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ToMO XII

Nt>tF.RO 6
HEMOGRAMA EN LAS APENDICIT !S AGUDAS

Sota.- Dejamos constancia de ョオセウエイッ@ agrade- was eine postoperative Mortalitat von 3 3, 3 % be-
cimientos al profesor hern￁jNセ@ ALESSANDRI y cola- deutet.
boradores por el interés demostrado para desarro- 5. Weiter zurückliegende Daten werde n nicht
llar .?sta rama de la Cirugía. Los enfermos operados 。ョァセ・「L@ da die überlebenden erst vor 3 Monaten
han sido estudiados por ellos y gran parte del pre y op...nert wurden und sich bis z um h eu tigen Datum
postoperatorio se ha hecho con su colaboración di- wohlauf befinden.
recta.
Agradecemos a l profesor ANfBAL GREZ las eso- RÉSUMÉ
fagoscopias practicadas en estos pacientes. Iguales
agradecimientos manifestamos al Dr. I sMAEL M ENA I. L es auteurs parlent des problemes di:fférents
y sus ayudantes, que h a n tenido a su cuidado el es- qui s'offrent au chirurgien dans le cancer d' estomac
tudio de l as preparaciones microscópicas, y al perso- opérable, étant donné qu 'ils peuvent justifier une
nal médico de l a Sección B. de Cirugía del H ospital resection partielle de 1' organe, dans la pl upart des
d el Salvador que ha cont ribuído al éxito en el tra- cas une gastrectomie totale dans des cas bien défini;
tamiento de los operados. d'exten sion et localisation du processus ou en der-
nie r lieu, une oesophagectomie en présence dz néo-
BIBLIOGRAFÍA
plasm es situés a l'extremité inférieure de l'oesopha-
ge o u cardias.
ADA)!S HER!IF.I<T.- Surg. Clin. ·of North Amer., 22, 709, 1942. 2. P our ces derniers les auteu rs estiment que la
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BERNSTEIN ART!!l:H.- Rev. of Gastroenterology, 8, 23·1, 1941. voie trans-thoraxique et transdiaph ragm atique est
BOI!RER JOIIN, M. D.- Ann of Surg., 109, 555, 1939. la plus appropiée car elle permet une exploration
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M\RSIIALL SAMU>:t..- Surg. Clin. of North Amer., 18. 643, 1938. príncipes deja enumérés par d 'autres auteurs.
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Wu:GH, J. 111. 11 Gt>'f'IN, L A.- Proc. Staff Meet. :1>1.ayo Clin., 1941. pratiser la simple explora t ion; chez les trois a u tres
on fi t l 'exérésis.
Dans les explo rat io ns il n'eut pas de m o rtalité
ZUSAMMENFASSUNG op ératoire immédiate ; dans les exérésis il y cut un
1. Die Autoren besprcchen die vcrschiedenen
cas de mort au 9 j o ur apres l'interwntion, c'est
Probleme, die beim operablen Magencarcinom au f- a dire que la m ortalité post-opératoire fut d'un
treten und , die v zrschiedene Eingriffe des Chirur- 33·3 par 100.
gen notwendig mach en. In Frage k o mmt beiden 5. On ne discute pas de résultats éloign és, car les
m eisten Fallen eine partielle Mag2nresektion , oder dzux survivants ont sou:ffert l'interven tio n opéra-
l>ei gewissen Fallen mit einer ganz bestimmten Lo- toire il y a a p eine trois m ois, et jouissent a préscnt
k al isation und Ausdehnung e ine totale Gastrecto- d'un excellent santé.
mie oder schliesslich, wenn der Tumor am un reren
Ende der Speiserohre oder am Cardias sitzt, eine
Gastro-O esophagectomie.
2. Die Verfasser glauben, dass bei den letztge-
nan ntcn Fallen der Eingriff durch den Tho rax o der
durch das Diaphragma erfolgen sollte. w <?il auf
diese Weise eine gena ue Untersuchung der Bauch -
UTILIDAD CLíNICA DEL HEMOGRAMA
bezw. Brursthohle moglich ist; ausserd zm k ann so
nach der Entfern un g des Tumors eine vollkomme- DE SCHILLING EN LAS APENDICITIS
ne Anastomose hergestellt werden. AGUDAS
3· Di2 a n gewandte Operationstechnik wird bes-
cbrieben; sie bringt nich ts Neuees, sond ern stellt Estudio en 7 r 2 casos observados
nur eine e in fache Adaptation der b ere its von ande-
rm Autoren a ufgestellten Prinzipien dar. J. PABLOS ABRIL
4· Sratistische Erfassung der 6 eigen en Falle mit Médico interno del Servicio
auf diese W e ise operierten Cardias-Oesophagustu- Casa de salud Valdecilla (Santander) . Servicio de enfermedades
m ?ren. Bei dr2ien konn te nur eine Probelaparato- del Aparato Digestivo. Jefe: DR. A. GARCfA BARÓ'\
mle durchgefü hrt werden; beiden anderen 3 er-
fo lgte die En tfernun g des Tumo rs. SUMARIO: Estado actual del ーイッ「ャ セュ。N@ -
Método de estudio
y resumen de la casuística.- Alteraciones de la セ。ョァ・N@ en las
J?ei dzn Probelaparatomien kam es zur keinem apendicitis agudas, simples, pedoradas セッョ@ . セ・イエッョウ@ local
Ext: us vahrend des Eingri:ffes, wogegen bei den (abiertas y cubiertas). perforadas con per!lomtJs general, plas-
andcre n Operationen mit Tumorentfe rnung ein trones l/ abscesos apendiculares. - El hemograma en las seu-
T odcsfall am 9· Tag z nach dem Eingriff vorkam , doapendicitis agudas.-- Valor diagnóstico en las apendicitis
30 marzo 194(
394 REVISTA CL!NICA ESPAJ\TOLA

agudas. -Las alteraciones leucocitarias como si'!toma y evo- Finalmente, queremos セaNG}Iイ・ウ。@ públicamente
lucrón de las mismas.- El hemograma como srnto':'a de las nuestro agradecimiento al profesor Dr. SÁNCHEZ-
seudoapendicrtis agudas. - Valor 、セャ@ _ィ・ュッァセ。@ serrado_ ー。セ@ LUCAS. al Dr. OLIVA y s-::ñoritas auxiliares del La-
el diagnóstrco precoz en las apendrcrtrs.- 1\ オ・ウエイセ@ experrencra
en el valer diagnóstrco del hemograma.- Dragnostrco hema-
boratorio de Hematol ogía de esta Institución ror la
tolóoi,o 、ゥヲ・イセ」。O@ o con otras afecciones de abdomen agudo. valiosa y desinter:sada ayuda que nos han ーイ ・ セエ。、ッN@
\'alor del hemograma en el período preoperatorio de la 。ーセョᆳ
dicectomía en frío.- Valor pronóstrco del hemograma de rn ESTADO ACTUAL DI·! PROBI 1 \lA. l lasta el año tgo8
qreso en estas afecciones de origen apendicular. - Valor del en que se perfilaron los estudiOs_ de CURS< ャセiaZ|nL@ SOCIKEM-
hemogranw seriado en el curso posterior al ingreso de estos BURG y los d iscípulos de este ultuno. ! 1 DIR\It\'\:-\ y KOTHE,
enfermos. -Curvas leucocitarias. -Conclusiones. se puede decir que m.ís que conclusiones se exponían conje-
Bibliografía. turas sobre el valor cltnico del bemogram.l. CURSC'li\!A:-\N y
SOl\KEMBURG dieron el p rimer paso. y mas tarde tranron las
Conocidas son las dificultades con las que fre- con<Xidas conclusiones funtbmcn!.1lcs sobre 1.1 lcucocitosis.
」オセョエュ・@ tropnamos para el 」ッョゥュセエ@ del y posteriormente S0:\:\1:..-IBUR<· en la leucocitosis y neutro-
diagnóstico clínico, evolución y gravedad de los pro- filia sobre el esquema de ,\rnetb.
cesos apendiculares. En tales circunstancias se hJ tra- Estas últimas conclusiones. antiguas. pao muy arraigadas
en nuestros dtas. son l.Js siguicntrs:
tado de encontrar medios auxiliares más seguros y a) Leucocitosis Jlt.1s ( tS.ooo-20 ooo) con eosinófilos y
.. n los que se pudiera confiar para resolver estos pro- des\·iación a la izquierd.1: 1nfección graYe, con b urna capaci-
blemas que plantea la apendicitis aguda en sus dife- dad reacciona! del ッイァ。ョゥセュN@
rentes estadios. b) Leucocitosis modcr.1da (1 :;.ooo ó menos), eosinófilos
Entre esos medios de ayuda diagnóstica figura el y esquema de Ametb sin mod1ficar: 1nfección moderada con
reacción deficiente
hemograma, y más aún dentro de ←ウエセN@ la v.:t!ora- e) Recu.:nto normal con eosinófilos y s1n existencia d1
ción de las alteracion.:s leucocitarias, conforme al desviación: apendicitis leve.
proceso inflamatorio. d) Recuento norm.1l o bajo. sin eosinofilos y con desvia-
Hacia finales de I 8go, en la Clínica de SAHLI se ción a la izqtucrda: intt·cción gr.we, m.1l.1 defensa del orga-
ptacticaba ya el recuento d? leucocitos para ェセQコァ。イ@ nismo. y por tanto. mal pronóstico.
e) Elevación tardta de lJ leucocitom, al segundo día o mis
la g ravedad y progresión de las peritif!itis, pero el tarde: formación de pus.
mérito de la apl icación del examen de sangre en las A estas conclusiones fundamentales puede añadim· lo rt·
apendicitis corresponde a CURSCH:-IANN, que, en ferente al bemogram.1 scrudo, que aconsejaban practicar t1
190 I, expon.? el resultado obtenido en 6o casos. los enfermos con cuadro inseguro de aprndtcius.
Trazados cs:os hechO\ ィNQLエ」ャセ@ \·,1mos ,1 、Lセエ。」Nh@ únicam•t
El éxito inicial de las alteraciones leucocitarias en
Jas afirmaciones nu•vas que ウセ@ han hecho por los r<spcCtl\
esta afección persiste a lo largo de los años quz van autores: [|Golhriᄋセ@ ( 1 gol$) セ@ dio ru,nt 1 d,• アオセ@ ln\ hell'"'
de siglo y en esta enfermedad va a encontrar el he- gramas muy altuados sol .1n .: •1 c1d1r e ., lp<n .l 1'1s pa\
mograma uno de los pilares más sólidos en que que cursaban con mal pronóstico, encontrandose tamb1en en
orientar su doctrina; clín icos y cirujanos - más ra- su artículo, aunque no muy claramente, la falta de parale-
lismo entre la leucoci tosis y la gravedad e importancia de las
ramente hematólogos- van a rivalizar en p u blica- apendicitis. Se ve en esta publicación que muchas de las ci·
ciones sobre la importancia del recuento y fórmula fras bajas de recuento coincidían con peritonitis generalizadas
1 ucocitaria en las inflamaciones agudas del apéndice de origen apendicular. PEAS E ( 1 909) observa que es mas
vermicular. segura la neutrofilia, considerando casos g1.tves de apendicitis
aquellos que en la fórmula tienen más de u n 8 5 por 1 o o d1
No o lvidemos en este proceso histórico del heme- elementos neutrófilos. MAD!Nt\VEITIA ( 1921) consideraba
grama e n las apendicitis, nombres consagrados por al hemogram a cerno el síntoma más importante de esta afec-
sus publ icaciones, cuales son CURSCHMAN . SON- ción. después del dolor a la palpación. :vli\R"l ELL y AKTOI·
NEJ\IBURG. M ÜLLER, L ESHIE, NOEI !REN. PEASE, NE ( t 9 2 5) exponen la necesidad de hacer examen preopera·
torio de sangre en las apcndiccctomías en frío, especialmente
Ser !MIDT, FONIO, BERTHO. M ORE!RA DA F ONSE- en aquellas que se practican tras la regresión de procesos su·
CA, CARDENAL, FINNEY, CARLSON, PIWCIINOW, purados, y aconsejan no ejecutarla basta que el hemograma se
LFSSFR. MONTANACI, SCH!LL!NG, PAYR , GOODALE haya normalizado plenamente (leucocitosis inferior a 7.ooo Y
y MARNING. menos d e 66 por too de neutróti los) . fONIO (1926) basa
Hay otras aportacio nes de interés mucho más re- sus estudios en la lcucocitosis relacionada con los tipos ana·
tomopatológicos. ROSSE:-.:ow (1926) ya separa bematológi-
Jarivo, como son los trabajos d 2 MAATZ, FEDER- camentc algunas seudoapcndicitis agudas provocadas por es-
:-IANN, URRUTIA. PRAT, RICHTER, KOLO\\'SKI, RUF. pasmos intestinales. PROCll:-\0\V (1 931) hace un estudio clí-
R EGUFIRO. MADINAVElTIA. CAZlN, MARTEL. AN- nioo, valorando especialmente las granubciones patológicas
TOl:\E. CASTRONUÑO, DES.\!ARET, GREVILL!US. de los leucocitos. 」ッョャオセゥウ@ que han sido poco utilizadas
después para la práctica. SURRt\CO (1 931) hace el diagnóstico
ROSSE:\0\V. NAEGELI. MOHR, PI FIGUERAS. MON- bematológico diferencial entre las apendicitis agudas y cólico
DOR. MENl\'1:\GER. TALEGÓN, etc. nefrítico. MÜLL ER ( 193 1) estudió las c.1usas que motivan
Ha y otros autores que se limitan exclusiv1mentc las leucopenias o cifras bajas de recuento en los procesos apen-
a transcribir en sus escritos el resultado de algunos diculares. observando como causas: procesos virulentos. edad
avanzada, encapsulamiento, etc . MOKTANACI ( t 9 3 2) dice qu,
de los citados anteriormente; y, finalment', no es la curva leucocitaria se mantiene brevemente en las anexitis
raro que haya quien pasa por. alto el asunto, y en - agudas. es decir, al contrario de las apendicit is importantes.
tre éstos hay o bras de reconoctd o prestigio n<Jcional FINNEY ( 1 933) afirma q ue la importancil del bcmograma le
y ext ranje ro en las que n o sz mencionan las altera- hace colocarse como síntoma clínico de gran interés y en orden
de valoración, después del dolor espontáneo y ーイッカ」。、セ[@
ciones leucocitarias en esta enferm edad. niega extsta estrecha dependencia entre el g rado de leucocitosts
La d octrina leucocitaria en las apendicitis ag udas y la gravedad del proceso vermicular. CARLSON ( t 9 3 5) trans-
recibió or igen en las m odificacion2s que los glóbu- cribe en primer término las con el usioncs de Y AGUDA. basa-
los bl ancos tenían en los procesos s upurados, .?stu- das en el estudio de un elcmen to nuevo del henwgrama: ャセウ@
formas inmaduras. Las afirmaciones que hace ron las SI-
dios que fueron verificados por H AYEM y p tigreoセL@
guientes:
confirmados ー ッウエ・イ ゥ ッ イュ ・ ョエ セ@ por RIEDER. LrEM- 1 . • La presencia de un porcentaje normal de fo rmas inma-
BECK, GRAWITZ y CABOT. duras rechaza el diagnóstico de apendicitis.
toセ@ XII HEMOGRAMA EN LAS APENDICITIS 1\GUDAS 395
NbtERO 6

