas» que slimenta ‘chalquier clase dirigente, -y\ el mismo-uso dela idea de eficacia en’ a influencia directa de las susodichas masas (su «educacién»). Desde 1919 pro- metia la consolidacién dél poder, viejo poder. ocupado aho- ra por los j6venes bolcheviques, y. por consiguiente, el pe sadq adormecimiento de: toda. esta prodigiosa: aventura. Esta observaci6n puede. generalizarse. Sucede siempre en las artes; tanto.en teatro como en pintura, o en miisica,,o en cine (aunque éste esté més directamente situado en la rbi- ta del kapital), alguna casa que siempre lleva a su incandes, cencia lo que la sociedad cuece ocultamente, La regién de irrealidad en la que las.formas se abrazan, es depresivo y nihilista, yerla. Gnicamente como un campo de concentra; ign, 9 como un confortable, asilo. de irresponsables, social- menie,neutra y politicamente nyla. Es necesario comp: Sh alcene Sata realidad: que el echoso 3 ln repre dad salcange esta, ixrealidad; que FI i de Jas intensidades libidinales por lo pretendidamente se, rio, cualidad exclusiva de la paranoia kapitalista, sean su- primjdas en todo lugar, Y muestran cémo hacerlo,. traba, jando,y haciendo estallar los obstéculos més elementales, aquellos que oponen al deseo el Node la pretendida reali- dad; la; pergepcién de los tiempos, de los espacios, de los colores, de los. yolimenes. Construyen trozos de cuerpos abandonados a su vaga: bundeo, a su pptencia de intensidad libidinal, y fragmentos de objetos, de superficies, de duraciones, de espesores, de distribuciones crométicas y tonales, secuencias, con las cuales algo como el gocemuerte puede llegar. Piensan que nada es serio. Juzgan lamentable y miserable la apariencia seria de los poderes del kapital, su «realidad» engendrada a fuerza de miedos irreales. Desconfian de los politicos, de su pretensién a lo universal heredada de los filésofos, y de 23 4, Pero esta ccuacién de Adorno (que no habia lefdo en la {Poca ‘de estos ‘ensayos) no-es todavia lo suficientemente derivante. Bl arte no es, en Ia ffbrica de la eritica, un taller de herramientas. Las corrientes mAs modernas, abstractee aucricanos; pop e chyperrealistas», en pintura y escultura, miisicas pobres y concretas (Ia de Cage sobre todo), cores, graffas libres (las: de Ci }, teatro de intensidad Gexiste?), sitéan al pensamiento eritico, a la dialéctica no- gativa, ante un considerable desafio: producen obras afir. te dcobaenticas. Verifican esta nueva'posicién del de- a ‘apuntar en sus rasgos mis elementa- les. El filésofo y el politico (éste que leéi i querido contentarse, Ia haces ees Octubre de 1972. PREAMBULO A UNA CARTA* ~ El punto de partida de nuestra lucha en Nanterre ha sido el rechazo de la reforma Fouchet (noviembre de 1967) y la'afirmacién préctica del derecho de expresién politico en la‘Facultad-(22 de marzo de’ 1968 en adelante). De ahora en adelante, la realidad social, y la funcién que en relacién con ella cumple la Universidad, serén objeto'de una critica y ‘contestacién’ permanentes.-Tendremos que cambiar en todo ‘lo posible toda la institucion universitaria y las fun- ciories que la-clase dirigente y las represiones’ mis interio- rizadas le‘hacen cumplir, cori el objeto de hacer de ella un lugar en el que se elaboren los medios de comprensién crl- tica y de expresi6n de la realidad. La reapertura del 68, en Nanterre no serd una vuelta a la normalidad; lo normal era Ja opresién cultural. No queremos «hacer funcionar la Fa- cultad> simplemente. ¢Para qué?, gcon qué fines? Sino que deseamos criticar, reconstruir Ia institucién, determinar ld orientacién que queremos darle a nuestro trabajo, poner 4 punto un programa de este trabajo y realizarlo. 