Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Erase una vez una familia de cerditos que crecía y crecía porque cada año nacían
más y más cerditos.
Como ahora había tantos, un día la madre llamó a los tres mayores cuyos nombres
eran Pombo, Golli y Fonfón y les dijo:
“Queridos hijos, ya no tenemos sitio para vosotros. Además, ya tenéis edad
suficiente para que salgáis a recorrer el mundo. Buena suerte”.
Il était une fois une famille de petits cochons qui grandissait et grandissait car
chaque année de plus en plus de petits cochons naissaient.
Puisqu'ils étaient maintenant si nombreux, un jour la mère appela les trois aînés
qui s'appelaient Pombo, Golli et Fonfón et leur dit :
"Chers enfants, nous n'avons plus de place pour vous. De plus, vous êtes assez
vieux pour que vous sortiez pour parcourir le monde. Bonne chance".
Los tres emprendieron su camino, pero a pesar de ser mayores, estaban asustados
porque el mundo les resultaba misterioso y, además, la noche era oscura.
Caminaron y caminaron hasta que un día llegaron al bosque más tenebroso que habían
visto, donde llovía, nevaba y soplaba el viento al mismo tiempo.
Era el hogar de los lobos.
Les trois se sont mis en route, mais bien qu'ils soient plus âgés, ils avaient peur
parce que le monde était mystérieux pour eux et, de plus, la nuit était noire.
Ils ont marché et marché jusqu'au jour où ils sont arrivés dans la forêt la plus
sombre qu'ils aient jamais vue, où il pleuvait, neigeait et le vent soufflait en
même temps.
C'était la maison des loups.
Tous les trois tremblaient terriblement. Soudain Golli, le petit cochon, vit un tas
de paille et dit à ses frères :
"Je construirai une hutte avec cette paille!"
Il se mis au travail, mais il y avait très peu et la cabane allait être trop petite
pour eux trois, alors les deux autres frères ont continué à marcher.
Cien pasos más adelante, Fonfón vio una pila de leña y dijo:
“¡Construiré una cabaña con esta leña!”.
Pero como no había suficiente para una cabaña grande, Pombo siguió su camino.
Doscientos pasos más adelante, el cerdito vio un montón de ladrillos que alguien
había tirado y con ellos construyó una casita.”
El viento soplaba, soplaba, y resoplaba, pero los tres cerditos estaban a cubierto.
Por fin la tempestad cesó, dejando un gran silencio.
Un silencio de lobos.
De un momento a otro, fuera de la cabaña de paja se oyó una voz:
“¡Eh, tú, en la cabaña! ¡Abre la puerta!”.
Golli se asomó y vio a un lobo.
“¡No, no te abriré!”
“¡Pues entonces soplaré!”
Le vent soufflait et soufflait et soufflait, mais les trois petits cochons étaient
à l'abri.
Enfin l'orage cessa, laissant un grand silence.
Un silence de loups.
D'un instant à l'autre, à l'extérieur de la cabane de paille, une voix se fit
entendre :
« Hé toi, dans la cabine! Ouvre la porte!".
Golli se pencha et vit un loup.
« Non, je ne t'ouvrirai pas !
"Eh bien alors je vais souffler!"
El lobo sopló violentamente y la cabaña salió volando. Golli apenas tuvo tiempo de
correr a la cabaña de Fonfón y cerrar la puerta tras de sí.
“¡Eh, vosotros dos, abrid!” gritó el lobo.
“¡No, no te abriremos!”
“¡Entonces soplaré otra vez!”
El lobo sopló terriblemente y la cabaña de madera salió volando.
Golli y Fonfón corrieron a casa de Pombo. Entraron y cerraron la puerta tras de sí.
Pero, desde abajo, Pombo oyó el ruido de sus pasos y susurró a sus hermanos:
“¡Rápido, id a coger un poco de paja y de madera! ¡Mientras, haré creer al lobo que
estáis aquí!”.
Los dos tenían miedo pero, poco a poco, salieron de la casa para recoger la paja y
la madera de las cabañas que el lobo había destruido.
Mais, d'en bas, Pombo entendit le bruit de ses pas et murmura à ses frères:
«Vite, va chercher de la paille et du bois! En attendant, je vais faire croire au
loup que vous êtes là!»
Les deux avaient peur mais peu à peu ils quittèrent la maison pour ramasser la
paille et le bois des cabanes que le loup avait détruites.
Mientras, en la casita, Pombo dijo con su propia voz: “Le hemos dado una buena
lección al lobo, ¿eh?”.
Luego, imitando la voz de Golli, exclamó:“¡Así es! ¡Ha soplado y soplado, pero la
casa no se ha derrumbado!”.
Finalmente, imitando la voz de Fonfón, dijo: “Bien, ahora que estamos a salvo,
¡vamos a dormir!”.
Luego se quedó en silencio.
El lobo, que estaba arriba escuchando en el tejado, pensó: “¡Eso es, id a dormir!
¡Ya veréis como os despertaréis en mi barriga!”.
Y empezó a deslizarse por la chimenea muy despacito.
Pendant ce temps, dans la petite maison, Pombo dit de sa propre voix : «Nous avons
donné une bonne leçon au loup, hein?
Puis, imitant la voix de Golli, il s'exclama : « C'est vrai ! Il a soufflé et
soufflé, mais la maison ne s'est pas effondrée!»
Enfin, imitant la voix de Fonfón, il a dit : "D'accord, maintenant que nous sommes
en sécurité, allons dormir!"
Puis il se tut.
Le loup, qui écoutait en haut sur le toit, pensa : « Ça y est, va dormir! Tu verras
comment tu vas te réveiller dans mon ventre!»
Et il a commencé à glisser très lentement dans la cheminée.
En ese momento, Golli y Fonfón llegaron con suficiente paja y leña que Pombo puso
en la chimenea. Cuando la bestia estaba a mitad de camino, los cerditos encendieron
el fuego. Las llamas crecieron tanto que quemaron al lobo, que chilló con fuerza y
murió asado.
Desde ese día, los cerditos vivieron seguros y contentos en la casita de ladrillo.