2 ." Un con taje de menos de un 14 por 1 o o puede indicar Los hemogramas poco o nada alterados suelen
que el proceso es probablemente mucoso. coincidir con casos muy lig .ros, que en algunos en-
3 .- Más del 1 4 por 1 o o indica apendicitis supurativa di- fermos macroscópicamente incluso se llegaba a du-
fusa . más grave a medida q ue se ap roxima al 30 por 1 o o.
." Más de un 3 5 por 1 o o, perforaciones apendiculares dar de la inflamación apendicular. En las formas
4
con peritonitis. graves de apendicitis simple (gangrena, empiema,
5 ." L os hemogramas seriados son de valor pronóstico apendicitis flegmonosa) , sin ser r::> gla , un 7 5 por ro o
definitivo. de los enfermos timen hemograma más serio o alte-
CARLSON y los que después siguieron se muestran escépti-
cos ante estas cifras matemáticas de las formas inmaduras y el rado que las cifras medias de grupo.
tipo anatom o patológico del proceso. Nosotros hemos compro
Leucocitosis constante en el
bado el valor de las for mas in maduras, pero no en estos va-
lores exactos y o rdenados. Son un dato de los tres elemen tos Apendicitis simple 8 9 ーッセ@ 1 o o de casos.

que nos muestra el hemogra ma. CARLSON también considera (cifras de constancia) n・セエイッヲゥAj。Z@ 83 por 1 oo.
) F. mmaduras: 46 p or 1 oo.
al análisis de sang re más importante y fi no que el pul so y Eosinófilos : 25 por 1 oo._
temperatura.
d esセゥart@ ( 1 93 7) concede gran valor al recuento y fórmu -
la en la evo! ución de los plastrones apendiculares, bien hacia APE:-\DICITIS SIMPLE (290 casos)
el absceso o la cu ración MAATZ ( 194 1) vuelve a insistir
en el diagnóstico hematológico diferencial entre la apendicitis Formas
aguda y la litiasis urinaria GREVILLIUS (1942) manifiesta セュ・イッ@ de días Xúmcro Leucocitosis Neutrofilia inmaduras
de casos media media medias
que en Jos viejos la leucocitosis, al igual q ue otros sín tomas,
son menos acusados. Nosotros en nuestra M emoria docto-
ral ( 194 3) h acemos un amplio estudio de las alteraciones de
la sangre en dicha enfermedad y su aplicación el ínica. De Oa 1 1:3!i 15. 10H 82 o o 5 oo
De 1a 2 U! 15. 160 1 82 °/0 6 oo
M ÉTODO DE ESTUDIO Y CASUÍSTICA. - Nuestras De 2a 3 32 QSNXZセP@ 73 °¡o 7 o¡o
conclusiones y doctrina se basan en la observación De 3a 4 8 12.670 81 o o 6 °/o
de 73 2 enfermos, en los que se practicó el hemogra-
ma de ingreso y postzriormente en muchos de ellos Fig. l. - Valo res m edios de alteración del hemog rama segúB
el hemograma seriado. La casuística globíll se des- el número de días.
compone en los siguientes grupos:
Casos 2. A pendicitis perforadas (138 casos).- Se in-
Apendicitis agudas simp les . 290 cluyen en este grupo aquellos enfermos con perfo-
Apendicitis agudas perfo radas 1 38 ración apendicular visible macroscópicamente. Com-
Perforadas con peritonitis general 12 prende las perforaciones abiertas y cubiertas. Estas
P lastrones apendiculares . oo
1
últimas son aquellas en que la perforación estaba
Seudoplastrones . 2
Abscesos apendiculares . 1 oo protegida por epiplon o asas delgadas, dando un
Seudoapendicitis agudas. 70 proceso, como es natural, localizado.

¡
Apendicectomías en fr ío (para estudiar
la movilización quirúrgica). 20 Leucocitosis m edia: 1 7 .490.
Apendicitis abiertas Neutrofilia: 8 7 por 1 o o.
T otal . 73 2 (90 casos) F . inmaduras: 1 o por 1 o o.
(cifras medias) Eosinófilos: 5 por 1 o o.
Exceptuando el grupo de plastrones apendicula-

l
res en el que hubo algunos enfermos que no acudie- L eucocitosis media: 16.7 6 0 .
ron al centro hospitalario para practicar la aconse- Apendicitis cubiertas Neutrofilia: 84 por roo .
(48 casos) F. inmaduras: 7 por ro o.
jada apendicectomía en frío, todos los -:lt!más son (c ifras medias) Eosinófilos: 2 9 por 1 o o.
enfermos con diagnóstico corroborado por la inter-
vención quirúrgica.
Revisando los hemogramas preoperatorios de Jos
ALTERACION ES DE LA SANGRE EN LAS APENDI- enfermos que componen el grupo total de apendici-
CITIS AGUDAS. -Para su mejor estudio, las hemos tis perforadas ィ セ ュッウ@ visto que estaba alterado en
clasificado con arreglo a su hallazgo anatomopato- todos ellos. La mínima anormalidad corresponde a
lógico en los siguientzs grupos: apendicitis simples un solo factor alterado, p2rteneciendo a éstos el 3 por
(subgrupos con el número de horas o días), apen- ciento de enfermos.
dicitis perforadas con peritonitis local (pe rforaciones · . · セ@ Leucocitosis: 17.230.
ー・ョ、エQセ ウ@ perforadas Neutrofilia: 86 por 1 o o.
apendiculares abiertas y cubiertas), peritonitis ge- (ctfras medtas del grupo) F. inmaduras: 9 por 1 o o.
neralizadas dz origen apendicular, plastrones y. final-
mente, abscesos apendiculares. Como se ve, comparando con las セᄀ。ウ@ セ・、ゥ。ウ@ dd
1. Apendicitis simple (29 0 casos) . - Distribuí- grupo correspondiente a las apendlCltts stmples, ei
das en subgrupos, según el número de h o ras o días, hemograma está más alterado en todos sus facto-
en la siguiente forma (véase fig. 1) . res; esto no quiere decir que no haya valores de uno
R zvisando los grupos anteriores, hemos observa- y otro grupo indiferencíables. Claro que no debe-
do que faltó la alteración del hemograma en tres mos olvidar nunca que en todo sospechoso de aperr:
enfermos, es decir, en el 1 por 1 o o de los casos, Y dicitis iCI grave alteración del hemograma nos hara
en un 5 por 1 oo la alteración era exclusiva en un presumir que estamos .f:ente a un 」 セ。、イ _@ セイ。カ・L@ y
solo factor (leucocitosis, neutrofilia o f ormas inma- como tal debemos enjulctar nuestro dtagno.stico, pro-
duras). En el resto al menos existía alteración de n óstico y terapéutica urgente. Cuando ,ex¡ste un 20
d os factores. p or roo de formas inmaduras en la formula puede
. Apendicitis simple
L eucocitosis: 14.244 . considerarse lógicamente que estamos frente a una
Neut rofil ia: 81,5 por 100.
(cifras medias del grupo)
F . inmaduras: 7 por 1 o o.
perforación apendicular.
30
REVISTA CL!NICA ESP.AROLA 30 marzo 19H
396

sos fímicos comprobados más tarde en la operación


Leucocitosis constante en el
Apendicitis perforadas \ 90 por 1o o de casos. 5· Abscesos de origen ap ndicular (roo casos):
(cifras de constancia) ) Neutrofilia: 90 por 1 o o. - La mayor o menor alteración de las cifras del he-
l F. inmaduras: 79 por 100 mograma no guarda relación apreciable con el nú-
mero de días que lleve instaurado el proceso, ni con
3· Apendicitis perforadas con peritonitis general la cantidad de pus coleccionada en el absceso cuan-
( r 2 casos) . - Las cifras medias de al t 2ración del do se practicó el 、イ・ョセェ@ quirúrgico de los mismos.
hemograma están mucho más alteradas que en el Llama la atención, al tgual que en el grupo anterior
grupo de apendicitis perforadas con peritonitis local. de plastrones, la gran variabilidad de las cifras del
. . . . セ@ Leucocitosis: 16.1 6o. hemograma de unos enfermos a otros.
セイコエッュウN@p apendrculares Neutrofilia: 8 9 por 1o o.
(cifras medtas del grupo) F. inmaduras: 3 1 por 1o o. . @セ Leucocitosis: 1 6 3 6o.
セ「 ウ」・ッ@?pendtculareos Neutrofilia : 8 3 por ro o.
(CifraS mediaS del grup ) r. inmadu ras: 1 1 por 1OO.
Nos llamó la atención que en dos enfermos los
valor.?s de alteración del hemograma eran bajos y no Se observa al estudiarl as una mayor alteración
-correspondían con la gravedad del proceso. lセ@ ャセオ M
de los valores medios del recuento y la fórmula en
-cocitosis fué constante en todos los enfermos, SI bten relación con el grupo anterior de plastrones. Es un
-en una tercera parte de los mismos las cifras eran dato interesante que la neutro filia fué siempre supe-
bajas (e ntr.z 1 o.ooo y 1 2.ooo leucocitos), la neu- rior al 70 por roo en todos los enfermos, y en el
trofilia fué constante, y las formas inmaduras en 8 6 por ro o de los casos fu é val orable en un 7 5 por
dos terceras partes de los casos oscilaron entre un ciento.
22 y 7 4 por 1 o o y su valor medio ya hemos visto
Leucodtos1s constante en el

