3.
18 REVISTA CLINICA ESPAtllOLA
SUM:MARY
The experimental results following the se-
journ of 40 day old white rats in a region of ｾｮﾷ＠
demic goitre (Ugijar and Capileira) are repor-
ted. Large and nodular goitres are obtained,
weighíng twice as much as the normal thyroid
gland. The increase in weight begins after a
month's stay in the endemic region. The weight
of the thyroid gland of the adult male control
animals (in a disease-free region) ranges from
20 to 25 mg., being slightly less in the femalc.
The weight of the thyroid gland of the animals
in the endemic region ranges from 25 to
35 mg. The histological study will be repor-
ted in a later paper.
The protective effect of iodine is evaluated
(0,012 mg. per rat daily), demonstrating that
after a month's administration the increase
in weight of the thyroid gland is avoided m
animals remaining in the endemic region. The
same doses given to rats living in the non-ende-
míe region produce no visible effects on the
weight of the gland which is the same as that
of the control animals.
ZUSAMMENFASSUNG
Mitgeteilt werden die experimentellen Ergeb-
nisse, die man erhielt, als man 40 Tage ｾｊｴ･＠
weisse Ratten in einer endemischen Kropfge-
gend hielt (Ugijar und Capileira). Man kann
dabei grosse, knotige Kropfe erhalten, die mehr
als das Doppelte einer normalen Schilddrüse
wiegen. Diese Gewichtszunnhmc beginnt nach
einem Monat in der enden.ischen Zone. Wahrend
bei den normalen erwachsenen Kontrolltieren
(die in einer kropffre1en .Zone bleiben), das Ge-
wicht der Schilddrüse bei den Mannchen zwis-
chen 20 und 25 mgr schwankte (bei den Weib-
chen etwas weniger wog), war das Gewicht den
Tieren, die in der K:..:>p.fgegend verweilten ･ｴｾ＠ a
25-35 mgr.
Die histologischen Untersuchungen werden in
einer spateren Arbeit veroffentlicht.
Man bespricht dann den Schut.zeffekt des .Jocts
(0.012 mg pro Tier pro Tag), indem man zeigt,
dass seine Verabreichung nach einem Monat be-
reits die Gewichtszunahme der Schilddrüse bei
den Tieren, die in der endemiscben Zone blieben,
verhinderte. Dagegen hat die J oi\'erabreichung
bei den Ratten, die in der freien Zone blieben,
keinen nennenswerten Einfluss auf das Drüsen-
gewicht, das sich im Verhaltni.s zu den Kon-
trolltieren nicht verandert.
RÉSUMÉ
On communique les résultat3 expérimentaux
obtenus comme conséquence de la permanence
dans une zone d'endémie goitreuse "Ugijar et
Capileira) de rats blancs agés de 40 jours. On
obtient des goitres grands et nodulaires qui
atteignent un poids double de celui d'une
thyro!de normale. Cette augmentation de poids
commence au bout d'un mois de séjour dans
la zone endémique. Tandis que les animaux té.
moins adultes (qui demeurent dans une zone in.
demne) possedent une thyro!de qui oscille entre
les 20 et les 25 mgrs. les males et un peu moins
les femelles, chez les animaux qui demeurerent
dans la zone goitreuse il existe une thyroide
dont le poids oscille entre les 25 et les 35 me-rs
L'étude histologique sera communiquée ､ｾｮ＠
un travail postérieur.
On évalue l'effet pro te e te u r de l'iode
(0,012 mgrs. par jour et par rat), démontrant
qu'au bout d'un mois de son administration, 00
a évité l'augmentation de poids de la thyroide
des animaux qui séjournent dans la zone goi·
treuse. Cepéndant, les memes doses d'iode ad·
ministrées a des rats qui habitent dans la zone
indemne de goitre n'ont pas des effets appré·
ciables sur le poids de cette glande, qui demeu·
re avec le meme poids que les témoins.
OBSERVACIONES SOBRE ALGUNAS PRO·
PIEDADES DE LOS SUEROS ANIMALES,
TRATADOS POR EL FORMOL Y EL CALOR
F. CABRERO, F. GRM·."DE y V. DE LA WMA
Instituto de Biología y Sueroterapia IBYS.-Madrid.
Director: Prof. A. R urz FALCÓ.
En la literatura médica contemporánea se ha
insistido repetidamente acerca de la urgente ne·
cesidad de disponer de sustitutivos del plasma
humano, susceptibles de ser empleados en trans·
fusión. Esta necesidad es tanto mayor cuanto
más numerosas se hacen las aplicaciones de la
transfusión de plasma en la clínica, y la última
guerra ha venido a dar más actualidad a este
problema.
Es bien sabido que las condiciones que debe
llenar la sustancia capaz de sustituir al plasma
humano pueden reducirse a las tres ｳ ｩｧｵ･ｾｴｳ＠
a) Ser retenida en la circulación y f¡na ·
mente metabolizada.
b) Ejercer una presión coloide-osmótica se·
mejante a la del plasma. .
e) No ser tóxica ni poseer anticuerpos Yes
tar desprovista de poder antigénico. , ti·
Nuestro interés por este problema fue mo 05
vado por la lectura del trabajo de EoWARro
(1944) acerca de la "desespeciación" del sue ol
de ternera, mediante el tratamiento con ｦｾＡｙｩ･ｯ＠
y calor, y su posible aplicación como suce ＮｾＥ･ｳ ﾷ＠
de la transfusión de plasma humano. Como r
especiación" designa EnwARDS el proceso fas·
medio del cual las proteínas específicas ､･ｾｐ＠ ndo
ma animal pierden dicho carácter, que afee·
desprovistas de acción antigénica y de los e
ToMO XX.XIl PROPIEDADES DE LOS SUEROS ANIMALES
NúMI'lRO 5
tos debidos a la presencia de anticuerpos carac-
terísticos. Animados por los datos publicados
por el autor inglés, repetimos sus experiencias
con sueros de caballo y ternera, obteniendo re-
sultados coincidentes con los suyos en cuanto a
las propiedades ｱｵ￭ｭｩ｣ｯＭｦｳＮ｡ｾ＠ ｾ･＠ los productos
conseguidos. Los ensayos bwlogiCos del plasma
preparado en condiciones exactamente iguales
a las de EDWARDS, demostraron, sin embargo,
que dicho producto poseía propiedades sensibi-
lizantes innegables. Un detenido estudio expe-
rimental del problema nos llevó a la convicción
de que el tratamiento por el formol y el calor,
empleado por el autor británico, no es capaz r1e
despojar a los sueros bovinos y equinos de sus
propiedades sensibilizantes. La ineficacia del
tratamiento por el formol y el calor no ::;ola-
mente se manifestó cuando éste fué practicado
siguiendo exactamente las normas de EDWARDS,
sino también en las modificaciones del procedi-
miento original que ensayamos. Nuestros sueros
"desespeciados" están desprovistos de toxicidad
y no aglutinan los glóbulos rojos humanos, pero
los animales inyectados con ellos adquieren un
estado de sensibilización indudable, que se pone
de relieve al ser tratados más tarde con un sue-
ro normal.
Por remotas que sean las posibilidades de que
la sensibilización adquirida por la transfusión
de plasma "desespeciado" llegue algún día a
poner en peligro la vida del paciente, es indu-
dable que un preparado capaz de sensibilizar,
aunque sea de modo débil, debe considerarse en
principio como inadecuado para sustituir al
plasma humano.
Habiendo obtenido estos resultados, fué de
gran interés para nosotros la lectura del artícu-
lo de MASSONS (1943), en que comunica haber
conseguido sueros animales idóneos para la
transfusión al hombre. En el artículo de refe-
rencia nada se indica de la técnica seguida, ya
que el autor se limita a decir: "Mediante una
ｴｾ［ｮｩ｣｡＠ original de desnaturalización y separa-
ClOn, hemos conseguido preparar un suero que,
desprovisto de sus propiedades anafilácticas,
conserva sus propiedades físicas". Por ello no
nos fué posible someter las afirmaciones de lVIAs ·
SONs a un examen experimental. Cuando más
tarde dió a conocer este autor la técnica por él
ｾｭｰｬ･｡､＠ en la preparación del que denomina
suero desanafilactizado", pudimos convencer-
nos de que no difería fundamentalmente de la
seguida por EowARDS.
La diferencia entre los resultados de MASSONS
Y los nuestros difícilmente se podría achacar,
por. !anto, a diferencias en el método de prepa-
ｲＺｾＱ＿ｮ＠ ?el producto, ya que, dada la sencillez de
d ｾ｣ｭ｡Ｌ＠ sus condiciones son fáciles de repro-
UCir con toda fidelidad.
tuIan !'>- pesar de que nuestros resultados consti-
una sena . advertencia contra el uso del
PIasma · de fonr..:>l y amoniaco y elevando la temperatura y la
lor en ｡ｮｵＭｲＺｾ＠ tratado por el formol y el ca-
1 duración del calentamiento. En otros, el suero fué di-
una ub ｾ＠ ｣ｨＮｾｉ｡＠ humana, decidimos no hacer
P hcacwn de los mismos en aquel momen-
319
to. Varias razones nos movieron a ello, siendo h
principal de todas el deseo de evitar una polé-
mica que, por la naturaleza del problema, ｰｴｾﾭ
diera desviarse en algún momento de los límites
estrechos del aspecto teórico del mismo, que era
el que a nosotros nos interesaba.
La difusión alcanzada en nuestro país y fue-
ra de él por los trabajos de MASSONS (1946-4 7),
ha traído como consecuencia lógica la repetición
