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TEMA I.1.

LA ÉPICA MEDIEVAL. CICLO ARTÚRICO, CANTARES DE


GESTA Y POEMAS CABALLERESCOS.
Caracterización de la época o movimiento: ideas estéticas dominantes, autores, obras.

1. CONTEXTO HISTÓRICO
La Edad Media se extiende del siglo V al XV; al tratarse de un periodo tan largo, la
cultura que se produce no es equiparable en su homogeneidad a la cultura clásica.
Durante la Edad Media se instaura en Europa el feudalismo, un régimen político-social
basado en dos estamentos privilegiados la nobleza, que guerrea, y el clero, que se ocupa
de orar y preservar el saber, contribuyendo a mantener el orden establecido y uno no
privilegiado, el campesinado, que mantiene con el fruto de su trabajo a los otros dos
estamentos. 
En cuanto al pensamiento se trata de una sociedad teocentrista, en la cual Dios es el
centro del universo legitimando la existencia de los estamentos privilegiados.
Uno de los hechos culturales más trascendentes de esta etapa en Europa deriva de la
fragmentación del latín: el nacimiento de las lenguas vulgares (germánicas y románicas)
y el desarrollo posterior de las diversas literaturas nacionales.
Poco a poco va surgiendo entre el pueblo una literatura oral (cantares de gesta, lírica
tradicional, representaciones teatrales) que no se expresa en latín. 
La Edad Media tuvo un escaso conocimiento de las literaturas griega y latina. Hubo que
reinventar todos los géneros salvo la épica, que aunque también tiene características
propias, mantiene la finalidad de la exaltación al héroe.

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La épica medieval europea sitúa su origen en la épica grecolatina, la cual
moderniza, pero cuyas líneas básicas mantiene. En la Edad Media europea
encontramos dos formas de literatura épica: los cantares de gesta y los poemas
caballerescos.

2. CANTARES DE GESTA

Eran largos poemas que contaban hechos gloriosos del pasado. El pueblo, que no
sabía leer, aprendía así la historia fabulada de su país y se enteraba de los
acontecimientos más importantes. La transmisión oral, a cargo de los juglares, permitía
añadir, quitar o reelaborar pasajes de acuerdo con los gustos del público. De ahí que no
quepa considerarlas obras de autores individuales, sino creaciones colectivas; y que,
sobre un fondo histórico a veces muy leve, se haya sobrepuesto la pura ficción literaria.

Estilísticamente los cantares de gesta se caracterizan por el uso del llamado


modo dramático para narrar. El juglar quiere que el público sienta la acción como si se
estuviera desarrollando en el presente; para ello desarrolla varias técnicas: uso del
presente o formas verbales perfectivas, alternancia del diálogo y la narración,
expresiones enfáticas, breves descripciones, uso del estilo directo, apelativos épicos
(Aquiles “el de los pies ligeros”), comienzo de la narración in media res…

En cuanto a la métrica, los cantares de gesta pocas veces se organizan en


estrofas, lo normal es que aparezcan estructurados en tiradas o series de versos de entre
12 a 16 sílabas que comparten la misma rima asonante. Por lo general la tirada forma
una unidad temática o de acción.

En la epopeya medieval europea se pueden identificar dos tendencias:

a) La épica germánica, que relata asuntos legendarios en la mayoría de los casos


y no suele incluir contenidos cristianos.

b) La épica románica (francesa y castellana, principalmente), donde las acciones


están protagonizadas por personajes históricos.

Los más importantes cantares de gesta son Los Nibelungos en Alemania, la


Canción de Roldán en Francia y nuestro Poema de Mio Cid, todos ellos de entre los
siglos XI al XIII.
-Los Nibelungos: Cuenta una bárbara historia de amores y de sangrientas
venganzas. Este poema influyó en otras gestas, como Los siete infantes de Lara, no
conservada, aunque sí se conservan los romances a que dio lugar. El compositor alemán
del siglo XIX Richard Wagner se inspiró en alguna medida en este poema épico y en la
tradición mitológica germánica y nórdica para componer la tetralogía operática Der
Ring des Nibelungen ("El anillo del nibelungo").
-La Canción de Roldán: Cuenta un ataque de los vascos a la retaguardia del
ejército de Carlomagno en Roncesvalles. Durante los tres siglos que median entre el
suceso histórico (778) y la redacción del cantar circularon narraciones orales que un
gran poeta debió de organizar, para conseguir una obra literaria que nada tiene que ver
con lo acontecido.