セ@
.anteriormente que alcanzó un 3 r por 1 oo en nues-
Abscesos apendiculares 96 por 1o o de casos.
tros casos. Tal vez esta elevación de un 30 por 1 o o (cifras de constancia) Ncutrofiha: 86 por to o
de formas inmaduras en adelante, sea el dato más F. inmadu ras: 68 por 1 oo.
acusado y característico de este estadio peritonítico
generalizado de las apendicitis agudas. Había conservaCJon de eosinófilos en el 1 6 por
4· Plastrones de origen apendicular ( ro o casos, ciento de los casos. No encontramos ningún enfer·
más 2 casos de seudoplastrones.) - Este grupo de mo con hemograma sin alterar, y la ano rmalid.
enfermos se caracteriza por la extraordinaria varia- en un solo elemento fué ュ。ョゥヲ セ_ウ エ。@ sólo en el 2 pot
bilidad de las alteraciones leucocitarias, al igual que ciento de enfermos.
ocurre en lo referente al número de días de enfer-
medad, tamaño y tiempo de evol ución dd ーャ。ウエイ￳セN@ EL HEMOGRAMA EN LA SEUDOAPENDICITIS AGU-
P odemos decir que en estos enfermos las anormah- DA (70 casos). -Son enfermos diagnosticados clí-
dades leucocitarias saltan toda norma fija en el in- nicamente de cuadros apendiculares y en los que el
greso y modo de 」ッューイエ。 セ@ en el h emograma se- hallazgo operatorio fué negativo. Es importante
riado. consignar que en la gran mayoría de ellos la explo-
En un 1 o por ro o de enfermos no existe altera- ración sobre la fosa ilíaca derecha en el momento
dón apreciable; en el 90 por roo restante la ma yor de la laparotomía también resultó negativa, no pu-
o menor gravedad de su h emograma no guarda re- diendo evidenciarse en el acto quirúrgico la causa del
lación con ningún factor local, general y evolutivo. abdomen agudo.
Tampoco puede augurarse por el hem ograma la in- De estos 70 enfermos hay 46 con hemograma
frecuente, pero temida, complicación de la rotura normal y 24 en los que, sin duda alguna, son indi-
dd plastrón, ni por el hemograma seriado la posible ferenciables con el de una apendicitis aguda. Recor-
transformación en absceso. Sólo el hemograma se- demos, pues, que existen dos terceras partes del gru-
riado puede diagnosticamos precozmente la rotura po de seudoapendicitis que pueden ser sospechados
del plastrón, pero cuando ya ha aparecido, y la por el estudio hematológico; el resto de enfermos
transformación de un plastrón en absceso propia- fueron imposibles de denunciar ni clínica ni hema-
mente dicho, por la estabilización o agravación mo- tológicamente. En los casos en que existía alteración
derada, pero paulatina, del mismo, coincidente con leucocitaría estaban afectadas la leucocitosis y neu-
la temperatura y los síntomas clínicos de explora- trofilia y, con menos frecuencia , las formas inma-
ción local. duras.
Plastrones
. Leucocitosis: 15.520.
J Ne t fil'
. . apendrculares
) u ro ta: 72 por 100 . VALOR DIAG?IÓSTICO DEL HEMOGRAMA EN LAS
.(ctfras medtas del grupo F. inmaduras: 8 por 1 o o.
APENDICITIS AGUDAS.- El concepto de este nuevo
Había conservación de eosinófilos en el 3 6 por síntoma en las inflamaciones apendiculares data de
ciento de los casos. Falló la alteración leucocitaria Jos trabajos de CURSCHMANN, SONNEMBURG y HA-
.en el ro por 1 o o de los mismos. YEM, verificados a primeros de siglo; no importa
que hayan existido en todos los tiempos d 2tractores

l
Leucocitosis constante en el abiertos del mismo, que han mantenido verdaderas
Plast rones apendiculares 84 por I o o de casos.
Neutrofilia: 6o por Ioo.
polémicas, y entre los cuales figuran: Ü CHSNER, que
(cifras de constancia)
F. inmaduras: 40 poor 1 o o. le desposee del valor diagnóstico y pronóstico; D EA-
VER, que no le considera con valor suficiente. de
'En los dos casos de seudoplastrones que hemos síntoma; y MuRPHY, que le acepta, pero con tm-
tenido ocasión de observar la alteración del hemo- portancia relativa. A nuestro juicio, basándonos en
:,grama era nula o muy discreta ; se trataba de proce- su constancia real y definida claramente en más de
ToMO XII
N()M&RO 6
HEMOGRAMA EN LAS APENDICITIS AGUDAS 397

un 90 por I o o de los casos, teniendo en cuenta que Para la primera modalidad nos sirven los 290 ca-
su ausencia es m uy rara, hemos de concederle el va- sos que hemos estudiado de apendicitis simple (figu-
lor de un síntoma gmera[ mucho más fino y orien- ra 2) ; en ellos vemos que la leucocitosis adquiere el
tador que la tzmperatura y pulso. valor precoz, alcanza su acmé a las cuarenta y ocho
horas ">: después desciende hacia la normalidad, que
Vamos a recordar brevemente la diferente apreciación y
valor que recuento y fórmula leucocitaria ha tenido en el
se cons1gue entre el cuarto y el octavo día, excepcio-
juicio crítico de los principales autores, que de su estudio se
han ocupado en los procesos apendiculares: CURSCHMA:-<N dice
que tiene ind udablemente un valor positivo especialmente en lo Leucocitos
que hace referencia al diagnóstico. SONNEMBURG concede sim -
plemente a la leucocitosis el carácter de un buen síntoma ge- 20.000
neral. SONDERS extiende a ún más su utilidad y le da gran valor 19.000
incluso para tomar o no la decisión quirúrgica como tratamiento 18.000
de elección. GIBSON se expresa en términos análogos. CAZIN 17.000
lo acepta como buen síntoma. REGUEIRO concede especial va- 16.000

ᄋセ@
lor sintomático a la neutrofilia. MADINAVEITA, ya h emos di- 15.000
cho que consideraba el análisis de sangre como un síntoma 14.000
patognomónioo, y en orden de valor le colocaba después del 1:5.000
dolor y la palpación. URRUTIA y CARDENAL aceptan el valor 12.000
en sus p ubl icaciones. Análogamen te MARTEL y ANTOINE, 11.000
PAYR, PEASE y SCHMIDT. R OSSENOW le considera con valor 10.000
elocuente para el diagnóstico propio y difue ncial. PROCHNOW
se m uestra ferviente partidario. PRAT dice q ue la leucocitosis dias }9 22. Sセ@ 42.
oon polinucleosis es un síntom a típico de esta enfermedad .
.MÜLLER no sólo acepta su valor, sino que hasta justifica 100
científicamente en su estudio la falta de teucocitosis en algu- 90 N.
nos enfermos. MONDOR, más escéptico, lo acepta como un sín- 80
toma más, pero dice que no debe ser sobreestimado. MONTA-
NAC! considera a la leucocitosis (excesivamente) como patog-
70 セ@
60
nomónica de la apend icitis. RODIÑO concede más valor d iag- 50
nóstico a la n eutrofilia que a la Jeucocitosis. E l resto de los 40
autores q ue han sido citados en la in troducción, al menos :50
aceptan su valor. Finalmente. RICHTER manifiesta q ue es más 20
seguro y constante que otros síntomas generales, como la tem- lO f'. l.
peratura.
dtas 12 22 3 !1 4!!
LAS ALTERACIONES LEUCOCITARIAS COMO SÍN-
TOMA Y EVOLUCIÓN DE LAS .MISMAS.- No hay sín -
toma rígido en ninguna enfermedad, porque al pro- Fig. 2. - E\·olución del hemograma en las apendicitis agudas
simples, durante los cuatro primeros dí:1s de enfermedad (cifras
yectarse en la moda lidad individual adquiere el valor medias obtenidas en 290 casos) .
propio y típico de cada caso, máxime si recordamos
que la apendicitis aguda al llegar al medio hospita- nalmente después. La neutrofilia, salvo casos muy
lario puede presentar diversos estadios clínicos. Esto benignos, es más persistente, d2 un 70 a 8o por I o o,
hace que empecemos no extrañándon os de la flexi- y no baja antes del cuarto día, salvo casos de excep-
bilidad de este síntoma m las diversas formas clíni- cional benignidad. Las formas inmaduras no es ne-
cas y dentro de éstas en los diferentes enfermos. L o cesario tenerlas en cuenta en estas formas simples.
que sí es necesario es saberle reconocer y, más aún,
valorar escrupulosamente en cada caso.
Lcuco- :\'entr ó· F. inma·
Acudiendo a las :figuras I y 2, nos damos cuenta citos セ ャ ッウ@ duras
de que en la apendicitis aguda simple, sin compli-
caciones perforativas o peritoníticas, al poco tiempo 7
Apendicitis simple . 1l. 24<1 81
de iniciarse el cuadro, se produce una leucocitosis Apendicitis perforada 17.230 86 9
que en nuestros enfermos, tanto en el orden de Apendicitis co n peritonitis. 16.160 89 31
aparición como intensidad de la alteració n , merec.¿ Plastrones apendiculares . 15.520 72 8
ser calificada como signo hematológico precoz. Si- Abscesos . 16.360 83 11
gue después una n eutro:filia que aparece más tardía
y de elevación lenta, y :finalmente hay una m ovili- Fig. 3 . - Valores medios de alteración del hemograma en los
zación hacia el torrente circulatorio de formas inma- diversos grupos de apendicitis agudas (640 casos) .. Podemos
duras (cayados, raramente metamielocitos, y más in- observar los tres elementos principales ,que se ・ウエオ、セ。ョ@ en las
frecuente aún mielocitos). E l tiempo de aparición apendicitis agudas: leucocitosis, neurrofJIJa y fo rmas mmaduras
dz estos síntomas es precoz, muy difícil de contro-
lar con exactitud, porque así como otros enfermos Cuando asistimos al segundo grupo セ・@ョ ヲ ・イ セ ッウL@
de abdomen agudo (ulcus péptico gastroduodenal es decir, en aquellos cuyo proceso camma hac1a la
perforado) llegan pronto al Centro quirúrgico, muy complicación (véase fig. 3), al pasar del grupo de
raramente llegan los apendicíticos an tes de las cuatro apendicitis simple al de perforadas ?ay un aumento
o seis primeras horas del comienzo de su enfermedad. de la alteración de los valores med1os del hemogra-
Una vez instaurado el proceso apendicular, sigue ma. La leucocitosis sube 3.ooo leucocitos por milí-
clínicamente dos caminos: I .0 , período ascendente metro cúb ico, la neutrofilia aum enta un 5 por ro o
Y después regresión evolutiva hacia la curación; Y y la desviación ligeramente, acusando un ascenso de
2.o, marcha ascendente y complicación, vencida o no
un 2 por 1 oo de formas ゥョュ。、セイウ N@ Al セゥウュッ@
por las defensas orgánicas o el tratamiento adecuado. tiempo la leucopenia y monopenta concomitantes
REVISTA CL!NICA ESPAAOLA 30 marzo 1944
398

también se elevan, y la aneosinofilia se hace más racionado persiste sin mejoría como otros signos de
constante. exploración o se eleva aú n . más, lentamente, indi-
Esta agravación de los カ。ャッイセ@ medios del heme- cándonos que la prudente 1dea de esperar la reso-
grama es escasa y, más aún, irreconocible en muchos lución espontánea del mismo ha de セ・イ@ modificada
enfermos, por lo que hay que convenir que no hay por la indicación, entonces formal, del drenaje qui-
seguridad hematológica para establear un diagnós- rúrgico.
tico diferencial firme, entre la apendicitis simple y
la perforada. Sólo en los casos extremos, cu ando la
AUTOR-ES _ L eucocitos Ncuu·ófilos Formas
alteración del recuento y fórmula leucocitaria es pe- _ inmaduras
queña o, por el contrario, muy elevada , podremos ----- 1

indinar nuestro juicio a uno u otro grupo. Claro LE SLIE y TASCHE 14.800 87
que en esto mismo ocurre con la intensidad del do- PEA SE . 21 .000 88
lor provocado con la palpación abdominal. Si este Fll-:1\EY . 18.ti\Hl 81
problema es difícil de resolver muchas veces, impo- CARLSON 17 .J.í8 86
sible es la separación diagnóstica precoz de perfora- Nosotros 17 MセZSP@ 89 9
ciones apendiculares cubiertas y cerradas.
La transición de la simple perforación con peri-
Fig. 4. - Cifras medias de alteración del hemograma obtenidas
tonitis local a la apzndicitis perforada con perito- por otros autores en la apendicitis aguda simph:, y que compa-
nitis general es más evidente y demostrativa en la ramos con la obtenida por nosotros.
gran mayoría de casos. La hematología diferencial
de estas peritonitis no vien.z expresada en la leucoci-
tosis, que en los mismos es variable, y que no pode- AUTORES Leucocitos :\e utróhlo> Forma'
inntadura3
mos hoy mantener como signo de l<1 evidenciación
de la intznsidad del proceso, ni tampoco en la n eu -
trofilia que poco sube sobre la ya alta de las perfo- LESSER y GOLDBEKG!o.R. 11. 1 l3 77
radas con peritonitis local, sino en el elemento seguro LESLIE y TASCHE 13.600 78
y firme de la grave p zritonitis que es la gran des- PEASE • 1-1.000 81
FINNEY. 16 .:3()1 R1
viación del hemograma. Esta elevación del 9 por
Nosotros tU H 81 7
ciento de las formas inmaduras (cifra media de las
perforadas con peritonitis local) a 31 por 100 (ci-
fra media de las apendicitis perforadas con peritoni- Fig 5. - Cifra s medias de alteración del hcmog r:m a obtenidas
tis general) es bien elocuente. En zsta marcha de por otros autores en la apendicius aguda perforada con perito-
nitis local, en comparación con las obtenidas por nosotros.
apendicitis complicadas no siempre el proceso perfo-
ratívo apendicu lar sigue esta tenden cia a la genera-
lización del estadio peritonítico. Las defensas orgá- Formas
AUTORES Leucocitos Neutrófilos
nicas lo limitan a veces creando una muralla (epi- inmaduras
plón, asas y peritoneo parietal) que lo aíslan de la
cavidad abdominal. El hemograma, cual corresponde LESLIE y TASCHE 19.000 84 -
a las apendicitis perforadas, se estaciona, e incluso PEASE 21.800 89 -
tiende a mejorar. En estas circunstancias hematoló- FINNEY. 17.591 87 -
gicas nos encontramos al estudiar la anormalidad Nosotros 16.160 S!l 31
leucocitaría en los plastrones apendiculares que lle-
gan a n osotros a partir de las cuarenta y ocho horas Fig 6. - Cifras medias del hemograma obtenidas por otros
y días consecutivos, más raramente a partir de la se- autores en la peritonitis de origen apendicular, comparadas con
gunda semana. L os hemogramas en los plastrones nuestros re •u ltados.
son de tipo aun más variable que en el resto de
grupos apendicul ares; con relación a su t ipo inicial
(apendicitis perforadas con peritonitis local) tienen AUT ORES Ncutrófilos Formas
L eucocitos
inmaduras
menos leucocitos, pero, sobre todo, bastante menos
neutrofilia.
LESLIE y TASCHE 18.000 96
Una vez que se ha establecido el plastrón, el he- PEASE . 22.200 88
mograma tiende a n ormaliza rse. Es raro que el des- 84
F INNEY. 18.000
censo sea brusco, pues predominan con mucho los Nosotros 16. 360 89 11
tipos de regresión lenta, en escalera. La rotura d el
plastrón, comp licación poco frecuente, se acompaña
de una brusca y brutal alteración del hemograma. Fig. 7. - Cifras medias del hemog rama obtenidas por otros
autores en los 。「ウ」・セッ@ de origen apendicular, comparadas con
que se hace perito nítico en pocas horas. Ejemplo: las n uestras.
plastrón de cinco días, L. 12 .900, C. 7, S. 82, L. 9,
M o. 2. Se produce una rotura del mismo a las do3 En la fase de absceso apendicular el h emograma
horas : L. 15.ooo, C. 1 2, S. 68, L. 2o; a las vein- presenta leucocitosis que es variable, aunque predo-
ticuatro h oras y estando muy mal enfermo el nue- minan los superiores a 1 s.ooo leucocitos. No po-
vo hem ograma daba : L. 9. 200, M. 7, C. 2 1, S. 52, demos sostener n osotros la divulgada idea de que el
L. x8, Mo. r. absceso ha de tener 2o.ooo ó 3o.ooo leucocitos. a
Lo que sí es más frecuente es la transformación raja tab la, cosa que cae por su base. Nosotros e ne-
del plastrón en absceso, en el que el hemograma es- mes casos de xo.ooo, 12.ooo y 13.ooo leucocitos.
TO:IIO Xll HEMOGRAM A EN LAS APENDICITIS AGUDAS 399
J\( M&RO 6

