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Cycle 4

Thème culturel: Langages

Documents:

1. Antonio Machado, “Mi padre”, Soledades, en Poesías completas, ed. Manuel Alvar,
Madrid, Espasa Calpe, 1991.
2. Gabriel Celaya, “Biografía”, Itinerario poético (1973), Madrid, Cátedra, 2004.
3. Raquel Martos, Los besos no se gastan, Barcelona, Espasa, 2012.
4. Juan Acevedo, Caricatura
5. Pablo Picasso, Maternidad a orillas del mar (1902): https://pablo-
picasso.space/periodos-de-picasso/periodo-azul-de-picasso (consulté le 26/10/2021).
6. Carmen Martín Gaite, Los parentescos, Barcelona, Anagrama, 2000.
7. Pablo Picasso, Maternidad (Madre e hijo, 1901):
https://www.pablopicasso.online/maternidad-de-pablo-picasso-2/ (consulté le
26/10/2021)
8. Antonio Machado, “Soneto IV”, Sonetos, en Poesías completas, ed. Manuel Alvar,
Madrid, Espasa Calpe, 1991.
9. Bartolomé Esteban Murillo, Abuela espulgando a su nieto (1660-1670), Óleo sobre
lienzo, 147 x 113 cm, Bayerisches Nationalmuseum de Múnich (Alemania):
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/29/Murillo_anciana_despiojando.j
pg (consulté le 26/10/2021)
10. Rafael Alberti, “La encerrada (fragmentos)”, El alba del alhelí (1925-1926), en Obras
completas. Poesía I, Barcelona, Planeta, 2003.
A) Parmi les documents du corpus, vous en retiendrez quatre, dont obligatoirement les
documents 1 et 2. Vous en proposerez une analyse critique, puis vous les mettrez en
relation en précisant comment ils s’inscrivent dans le thème « langages » du programme
du cycle 4 du collège.

B) Les quatre documents sélectionnés serviront à l’élaboration d’une séquence


pédagogique prévue pour un nombre de séances raisonnable et adapté au niveau de la
classe destinataire.

1. Après avoir déterminé à quelle clase vous proposeriez cette séquence, vous
indiquerez la thématique et la problématique retenues, ainsi que le projet
pédagogique que vous souhaiteriez mettre en place. Vous justifierez vos choix.
Vous préciserez comment ces documents pourraient participer au
développement des compétences culturelles de l’élève, et contribuer aux
objectifs généraux de formation et d’éducation assignés à la discipline.

2. Dans le document 2, vous identifierez le ou les faits de langue soulignés ; après


les avoir décrits et en avoir présenté le fonctionnement et les valeurs en contexte,
vous démontrerez en quoi ils facilitent l’accès au sens ; vous déterminerez
comment et selon quels objectifs les intégrer à la séquence. Vous pourrez
enrichir votre démonstration d’éléments relevant du même système et présents
dans les autres documents que vous aurez sélectionnés.

3. Vous préciserez et justifierez l’ordre dans lequel vous proposeriez ces


documents aux élèves pour atteindre les objectifs (culturels, linguistiques et
éducatifs) que vous vous êtes fixés.

4. Après avoir déterminé les activités langagières envisagées, vous détaillerez les
stratégies pédagogiques mises en œuvre pour permettre aux élèves d’accéder au
sens des documents et de l’exprimer.

5. Vous direz comment vous envisagez d’évaluer les acquis des élèves tout au long
de ce parcours pédagogique.
Document 1

EN EL TIEMPO
1882-1890-1892
MI PADRE

Ya casi tengo un retrato


de mi buen padre, en el tiempo,
Pero el tiempo se lo va llevando.
Mi padre, cazador – en la ribera
del Guadalquivir ¡en un día tan claro! –
es el cañón azul de su escopeta
y del tiro certero el humo blanco.
Mi padre en el jardín de nuestra casa,
mi padre, entre sus libros trabajando.
Los ojos grandes, la alta frente,
el rostro enjuto, los bigotes lacios.
Mi padre escribe (letra diminuta–)
medita, sueña, sufre, habla alto.
Pasea –oh padre mío ¡todavía!
estás ahí, el tiempo no te ha borrado.
Ya soy más viejo que eras tú, padre mío, cuando me besabas.
Pero en el recuerdo, soy también el niño que tú llevabas de la mano.
¡Muchos años pasaron sin que yo te recordara, padre mío!
¿Dónde estabas tú esos años?