de sus experiencias, que han sido comprobadas
por algunos autores (MELKA y colaboradores,
1947, y BARSOUM, 1948) y criticadas por otros
(BoESEN y colaboradores, 1948).
La literatura cuenta, pues, en la actualidad
con publicaciones que permiten enjuiciar el pro-
blema con datos suficientes, para concluir que
el tratamiento por el formol y el calor de los
sueros o plasmas, a pesar de los resultados a.len-
tadores publicados, no constituye todavía la so-
lución ideal como sustitutivo del plas.lla huma-
no en la transfusión. Es necesario un trabajo
experimental más profundo y detenido antes de
poder emitir un juicio definitivo sobre el pro-
blema, según afirma, muy razonablemente, un
editorial del "Lancet'' en febrero de 1948.
Por su parte, los autores daneses BoESEN,
LARSEN y KJERBYE NIELSEN, que han publicado
un estudio experimental sumamente importante,
han obtenido resultados que, en ciertos aspec-
tos, se asemejan a los obtenidos por nosotros.
Según los autores daneses, el tratamiento por el
formol y el calor no es capaz de despojar a los
sueros bovinos de sus propiedades sensibilizan-
tes, si es que han de conservar alguna eficacia
en el mantenimiento de la presión coloideosmó-
tica de la sangre. Estamos, por tanto, en com-
pleto acuerdo con los autores daneses en cuanto
a la necesidad de adoptar una actitud de cau-
tela frente al uso en la especie humana del
plasma o suero de animales tratados por el for-
mol y el calor.
La situación actual del problema, y el hecho
de que existan datos contradictorios en cuanto
a los resultados obtenidos por los distintos in-
vestigadores, nos hacen pensar en la convenien-
cia de dar a conocer nuestros resultados en este
momento.
MATERIAL Y TÉCNICA.
Se han realizado nuestras experiencias empleando SUE'·
ro o plasma de ternera y de caballo. El tratamiento en
las primeras pruebas se ajustó exactamente al descri-
to por EDWARDS y consistió en la adición al suero o
plasma filtrado de una cantidad de formol y amoníaco
suficientes para obtener la concentración de 0,2 por 100
de cada uno de ellos. El suero se coloca en frascos que
se introducen en un baño, elevando la temperatura del
mismo hasta que la del suero alcance 73 ' C., mantenién-
dola entonces a este nivel durante treinta minutos. La
temperatura fué vigilada exactamente introduciendo un
termómetro en uno de los frascos.
En experiencias ulteriores la técnica sufrió alguna
modificación, aumentando en algunos casos la cantidad
luido antes del tratamiento, ya que, conforme a lo ob-
servado por EDWARDS, los productos obtt>nidos poselan
 320 REVISTA OLINIOA ESPAIJ'OLA
enorme viscosidad. En algunas experiencias el suero di-
luido tratado por el formol y el calor fué luego con-
centrado a vacío y baja temperatura, llevando la con-
centración proteica a su nivel normal y obteniendo así
productos de viscosidad algo menor.
Las circunstancias exactas de cada preparado serán
sefialadas al referirnos a ellos en la descripción de los
resultados.
Las pruebas de sensibilización se realizaron en coba-
yos. La inyección sensibilizante fué practicada siempre
por vía subcutánea, y consistió en la administración
de 2 c. c. del producto a ensayar. La inyección cksenca-
denante fué practicada por vía intracardíaca, a los
veinticinco-treinta días de la primera, siendo en todos
los casos la dosis empleada la de 1 c. c. del producto.
Las pruebas de precipitinas se realizaron en conejos.
Los animales fueron preparados por inoculación d\'1
producto en dosis de 1, 2 y 3 c. c., resp<'ctivamente,
con cinco días de intervalo entre una y otra iny<>cción.
A los seis días de haber practicado la última inocula-
ción se sangra al animal, separando el suero.
La reacción de precipitinas fué practicada, en gene-
ral, con suero de conejo diluido al 1 : 20 en un volumcn
de 0,5 c. c., afíadiendo diluciones del suero que se en-
saya, que oscilaron del 1 : 10 al 1 : 1.280, y completando
el volumen total de la m ezcla hasta 1 c. c. La tempera-
tura del bafío fué de 45• C. En la interpretación de los
resultados debe tenerse en cuenta que los sueros prepa-
rados por la técnica del form ol y del calor se encuen-
tran previamente diluidos en la mayor parte de los
casos.
Los estudios de sensibilización "in vitro" se realizaron
en útero e intestino de cobayo, previamente sensibilizado
por inyección subcutánea del producto. Las exp('riencias
de útero se verificaron en un bafío con dos vasos de
100 c. c. de capacidad. El líquido empleado fué el de
Tyrode, siendo las demás condiciones las habituales <le
este tipo de enseyos.
LaS' ｬＡ＿Ｚｾｴ｣ｩＧｲＬＮｳ＠ .!M ..s:.!.t.c:.íj.tJJejón de volúmenes de ,an-
gre por plasmas tratados, se realizaron en perros a los
que se practicó una sangría, inyectando luego el pro-
ducto en ensayo. Tres o cuatro semanas más tarde se
repitió la transfusión. Las experiencias en ｰ･ｲｯｾ＠
!izaron siempre en animales no anestesiados.
Las determinaciones de hemoglobina y glóbulos rOJ 0:-1
fueron practicadas en la forma habitual de los labora-
torios clínicos, y el contenido <'n proteínas de la sangre
se realizó por el método colorimétrico de ROIH:-<so:--; y
HODGEN, calibrando previamente el colorímetro foto-
eléctrico con una dilución de plasma de ternera Pn el
que se habían determinado las proteínas repetidas ve-
ces, mediante la determinación del nitrógeno, según·
KJELDAIIL.
RESULTADOS.
El aspecto de los productos obtenidos al tra-
tar el suero o plasma de animales por el calor
y el formol, coincide exactamente con el descri-
to por EDWARDS. El plasma o suero experimenta
EXPERIMENTOS CO::-l' SUERO DE CABALLO "DESESI ! CIADO", SEGUN EDWARDS
INYECCIONES
Sensibilizan te
--------- ------ ---
Suero normal .. . .. .. .. . ......... .. "Desespeciado" .. .. .. . .. .. .. .. . .. . .. .. . .. .
Suero normal .. .. . .. .. ............. ... .. Normal ... ..... ........... . ........ . ..... ... ..
Suero "desespeciado", según ED-
WARDS .................................. .. "Desespeciado" .. .. .. .. .. .. .. .. . . .. . .. ....
Suero "desespeciado", según Eo-
WARDS ..................................... . Normal ................... ... ..... .......... .
15 marzo 1919
una cierta decoloración, perdiendo su tono ana-
ranjado, para adquirir un marcado dicroísmo
con tonalidad verdosa. Al mismo tiempo se hace
opalescente. El cambio más importante que se
observa es la notable viscosidad que adquieren
los productos. Añadiendo cantidades de formol
un poco más elevadas que las empleadas por
EDWARDS, hemos hecho hervir sueros de caballo
y de ternera durante períodos hasta de quince
minutos, sin que sobrevenga la coagulación de
los mismos. Sin embargo, al enfriarse el suero
adquiere una viscosidad considerable que lo
hace completamente inadecuado para ser inyec-
tado. ·
Los resultados referidos aconsejaron practi-
car la previa dilución del suero o plasma antes
de someterle al tratamiento. Si se quiere evitar
el aumento de viscosidad, es preciso que la dilu-
ción alcance una proporción considerable. So-
lamente mezclando volúmenes iguales de sueru
y solución salina o agua destilada fué po::>ible
obtener productos de viscosidad análoga a 1:1.
del suero original. Esta dilución, sin embargo,
unida a la pérdida de presión coloideosmótica de
las proteínas, ocasionada por el tratamiento, ha-
cen al producto, como luego veremos, comple-
tamente ineficaz desde el punto de vista de su
papel fisiolgico en el organismo del paciente.
a) Efecto sensibilizantc ele los sueros tratados
por el formol y el calor en el cobayo.
Siguiendo la técnica anteriormente descrita,
""\- practicamos una serie de experiencias, cuyos re-
sultados son dados a conocer en las tablas l,
II, liT y IV.
La tabla I resume los resultados de la prime·
ra experiencia realizada con suero de caballo Y
llevada a cabo en marzo de 1944. El suero fué
tratado siguiendo exactamente las prescripcio·
nes de EDWARDS. Como se ve, el suero de caballo
tratado por el formol y el calor, empleado com.o
desencadenante, sólo provocó choque de muy h·
gera intensidad en dos de los nueve cobayos ｩｾﾭ
yectados, no muriendo ningún animal. Los ani·
males que han sido sensibilizados con suero tra·
tado, adquieren, sin embargo, una evidente sen·
sibilización, como se demuestra por el hecho de
que al ser inyectados más tarde con suero nor·
TABLA I
----
Número
ｍｵｾｲｴｯｳ＠
de Choque
Desencadenan te animales
1 ? o
6 3
1 ? o
5 5
To....w XXXII PROPIEDADES DE LOS SUEROS ANIMALES ＳＲｾ＠
NúMERO 5