1} Este texto fus presentado al Comité de accién de Ja Facultad de Nanterre y aprobado por los miembros presentes (mediados de junio de 1968). Publicado en Esprit, nim. 373, agosto-septiembre 1968. 25 I. Mayo 1968 1) Laccrisis abierta en mayo de 1968 no es una «crisis»: nos hace entrar en un nuevo perfodo de la historia. Lo que 8 puesto en evidencia y violentado por la critica y Ia Ie cha no es tinicamente el régimen politico, sino el sistema social; y no solamente la propiedad privada del capital, si- no la organizacién completa de la vida, todos los «valores» que las sociedades modernas, sean del Este o del Oeste, utilizan o fabrican, imponen o insimian, para desarmar el deseo. Si no se ye esto con claridad, no se ha comprendido nada de nuestro movimiento. Lo que ha estremecido al pafs hasta dejar vacante el poder no es el espfritu de reivindi- cacién, no es la voluntad de. una renovacién politica, sino el:deseo de otra sociedad, de otra cosa, de otras relaciones entre Jos hombres. La fuerza de este deseo ha sacudido el edificio de la explotacién, de la opresién y de la alienacién. Hex dado miedo a todos los hombres, a todos los organis- ‘mos, a todos los partidos, interesados de lejos o de cerca en el poder. ¥ es a esta fuerza a la que pretenden rechazar Por todos los medios. Y no terminaran de pretenderlo. 2) La opresién politica del ciudadano, la, explotacion socio-econémica: del trabajo, han sido denunciadas en ‘pa- labras y en actos. Pero el movimiento ha atacado. con el mismo Vigor la alienacién cultural. De esta forma ha lleva- do la critica revolucionaria a todo espacio en el que, las clases dirigentes modernas han extendido su influencia. En la, Universidad, por encima de las viejas relaciones de je- rarquia, Ja erftica s¢ toma en serio la exterioridad del saber con relacién a Ja vida, su connivencia con el poder; en la sociedad, al monopolio del conocimiento por una clase so- cial, a la mercantilizacién y desproblematizacién de la in- formacién distribuida a las otras clases, al ofrecimiento de objetos culturales que favorecen identificaciones no con- troladas por el sujeto y controlables por el poder, a la ex- clysién de las clases trabajadoras de los medios de com- 26 ‘peeasiGn y de, expresién: Lo. que el movimiente quiere.des- -tovir.¢s, la.aeparacién dela cultura y. la experiencia, social (la division entre trabajo. intelectual y trabajo. manual); ¢s, también, I, saparacion entre la decisién y Ja prictica (la division entre dirigentes y ejecutantes); ¢s, por.iltimo, la difamacién y. Ja recuperacion de la fuerza creadora. +3). Nuastra. critica.no es tinicamente verbal, es critica préctica:..bloqueo ofensivo de la institucién. universitaria y:su. desvio;eon fines revolucionarios, combate fisico con- tra el.orden. pretendido, transgresiones. En sus formas de lucha, el movimiento hace evidente la debilidad del sistema en su conjunto.'Aviva la lucha de los trabajadores amor tiguada y enlazada en formas legales y verbales que le im- pone el sistema. A la violencia continua de la opresién en las empresas, en los ocios, en las familias, en las institu- ciones denominadas de educacién, opone la libertad de ha- blar en igualdad, la ridiculizacién de la jerarquia, el coraje de'plantear sin temores todas las cuestiones,’ la destruc- cién de la soledad forzosa, el encuentro con la iniciativa. Nuestra violencia consiste en reestablecer la palabra y el gesto expresivos; la violencia de enfrente consiste en recha- zarlos. Que se haga proceso a nuestra violencia es, sim- plemente, chistoso, 4) El cardcter radical y préctico de la critica despierta un,eco en los: trabajadores, especialmente en los jévenes. La contestacin empieza a salir del ghetto universitaio, la erftica de la alienacién cultural a reconciliarse con la de la explotacién socio-econémica y opresién politica. Se for- ma un embrién de unién entre la lucha de los trabajadores y la de los estudiantes. En opinién del adversario, es débil para derrumbarla. Es formidable si se compara con el ais- lamiento y la desesperacién que reinaban en la lucha de clases antes de mayo 1968. 