Antonio Machado, Soledades (1898-1907)


Document 2

Biografía

No cojas la cuchara con la mano izquierda.


No pongas los codos en la mesa.
Dobla bien la servilleta.
Eso, para empezar

Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece.


¿Dónde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes?
Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero.
Eso, para seguir.

¿Le parece a usted correcto que un ingeniero haga versos?


La cultura es un adorno y el negocio es el negocio.
Si sigues con esa chica te cerraremos las puertas.
Eso, para vivir.

No seas tan loco. Sé educado. Sé correcto.


No bebas. No fumes. No tosas. No respires.
¡Ay, sí, no respirar! Dar el no a todos los nos.
Y descansar: morir.

Gabriel Celaya (poeta español, 1911-1991), Itinerario poético (1973)


Document 3

LUCÍA
18.10. Frente al armario.
Voy a estrenar mi jersey nuevo para ir a casa de Eva. Es rojo, estrecho por arriba y ancho por
abajo, como una campana. Y debajo llevo otro finito de cuello alto. Mi padre dice que con esta
ropa voy muy moderna. A mi padre le gusta mucho decir la palabra «moderno» y eso que él es
muy antiguo.
Me he echado la colonia que me regaló la vecina por mi cumpleaños y me voy a poner una
horquilla en el pelo. Me gustaría más ponerme una diadema, como Eva, pero yo tengo el pelo
corto. Es por culpa de mi tía Conchi, que me ha cortado. La odio.
Un fin de semana papá y yo fuimos al pueblo a llevar flores a mamá al cementerio y nos
quedamos a dormir en casa de la tía Conchi, que es la mujer de mi tío Román, el hermano de
mamá. A la mañana siguiente, papá se fue con el tío Román a comprar la carne al pueblo de al
lado y yo me quedé desayunando con mis primos.
Recuerdo que la leche estaba muy caliente, me quemaba la lengua. Se lo dije a mi tía:
- La leche quema.
- Pues sopla.
- Quema mucho.
- No seas quejica y date aire, que tus primos están acabando y tú llevas media hora
dándole vueltas al desayuno.
Mi tía es muy antipática, cuando habla parece que regaña. Mi abuela Julia dice que mi tío
tuvo poco ojo al elegir mujer y que a la Conchi solo le falta volar en una escoba. Ojalá se fuera
volando para siempre, no la soporto.
- Mi madre me cambiaba la leche de taza para que no me quemara.
- ¡Sí, claro! ¿Y qué más? Si quieres sacamos el tazón un rato a la ventana para que la
señorita no se queje, o mejor, ¿te la pongo en un biberón como si fueras un bebé?
Se me hizo un nudo enorme en la garganta al darme cuenta, por primera vez, de que esas cosas
que mi madre hacía por mí nunca las haría nadie más. Mis ojos querían llorar, pero no dejé que
eso pasara. Delante de ella ni una lágrima, prefería quemarme la lengua y que me quedara áspera
como la de un gato a darle ese gusto a la bruja de mi tía.
De pronto, se me acercó y me cogió de la melena.
- Oye, Lucía, llevas el pelo muy largo.
- Sí, no me lo he cortado desde el verano para que me creciera.
- Pues esos pelos tan largos no son prácticos para el colegio y puedes coger piojos. Vamos
a cortarlo un poco.
- No, tía, que a mí me gusta así.
- Ya, pero a mí no.
Lo siguiente fue a ver a mi tía con unas tijeras y madejas de mi pelo castaño cayendo al suelo.
Apreté los puños e intenté no llorar, pero esta vez no pude evitarlo, se me caían las lágrimas y
no había forma de pararlas.
- Hala, ya está, mírate, mira qué guapa, pareces una artista.
Me miré en el espejo y vi el desastre. Me había cortado el pelo como a un chico. El flequillo
tenía tantos trasquilones que parecía que lo había hecho con un cuchillo de sierra. Rompí a
llorar y salí corriendo a la calle. Mi padre me paró cuando estaba a punto de cruzar la calle
ancha. Yo estaba llorando tanto que no podía respirar ni hablar para decirle qué me pasaba. Mi
padre me tocó el pelo, se me quedó mirando con lágrimas en los ojos y me dijo:
- Lucía, estás muy moderna con ese pelo corto como el de mamá.
Y me abrazó.