TABLA II

EXPERIMENTOS CON SUERO DE TER::-<ERA "DESESPECIADO", ｾｅｇｕｎ＠ EDWARDS

INYECCIO::-<ES Número
de Choque Muertos
Sensibilizan te Desencadenan te animales

suero normal de ternera ........... . .. . Suero normal de ternera ............ . . 4 4 4

suero normal de ternera . . . . . . . . . ... . Suero de ternera "desespeciado" .... . . 4 o o
Suero de ternera "desespeciado". . .. . Suero de ternera "desespeciado" . ... . 13 o o
suero de ternera "descspcciado". Suero normal de ternera ............ .. . 11 11 6

mal, desarrollan un típico choque anafiláctico,
del que mueren algunos de ellos. En la tabla I
se ve claramente que la mortalidad de los anima-
les sensibilizados con suero tratados con el for-
mol y el calor e inyectados posteriormente con
suero normal, es incluso superior a la que se
observa en los animales sensibilizados con suero
normal. Esta experiencia indica, por tanto, que
el suero de caballo tratado según EDWARDS, con-
fiere a los animales un estado de sensibiliza-
ción que les hace desarrollar choque anafilác-
tico grave, cuando son inyectados más tarde con
suero normal de dicho animal.
La tabla II contiene una experiencia análoga
terminada en abril de 1944, practida sobre 32
cobayos, empleando suero de ternera.
En estas experiencias se siguió también la
pauta señalada por EDWARDS, y, como en la ta-
bla anteJ;"ior, se hicieron dos grupos de animales,
sensibilizados unos con suero de ternera normal
y los otros con suero tratado por formol y calor.
Cada uno de los grupos fué dividido luego en
otros dos, administrando a cada uno, como des-
encadenante, suero normal y suero tratado, res-
pectivamente. Como en la tabla anterior, los re-
sultados indican que el suero tratado no produ-
ce choque anafiláctico cuando se inyecta en ani-
males sensibilizados con suero normal o con sue-
ro tratado. En cambio, los animales sensibiliza-
dos con suero tratado, padecen choque anafilác-
tico cuando reciben suero normal de ternera.
Once animales tratados en estas condiciones
mostraron choque anafiláctico en todos los ca-
sos, muriendo 6 de ellos. Es de señalar también
que en el grupo de animales sensibilizados con
suero normal e inyectados posteriormente con
suero tratado, y entre los que no hubo ninguno
con choque, se produjo una muerte, pero la au-
tops_ia demostró que era debida a rotura del co-
razón durante la inyección desencadenante.
La tabla III recoge los resultados obtenidos en
un grupo de 33 cobayos, inyectando suero bovi-
no tratado en distintas condiciones. El suero 1 B
fué tratado con formol y amoníaco en la pro-
porción de 0,2 por 100, de cada uno de ellos, des-
pués de haberlo diluído con un 10 por 100 de
solución salina, manteniéndolo durante cuaren-
ta y cinco minutos a 75° C. El suero 2 B fué
diluído con agua destilada a volúmenes iguah's,
tratado con la misma proporción antes indicada
de formol y amoníaco, y calentado a 90° du-
rante cuarenta minutos. Finalmente, el suero
3 B fué tratado igual que el anterior, concen-
trándolo luego a vacío hasta darle un volun1en
igual al del suero original. Coincidiendo con los
resultados de las tablas anteriores, se observ;:¡,
en la tabla III que los sueros tratados no poseen
efecto desencadenante del choque anafiláctico,

TABLA III

EXPERIMENTOS CON SUERO DE TERNERA TRATADO CO::-< FORMOL Y CALOR EN DISTINTAS COXDI-
CIONES

INYECCIONES Número
de Choque Muertos
Sensibilizante Desencadenante animales

Suero normal de ternera ....... ....... . Suero normal de ternera .. .. .. .. . . . .. .. 4 4 3

Suero normal de t Suero 2 B ....................... ..... ..:.... 4 o o
Suero normal de ternera .............. .
Su ernera ...... ........ . Suero 3 B ................................... 7 1 ? o
ero1B ..... Suero normal de ternera . . . .. .. . . . .. . .. 4 4 o
o
ｾＺ＠ i ｾ＠ :::::::: .. ::::::::::::::::::::::::: Suero
Suero
2 B.... .... . ..........................
3 B ...... .. ......................... .
4
10 1 ?
o
o