5)‘ El porvenir de la revolucién en marcha depende por completo de! fortalecimiento de la unién entre estudiantes y obreros. Los estudiantes aportan a la lucha su denuncia ‘cultura. yi los valores; aislados, spor él: sistama, Nada impide a la clase dirigente wel espectéculo de la revolucién cultural. Los traba- jadores ae ‘su experiencia y su denuncia de la explo- de produccién. Por esto, su desercidn del campo de la clase dirigente puede asumir una importancia decisiva, ,, © Para realizar esta unién, el movimiento no debe de- Jarse intimidar por la difamacién, venga ésta de donde Yantai no debe, sobre todo, desarmarse en el interior por Ja autocensura. Que se ngs trate de provocadores y aven- tureros‘no mereceria ni un segundo de atencién si el insulto no énmascarase una peligrosa tentativa para separar el mo. vimiento ‘estudiante del movimiento obrero, y mantener gste ultimo en el orden social y politico establecido. Debe- mos replicar consolidando nuestra unién con los trabaja- dores sobre la base de una critica de este «orden» en su conjunto. Pero la-unién no es la subordinacién: ni de los trabajadores a los estudiantes ni tampoco de los estudian. tes a los trabajadores. El movimiento estudiantil aporta Ja revolucién una dimensién que el movimiento obrero, tal como esté, haba perdido. Es algo més que un detonador en la lucha de clases; es un elemento constitutivo en la teo. ria y en la préctica, Porque el problema planteado por las Sotiedades modernas no es solamente el de la supresin del patrén como propietario del capital, sino el de la sepa Tacién entre dirigentes y ejecutantes. Situando en primer plano este problema, el movimiento estudiantil ha mostra- do.que,este punto del programa revolucionario, que pre- senta, el cont sata . eFicas. a, moderaas. TT.’ La FACULTAD 1) La Facultad no es una institucign independiente consagrads a la elaboracjén y transmisién del saber en a na Sorigdad como Ja nutra, que np puede subeistir mi Gu violentando sin cesar Ia integracién completa de todas sus funciones, no sabria mantenerien su seno una zona de libre congcimiento y libre expresién. La Facultad esta si- juada al amparo de dos grandes operaciones proyectadas fobre los medios de comprender y los medios de expresar set su manipulacién y su recuperacién. Manipulacién, la Fauld de Letras muertas; recuperecion, la ested de elaciones humanas. Para la primera, la inteligencia Inventiva son desviadas de la préctica hacia el fetichismo de las obras hechas en el pasado, de lo que esté estableci- do; para la segunda, estén empleadas en condicionarse para la fuerza del trabajo y la elevacién de su rendimien- to, La manipulacién hace al erudito; la recuperacién, al ex- perto, Toda la imaginacién de la que es capaz Ja clase diri- gente no puede ir més allé de esto: procurar que la Facul- tad produzta expertos mejor que eruditos. As{ era el plan Fouchet, 2)" No solamente los medios de comprender y expre sarse estén reservados a unos pocos, sino que, de hecho, cesan de ser medios de inteligencia y de creacién, se con- vierten en cultura separada,aislada, en Ia deleciacién o en la eficacia, extraviada. El hecho es que la expresin y la inteligencia estan abocadas,.a menudo, a encontrar su co- mino fuera de la Universidad. Seria indtil democratizar la Universidad si quedase intacta la alienacin del espiritu 29

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