Raquel Martos, Los besos no se gastan (2012)


Document 4

Juan Acevedo, Caricatura


Document 5

Pablo Picasso (1881-1973), Maternidad a orillas del mar (1902)


https://pablo-picasso.space/periodos-de-picasso/periodo-azul-de-picasso/
Document 6

Yo que al menos entendía era a mi padre, lo que pintaba en casa. Para empezar, no vivía del
todo con nosotros. Digo vivir a que dejara de ser una sorpresa encontrarlo o verlo salir a diario
del dormitorio de la cama grande a las mismas horas. Ni presentarse a comer. Eso raras veces,
y casi siempre como si estuviera invitado. Claro que una mesa bien puesta y todos juntos
echando mano a la fuente de croquetas o diciendo «Hoy parece que tarda Lola» allí no se
estilaba, más bien eran viajes de lobo estepario a la nevera o a una mesa con hule a cuadros
cercana al fogón, donde Fuencislas revolvía los pucheros. «¿Pero tú no habías comido ya?»,
preguntaba. «Yo el día menos pensado, os lo juro, me largo a mi pueblo. Esto es un zurriburri.»
A mí esa palabra se me quedó para siempre por dentro, porque es de las difíciles y que dan risa.
Además pega con lo que quiere decir, lo pillas al momento, aunque nunca la hayas oído. La de
Segovia, qué duda cabe, en una casa zurriburri. Y así la seguimos llamando Lola y yo cuando
hablamos de esa época. Mi padre era mayor que mi madre, serio, elegante y de buena planta.
Tenía algunas canas y por la calle lo saludaban con respeto. Era asesor financiero, expresión
más escurridiza para un niño que la de zurriburri, como todas las que tienen que ver con el
dinero que no se ve en la mano para gastárselo en pegatinas o en un helado. La oficina de
Segovia era una sucursal de otra que tenía en Madrid, y por eso viajaría tanto. Era la palabra
que más salía en esa compota de sonidos que rodean al niño cuando todavía no entiende casi,
nada, Madrid, ir a Madrid, venir a Madrid. Pero me parece que a mamá pocas veces la llevaba,
y tampoco aquellos viajes eran la única razón de que no se despertara siempre en el cuarto de
la cama grande, según fui sabiendo luego, ni se viera casi nunca ropa suya tendida a secar en
las cuerdas del patio. Pedro dice que para negocios esos de colocar el dinero de la gente fue
siempre un águila, y debe de ser verdad porque ahora se forra, aprovechando que todo el mundo
a quien aconseja también se forra el triple. Y hasta su oficio ha cambiado de nombre, broker,
que es lo mismo que antes pero más rotundo, como dar un puñetazo.

Carmen Martín Gaite, Los parentescos (2000)


Document 7

Pablo Picasso (1881-1973), Maternidad (Madre e hijo, 1901)


https://www.pablopicasso.online/maternidad-de-pablo-picasso-2/
Document 8

IV

Esta luz de Sevilla... Es el palacio


donde nací, con su rumor de fuente.
Mi padre, en su despacho. —La alta frente,
la breve mosca, y el bigote lacio—.
Mi padre, aun joven. Lee, escribe, hojea
sus libros y medita. Se levanta;
va hacia la puerta del jardín. Pasea,
A veces habla solo, a veces canta.
Sus grandes ojos de mirar inquieto
ahora vagar parecen, sin objeto
donde puedan posar, en el vacío.
Ya escapan de su ayer a su mañana;
ya miran en el tiempo, ¡padre mío!,
piadosamente mi cabeza cana.

Antonio Machado, Sonetos


Document 9

Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682), Abuela espulgando a su nieto (1660-1670)


Óleo sobre lienzo, 147 cm x 113 cm. Bayerisches Nationalmuseum de Múnich
(Alemania)
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/29/Murillo_anciana_despiojando.jpg
Document 10

La encerrada (fragmentos)

Tu padre
es el que, dicen, te encierra.
Tu madre
es la que guarda la llave.
Ninguno quiere
que yo te vea,
que yo te hable,
que yo te diga que estoy
muriéndome por casarme.

*
Una mano, sólo una,
por entre los terciopelos,
para regar los claveles.

¿Por qué no quieres


Que yo te vea la cara?
y al frente de mi cuadrilla
Lucirme por la Alameda.

Rafael Alberti, El alba del alhelí, 1925-1926

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