Suero 1 B --= suero normal de ternera diluido con un 10 por 100 de solución salina y calentado a 75• C., du-
Suero 2 _ rantc cuarenta y cinco minutos. . .
B suero normal de ternera diluido con un volumen 1gual de agua destilada y calentado a 90·' C.,
Suer0 ?urante cuarenta minutos.
3 B = 1gual que el 2 B, pero concentrado a vacio después del tratamiento para dejar la concentración
de proteino.s a nivel normal.
322 REVISTA OLINIOA ESPAROLA 15 marzo 1U19

TABLA IV
EXPERIENC'IAS CON PLASMA BOVINO, TRATADO EXACTAMENTE, SEGUN MASSONS

INYECCIONES Número
de Choque Muertos
Senslbilizante Desencadenan te a nima les
----
Plasma normal Plasma normal 11 11 7
Prasma normal Plasma tratado 10 3 1
Plasma tratado Plasma normal 11 11 6
Plasma tratado Plasma tratado 12 3 2

y sólo en los animales inyectados con el 3 B inyectados un estado de sensibilización anafi-

hubo dos casos de ligero choque, sin ninguna láctica, que -se pone de manifiesto al ser inyet-
muerte. Los animales sensibilizados con el sue- tados con plasma normal. El plasma o suero
ro 1 B tienen choque anafiláctico evidente cuan- tratados por el calor poseen evidentemente un
do son inyectados más tarde con suero de terne- menor efecto desencadenante, y, en algunos ca-
ra normal, pero no mueren de choque. sos, han sido completamente inofensivos, inclu·
La tabla IV representa otro grupo de expe- so en animales sensibilizados previamente con
riencias practicadas con plasma de ternera dí- sueros normales. Sin embargo, es evidente que,
luído al 50 por 100, siguiendo exacta.mente las en algunos casos, también han producido el des-
normas de MAssoNs y añadiendo, por tanto, for- encadenamiento del choque, habiendo sido esle
mol hasta la concentración de 0,35 por 100 y efecto precisamente más manifiesto en las ex-
amoníaco hasta 0,1 por 100. La mezcla fué ca- periencias de la tabla IV.
lentada hasta 1(}()o en baño de vapor.
Como en las tablas anteriores, se observa en b) Experiencias sobre producción de choque
ésta que el plasma tratado posee un poder des- anafiláctico "in vitro" .
encadenante menor que el del plasma normal.
No obstante, es de notar aquí que los animales Se practicaron 10 experiencias en otros tan-
sensibilizados con plasma normal tienen choque tos cobayos sensibilizados con suero not•mal, y
anafiláctico al ser inyectados con plasma tra- otras 10 en cobayos tratados con suero someti-
tado en tres casos de 10, muriendo un animal. do a la acción del formol y el calor, correspon-
Cuando el plasma tratado se aplica a animales diente al empleado en los experimentos de 13.
sensibilizados para el mismo, se produce el cho- tabla IV. Los resultados de las experiencias que
que en tres de 12 animales, muriendo dos de se resumen en la tabla V han sido perfectamen-
ellos. Parece indudable que el plasma así tra- te concordantes. En todos los casos la adición
tado posee un mayor efecto desencadenante que de plasma tratado al baño donde se encuentnt
en las experiencias anteriores, aunque, sin duda, suspendido el útero no provoca contracción del
inferior al del plasma normal, que produce cho- mismo. Si después de lavar se añade la misma
que anafiláctico en todos los animales tratados, cantidad de plasma normal, se produce, en cam·
muriendo siete de los 11 que fueron inyectados. bio, la contracción característica.
El poder sensibilizante del plasma tratado Los úteros de cobayos que se han sensibiliza-
queda bien claro en esta experiencia, ya que cte do con plasma tratado por el formol y el calor,
11 animales sensibilizados con el mismo tuvie.. se comportan como los anteriores al añadir al
ron choque los 11, al ser inyectados con plasma baño plasma tratado; es decir, que no se produ·
normal, muriendo seis de ellos. ce contracción. En cam.bio, la adición de plasma
Las experiencias reseñadas indican, por tanto, normal provoca contracción del útero. Este fe·
que en nuestras condiciones el plaSL.'11a tratado nómeno se repitió en los 10 experimentos que
con el formol y el calor confiere a los animales realizamos.

TABLA V
EXPERIENCIAS EN UTERO AISLADO DE COBAYOS

Cobayos sensibilizados con plasma bovino normal . . .. .. . . . .. .. .. . . . . .. . .. .. . . .. .. .. . . . . . . .. .. . . . . . . . . . . . . 10 experiencias.

U tero aislado: 1.0 Plasma tratado según ｍａｓ ｏ ｾｓＮ＠ ... . .. .. .. .. .. . .. .. .. . .. .. .. .. . .. . .. . . . . .. . .. . No hay contracción.
2. 0 Plasma normal .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. . . ... . .. .. . . . . . . . ... . . . . .. .. . .. .. . . .. .. .. .. .. . .. Hay contracción.
Cobayas Ｆｾ･ｮｳｩ｢ｬｺ｡､ｯ＠ con plasma bovino, tratado según MASSONS .. . .. . . . . . .. .. . . .. .. . .. . . .. .. . .. 10 experiencias-

Utero aislado: 1.• Plasma tratado .. . . .. .. .. .. .. . .. .. .. .... .. .. .. . . . ... .... .. .... . . ... .. .... .. .. .. .. .. No hay contracción.
2.• Plasma normal .. ... . . . ... .. . .... . . ... .. . . . .. .. .. .. . .. . .. .. .. .... .. .... . . .. . . ... . Hay contracción.
 •
To..'\fo XXXII
NOM!:RO 5 PROPIEDADES DE LOS SUEROS ANIMALES
Es evidente, por tanto, que los úteros de ani-
males sensibilizados con plasma tratado exac-
tamente en la forma descrita por MAssoNs, ma-
nifiestan choque anafiláctico al ser puestos en
contacto con plasma normal. El plasma tratado
previamente con el formol y el calor confiere,
por tanto, sensibilidad para el plasma no trata-
do exactamente igual que se observó en las ex-
ｰ･ｾｩｮ｣｡ｳ＠ en el animal entero.
En las figuras 1 y 2 presentamos, como ･ｊｯＺｾＮﾭ
plo, los resultad?s de dos experiencias a este
respecto. En la figura 1 se muestra el efecto de
la adición de plasma normal y plasma tratado
resfectivamente, sobre cada uno de los cuernos
del útero de un cobayo previamente sensibiliza-
do con suero normal. Como puede verse en el
trazado superior, al añadir al baño 0,1 c. c. de
plasma normal, se produce una violenta contrac-
ción del cuerno uterino. En cambio, la adición
de 0,5 c. c. de plasma tratado, según MAsso.t--;s,
. no produce efecto alguno sobre la musculatura
uterina.
Fig.
Ｐ l.- Cuernos uterinos d e cobayo sensibilizado con suero
ｾ ﾡ Ｑ ｭ｡ｬ＠ de ternera. Curva superior: adición de suero nor-
a! baño. Curva inferior: adición de suet·o tratado se-
gún MASSONS.
. En la figura 2 se presenta un trazado seme-
ｊ｡ｾｴ･＠ obtenido con los cuernos uterinos de un
ｾｭ｡ｬ＠ previamente sensibilizado con plasma
bra__tado con forrñol y el calor. La adición al
t ano de plasma tratado no provoca ningún efec-
ｾｲｯ＠ la adición de 0,1 c. c. de plasma normal
ｾ･Ｎ＠ oca, como puede verse, una contracción se-
､･ｬ ｊ｡ｮｾ･＠ ammal a la que se observa en el caso anterior
sens1'b·l·
1 Izado con plasma normal.
323
Insistimos, por tanto, una vez más, en que los
úteros de los animales tratados previamente con
plasma sometido a la acción del formol y el ca-
lor muestran una sensibilidad frente al plasma
nonnal, comparable a la que se observa en los
. .
Fig. 2.-Cuernos uterinos de cobayo sensibilizado con sue-
ro de ternera tratado según Ｑ｜ＮｦａｾＺ［ｳｯＭ＠ Trazado superior: adi-
ción al baño de suero tratado. Curva inferior: adición de
suero normal de ternera.
órganos procedentes de animales sensibilizados
con dicho plasma normal.
Resultados semejantes a los obtenidos en las
experiencias con el útero de cobayo fueron obte-
nidos con el intestino del mismo animal, por lo
que no creemos necesario insistir aquí más sobre
estos resultados.
e) Pruebas de precipitinas.
Estas pruebas fueron realizadas en la forma
descrita anterionnente al hablar de las técnicas
empleadas. Se investigó el efecto precipitante de
los sueros de conejo diluídos al 1 : 20, obteni-
dos de animales previamente inoculados con
distintas clases de sueros, sobré una serie de
sueros nonnales y tratados por el calor y el
fonnol.
En la tabla VI se presenta un resumen de es-
tas experiencias, pudiendo verse claramente que
el suero del conejo inoculado con suero normal
de caballo precipita al suero de dicho animal
tratado por el formol y el calor a la dilución de
1 : 10. El suero tratado por el formol y el calor
sufre, por tanto, en menor escala la acción de
las precipitinas para el suero normal de caba-
llo, existentes en el suero de conejo inoculado
con este último.
Los animales que se han tratado previamen-
 •
324 REVISTA CLINIOA ESPａｾｏｌ＠ 1S marzo l!J.JD