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3. POEMAS CABALLERESCOS

A mediados del XII triunfa en Francia un tipo de narraciones cultas en verso,


llamadas romans courtois (novelas cortesanas), que siglos más tarde darán lugar a la
novela de caballerías. El protagonista es un caballero que se enfrenta a grandes peligros
para lograr la fama, la perfección moral y el amor de su dama.
Estos poemas caballerescos se diferencian de los cantares de gesta en que:

- Sus héroes no acaudillan grandes ejércitos, sino que actúan individualmente.


y por motivos personales; buscan la gloria o la perfección moral.
- La mujer es una pieza fundamental en el desarrollo de la acción.
- Se dirigen al estamento privilegiado.
- Son obras destinadas a la lectura, no a la recitación.

Todos sus argumentos giran en torno a lo que se ha denominado materia de Bretaña o


ciclo artúrico.

La narración caballeresca evoluciona a lo largo de tres etapas:

- Las primeras narraciones caballerescas se componen en la primera mitad del


siglo XII. En este período se escriben algunas novelas de asuntos
grecolatinos, pero sobre todo destaca la historia de los amores de Tristán e
Isolda.
- A mediados del siglo XII comienza la producción literaria de Chrétien de
Troyes, que centra el género en un asunto casi exclusivo: la materia de
Bretaña, es decir, la leyenda del rey Arturo y sus caballeros.
- Desde el siglo XIV y hasta el siglo XVI la narración caballeresca se
desarrolla, en castellano y catalán, en la península Ibérica. Las historias ya
no tienen relación con la materia artúrica y los personajes se convierten en
caballeros andantes que viven aventuras inverosímiles.

Se han comparado los cantares de gesta feudales con el arte románico y a los poemas
caballerescos con el gótico. La relación no es arbitraria: el estilo románico y la épica
feudal poseen en común la sobriedad, la robustez, la austeridad. El gótico es un estilo
más elaborado; con él se busca la belleza, la elegancia, la delicadeza. Del mismo modo
se advierte en los poemas caballerescos el paso a una sociedad más refinada, culta, en la
que el noble no solo se mide por su sangre, sino además por poseer lo que en las cortes
provenzales se llamó “la cortesía”, es decir, un conjunto de valores espirituales.

4. EL CICLO ARTÚRICO

Conjunto de obras que abordan la historia de un rey semilengerio, Arturo o


Artús, y de la corte caballeresca que construyó a su alrededor en la ciudad mítica de
Camelot. Aunque algunos historiadores le consideran una figura mítica, hay razones
para creer que un histórico Arturo pudo dirigir la larga resistencia de los britanos contra
los invasores. Según la leyenda, Arturo fue el hijo de Uther Pendragon, rey de Britania.
Mantenido en la penumbra durante su infancia, fue presentado repentinamente al pueblo
como su rey y demostró ser un gobernante sabio y valeroso. Reunió en su corte una gran

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compañía de caballeros y evitó los problemas de primacía con el uso de una mesa
redonda en sus reuniones. Junto con su esposa, Ginebra, mantuvo una espléndida corte
en Caerleon-upon-Usk (quizá la legendaria Camelot), en el límite sur de Gales, donde
los britanos tenían sus posesiones más antiguas. Sus guerras y sus victorias se
extendieron al continente europeo donde desafió con éxito a las fuerzas del Imperio
Romano hasta que fue llamado de regreso a su país a causa de las acciones de su
sobrino Mordred, que se había rebelado y apoderado de su reino. En la batalla final de
Camlan, al suroeste de Inglaterra, el rey y el traidor cayeron atravesados por sus
respectivas lanzas. Arturo fue misteriosamente conducido a la mítica isla de Avalón
para curar su atroz herida.

La variedad de enfoque de los personajes explica que se encuentren importantes


diferencias en las historias narradas en cada obra, así como en el tratamiento de los
personajes principales. A pesar de las diferencias, es posible indicar cuatro núcleos
argumentales en el ciclo artúrico en torno a los cuales giran las obras:

1.- Paso de un mundo caótico a un mundo ordenado. El personaje protagonista


es el propio Arturo, destinado a unificar y pacificar la tierra. Los sucesos más
importantes serán el engendramiento del futuro rey, la coronación del personaje, gracias
a la espada mágica Excalibur, y la creación de la Tabla Redonda, en torno a la cual se
reunirá la flor de la caballería.

2.- Nueva situación de caos y violencia. El protagonismo es asumido por


Ginebra, esposa del rey Arturo, y su fiel amigo Lanzarote. Ambos mantienen una
relación amorosa y traicionan al rey, provocando la desestabilización del reino.