y la cifra media que hemos obtenido en el centenar 2. ¿El tercio restante de seudoapendicitis no son
0

de casos observados es la base de nuestra afirmaci?n . Gn fracaso del síntoma? d セ ウ、・@ luego que no, por-
pues fué de r6.ooo leucocitos por milím.etro cúbtco . que no hay signos absolutos en ninguna enferme-
Más seriamente constante セ ウ@ la neutrofiha; no ウ オ・ャセ@ dad, y porque se triplican los errores cuando se
faltar casi nunca y en nuestros enfermos represento prescinde del hemograma en el estudio de las seu-
un 83 por ro o. Las formas inmaduras aumentadas doapendicitis.
son frecuentes, y la cifra media obtenida es de un En el grupo de enfermos que presentan el heme-
1 1 por roo. Lo que es de gran valor tanto para ha-
grama alterado, con セ ウ・@ parecido tan grande al pro-
cer el diagnóstico hematológico del absceso como ducido en las verdaderas apendicitis, tal vez pueda
para cerciorarnos de la transformación del plastrón dar un valor más decisivo el análisis seriado. Nos-
es la comprobación d2 este h emograma alto y supu- otros no tenemos experiencia suficiente, por lo que
rativo en proceso apendicular tardío y en dos o tres nos limitamos exclusivamente a exponer la idea.
análisis repetidos. No se suele insistir en esto que es Con todo lo anteriormente expuzsto, situemos al
de gran valor: la 」セ^ョウエ。ゥ@ ィ・ュセエ\Z^ャ_ァゥ」。@ ,Y _la doble hemograma como un buen síntoma en las apendi-
seguridad que eneterran para enJUlctar chn tcamente citis agudas. Pero no olvidemos que siempre hay
esta enfermedad. que valorarle ante un cuadro sospechado; ésta es la
Finalmente, en las figuras 4, 5, 6 y 7 pueden verse piedra fundamental, porque el que en muchos ab-
las' cifras de alteración leucocitaria en los procesos dómenes agudos haya leucocitosis o neutrofilia no
apendiculares, según LESLIE y TASCHE , PEASE. resta importanda. Análogamente podríamos pre-
FINNEY, CARLSON, LENER y GoLDBERGER, en 」ッセᆳ guntarnos con la fiebre en las enfermedades infec-
paración con las nuestras,. cifras que h em.os. イ ・」ッァセᆳ ciosas; la hay en todas, pero por su p zculiaridad,
do por estar basadas en ttpos anatomochmcos ba- unida al resto de síntomas, constituye uno de los
sicos y avaladas por casuísticas personales. pilares más firmes del diagnóstico clínico. La finu-
ra del hemograma viene traducida en la expresión
EL I IEMOGRAMA COMO SÍNTOMA EN LAS SEUDO· de sus alteraciones, que manifiesta el proceso infla·
APENDICITIS AGUDAS. - La regla de operar los cua- matorio local en sus aspectos de virulencia e inten-
dros 。ー・ョセゥ」オ ャ 。 イ ・ セ@ cuando so.n dudos.os セ・@ presta .a sidad, así como la manera de reaccionar del organis-
in terpret:.lClones dtversas, segun el enten o del me- mo, con sus defensas propias.
dico o cirujano que asiste a estos enfe.rmos, セイッ@ lo
que es indudable es que para aconseJa; セョ。@ mter- VALOR DEL HEMOGRAMA SERIADO PARA EL
vención es necesario que tengamos un I_IHTilffiO de セZᆳ DIAGNÓSTICO PRECOZ EN LA APENDICITIS AGU-
rantía sobre la enfermedad y la postble evoluc10n DA. -En el problema que plantea el diagnóstico
n o benigna del cuadro en dudas. hay dos grupos de enfermos que no pueden イ・セッャᆳ
Nuestros ..,o enfermos no representan un lote es- verse con un solo h emograma, tal ocurre con cter-
cogido de cu'adros benignos; son. una serie de casos tos abscesos apmdiculares y los cuadros más o me-
diagnosticados de procesos 。ー・ョ、エ」オ ャ セイ@ o dudosos, nos dudosos de apendicitis ingresados en la clínica
pero con el suficiente ヲオョ N 、セエ[ョ・ッ@ chmco para pen- para ser sometidos a vigilancia. Tanto en uno como
sar en una posible apendtcths aguda. en otro caso hay que recurrir, entre otros medios,
Al tratar de la ayuda diagnóstica dd 。ョセャゥウ@ de al hemograma seriado.
sangre en estos enfermos que pueden tener mfiama- Con relación a los primeros, el hemograma se-
úones agudas del apéndice vermicular, tenemos que riado con intervalo de 24 horas nos muestra la
recordar las alteraciones hematológicas de estos pro- evolución del plastrón; si se transforma en absceso
cesos tan clínicamente parecidos y en muchos de los no sólo la regresión del hemograma se detiene, sino
cuales no pudo evidenciarse ni en el acto quirúrgico que en la gran ュ。 ケッ セ■。@ de los enfe_rmos hay セョ。@
la causa de un abdomen agudo. Dos terceras partes agravación lenta, contmua y progrestva, que umda
de estos enfermos tenían hemograma normal y sólo a la fiebre y exploración local. muestran la marcha
un tercio, el restante, estaba alterado , y a grandes del proceso hacia .el absceso. bien ャゥセエ。ッ@ Y c<:l2c-
rasgos análogo e indiferenciable con el de un pro- cionado, que n ecestta tratamtento qu¡rurgtco. (Vea n-
-ceso apendicular verdadero. se como ejemplo las figs. 24 y 25.)
Con esta primera consideración vemos la impor- El otro grupo de enfermos ィ・セッウ@ dicho q?e eran
tancia del hemograma como síntoma. Si en esos en- los cuadros dudosos de apendicitiS. No es. este un
fermos se hubiera valorado mejor el h emograma, la descubrimiento reciente; CURSCHMANN fue el pro-
balanza de la duda se hubiera desnivelado hacia la motor de la idea, seriándolo en セオウ@ enfermos ー。セ@
vigilancia en el Centro quirúrgico. establecer el diagnóstico diferenCia.! con la セョ・ク エᆳ
A este indudable apoyo diagnóstico se oponen tis derecha, que era una de las 。ヲ・ュッョセ@ de mas fre-
dos reparos que vamos a comentar: cuente confusión. Este ィ・ュッァイセ 。@ ウセョ。、ッN@ se debe
r .0 ¿Hay apendicitis con Jlemograma normal que practicar cada ó 6 horas, se.gun la tntenstdad Mセ・ャ@
-puede inducir a error? Efectivamente un 2 por ro o cuadro, y no 4cesará su prácttca セ。Nウエ@ la r\!gres10n
de las simples pertenecen a esta serie' de normalidad clínica
0 hematológíca del 」。セッ@ カエァャ。セ\[@ o el escla-
hematológica. Pero no cometeremos 'un セイWッ@ al recimiento diagnóstico con la mstaurac10n del opor-
aferrarnos al hemograma por dos razones factlmen- tuno tratamiento. A propósito ?e esto hemos de
te comprensibles: el tanto por ciento es muy corto, aconsejar que el hernograma sznado debe ser rea:
y más aún porque los セョヲ・イュッウ@ que tenían un he: . d la misma persona, la que observara
mograma normal el h allaz go operatorio confirmo siempre ltza o p0 r • · d
rigurosamente las normas tecntcas e exac-
que se trataba de una apendicitis sumamente ligera.
400 REVISTA CLJNICA ESPAROLA 30 marzo 194(