TABLA VI
PRUEBAS DE PRECIPITINAS

Suero Suero Suero Suero Plasma Plasma

normal "desespe- normal "desespe- normal "desespe.
Suero de conejo al 1/ 20 preparado con de ciado" de de ciado" de de ciado" de
caballo caballo ternera ternera ternera ternera
-- ｾ＠

Suero normal de caballo 1 ) 150 110

•
--
Suero "desespcciado" de caballo ............. . . 1 15

Suero normal de ternera 1 200 1 12 1/ 150 1/ 15

.----- - .
Suero "desespeciado" de ternera ... ... , ..... . 1/12 1 10

Plasma normal de ternera 1 130 1/ 10 1 100

Plasma "desespcciado" de ternera .... 1/ 10

-· 1 12

te con suero preparado por la acción del formol
y del calor, alcanzan un título de precipitinas
mucho más bajo para el suero normal del ani-
mal del que procede el suero sensibilizante.
Este fenómeno se observó continuamente, pu-
diendo decirse que en todos los casos los sue-
ros tratados por el formol y el calor poseían
un menor poder para inducir la formación de
precipitinas en el conejo y para sufrir la ac-
ción de las precipitinas producidas por la in-
yección de los correspondientes sueros norn,a-
les a dicho animal.
El suer o de conejo pr eviamente inyectado con
suero trat ado con el calor y el formol no preci-
pita a este mismo suero. E st o demuestra clara-
mente que los sueros tratados t ienen un menor
poder para inducir la f ormación de precipitinas,
y a su vez precipitan más difícilmente. E s, evi-
dentemente, la suma de estos dos efectos la que
produce la ausencia de pr ecipitación en estos
casos.
d) Experiencias de inyección en perros.
se verifica al poner en contacto los glóbulos
de este animal con los sueros preparados por
tratamiento con formol y calor. La experiencia
demuestra, por tanto, conforme a lo indicado
por otros autores, que el tratamiento por formol
y calor destruye la capacidad de aglutinación
del plasma frente a los glóbulos. Experiencias
más detenidas acerca del efecto aglutinante ､ｾ＠
los sueros animales después de distintos ｴｩｰｯｾ＠
de tratamiento serán publicadas independiente·
mente.
A continuación presentamos una descripción
resumida de esta serie de experiencias.
Perro 1.- 5,3 kilogramos de peso. Se . practica una
san gría de 125 c. c., seguida, al cabo de unos minutos,
de la inyección intravenosa de 125 c. c. de suero de ter·
nera tratado por el formol y el calor, correspondiente a
las prue bas de sensibilización descritas en la tabla U.
El animal muestra una ligera reacción, con ｩｮｱｵ･ｴｾＮ＠
salivación profusa y taquipnea. No se observaron vo·
mit os ni temblor. El animal se recuperó rápidamente,
mostrando un comportamiento normal en las cuare,üa
y ocho horas siguientes. Se observó una elevación ter·
mica de 0,4° a las c inco horas de la inyección.