3.-Los caballeros de la Tabla Redonda acometen la misión de restablecer la


estabilidad de Arturo y el reino. Aparecen nuevos personajes, como Perceval, que
encuentra el Grial (asunto añadido por Chrétien de Troyes).

4.-Última batalla del rey Arturo y sus caballeros.

Dentro del Ciclo Artúrico hay que encuadrar dos obras literarias: Tristán e Iseo y Los
Lais de María de Francia.

-Tristán e Iseo
De autor o autores desconocidos, es esta obra de mediados del siglo XII, hoy perdida,
que tiene como asunto los amores adúlteros de Tristán e Iseo la rubia, esposa del rey
Marc de Cornualles, tío de Tristán. Un amor que ha surgido contra la voluntad de los
amantes, por la acción de un filtro mágico que tomaron por error.
Tristán es presentado como una artista y un caballero valiente que vence al gigante
Morholt. Iseo, joven experta en medicina y magia, es presentada como una mujer
apasionada que se debate entre la fidelidad a su esposo y la pasión por Tristán, que le
llevará a acudir a su lado cuando agoniza y a morir junto a él.
No es una novela de aventuras y de maravillas como las de Chretien de Troyes, sino una
humanísima y torturada historia de amor, tan sencilla como intensa en su pasión y
dramática, de ahí su éxito en el Romanticismo, como ejemplo de amor romántico.
Es patente el influjo de la mitología clásica: en la lucha de Tristán con el gigante está de
fondo la de Teseo con el Minotauro para evitar el tributo de las doncellas. En el
episodio de las velas blancas y negras del barco que trae a Iseo está también el recuerdo

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del barco que traía de vuelta a Teseo. Y la muerte de los amantes juntos es muy similar
a la de Píramo y Tisbe. Por tanto, tenemos la fusión típicamente medieval, entre la
cultura clásica y las mitologías locales. El éxito de la historia es rápido y persistente
hasta el siglo XX: prosificaciones europeas, presencia en el romancero español y
versiones novelísticas románticas.

-Los Lais
María de Francia es considerada como la primera autora de la literatura francesa, aunque no
se tenga ninguna información sobre su vida ya que solamente se sabe que se llamaba María
y que venía de Francia. María 1 redactó su obra hacia 1160-1190 en un francés continental
con rasgos anglonormandos, probablemente para la corte de Enrique II Plantagenet, uno de
los focos literarios más brillantes del siglo XII. Es autora de los Lais que son relatos de
amor y de aventura donde lo maravilloso se une a un mundo cortés y aristocrático. El
término “lai” designa en sus comienzos una composición musical cantada o tocada de
origen céltico para conservar sus tradiciones. María escribió doce lais, y se le atribuyen
también una colección de Fables (adaptación en francés de fábulas esópicas) y el
Espurgatoire de Saint Patrice (traducción de un relato latino de un viaje al infierno). La
obra de María de Francia, y en particular los Lais, está basada en gran medida en la
traducción de textos latinos o bretones al francés, lo que demuestra la importancia de la
práctica de la traducción en los albores de la literatura francesa.
Uno de los lais más conocidos, Madreselva, relata una breve anécdota de los amores
de Tristán e Iseo.

5. LA FIGURA DEL REY ARTURO EN LOS SIGLOS XIX Y XX. LITERATURA Y


CINE.

El siglo XIX supone un renacer de lo artúrico de manos del inglés Tennyson, del
norteamericano Mark Twain y del músico alemán Wagner como ya hemos señalado. Lo
más significativo de estos nuevos textos es la utilización de lo artúrico para referirse de
manera más o menos directa a hechos del presente de los creadores.
En el siglo XX el ciclo artúrico se ha convertido en una fuente inagotable de
argumentos para diferentes obras. Las más significativas son las de T.H. White,
Steinbeck y Marion Zimmer.
El siglo XX es el siglo de nacimiento y desarrollo del cine, arte que desde muy pronto
encontró inspiración en la materia artúrica (la primera adaptación es de Edwin S. Porter
en 1906). El uso del materal artúrico en el cine se ha llevado a cabo de dos maneras
diferentes:
-Adaptaciones explícitas –más o menos libres- del ciclo. Así lo encontramos en filmes
como Merlín, Excalibur o El primer caballero.
- Filmes que utilizan material artúrico de manera no explícita o indirecta. Esto es lo que
encontramos en La Guerra de las Galaxias o en Indiana Jones y la última cruzada o la
propia trilogía de El señor de los Anillos.

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