titud, tanto en la toma de sangre como en el re- adquiere muy diferente valor según la experiencia
cuento y fórmula. de quien lo emplea y de la finura y meticulosidad
En la apendicitis aguda ya hemos visto que el con qu<? se le ッ「ウセカ。@ y aplica.
hemograma se agrava lentamente en las primeras El hemograma es un síntoma de interpretación
cuarenta y ocho horas y este ascenso lento es el más difícil que los clínicos o habituales de labora-
que nos denuncia el hemograma seriado. A partir torio; aparte de los con ocimien tos hematológicos
de las 48 horas como término medio. si el proceso indispensables, es n ecesario qu 2 éstos se incorporen
es benigno y no camina hacia la complicación, se sobre un cuadro bien estudiado clínicamente. Con
inicia la mejoría hematológica; pero en las graves razón se dice que primero hay que ser clínico y des-
apendicitis, aquellas en las que la complicación va pués h.:matólogo. SCHILLING ya acentuaba que
a tener lugar, la marcha de la agravación hemática para juzgar bien un h emograma es preciso tener
continúa sin sujeción al tiempo y sólo se detien2 " buen fundamento teórico y práctico ". L o mismo
cuando hay un encapsulamiento o limitación del dicen quienes han visto desfilar ante sus ojos mu-
proceso por las defensas orgánicas. chos enfermos y hemogramas. Tal ケセコ@ esto, la bue-
Vamos a recoger algunos de los ejemplos que na interpretación del análisis leucocitario y el axio-
h 2mos tenido ocasión de observar. ma básico en el abdomen agudo "cuadro sospecha-
Enfermo núm. 263.- Cuadro dudoso de apen-
do", sean las razones fund am entales que deben
sustentar la doctrina del h emograma. ·
dicitis de 8 horas. El h emograma de ingreso nos
daba el siguiente resultado: Leuc. , 9.6oo; E., 1; Cuando miramos un recuento y fórmula no
C., 5; S., 67; Mo. , 3. A las 4 horas el nuevo hemos de contentarnos con fijar exclusivamente
análisis de sangre manifestaba: Leuc. , 1 1.200: nuestra atención en la gran tríada sintomatológica
C., 8; S., 72; L., 17; Mo., 3· Pasadas otras cuatro de la apendicitis: leucocitosis, neutrofilia y desvia-
horas, y a pesar de iniciarse una mejoría clínica del ción. Hay que prestar también cuidado en otros
enfermo, el nuevo recuento y fórmula era el si- factores más secunda rios, cuales son: la aneosínofilia,
guiente: Leuc., 14.300; C., g ; S., 73; L., 16; monocitopenia, linfopen ia y las granulaciones tó-
Mo., 2. Se decide la intervención quirúrgica, encon- xicodegenaativas de la serie neutrófila. Las células
trándonos entonces con un apéndice bastante in- plasmáticas y de Rieder tienen un valor in signifi.
flamado. cante en estos casos.
Puestos a valorar, dentro de la gran tríada st:.·
Enfermo núm. 1 44· - Cuadro de apendicitis temática, hemos de decir que la n.!utro.filia y de1.
simple de dos horas. El hemograma de ingreso era viación - cuando existen bien definidas- son pi·
el siguiente: L euc. , 9.2oo; E., 1; S., 66; L. , 28 ; lares más firmes, y los juicios que se emiten s.!rán
Mo., 5· A pesar de que par.zcía un cuadro induda- más seguros. La leucocitosis, teniendo en cuenta
ble de apendicitis se aplaza la operación por el poco que es el factor de alteración más sensible, y por lo
tiempo que llevaba de enfermedad; a las tres horas tanto J?ás fácil de producirse en el organismo por
d resultado del análisis de sangre fué el siguiente: cualqmer causa, así como también por la extraor-
Leuc., 1o.6oo; C., 2; S., 78; L., 17; Mo., 3 · Se dinaria variabilidad de su cifra en esta afección, es
establece la indicación operatoria, confirmándose el u.n ・ャュセエッ@ al que. hay que concederle menos segu-
diagnóstico clínico.
ndad e lmportancta que a los otros dos. Cierta-
Enfermo nÚm\ 41. - Cuadro de supuesta apen- mente también, y volv.¿mos a lo mismo de siempre,
dicitis de hora y media , cuyo hemograma era el si- que la leucocitosis con buena cifra y constancia en
gui2nte: Leuc., 7.9oo; E., 2; C., 8; S., 51; L. 37 ; el. ィ・セッ_Bイ。ュ@ seriado, afianza y duplica su valor
Mo., 2. Ante el poco tiempo transcurrido se deja d1agnost¡co.
en vigilancia-, y a las tres horas el análisis de sangre La gran tríada completa o, al menos, dos de sus
daba este resultado: Leuc., ro.9oo ; C., r2; S., 74; ・セ ュ・ョエッウL@ ofrecen no sólo a clínicos y cirujanos,
L., r r; Mo., 3· Se aconseja entonces la interven- smo también al médico general, un buen síntoma
ción quirúrgica, encontrándonOs con una apendici- diagnóstico que en orden de importancia y valor
tis aguda. merece ser colocado, como decía MADI NAVEITIA a
continuación del dolor espontáneo y exploración' de
Para corroborar la estabilización leucocitaria que la fosa ilíaca derecha, siendo mucho más constante,
se produce con la encapsulación del proceso. oone- fino, sensible y orientador, que el aumento del
mos el siguiente ejemplo:
pulso y la elevación térmica. Este síntoma en las
Enfermo núm. 2 0 . - Apendicitis de dos días y apen?icitis agudas, al confirmarle en .?Xploraciones
medio; el hemograma de ingreso era el siguiente: suces1vas, aumenta su valor, lo mismo que ocurre
Leuc., 24.ooo; M., 1; Mm., 2; S., 86; L., r r. con el dolor bien historiado, la exploración objeti-
A las cuatro horas el nu.zvo recuento y fórmula ex- va comprobada en sucesivas veces y la permanencia
presaban: Leuc., 24.200; C., r; S., 8o; L., 14; d.z la fiebre.
J\:1o., 5. Ante el cuadro, en _el アセ・@ .aun no se apre- Por la intensidad en la alteración de los glóbulos
Claba claramente un plastron hm1tado, se decide blancos- al igual que sucede con el dolor, tempera-
operar, encontrándonos con una perforación apen- tura y exploración (depresibilidad normal de fosa
dicular cubierta y bien protegida. ilíaca, defensa, contractura, etc.) - podemos sospe-
char la intensidad del cuadro. Nos daremos cuenta si
NUESTRA EXPERIENCIA EN EL VALOR DIAGNÓS- estamos ante una forma leve o, por el contrario, de
TICO DEL HEMOGRAMA. - Es siempre difícil juz- un cuadro grave; aquí sí que el hemograma y clí-
gar el grado de utilidad d 2 un síntoma , puesto que nica, marchando paralelamente, cumplen el objeti-
toセi@ XII HEMOGRAMA EN LAS APENDICITIS AGUDAS
NúM&RO 6 401

vo orientador, disponiendo nuestro ánimo y el de atípico .de セ@ apend.icítis juega un importante papel
los familiares del enfermo hacia una operación sen- la locahzac10n o as1ento anormal del apéndice.
cilla y de poco riesgo, o algo más importante; y La salpingitis o anexitis decvtha puede ser con-
más que esto ー・イュゥエ セ ョ、ッ@ la íntima satisfacción del fundida con una apendicitis ilíaca. En esos casos el
médico que, con su habilidad, desentraña poco a hemograma seriado nos reporta utilidad. La anexi-
poco los complejos y obscuros problemas que plan- tis derecha, según MONTANAGI y USANDIZAGA, tie-
tea el abdomen agudo. ne una elevación rápida del hemograma con estacio-
Hemos visto anteriormente que la p 2rforación namiento; no ocurre así en la apendicitis, en la
apendicular es difícil de diagnosticar simplemente que, al. menos en las primeras 48 horas, se eleva
con el hemograma . Puede darse como regla que la progresiVamente y persiste la agravación leucocíta-
presencia de un 20 por roo de elementos inmadu- ria si el cuadro camina hacia las complicaciones.
ros en la fórmula normal , h acen presumirla. P ero Algunas colecistitis agudas pueden confundirse-
la mayoría d 2 las veces falta este dato precioso de con apendicitis altas. No es el h 2mograma elemento
las formas inmaduras, y para hacer el diagnóstico que pueda discernir estas dudas. Sólo los antece-
hay que recoger y valorar todo lo que pueda sumi- dentes y la clínica pueden orientarnos y a veces és-
nistrarnos el en fermo. Si en nuestro Servicio esta- tos fallan o nos confunden, como ocurrz en algu-
mos acostumbrados a diagnosticar la perforación nas ictericias o subictericias que aparecen en ciertas
apendicular, ha sido porque uno a uno s 2 han re- apendicitis subhepáticas.
cogido los síntomas meticulosamente, y del mismo Las perforaciones ulcerosas gastroduodenales dan
modo se han valorado; y es muy difícil que no exis- en cizrtos casos síntomas peritoneales con predo-
ta algún síntoma de los que pueden llamarse alar- minio en fosa ilíaca derecha, motivo que muchas
mantes de la ーセイヲッ。」ゥ￳ョ@ apendicular, en esos enfer- veces ha inducido a error diagnóstico y de elección
mos, que en realidad la tienen. Ese 20 por roo de del tipo de laparotomía. Por este motivo es necesa-
formas inmaduras puede ser considerado como uno rio aszg urar, en lo posible, la corrección diagnóstica.
de ellos. El hemograma de la perforación está muy alterado
El diagnóstico diferencial entre perforaciones en las primeras 24 horas; sí la p 2rforación es abier-
apendiculares abiertas o cubiertas es hematológica- ta, no hay posibilidad de cruzarse con el progresi-
mente imposible; lo mismo sucede con los restantes vamente ascendente de las apendicitis; si la perfo-
medios clínicos. ración es cubierta, es rarísimo confundirle en las
La peritonitis gzneralizada de origen apendicular, primeras horas ; pero, sin embargo, más tarde, al
así como es bien expresiva clínicamente, también lo tender a regresar el de la perforación abierta se cru-
es en la alteración patológica del hemograma. Re- za hematológicamente con el ascendente de las apen-
cordemos las altas neutro.filias y grandes desviacio- dicitis.
nes (en nuestros casos la cifra media de formas in- Con el cólico nefrítico puede hacerse una dife-
maduras alcanzó un 3 r por ro o) que son bien renciación hematológica. Desde las publicaciones de-
elocuentes, no así la leucocitosis, que puede no sólo SURRACO, MAATZ y PRATS sabemos que exist(;n
ser baja, sino incluso transformarse en leucopenia. alteraciones leucocitarias en la litiasis urinaria. Con-
El plastrón de origen apendicular, aclarado fácil- sisten en leucocitosis y polinucleosis cuando se aso-
mente por la historia y exploración manual, poco cia infección, o bien la ligera leucocitosis cuando el
nec.esita del hemograma para su diagnóstico; sin cálculo no está infectado o el cólico es por riñón
embargo, hay veces que la exploración no es total- móvil. SURRACO, como MAATZ, aparte de exponer
ュ ・ ョエ セ@ evidente y la leucocitosis y neutrofilias son estas alteraciones y comprobar que son más bajas
un dato más para la sosp2cha del mismo. También que las correspondient.zs de apendicitis, manifiestan
el grado diverso de alteración muestra la intensidad que estas elevaciones son bruscas y duran unas ho-
del proceso, y más tarde en la marcha evolutiva de ras. En caso de duda puede practicarse el hemogra-
los mismos sí que el hemograma puede pr·estarnos ma seriado, y en los que MAATZ expone en su tra-
ayuda diagnóstica importante (curación espontánea, bajo, a las 24 horas, los hemogramas eran norma-
transformación en absceso, rotura del plastrón). les. Por tanto, en el enfermo dudoso de cólico
En los abscesos apendiculares el hemograma con- nefrítico se impone la n ecesidad del hemograma se-
tribuye primero a corroborar el diagnóstico y la in- riado y tiene tanto valor- a juic1o de los 。オエセイ・ ウ@
dicación operatoria, y más tarde a estudiar la acción citados - como puede ser el sedimento de orma.
del drenaje. Las p?tforaciones tílicas en período de estado de
la tifoidea dan a las pocas horas gravísimos heme-
DIAGNÓSTICO HEMATOLÓGICO DIFERENCIAL CON gramas que no admiten discusión con _los de apen-
OTRAS AHCCIONES DE ABDOMEN AGUDO. - La dicitis en sus primeras 2 4 bocas. t。イ、Qュセョエ・@ pue-
apendicitis, por su gran variedad de estadios, se den cruzarse con los de algunas perforac10nes cu-
presta a una enorme confusión en cuanto al diag- biertas, pno aun así todo esto es una posibilidad
nóstico diferencial se refiere, ya que hay que hacerle y el hemograma perforativo suele ser bastante ele-
con un gran número de afecciones, si bien una gran vado y típico. . . ,
parte de enfermos presentan afortunadamente un Los íleos por áscarts @ N ョ セ confund1bles hematolo-
セ。イ£」エ・@ típico y definido. No vamos en este traba- gicamente con las apend1c1t1s agudas. Hay, アセ・@ hacer
JO más qu! a exponer las diferencias h ematológicas el diagnóstico por los antecedentes, la clmlCa y la
con los principales procesos patológicos susceptibles exploración. , . .,
de entrar en consideración. En las peritonitis neumococrcas ィセケ@ tamb1.en c?n
Recordemos en primer término que en el cuadro frecuencia verdaderos problemas 、 セ@ wdole d1agnos-
30 marzo 194(
402 REVISTA CL!NICA ESPA!VOLA