Perro 2.-16,5 kilogramos de peso. Se practica una

Con objeto de estudiar la capacidad de los
plasmas y sueros tratados por el calor y el for-
mol para sustituir el volumen·de sangre, se r ea-
lizaron una serie de experiencias en perros a loR
que previamente se practicaron sangrías de dis-
tinta intensidad. Las inyecciones de plasma pre-
parado se repitieron al cabo de algún tiempo
para ver si el animal había sido sensibilizado
por la primera inyección. La permanencia del
plasma en el interior del torrente circulatorio y
su capacidad para mantener el volumen sanguí-
neo fueron enjuiciadas mediante la determina-
ción de la hemoglobina y la de la cifra de pr o-
teínas.
Se empleó un grupo de cuatro animales nor-
males, examinando previamente en todos ellos
la aglutinación de sus glóbulos frente al suero
o plasma preparado. E stas experiencias mostra-
ron en todos los casos que mientras el suer o o
plasma de ternera o caballo provoca la aglutina-
ción de los glóbulos de perro, la aglutinación no
sangría de 400 c. c., seguida de inyección de 400 c.
de suero de ternera, en las mismas condiciones de a
r
experiencia anterior. El animal muestra una leve Y pa·
sajera r eacción, recuperándose rápidamente y permane·
ciendo normal hasta cinco horas más tarde, en ｱｵ･Ｎｾ＠
observa la aparición de vómitos y una ligera ･ｬｶ｡｣ｾ＠ .
térmica de 0,3°. El animal rehusa la comida, pero t
días siguientes vuelve a comportarse ｮ ｯｲｭ｡ ｬ ｭ･ｮｾ Ｎ＠ A ｴｾ＠
veintisiete días de la primera inyección se practica 0 el
segunda, de 250 c. c. de suero de ternera tratado con El
formol y el calor, después de sangría de 150 c. c. ta·
animal muestr a una reacción violentísima, ｾｯ ｮ＠ ｧｲｾ＠ ｣･Ｎｾ＠
quipnea, prof usa salivación y emisión de orma Y e stJ
Es incapaz de sost ener se en pie y permanece en ｾｯ＠ a
situación durante treinta minutos, recuperándose ｾ･ｲｴｯ＠
poco. En los dlas sigui1mtes el animal muest ra as ento
normal. La temperafura rectal experimentó. aum
máximo de 0,8° a las seis horas de la inyccc1ón.
750 c. c..
Per ro 4. 20 kilogramos de peso. Sangría de ro de
con colapso pasajero. Se inyectan 600 c. c .. de ｳｵｾｯ＠ 5P
t ernera t ratado, como en los casos anterw.res.l u< i
observa r eacción importante, aunque el ｡ｮ Ｑ ｾ｡＠
en un estado de adinamia. Este animal pad.cc 1ó ｾ ･＠ 2, a
re- ia
a cción f ebril inten sa, que a lcanzó un máx1mo
 ToMO XXXII
NúMI!lRO 5 PROPIEDADES DE LOS SUEROS ANIMALES
las cinco horas de la inyección. Treinta días más tarde
se le practica una nueva sangría de sólo 100 c. c., se-
guida de inyección de 200 c. c. del mismo suero que se
le inyectó la primera vez. El animal presenta entonces
una reacción caracterizada por taquipnea, sialorrea y
relajación de esfínteres. Es incapaz de mantenerse en
pie, recuperando sus movimientos al cabo de pocos mi-
nutos.
Perro 5.-6,6 kilogramos de peso. Se practica una pri-
mera sangría de 75 c. c. seguida de la inyección intra-
venosa de 100 c. c. de suero equino normal. La inyección
se practicó con gran lentitud, y el animal no tuvo reac-
ción alguna. Las determinaciones de hematics en los
dias subsiguientes no demostraron disminución del nú-
mero de los mismos, y no hubo ningún dato que hiciese
pensar en la producción de hemolisis. Pasados treinta
dias, se practica una nueva sangría de 100 c. c., seguida
de la inyección de un volumen igual de suero equino nor-
mal. Se produce una reacción muy violenta, con el cua-
dro habitual, quedando el animal inmóvil durante media
hora. Va recuperándose poco a poco y se comporta de
modo normal en los dias siguientes. Pasados treinta
d!as se repite la experiencia, practicando una sangria
de 100 c. c. seguida de la inyección del mismo volumen
de ternera "desespeciado", según EDWARDS. No se ob-
servó reacción aparente inmediata, aunque más tarde el
animal mostró alguna inqui<'tud con profuso rasca-
mi<'nto en las orejas y el hocico, volviendo rápidamente
a un comportamiento normal.
El estudio de las cifras de hematíes y las determina-
ciones de las proteínas de la sangre, demostraron que
el volumen de ésta debía de mantenerse después de la
inyección de los sueros tratados con el formol y el ca-
lor, ya que dichas cifras conservaron el nivel alcanzado
después de la inyección durante varios días.
En conjunto, estas observaciones, aunque en escaso
número, indican que los sueros tratados por el calor y
el formol e inyectados en cantidades importantes sen-
sibilizan para una nueva inyección del mismo ｳｵｾｲｯ＠ en
ｾｯｲｭ｡［＠ que es comparable a la que se observa cuando se
myecta el suero equino normal (perro 5). Aunque el cho-
que desencadenado en estos animales no condujo nunca
a la muerte de los mismos, no por ello es menos cierto
que los dos animales (2 y 4) que toleraron perfectamen-
te la primera transfusión de suero tratado ｰ｡､･｣ｩｲｯｾ＠
una reacción al administrarse éste por segunda vez.
DISCUSIÓN.
Las experiencias que acabamos de describir
indican que los sueros de ternera y de caballo
(o el plasma de estos animales) tratados por el
formol y el calor, en las formas descritas por
EDWARDS y por MASSONS, o con modificaciones
de lo.s métodos de estos autores, no quedan des-
provistos de poder antigénico. Este hecho que-
､ｾ＠ ｣ｬｾｲ｡ｭ･ｮｴ＠ demostrado en las diversas cxpe-
nen?Ias de sensibilización, en las que los coba-
yos Inyectados con suero tratado con el formol y
el calor muestran choque anafiláctico grave, que
conduce a la muerte en buen número de casos
al ser Inyectados · posteriormente con suero'
normal.
f Es evidente que los sueros tratados con el
?rmol Y el calor muestran un menor poder tó-
XIco que 1 .
dos y os. correspondientes sueros no trata-
m t' que Pierden el poder de aglutinar los be-
ｴ｡ｾ＠ humanos Y de perro; pero es evidente
Poder ant· Ien que, conservan
· en medida apreciable su
respe t ｉｧｾｭ｣ｯＮ＠ Nuestras experiencias a este
e o estan en contraposición con los resul-
32.3
tados publicados por MASSONS, pero coinciden
con lo expuesto por BOESEN y sus colaboradoref5.
En efecto, algunos de los conejos tratados por
estos autores con suero formolado, en los que
más tarde se practica una inyección de suero no
tratado, manifiestan choque anafiláctico, mu-
riendo uno de los nueve animales que componen
el grupo.
A nuestro juicio, este hecho, que se ha repe-
tido con notable constancia en nuestras expe-
riencias en distinas condiciones, indica que los
sueros anim:!les tratados por formol y calor son
ｩｮ｡､･｣ｵｯｾ＠ para su empleo en la transfusión al
hombre. Es indudable que los individuos que re-
ciben una transfusión de este suero pueden que-
dar en condiciones de sensibilización y expues-
tos, por tanto, a sufrir fenómenos anafilácticos
si posteriormente son inyectados con un suero
normal. A nuestro juicio, este hecho constituye
una limitación considerable para el empleo del
plasma o suero de animales tratados por el for-
mol y el calor, en la clínica humana.
Estamos, por tanto, en completo acuerdo con
las conclusiones de los autores daneses y con h
opinión sustentada en el editorial del "Lancet''
(1948), y según la cual el problema de encon-
trar un sustitutivo al plasma humano no puede
considerarse todavía definitivamente resuelto.
En favor de los resultados de MASSONS se han
publicado recientemente dos trabajos, por MEL-
KA y colaboradores, en Checoeslovaquia, y por
BARSOUM, en Egipto; pero ninguno de los dos
artículos contiene datos definitivos en cuanto al
poder sensibilizante del suero formolado. Luego
veremos también algunos otros puntos objeta-
bies de estos trabajos.
Además del peligro de sensibilización, el sue-
ro tratado por el formol y el calor difícilmente
puede llenar otra de las exigencias fundamenta-
les para servir como sustitutivo de la transfu-
sión del plasma humano. Nos referimos al valor
de la presión coloideosmótica de dicho preparGJ.-
do. No es necesario discutir la importancia fun-
damental que tiene el que el líquido que se in-
yecta en la transfusión posea una presión osmó-
tica coloidal comparable a la del plasma hu-
mano. Las investigaciones de los autores dane-
ses (BOESEN y colaboradores) han demostrado
un considerable descenso de la presión osmótica
coloidal en el suero tratado por el formol y el
calor. Dicha disminución es paralela a la inten-
sidad del tratamiento, . y la tabla que recoge los
resultados de los autores expresa con toda cla-
ridad cómo el tratamiento necesario para obte-
ner un producto desprovisto de acción antigé-
nica, conduce a una disminución de la presión
osmótica coloidal de más de un 50 por 100 de 1&
inicial. El propio EDWARDS comunica, en 1946,
que el suero añadido de formol y de amoníaco y
calentado a 100° pierde por completo su presión
coloideosmótica.
La disminución de la presión osmóticacoloidal
de los sueros tratados por el formol y el calor es
explicable por el proceso de agregación de las
 REVISTA CLINICA ESPａｾｏｌ＠
proteínas, que se hace más intenso al aumentar
la temperatura. Este fenómeno ha sido estudia-
do detenidamente por GuTFREUND y ÜGSTON,
quienes han demostrado que al tiempo que se
pierden las propiedades específicas del suero c:.e
produce una mayor heterogeneidad en el tamaño
de las partículas proteicas y en la movilidad
electroforética de las mismas. La disminución
progresiva de la presión coloideosmótica, deter-
minada por el método de ADAIR, indica el au-
mento del tamaño medio de las partículas pro-
teicas.
El aumento de la viscosidad del producto ･ｾ＠
desproporcionado al aumento del tamaño de las
partículas, y esto es lo que . hace necesario di-
luir el suero previamente, con lo cual, natural-
mente, se obtienen productos de presión col<•l-
deosmótica todavía menor. En las experiencias
de BoESEN y colaboradores, la presión osmótica
coloidal cayó de 270 mm. de agua, en el suero no
tratado, a 125 mm. de agua, en el tratado con
formol y calentado a 95· durante cinco minutos.
ｇｕｔｆｾｄ＠ y ÜGSTOX observan una disminucién
de 190 mm. de agua, en el suero normal, a 90
milímetro de agua, en el suero calentado (!un
formol y amoníaco a 80 durante treinta minu-
tos. La simple adición de amoníaco y formol
cambia poco la presión osmótica coloidal, pero el
aumento del calentamiento produce, como he-
mos dicho, una disminución progresiva de la
misma.
Así, pues, de las experiencias que acabamos
de referir puede deducirse que los sueros ani-
males tratados con el formol y el calor pierden
una buena parte de su presión osmótica coloi-
dal, y con ello, una de las propiedades más im·
portantes para ser usados como sustitutivos del
plasma en la transfusión. Frente a estos resul-
tados, MAssoNs no comunica en sus publicacio-
nes determinación alguna de presión osmótica
coloidal del suero calentado y tratado por el for-
mol, y tampoco ofrecen dato alguno MELKA y
colaboradores, aun cuando afirman que las me-
didas realizadas por ellos demuestran que el tra-
tamiento no ha reducido la presión coloideos-
mótica del suero. Además, los datos teóricos
existentes acerca del proceso de desnaturación
de las proteínas por el calor, hacen difícil admi-
tir que ésta pueda realizarse sin que aquéllos
experimenten una disminución de sus propieda-
des osmóticas.
Desde el punto de vista teórico, el mecanismo
de la supuesta "desespeciación" de los sueros
tratados por el formol y el calor ha sido ex-
plicado de distinta manera. Para EowARos, y
con él la mayoría de los autores, el agente acti-
vo en la desnaturación de las proteínas y, por
tanto, de la "desespeciación" o "descaracteri-
zación" de las mismas, sería el calor. MASSONS
opina, por el contrario, que el efecto es debido
al formol, pero sin que aporte ningún argumen-
to fundamental en apoyo de semejante tesis.
Aunque nuestras experiencias no se han dil'i-
gido hasta el presente en este sentido, el esudio
15 marzo Ｑ ｾ Ｓ＠Ｑ
de la literatura parece indicar evidentemente
la falta de apoyo de los puntos de vista de MAs.
SONS. El tratamiento por el formol, en cantida.
des incluso mucho mayores que las empleadas
en la preparación de los sueros que nos ocupan
es insuficiente para modificar las ｰｲｯｩ･､｡ｾ＠
antigénicas de las proteínas. Así fué demostra.
do por LANDSTEINER y LA::.\IPL, ya en 1917, y más
recientemente, HORSF ALL y J ACOBS y Sül\IMERS
observaron que los sueros animales fuertemen.
te formalizados no perdían su poder antigénico.
Por otra parte, la experiencia universalmen.
te extendida de la preparación de las anatoxi·
nas, según RA.'Vt:ON, muestra cómo el tratamie11•
to de un antígeno por el formol, si bien le hace
perder toxicidad, no modifica sus propiedades
antigénicas. El método clásico de RAl\ION somete
a la toxina a un largo tratamiento por formol.
a concentración un poco más elevada que las
empleadas por EDWARDS y por MASSONS. AllaJo
de los datos que en la literatura demuestran la
falta de eficacia del formol pam hacer perder,
por sí solo, las propiedades antigénicas de ｬ｡ ｾ＠
proteínas, existen numerosos datos referentes
al efecto del calor sobre dicha propiedad. De·
jando aparte los cambios de índole químico·fÍ·
sica que el calor produce en las soluciones pro·
teicas, queremos recordar aquí las experiencias
realizadas ya en 1906 por ÜBEIDIEYER y Pro:
acerca de las que llamaron "coctoprecipitinas"
o precipitinas que aparecen en los sueros ani·
males tratados por el calor. En 1Dl2, Scmm
observó que los conejos inoculados con suero ca·
!entado durante treinta minutos a 90° C. pro·
ducían una precipitina que actuaba precipitando
incluso a los antígenos previamente s'ometidos
a ebullición.
Los datos de la literatura, en cuyo detalle no
hemos de penetrar, indican, por tanto, que la ac·
ción del tratamiento formol-calor más bien es
debida al efecto de este último que al del f?r·
mol. Al mismo tiempo el tratamiento térm1co
de los sueros animales conduce a una agrega·
ci6n de las proteínas con una inevitable pérdida
de la presión osmótico-coloidal de las mismas.
según ya dijimos.
Si tratamos de resumir la situación del pro·
blema, según los datos que acabamos de men·
cionar y los que se desprenden de nuestras ex¡
periencias, podemos afirmar, por tanto, que e
tratamiento por el formol y el calor no es Ｎｾｮ＠
modo alguno el método ideal para la obtenc!Oll
de sueros animales que puedan servir de ｵｾｯ＠ e11
la transfusión humana. Nuestras ｯ｢ｳ･ｲｶ｡｣ｷｾ＠
con las de otros autores (BoESEN y colabora o·
res), muestran que el tratamiento que nos ｯｾｵｰＺｴ＠
no es capaz de desposeer a las proteínas anuna·
les de sus propiedades antigénicas de una Ａｬｾﾷ＠
nera completa; por lo que los productos ＿｢ｴ･ｊｾＺ＠
dos conservan la capacidad para produc;r se .
sibilización. En este sentido es de ｩｮｴ･ｲ｜｣ｾｳ＠
signar aquí que los resultados de los au 0 ro
daneses y los nuestros coinciden en este ｡ｳｰ･ｾﾷ＠
con los publicados hace ya trece años en nu
TO!dO XXXI! PROPIEDADES DE LOS SUEROS ANIMALES 32'1
NúMERO 5