tica con ciertas apendicitis graves. Se ha insistido gran mayoria de los casos. por muy cuidada que sea
la anamnesis y exploración del enferm o y costum-
por au tOies como SCARAVELLI. H ORINE. GIBSON.
WOLFSOHN, ÜBADALEK, KOLOW SK I, Mo. OOR, bre de resolyer el problema de abdomen agudo, pa-
ABOULKER y HERBERT. que el hemograma, ・セーᆳ san d.zsapercibidos y son. hallazgos de operación 0
cialmente la 1 ucocitosis, es más alta en las pento- más raramente de necrop.s1a.
nitis neumocócicas. Sin embargo. hay otros auto- Ejemplo : Enfermo núm. J . - Con un cuadro
res co mo g￳セifz@ DURÁN y JOSÁ. que en sus casos doloroso de fosa ilÍJca derecha de 5 r horas, diag-
en contraro n le ucocitosis bajas. Por nuestra parte. nosticado clínicamente de apt>ndi :itis aguda. El he-
viendo la variabilidad que tiene la leucocitosis. no mograma era el siguimte: Leuc., I 7.400; C., 7:
h emos 、 セ@ confiar much o en セ ャ。N@ A nuestro juicio. S., 79; L., 14· En la operación se en contró que セ・@
tiene m ayor valor esta gran n\:utrofilia precoz y la trataba de una tiflitis aguda.
presencia de formas inmaduras. que existían en las
<ios terceras partes de nuestros : n fermos, alcanzan- Enfermo núm. 2 . - Cuadro doloroso de fosa
do del 20 al 64 por 1 oo. Esta posibilidad de 、ゥ。セᆳ ilíaca derecha en estado subagudo, ll eva hace 8 días,
nóstico diferencial hematológico por la neutrofiha con exacrbaciones hace 8 horas. Clínicamente diag-
elevada y la gran desviación es un buen si?no. en nosticado de apendicitis aguda. El hemograma era :
las primeras 48 horas de enfermed ad, despues pter- L euc., r2.8oo; C.. 6; S .. 79; L., 13; Mo., 2. En
den mucho valor, por lo que entonces h emos de la operación se encontró un embarazo extrau terino
tomar el hemogram a con carácter secundar io. con infl amación de trompa derecha.
En las enttrocolitis y formas tuberculosas agu- Enfermo núm. 3·- C uadro doloroso de fosa
-das abdominales hay escasa alteración del hzmogra- ilíaca 、 セ イ・」ィ。@ de dos días. Clínicamente diagnosti-
ma. La m ayoría de las veces se observa sólo una cado de apendicitis aguda. El h emograma es el si-
leucocitosis poco importante, y en la tuberculosi guiente: Leuc., ro .ooo ; C.. ro : S.. 77; L.. 12
muchas veces ni esto. En cambio. se ウオセャ・@ observa r Mo., r . En la operación se encontró que se traraba
linfocitosis. Hay enterocolitis de formas graves, casi de un a tiflitis aguda.
s iempre de origen tóxico. que pueden presentar h e-
mogramas muy alterados, pero son enfermos en VALOR DEL heZ|エograセヲ@ E:-l EL PERfODO PRE·
los que la clínica es tan elocuente que es muy difí- OPERATORIO DE LA APE:\'DICECTü:\lfA r:-; FRÍO.-
cil induzcan a error diagnóstico. Con cierta frecuencia, y casi si! mpre por haber pa·
También la fiebre tifoidea puede dar cuadros do- sado el tiempo de aconsejar la op.. ración en fas<
lorosos de fosa ilíaca derecha; antes que la aglutina- aguda, hay enfermos en los que se practica la apcn-
ción y el hemocultivo sean positivos, pueden resol- dicectomía en frío. En n uestro medio habitual se
ver la duda diagnóstica la leucopenía con linfocito- trata casi siempre de individuos que la primera vez
.sis acentuada del hemograma tífico. ingresaron con plastrones o que sufrieron la simple
Suelen tenerse también algunas veces errores d e abertura y drenaje de un absceso.
dia gnóstico con las toniones de ciego-colon. A juz- En estos enfermos es de aconsejar practicar un
gar por lo que l:emos visto en los cuatro enfermos análisis de sa ngre antes de la realización de la in-
qu e h em os observado, es imposible diferenciar los tervención , aunque haya pasado el tiempo pruden-
h.:mogramas entre un os y o tros; realmente son aná cial aconsejable según la categoría del cuadro, por-
lagos. qm puede evidenciarn os los pequeños focos puru·
Finalmente, tenemos los cuadros de seudoapen- lentos res iduales que, de pasarnos desapercibidos.
dicitis en los que ya record am os que una tercera aumentan injustamente los riesgos de la operación.
parte de los mismos- mucho m enos erro r que con DESMARET , en 1 9 3 7. ya insiste en esto y en las
otros síntomas - el hemograma es análogo a las conclusiones de su artículo dice que el cirujano, al
apendicitis ag udas, pero en dos tercios de los mis- operar en frío, debe apoya r s u decisión en una
mos el h emograma era normal o mínimamente al- fórmula- normal. Manifiesta que a favor d 2 este
terado , por lo que de haberle tenido en cuenta aplazamiento hablan las ligeras leucocitosis con po-
hubiera podido evitarse la intervención quirúrgica. línucleosis o Iinfocitosis acentuadas.
máxime si recordamos que los raros casos de apen- RICHTER, en un trabajo publicado el pasado año,
dicitis aguda con hemograma normal corresponden cita un caso que operó en frío con hemograma aun
al grupo de apendicitis simples o sin perforar. En desviado, por aumento de formas inmaduras, encon-
estas formas que cl ínicamente hemos denominado trando en la operación un absceso residual. Insiste
"seudoap2ndicitis " van englobados los espasmos en que es más seguro el hemograma que la fiebre Y
intestinales, las formas irritativas ligeras de origen velocidad de sedimmtación en estos casos. Dice que
tuberculoso o bacilar y la gran mayoría cuadros dentro de un mismo h em ograma es más sensible el
imprecisos en los que abierto el vientre y hecha un a índice de desviación o valor de las formas inmadu-
exploración minuciosa de la región láteroderecha ras que la leucocitosis y neutrofilia. Basado en su
de abdom en no se encon tró la causa etiológica del experiencia aconseja antes de operar en frío com-
síndro me de abdomen agudo. probar la normalidad leucocitaria.
Dentro del grupo de afecciones dolorosas de fosa N osotros tenemos el siguiente caso: enfermo que
ilíaca d 2recha se presentan casos menos frecumte; hace dos meses tuvo un absceso en D ouglas por
que los citados anteriormente y que, por inducir clí - apendicitis perforada y drenado quirúrgicamente por
nica y h ematológicamente a error diagnóstico con vía rectal. Se le ingresa nuevamente porque tiene al -
la apendicitis aguda, merecen que citem os algu nos de gunos do lores en fosa ilíaca derecha. El hem ogram a
los ejemplos que hemos tenido ocasión de ver. En la en este nuevo ingreso era: Leuc., 26 .400; C. , 7 ;
TOldO XII
NúMrRO 6
HEMOGRAMA EN LAS APEND!Cri !S AGUDAS 403

S., 7 r ; L., 2 r ; M o., I. Al tercer día baja bastante: Y mutrófi.los, y aparición menos constante, en el
L : uc., 9.ooo; B .. r; E., 6; C., 2; S .. so; L., 39: エッイ・ョセM ctrculatono de elementos inmaduros. Esta
Mo., 2. Al noveno día el hemograma aun no es alteract<?n, alcanza su acmé de las 24 a las 48 horas
normal, está desviado. Leuc., 7. 700; E., 2; C., 8; descendtendo 、・ウーオセ@ rápidamente para seguirse de
S.. 49; L., 39; Mo., 2. Se le interviene en esta una br2ve fase eosmófilolinfocitaria
fecha y se encontraron algunas gotas d2 pus muy . En los veinte enfermos en los アセ・@ hemos estu-
espeso al liberar el apéndice, que estaba adherido a 、エ。セッ@ N・セエ。@ alteración, que ha sorprendido por la
la profundidad de la fosa ilíaca. カN。ョセ「エィ、@ de unos a otros, h emos obtenido los
Es, por lo tanto, muy útil practicar un hemo- stgUtentes resultados: El número de leucocitos au-
grama antes de fa operación en frío, y no realizar セ・ョエ￳@ 」ッセ@ セ。@ operación de r .ooo a 6.ooo por mi-
ésta mientras persistan cualquiera de los tres elemen- ャゥュ・セZッ@ cubico. Los neutrófilos los aumentaron en
tos de alteración importante del h emograma: leuco- relaoon con el hemograma preoperatorio, de 6 a
citosis, neutrofilia y desuiación. No importa que la 24 po_r ro o. El 。セュ・ョエッ@ de las formas inmaduras
エ・ュー セ イ。エオ@ y pulso, b velocidad de sedimentación no fue constante n1 en un tercio de los casos. Final-
y la palpación sean normales, pues los autores ante- ュ・ョエセ@ la aneosinofilia tampoco es constante.
riormente citados insisten en que aun el propio he- T1ene. valor qu:, recordemos esto, para que al
mograma al normalizarse se anticipa algo a la re- hacer la ュエ・セーイ。」QPョ@ de los primeros hemogramas
gresión total del proceso supurado. ーッウエ・イセョZ@ no nos confundamos y tomemos
セイ@ ・ウエ。」QPョイセオッ@ o agravaciones lo que en rea-
VALOR PRONÓSTICO DEL HEMOGRAMA DE IN- lidad son meJorías hematológicas, equivocando de
GRESO EN ESTAS AFECCIONES DE ORIGEN APEN- セエ。@ manera nuestro juicio clínico y pronóstico. La
DICULAR. - El h 2mograma de ingreso - en la Cifra_ de movilización leucocitaria en las apendicec-
apendicitis aguda como en otros procesos patoló- tomtas por procesos agudos, lógicamente deben te-
gicos - nos pone de manifiesto la gravedad de la ner alteraciones ィセュ。エッャ￳ァゥ」ウ@ más notables, pues·
infección y la defensa orgánica. El primer dato lo to qm en éstas la laboriosidad de la operación es
obtenemos del estudio neutrófilo y desviación del mayor, y en muchos casos ya existe además un sín-
hemograma, y el valor de las defensas orgánicas drome irritativoinfeccioso del peritoneo.
por el número de leucocitos. Pero el primer h zmo- V ea m os ahora la importancia del hemograma
grama sólo da una impresión que podemos califi- seriado, traducido expresivamente en las gráficas o
car de meramente orientadora sobre la gravedad del curvas leucocitarias biológicas, practicadas en los di-
proceso apendicular, de la peritonitis local o gene- ferentes grupos de enfermos de origen apendicular;
ral. de la consideración e importancia de un abs- ejemplos que son más elocuentes que cuanto teóri-
ceso ape:1dicular o de la insignificancia de un cuadro. camente pudiéramos nosotros decir.
Pero el valor pronóstico fino y decisivo sólo se ob- Apendicitis simple.. - En estos enfermos pode-
tiene con el hemograma seriado y, mejor aun, con mos seguir la evolución normal con su descenso
la repres-·ntación gráfica del mismo o curva leucoci- gradual paulatino en los elementos leucocitarios,
taria. que lo hacen sin constancia de fecha y con cierta
Al estudiar el valor del hemograma en el curso variabilidad en el orden de normalización. El ele-
posterior al ingreso de estos enfermos h emos de ver mento de mejoría más pr2coz suele ser la leucoci-
teóricamente y más aun en los ejemplos prácticos el tosis. Véanse las gráficas de los enfermos de este
gran valor pronóstico d 2l hemograma diario. grupo números 70 y rr9 (figuras 8 y 9).
Ante los que formulan juicios pronósticos con el La serosidad que algunas veces aparece en las he-
simple hemograma de ingreso, h ay que advertir -- ridas no produce impresión hematológica alguna.
y acentuar, - que lo que podemos anticipar con Sírvanos como ejemplo la gráfica leucocitaria del
este primer h emograma no pasa de ser inseguro, por caso número 76 (fig. r o).
lo que es más prudente esperar a ver cómo empieza A veces, en el período postoperatorio de estos en-
a evolucionar la curva seriada con hemogramas tan fermos, se producen alteraciones del hemograma sin
cercanos y repetidos como sea necesario: y sobre causa apreciable a nuestra observación. No son fre-
todo, no olvidemos, que se ha exagerado en el cam- cuentes. Igual nos suele ocurrir con ciertas elevacio-
po de pronóstico y hemograma, siendo necesario nes febriles sin causa orgánica precisable. Una prue-
rectificar el criterio tajante y matemático que en ba de ello es la gráfica del enfermo número r 2 3
tiempos próximos se consideraba, pues el índice de (figura r r) .
desviación no es rigurosamente exacto en cuanto al La infección de las h 2ridas también altera, como
valor pronóstico S·e refiere. siempre, el proceso de regresión normal del h eme-
grama, siendo más constante y más sensible que la
VALOR DEL HEMOGRAMA SERIADO EN EL CURSO temp2ratura, al igual que en el ulcus perforado y
POSTERIOR AL INGRESO DE ESTOS ENFERMOS. - otras afecciones de abdomen agudo. Como ejemplo.
cッセ@ el fin de que a! interpretar las curvas leucoci- traemos la gráfica del enfermo número 45 (fig. r2 ).
エ。ョセ@ no tomemos por agravación, lo que puede ser También otras complicaciones de tipo infectivo
la ウエセーャ・@ movilización leucocitaria por fa apendicec- peritoneal puzden seguirse en su evolución favora-
tomw, dedicaremos unas palabras preliminares a este ble o desfavorable, como ocurre en la gráfica leu -
asu nto. cocitaria del enfermo número 1 7 (fig. r 3). que
cオセョ、ッ@ se realiza una intervención quirúrgica en además de la infección de la laparotomía tuvo "n el
la cavtdad abdominal. se produce una alteración del curso postoperatorio una pelvipcritonitis. rcsuelt1
hemograma con aumento del número de leucocitos favorablemente.
REVISTA CUNICA ESPAAOLA 30 marzo 19H
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¡;¡g.--s.·- Evoluciór¡ normal en la apendi- Fig. 9. - Regresió11 normal de la apmdr- hg. 10. - Apendrcilis simplt y urosidad
en lw ida. Caso número ¡6. 11. 21 años.
citis simple. Caso n. 0 ¡o. H. 19 años. citis simple. Caso n. 0 119. H. 2¡ años.
Apendicitis simple de 9 horas. Apéndice Apéndice en caracol, muy inflamado. En- Apendicitis simple de 6 hor:ts. ,\pendici-
eréctil muy inflamado. Enseñanzas del señanzas del caso: evolución rápida del tis catarral. Enseñanzas del caso: la sero-
caso: normal y rápido descenso del hemograma. Este enfermo normalizó su sidad que sale de la herida el sexto día
hemograma. hemograma en menor tiempo de lo no modificó la regresión normal del '

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Fig. 11. - Evoiuctón atípica m la apm-1 Fig. 12. - Irr¡ección dt herida m apendi- t-=ig. 13. - Pd'f..•iperilonitis m el cuno de
dicitis simple. Caso n. 0 12 3. M. 1 5 años. citis simple. Caso n. 0 4 5. H. 1 5 años. aper¡dicitis simple. Caso número 1 7. H.
Apendicitis simple de 19 horas. Apéndice Apendicitis simple de 48 horas. Enseñan- r8 años. Apendicitis simple de 23 horas.
muy inflam:tdo. Enseñanzas del caso: al- zas d el caso: regresión lenta, ascenso de Enseñanzas del caso: a partir del noveno
teración en el segundo y cuarto día a la leucocitosis al sexto día. El séptimo se día se inicia una pelviperitonitis, que al
expensas del índice de desviación sin descubre infección de h erida .: décimocuarto día empieza a regresar fa-
causa apreciable. vorablemente . En el hcmograma se re·
fleja fielmente esta complicación, tanto
en la leucocitosis, neutrofilia como des-
viación.

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Fig. 14. - Curso des¡avorablt por perito- Fig. 15. - Curso rrormal en apmdicitis rig. 16.- Peritonitis residual postoperato-
nitis. Caso n. 0 24. H. 68 años. Apendici- Perforada . Caso n . 0 8. 11. 17 años. Apen- ria m apendicitis perfot·aJa. Caso n.° F ·
tis aguda simple d e 15 horas . Enseñan- dicitis perforada de 56 horas. Enseñanzas M. 19 años. Apendicitis perforada de
zas del caso: curso desfavorabl e con del caso: evolución normal en apendicitis 37 horas. Perforación eu parte media de
agravación progresiva, especialmente en perforada en la que el hemograma fluctúa apéndice pélvico. Enseñanzas del caso:
el índice de des"iación. a menudo por la supuración y sus con- proceso peritonitico general y supuración
tingencias. hasta el 15 ó r 6 día. que da este aspecto
raro y fluctuante el hemograma.
HEMOGRAMA EN LAS APENDICITIS AGUDAS 405

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Fig. 17. - lnfercidn de herida m apendi- Fig. 18. - ....Jbsceso subjré11ico residual m
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Fig. 19. - Absceso relro-ceco-cdlico m


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citis ー。ヲッイ、エセN@Caso n. 0 IS. M. so años. apendicitis perforada. Caso núm. s8. H. apmdicitis perforada. Caso núm. 68. M.
Apendicitis perforada de so horas. Apén- 27 años. Apendicitis perforada de s6 ho- 20 。￱ッセN@ Apendicitis perforada (dos días
dice perforado cerca de su punta. :t\o ha,· ras. Peritonitis apendicular. b·olución y med10). Enseñanzas del caso: altera-
exudado en vientre. Cierre total dt! la hé- lenta de la peritonitis con estacionamien- ción continua y progresiva del hemogra-
rida. Enseñanzas del caso: regresión del to al final de la st>gunda semana. Al2o. 0 ma. El 7. 0 día absceso retro-ceco-cólico.
hemograma. Alteración en s. 0 y ¡. 0 día; día se descubre un absceso subfrén;co re- Fallece a los dos días de la abertura dd
en este último se descubre una infección sidual, que cura con sulfamidas. mismo.
total de la laparotomía, el 11. 0 día nuevo
。セ」・ョウッ@ por retención de pus.

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Fig. 20. - Curso desfavorable en la tiflo- Fig. 21. - Curso dufavorable w la apm- Fig. 22. - Evolucióu ヲ。カッイ「Oセ@ m perito-
apeudicitis 11errogaugrmosa. Caso n. 0 48. dicitis. Caso n. 0 2. H. 27 años. Peritoni- nitis apendie11lar. Caso n. 0 12. M. 4 años.
H 67 años. Tifloapendicitis necrogan- tis generalizada de origen apendicular Peritonitis por apendicitis perforada (cin-
grenosa (tres días). Enseñanzas del caso: (cuatro días \' medio). Enseñanzas del cuenta horas). Enseñanzas del caso: cur-
caso : hemograma con alteración progre- so favorable en peritonitis gen eralizada
grave alteración del 4· 0 al 7 . 0 día por
íleo. Fístula intestinal. Peritonitis. Heme- siva hacia su leucemización. Fallece a las de origen apendicular. Obsérvese la pro-
13 y 1/ 2 horas del último hemograma.
gresiva disminución de la desviación y
grama en degeneración. Fallece.
más tarde de la leucocitosis .

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Fig. 25.- P/astr011 」セュオエゥ、ッ@ w absceso-


Fig. 23. - Evolucidn normal w plastrdn Fig . 2-l. - Trans(onna cióll de plastrdll w Caso n. 0 7. M. 2 7 anos. Plastrón apen-
ape,¡diettlar. Caso número 8 . .'vt. 64 años. abJuso. Caso n. 0 41. H. 30 años. Plas- dicular (cuatro días). Enseñanzas del ca-
セャ。ウエイ￳ョ@ apendicular (once días). Ense- trón apendicula r tranformado en absceso so: plastrón que por la evolución hema-
nanzas del caso: el hemograma regresa (doce dias) . Enseñanzas del caso: el he- tológica anormal podla sospecharse fuese
gradualmente a expensas de la mograma no regresa como los. plastro- absceso que se conrirmó su persistencia y
leucocitosis . nes más bien se agra\'a, especialmente final hemorragíparo con éxitus.
del '22 ° al 25. 0 dia, en que formado un
absceso se drena quirúrgicamente. Re-
gresión postoperatoria.
406 REVISTA CLJNI CA ESPAROLA 30 marzo 1944

Final men te, la evolución desfavorable d.z estos (fig ura 30) vemos la alteración que en el heme-
en fermos p uede ser fácilmen te evidenciable en el grama, produan hechos de tan lScasa consideración
hemograma y con bastante anticipación al exitus como son los esfacelos aponeuróticos producidos
letalis. El ejemplo que expresa la gráfica nú mero 24 por la infección , la mejoría del h cmograma des-
(figura r 4) muestra bien claramente cómo con 48 pués de la limpieza de la herida y, finalmente. la
horas de an t icipación , y más aún con 24, se podía impresión hematológica producida por una vulgar
hacer un mal pronóstico. diarrea. En la gráfica 、 セ ャ@ paciente número 15 (figu-

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ャ セイ ゥM
Fig. 26. - Rotura dt plastrón. Caso nú- Fig. 27. - Curso normal en absceso apen- Fig. 28. .-Jbsuso 。ーュ、イキャ」セ@ complrcado
mero 6. H. r 4 años. Rotura de plastrón dicular drenado. Caso núm. 29. Absceso co11 bmrontrgra. Caso n. 0 \3 . .\1. 50 años.
apendicular. Enseñanzas del caso: regre- retrocecal externo de origen apendicular. Absceso apendicular (ocho días) drenado
sión no rmal del plastrón. En el tercer Enseñanzas del caso: regresión en absce- por vía rectal. Enseiianzas del caso: me-
dia se inicia una agravación, el quinto día so apendicular drenado. l\o son de ex- jor! a postoperatoria rápida e inmediata.
rotu ra que el sexto se refleja en el heme- trañar las oscilaciones de los elem entos l'\ueva alteración por hemorragia mu1·
grama fielmente. Antes de este hemogra- leucocitarios por la supuración y r eten- abu ndante de la herida.
ma final, hay otro que ya daba a las doce : ción de algo de pus.
horas de la rotura 54 °/0 de inmaduras.

Apendicitis perforada. - También el h 2mogra- ra 17) vemos, como siempre, la alteración hemat.l·
p1a seriado tiene su valor en este grupo de enfermos, lógica por una infección total de laparotomia.
en los que al menos ya hay una periton itis local. Otras comp licaciones, como abscesos subfrénicos
En la ュ 。ケッ イ■ セ@ de ellos, instaurado el trat amiento, secundarios a apendicitis perforada, s-e manifiestan
claramente en el h emograma; lo mismo ocu-
rre con el raro, pero posible, absceso retroce·
cólico por cont inuidad de la infección . V éan-
se las gráficas leucocitarias de los enfermos
セZJKN N イKセィh B@ ..
números 58 y 68 (figs. I 8 y I 9); en la
última puede juzgarse b ien pronto, por la
i'
t.
gra n alteración del h em ograma, la extraor·
dinaria gra vedad de la comp licación .
1-H+t++t--rl+t++t+t+t-i.. セ ᄋM
' . Finalmen te, se denun cia en est os enfermos
el curso desfavorable, como ocurre en el caso
número 48 (fig. 2 0 ) , curva leucocitaria en
la que se aprecia la gravedad del enfermo a
'' partir del séptimo día del curso postopera-
Fig. 29. - Evolución postoperatoria torio.
0
de absceso apmdicular . Caso n. 45· Fig. 30. - Sensibilidad del huno- Apendicctis con peritonitis general. - Son
M. 45 afios. Absceso apendicular grama. Caso núm. 7· H . 17 afios.
retrocecal de r 5 días. Ensefianzas Aoendicitis perfo rada. Ensefian- enfermos en un estadio más avanzado que
del caso: mejoría lenta del heme- zas del caso : obsér vese la altera- d del grupo anterior. Al igual que en ellos.
g rama, cual suele ser frec uente en ción en seis y dieciséis d!as por puede seguirse la evolución favorable o des-
los primeros días que siguen a la efectos tan pequefios como los favo rable y su s complicaciones. L as gráficas
abertura del absceso, o fase de esfacelos aponeuróticos y simple
gran supuración. Hacia セᄀ@ 6. 0 y diarrea.
leucocitarias de los enfermos números 2 y r 2
r r . día regresa ya amphamente.
0 (figuras 2 1 y 2 2) muestran claramente los
dos cami nos bien distintos que siguen estos
la evolución es normal y hacia la curación, com o enfermos: curación o muerte.
puede observarse en la gráfica leucocitaria del en - ?lastrones apendiculareo'. - Interesa mucho el be-
fermo número 8 (fig. I 5), que es uno de tantos m ograma en los mism os p ara seguir la marcha de
casos como podríamos p resentar. regresión (v éase la gráfi ca del enferm o núm ero 8)
E n otros, el proceso peritoneal se estaciona y el (figura 2 3) o su transformación en absceso (gráfi-
enfermo lucha durante algunos días contra el mis- ca del en fer mo número 4 1) (fig. 24 ). Un caso cu-
mo; tal expresa la gráfica le ucocita ria del enfermo rioso es d del enfermo número 7 (fig. 2 5) , de plas ·
número 3 r (fig. I 6). trón complicado con h emorragia. .
E n la gráfica leucocitaria del enfermo número 7 El efecto de la rotura también se graba trágtca-
To)!O X:Il
]'IÚMEitO 6
HEMOGRAMA EN LAS APENDICITIS AGUDAS 407

mente en el ィ ・ セッイ
la curva ャ ・ オ」 ッ セエ。ョ@
。 ュ。N@ Así, por ejemplo, miremos
del enfermo número 6 (fig. z6)
m 5·; En las apendicitis sin complicar, el hemogra-
ata canza su acmé a las 48 horas, y después regresa
donde se aprecta la .brusca y grave transición de un 1en amente.
}lemograma evoluttvo favorable de plastrón en 、ゥッセZ@ En Q セ@ apendicitis perfo radas los valores me-
otro grave de セイ ゥエ ッョ■エウ@ general. ' son mas altos en todos los factor.zs: Leucoci-
Abscesos apendiculares. - Aquí el valo r del h e- tos, r 7. 2 3 o; neutrófilos, 8 6 por ro o; formas ín-
mograma seriado es m enor. セ 。、 オ イ。ウL@ 9 por ro o; pero con gran frecuencia los
S<! practica .por obtener un dato más, pues, sólo emogramas se confunden con los simples. Así como
sirw p:1ra segUir la m archa de la supuración. V éanse e,n los otros hubo algún caso raro sin alterar en
las gráficas de los enfermos números 29, 33 y 45 es;os la alteración del hemograma no falló en 'nín-
(figuras 27, 28 y 29). gun en f .:1mo.