tro país por PLÁ y SABATÉ. Estos autores, por SUMMARY

un método que no describen, obtuvieron también
una atenuación de las propiedades desencade- Heated horse and calf sera treated with for·
nantes, pero no de ｬｾｳ＠ sensibi.lizantes. mol according to the aforesaid procedures, pos-
La razón de las discrepancias entre los resul- sess an unquestionable sensitizing effect. Ne-
tados obtenidos por MAssoNs, por MELKA y co- vertheless, they are non-toxic, and they have lost
laboradores y por BARSOUM, y los conseguidos partially or wholly the power to agglutinate hu-
por nosotros y por BoESEN y colaboradores, no man red cells or to produce the anaphylactic
es fácil de explicar. Como hemos señalado en shock in animals previously sensitized with the
otro lugar, la técnica es tan sencilla, que parece corresponding normal sera.
difícil que tales discrepancias puedan deberse a The sensitizing effect of heated animal sera
diferencias en la preparación de los sueros. treated with formol is an obstacle for the use
La situación del problema, a nuestro juicio, se of the same as a subtitute for plasma transfu-
refleja con gran claridad en la anotación del sion in human clinical practice.
"Lancet" a que nos hemos referido varias ve- Heating and formol treatment give rise to a
ces, y en la que se ｩｮｳｾ･＠ en la necesidad ｾ･＠ un decrease of colloidal osmotic pressure which lo-
estudio experimental mas profundo del mismo, wers the therapeutical value of the sera thus
antes de emitir un juicio definitivo. managed. The chimio-physical changes eviden-
Por nuestra parte, y basados en la experien- ced in sera under such management is apparen-
cia que hemos presentado, consideramos que la tly due to heating rather than to the formol.
aplicación de los sueros animales tratados con
el formol y el calor a la especie humana, no pue-
de considerarse desprovista de riesgos en el mo- ｚｕｓｾｎｆａｇ＠
mento actual.
Die nach Beschreibung mit Formol und Hitze
CONCLUSIONES. behandelten Pferde-und-Rinderseren haben eine
ganz deutlich sensibilisierende Wirlmng, wenn
Los sueros de caballo y ternera tratados por sie auch nicht toxisch sind und ihre Fahigkeit,
el formol y el calor, según los distintos procedi- menschliche rote Blutkorperchen zu agglutinie-
mientos que se describen, poseen un indudable ren verloren haben · ebenso wenig vermogen sie,
efecto sensibilizante, aunque estén desprovis- bei vorher mit den entsprechenden normalen Se-
tos de toxicidad y hayan perdido total o parcial- ren sensibilisierten Tieren einen anaphylaktis-
mente su capacidad para aglutinar los glóbulos chen Shock auszulosen.
rojos humanos y para desencadenar el choque Die sensibilisierende Wirkung der mit Formol
anafiláctico en animales previamente sensibili- und Hitze behandelten Tierseren ist ein grosser
zados con los correspondientes sueros normales. Nachteil derselben, wenn roan sie als Ersatz für
El efecto sensibilizante de los sueros anima.- die Plasmatransfusion in der menschlichen Kli-
les tratados por el formol y el calor constituye nik anwenden will.
un grave inconveniente para el empleo de los Die Behandlung mit Formol und Hitze führt
mismos como sustitutivos de la transfusión de zur Herabsetzung des osmotischen kolloidalen
plasma en la clínica humana. Druckes, was wiederum den therapeutischen
El tratamiento por el formol y el calor oca- Wert der so behandelten Seren vermindert. Die
siona una disminución de la presión osmótica chemisch-physikalischen Veranderungen de r
coloidal que contribuye a disminuir el valor le- besprochenen Seren scheinen mehr auf die Hitze
rapéutico de los sueros así tratados. Los cam- als auf das Formol zurückzuführen zu sein.
bios químico-físicos experimentados por los sue-
ros sometidos a dicho tratamiento parecen acha-
cables más bien al efecto del calor que al del
formol.