セ。^o@ l Hallazgo operatorio Tiempo de la 1 E e


--
1 セAュN@ S L
numero
enfermedad Leucocitos B セA@
__ ,____
CP.
セャッN@

till
27H
Apendicitis simple.
)) )) 22
f\ horas
))
19.600
30.200
1
2
1 3
20
78
70
1
i セ@
1
z.-d » 32 16.700 1
Qセ@11 ᄀセ@ 79 ゥセ@
)) ))

1:10 » )) 2 días 18.200 1 1 12


137 » )) 2,5 )) 13.000 9 1
lll )) l) ·1 l) 16.500 12 1 72 10 6
:H » perforada abierta 36 horas 16 000 1 1 8 73 12 1 .-)
10 )) )) 13 )) 11.900 7 78 13 2
,
l)

2,5 días 27.300 H 67 15 4

L
l\6 )) ))

18 cubiertl 30 horas 13.700 1 1 5 78 11 4


,
)) ))

28 l) l) ·1 días 17.700
12 Peritonitis apendicular 50 horas 16.600 10 65 15 10
2 l) l) 4,5 días 19.600 7 19 26 26 13 8
30 Plastron apendicular 15 l) 15.500 3 78 17 2
2:> » )) 22 l) 14.800 1 8 64 24 3
•)
Seudo-plastrón 8 )) 6.800 2 4 62 32
10 Absceso apendicular 14 l) 13.900 1 12 72 11 4
29 9 23.600 29 56 13 2
:1 1
l) )) ))

46 l) )) 12 )) 10.000 1 5 72 17 5
Seudoapendici ti s 36 horas 5.400 5 1 2 43 45 4
35
20 6.800 1 8 38 47 5 1
33 » l)

1
1

Fig. 31. - Algunos ejemplos de hemograma en apendicitis agudas

7! En hemogramas muy alterados puede sos-


CONCLUSIONES
pec? a.rse - como con otros síntomas subjetivos u
r .' El h emograma en las apendicitis agudas, por objetivos altos - . la perfo ración apendicular, más
las alte racio nes que experimenta la sangre en esta aún cuando clíntcamente hay coincidencia; pero
afección , m -2 rece la consideración d e un síntoma ge- exactamente no hay ningún dato h ematológico cons-
ner.al de importancia diagnóstica, pronóstica y evo- tante de la perforación apendicular. Puede sospe-
charse cuando ha y más de un 20 por roo de ele-
luttva.
2." En nuestros casos es mucho m ás constante y mentos inmaduros en la fórmula.
8.' L os hemogram as d 2 las perforaciones abier-
fino que otros síntomas, como son los vómitos y
tas tienen en sus cifras medías valores más altos que
la alteración del pulso y temperatura. en las cubiertas; pero n o hay posibilidad de 、ゥ。ァセ@
3.' El hemograma se altera aumentando el nú-
mero de leucocitos y neutrófilos, y apareciendo for- nóstico diferencial.
g.' H emogram a con alteración grave y cuadro
mas inmaduras en cifra superior a la n o rmal· este clínico apendicular, igual a apmdicitis importante.
último factor es más inconstante. H ay aneosín.ofilía
ro. El hcmograma con más de un 3 o por ro o
frecuentemente, linfopenía y conopenía concomi- de formas inmaduras revela siempre una peritoni-
tantes. tis generalizada. La leucocitosis en estos cuadros es
Tᄋ セ@ En las apendicitis s imples o no p zrforadas
las .ctfras medi as obtenidas son las siguientes: Leu- muy variable.
r r. El hemograma seriado cada 4-6 horas tiene
」ッエセゥウN@ 14.244 ; neutrofilia, 8 r por ro o, y for- gran va lor para el diagnóstico de casos dudosos.
mas tnmaduras, 7 por 1 oo. Los valores en los di- Esta prueba es bastante decisiva para el diagnóstico
ferentes casos son mu y variables; suelen estar me- diferencial con las anexitis Y cólicos nefríticos, es-
nos alterados los casos leves (apendicitis catarrales) pecialmen te si la sintomatología es progresivament!
Y se dan los más al tos en los g raves (empiemas ,
gangr.znas, necrosis, etc.) . Pero esto no es riguro- creciente.
r 2. En los plastrones apendiculares el ィ ・ ュ ッァ イ。 セ@
samente exacto.
408 REVISTA CL!NICA ESPAROLA 30 marzo 1944

GOODALE, R. H 11 MANNING, N. E.- J. Lab. Clín. Méd., 16: 38G,


ma seriado diariamente nos orienta mejor qu>? la 1931
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CREVILLIUS.- Rev Clln. Esp., 5, 292, 19·12.
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HORINE, C. F.- Ann. of sオイセ\@ .. 102. 391. QYSセ N@
del hemograma, que a las pocas horas se transfor- HURTADO, F. 11 CASTELL.INOS, A.- Rev. Méd. Cir. de La Haban·
ma en peritonítico. 632, 1926.
JosÁ, L. - 11 Policlinioo (Sez. Quir.), 607, 1936.
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de la leucocitosis neutrófila en varios hemogramas l\LoNTANAZr, M.- 11 Policlir.ico (Sez. Quir.). 104, 1932. ' ·
MOSCHKOWSKJ.- D•utsch. Méd. Wschr.. 61, 2.110, 1926.
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l\1ÜLLER, L.- Bruns'. Beitrag, f. Klin. Chir., 155, 467, 1932
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gica; y si ésta no se ha producido, {'s necesario espe- PAnLOS ABRIL, J. -Rev. Clln, Esp., 10, 95, 1913.
P11 LO> ABIIIL, J. - R ev. Clm. Es¡>., V, :l 1:!, 1!113.
rar más tiempo. Se admiten como cifras normaliza- l'ARLOS ABRIL, J . - T<"'is Doctoral Mndrtd, QYセSN@
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P1 FIGLERAS. J . - Apt•nrlirili• ョセイオ、。 N@ Salvat. Ed. Madrid, QセR N@
alguno sobre la grayedad del cuadro clínico. La leu- PHAT, D.- Rev <le Cir. dt• bオセョ ッZ[@ -\tr!.'S. RセYN@ Qセ RイNL@
cocitosis es un factor sumamente variable. pjZochセ|N@ F.- Are h . f. Klin. CUr.. Jt;t;, u;o, ャ ャセ ャ@
R1cu;eR, O.- Zentbl C. Chír., ll•. t;;,, QセRN@
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GoNZÁLEZ CAMPO, M IDINAV>:ITIA, Y AGÜE y otros - Análisis bemato- anderer Affektionen, die leicht zu Irrtümern füh -
ャセゥ」ュ N@ dッ」セイ@ Regueiro López, Lecciones d e patología abdo-
mmal, M.adnd. ren, dienen. Zum Schluss werd2n folgende Daten
GONZÁLEZ MENESES, J . - Gaceta Méd. Esp., 204, 1942. untersucht : Prognostischer Wert, Serienbl utbilder
ASCARIDIOSIS DE LAS VJAS BILIARES 40Q

und Blutbildveranderungen im postoperativen Ver- . セョ@ el Japón las lesiones parasitarias de las vías
lauf der Blinddarmprozesse. Bei unseren Patienten 「Qャセ。イ・ウL@ parecen ser más frecuentes que en Europa.
haben wir die mathematischen, von CURSCHMANN As1 mャy⦅GNセe@ e ISHIYAMA 7", entre 353 operaciones
und SONNENBURG aufgestellten Kriterien über die por colehtlaSlS, las encuentran en 45 casos ( 1 2.46
Leukozytose, sowie die Ansicht von YAGUDA über por 1 o o) . de los cuales en 4 3 eran por ascárides,
die unreifen Formen nicht bestatigen konnen, be- y en dos por distoma hepático.
sonders, weil viele Falle Ausnahmen dieser bilden. セッウエイ@ hemos tenido ocasión de operar y se-
gmr un caso que había sido estudiado y diagnosti-
cado clínicamente por el malogrado profesor doctor
RBSUMB FERRER-SOLERVICENS, de cuyo Szrvicio de Pato-
logía M édica nos fué trasladado el enfermo.
Nous étudions l'utilité clinique de l 'hémogram-
Vamos a transcribir a continuación la historia
me de Schilling chez 7 I 2 cas d' appendicite aig;ü セ@
」ャ■ョゥセ@ resumida:
observés dans le service de Digestif de cette insti-
tution. On fait d'abord une revision de la littéra- V. S., de 52 años, labrador. Ingresa en nuestro Servicio
ture qui existe a
son sujet et un examen en détail el 8-V- 1943, procedente de la Clínica Médica R., a cargo del
profesor FERRER-SOLERVICE:\S.
des altérations du sarlg dans les divers stades appen- Antecedentes familiares y personales sin interés. A los trein-
diculaires. L'hém ogramme est un symptóme géné- ta y cinco años proceso febril que le obligó a guardar cama,
ral de grande valeur qui mérite etre placé apres la con orina pigmentada y tinte amarillento de la piel.
doule ur spontannée et ¡'ex.ploration de la fosse illia- En abril de 1942, haciendo un trabajo extraordinario en el
campo ( 11 horas diarias), nota un día fuerte epigastralgia que
que droite, pouvant nous etre utile pour le diag- irradia al esternón y dorso, sin relación con la ingesta, junto con
nostic différentiel des pseudo-appendicites aigües et astenia, anorexia, y más tarde escalofríos y fiebre que le obli-
d'autres affections confuses avec fréqumce. Enfin gan a guardar cama. De vez en cuando. expulsa ascándes con
dans ce travail on étudie: valeur pronostique, hé- el vómito y la deposición. Reanuda el trabajo y en agosto
de 1942 aparece de nuevo el cuadro anterior con expulsión
mogramme serié et évolution hématologique daos de ascárides; a las dos semanas cede, para reaparecer en di-
la période post-opératoire des processus d' originz ciembre. A partir de entonces ha seguido trabajando, aquejan-
appendiculaire. Nous n 'avons pas pu trouver daos do de vez en cuando epigastralgias y dolores en el dorso, que
nos malades les criteres mathématiques au sujet de se presentan en forma irregular y sin guardar relación con las
comidas, durando de media a una hora. últimamente expulsó
la leucocytosc, exprimés par CHURCHMANN et SON-
ascárides por vómito.
NENBURG ainsi que celui de YAGUDA basé sur les El día 3 de enero de 1943, ingresó en la Clínica Médica B.,
formes non mures, toute fois que beaucoup de ces presentando dolor poco intenso en el epigastrio, persistente, y
cas font cxception a
S2S regles. con irradiación hacia el esternón y dorso. A la exploración se
observa abdomen blando, depresible; punto cístico muy dolo-
roso a la maniobra de Murphy, punto epigástrico y zona pan-
creáticoduodenal de Chauffard algo dolorosa a la presión.
A su entrada en la mencionada Clínica, se le practica un he-
mograma con el siguiente resultado:
Hematíes, 4.8oo.ooo; leucocitos, 1 1.6oo; neutrófilos, 64
por 1 o o; eosinófilos, 14 por 1 o o; linfocitos, 14 por 1 o o;
monocioos, 8 por 1 o o; plaquetas, normales; aglutinabilidad,
normal ; V. S. G. aumentada (24), 91; V.G. disminuí-
ASCARIDIOSIS DE LAS VfAS BILIARES da (40); proteinemia, normal, 76.3: S./G .. 68/)2.
En la orina hay urobilina, siendo negativa la investigación
P. PIULACHS y E. SALA-PATAU de bilirrubina, pigmentos y ácidos biliares: igualmente nega-
tiva la albúmina y glucosa.
Clínica de Patología Quirúrgica de la Facultad de Medicina Practicado el sondaje duodenal (Meltzer-Lyón) se descu-
de Barcelona. Prof.: P. PIULACHS bren abundan tes leucocitos y bacilos co/i en el sedimento; el
índice pigmentario es de 400.
Seroaglutinaciones (E. A. B. M.), negativas. Serológicas
FRECUENCIA. - La ascaridiosis de las vías bilia- lúes, negativas. ,
res es una afección muy rara. KEHR en 2.000 in- En Jos exámenes coprológicos hechos al ingreso en la Clt-
tervenciones de esta región no ha visto ningún caso. nica. no se hallaron huevos de ascárides ni por previa concen-
Y EPPINGER con su vasta experiencia en afecciones tración. Durante su estancia en la Clínica Médica B. sigue inape-
hepatobiliares. sólo tiene dos observaciones. En tente. asténico, con escaso dolor objetivo y subjetivo Y co.n
I 765, LORRY 63 señaló el primer caso; y en r 786, marcada constipación. De vez en cuando intercala al?u.na cn-
KIRKLAND ss t zmbién se ocupa de ello. En I 858, sis aguda de epigastralgia con la irradiací?n. セ。イ」エ・ュ@ Hセウᆳ
ternón y escápula), escalofríos, tinte subJCtenco, onnas ptg-
BONFILS 1 3 recopiló 2 r casos procedentes de autop- mentadas, fiebre y vó mitos alimenticios: d cuadro agudo dura
sias yen r877 . DAVAINE 22 , 39· HUBER 4°en 1893. escasamente veinticuatro horas; por dos v_ec.es Y. durante las
reúne 78, y SICK 100 en 1901, 63 casos, la mayoría mentadas crisis de epigastralgia expulsa ascandes JUnto con el
procedentes de autopsia. TSUJIMURA 105 recopila vómito alimenticio. .
Se instala un tratamiento con sellos de ウ。ョエッュセ@ (o,o8 g.).
3 3 casos procedentes de operación y BRI\NDER en calomelanos (o,o8 g.) y lactosa (o.so g.): se セイ。エ」@ una cura
1 9 2 3. 73 casos. de dos días administrando tres sellos cada .vemttcuatro hor?s.
FISCHER 34, entre 500 opzraciones de vías bilia - A los diez días de administrar el カ・イセエヲオァッ@ se le_pra.cttca
res la observa siete veces y FINKELSTEIN 33, entre un nuevo sondaje duodenal ーZセカッ」。ョ、 ッ@ セョエ・ウッ@ ordenamrento
de [as vías biliares por inyeccton subcu tanea de Atopha.nyl y
5 3° operaciones, halla el origen parasitario en 21 · Pituitrina, introduciendo a su ve.z por la sonda mantcmda セョ@
d.e las cuales en tres se trataba de ascárides (o,56 por el duodeno treinta centímetros cubtcos de sulfato de セ。ァョ・ウエッ@
etento del total). al por 1 00 , a la temperatura de 3 7 セイ。、ウL@ constg tucndo
0
FINKELSTEIN 33 recoge de la literatura 44 casos: con3 la misma obtener abun.dantes O・セ」ッイエウ@ JUnto .con gran
cantidad de huevos de ascárrdes. Es mtcresan_te 」ッセウエァョ。イ@ que
HORTOLOMEI 47, 6r; BERTONÉ 12 , 73. y BENE- la busca de huevos del parásito en las heces stgue stendo nega-
DIKT Io, 90.

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