BIBLIOGRAFIA Les sérums de cheval et de veau traités par

le formol et par la chaleur selon les différents
EDWARDS, F. R.-Brlt. Med. Jour., 73, 1944. procédés que l'on décrit, possedent un indou-
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ｓ｣ｭＮｵｾｅＬｆﾷａｙ＠ PI<?K, E. P.-I:Iofmelster. Beitr., 7, 455, 1906. tés par le formol et par la chaleur, constitue un
Sc!iMr • · .-·Btochem. Zetts., 14, 294, 1908. grave inconvénient pour leur emploi comme
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EowAnol ｾｂａＺＬ＠ 1;-La Cllnica, 12. 129, 1935. (Cit. MA;;so);'s.) susbstitutifs de la transfusion de plasma dans
ｅ､ｬｴｯｲ｡ￍＮＭｾｮ｣［Ｌ＠ ﾡｾﾷ＠ 2, 437, 1946. la clinique humaine.
328 REVISTA CLINICA ESPAÑOLA
Le traitement par le formol et par la chaleur
provoque une diminution de la pression osmoti··
que colloidale qui contribue a faire diminuer la
valeur térapeutique des ｳ￩ｲｵｭｾ＠ ainsi traités. Les
changements chimico-physiques expérimentés
par les sérums soummis a ce traitement sem-
blent provoqués plutót par l'effet de la chaleur
que par celui du formol.
LOBULACIONES DIAFRAGMATICAS
E. ROTELLAR
Médico Interno.
Casa de Salud Valdecilla. Servicio de Aparn.to Respiratorio.
Jefe: Dr. D. GARcfA ALOXi'O. Santander.
Con bastante frecuencia encontramos en h
exploración radiológica de las bases pulmonares
que el arco diafragmático no se presenta como
tal, sino que tiene irregularidades o pequeños
arcos atribuíbles a adherencias o disposiciones
musculares. Esta distribución es más claramen-
te visible en el lado derecho, según algunos, pol'
su mayor frecuencia en éste, y según otros, por
poderse observaT más claramente a causa del
contraste del parénguima pulmonar con la opa-
cidad hepática. Estas pequeñas anomalías, muy
bien estudiadas por WELTZ, STORM, VAN LEEU-
WEN, DUKEN, EVERSBUSCH, etc., son observables
principalmente en ligera lordosis con tubo alto,
pOT estar situadas en la parte más anterior de la
cúpula diafragmática. No pasan de ser una cu-
riosidad anatomofisiológica, que no suele dar
lugar a dudas diagnósticas; en todo caso han
sido a veces atribuídas erróneamente a adheren-
cias pleurales.
Cosa distinta ocurre con las grandes lobula-
ciones visibles en la exploración radioscópica
con relativa frecuencia, y que nos plantean du-
das diagnósticas con los procesos supra y ｳｵｾＩ ﾭ neumónica de sus alrededores.
diafragmáticos que puedan dar lugar a sombras
redondeadas de esta localización (quistes hidatí-
dicos de pulmón situados en las lengüetas ante-
rior o posterior, o en cara superior de hígado;
tumores de las mismas localizaciones, etc.). En
estos casos se plantea una primera duda sobt·e
si el proceso está situado encima o debajo del
diafragma, si se aloja en uno de los senos costo-
diafragmáticos o empuja hacia arriba una por-
ción del diafragma, por asentar en la cara su-
perior del hígado, o si se trata de una anomalía
del propio diafragma.
La radioscopia o las radiografías frontal y la-
teral (figs. 1, 2, 3, 4 y 5) nos muestran en estos
casos que se trata de una sombra redondeada.,
situada en la región anterior e interna del arco
diafragmático derecho; a veces el contorno de
esta sombra se sigue parcialmente (fig. 1), dan-
15 marzo 13!9
do la sensación de algo aislado e independiente
de la sombra diafragmática, y que solamente se
confunde con ella por superposición. Si hacemos
respirar profundamente al enfermo, observamos
que la parte más abombada se mueve algo más
lenta y marcadamente que el resto del diafrag-
ma, quedando como retrasada en las excursiones
inspiratorias, lo que hace que durante ellas se
haga más patente y algo menos opaca. Esto pa-
rece confirmarnos la impresión de que se trata
de un proceso infradiafragmático que empuja
una parte del diafragma hacia arriba, permi-
tiéndole, no obstante, descender, pero algo me-
nos que la parte no empujada. Sin embargo, no
podemos, por esto, descartar la posibilidad de
una situación supradiafragmática de la sombra
que, en este caso, s.ería arrastrada en la inspi-
ración profunda por la aspiración que ejerce el
diafragma al contraerse o por posibles adheren-
cias con éste.
Vemos, pues, que, ante estas imágenes, nos
encontramos en una situación dudosa, en primer
lugar, de localización, y, en segundo, de causa
productora. Para aclarar el primer punto, el pri-
Fig. l.-Caso 1. Radiografla dorsoventral, enfermo en pie, e
inspiración profunda. Se aprecia en base derecha una som¡
bra redondeada, que se une en parte de su contorno con e
diafragma, que parece continuarse por debajo de esta som-
bra. En la reglón infraclavicular derecha se observa la ca-
vidad correspondiente al absceso y la ligera infiltración
mer problema que se nos presenta es separar el
diafragma de sus partes vecinas, bien de la base
pulmonar (neumotórax), bien de la cúpula he·
pática (neumoperitoneo). Del peligro de estas
dos técnicas se ha escrito mucho, y no creernos
sea éste el lugar adecuado de revisar esta cues-
tión; nos limitaremos a decir que los dos tienen
aproximadamente igual cantidad de remotos
riesgos en relación a la frecuencia con que hOY
se emplean. Mas queremos insistir sobre su re-
lativa utilidad, para lo que buscamos; nos inte·
resa, como más arriba decimos, crear una cáma·
ra de aire suficientemente amplia para ser ｣ｾ｡ﾭ
ramente visible entre la base pulmonar y el d1a·
fragma o entre la cúpula hepática y el diafragÍ
ma; pues bien, para ello es necesario, con e
neumotórax, introducir una cantidad muy con·