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UNIVERSIDADCATÓLICA BOLIVIANA

Unidad Académica Campesina de Pucarani


Carrera de fisioterapia y kinesiología

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Déficit Mental Leve a Moderado

Estudiantes: Franz Fabricio Perez Copa

Docente: Carla Gutiérrez

28 - 02 - 24

LA PAZ – EL ALTO – BOLIVIA

RESUMEN
El déficit mental leve a moderado se refiere a un nivel de discapacidad intelectual en el que
la persona afectada tiene dificultades para comprender y aprender nuevas habilidades. Las
personas con este tipo de déficit mental suelen tener un coeficiente intelectual (CI) en el
rango de 50-70. A pesar de estas limitaciones, las personas con déficit mental leve a
moderado suelen ser capaces de aprender habilidades prácticas y funcionar de manera
independiente en la vida diaria con el apoyo adecuado. Sin embargo, es probable que
necesiten asistencia en áreas como la toma de decisiones, la resolución de problemas y la
comprensión de conceptos abstractos. El tratamiento y el apoyo tempranos, incluida la
educación especializada y las terapias de intervención, pueden ayudar a las personas con

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déficit mental leve a moderado a desarrollar al máximo su potencial y tener una vida plena
y feliz.

INTRODUCCIÓN
El déficit mental leve a moderado es una condición que se encuentra dentro del espectro de
la discapacidad intelectual. Las personas que sufren de este nivel de discapacidad
intelectual experimentan dificultades significativas en áreas como el aprendizaje, la
comunicación, el razonamiento, la toma de decisiones y la autonomía, pero a menudo
tienen habilidades para vivir de forma independiente con el apoyo adecuado.
Aunque el término “déficit mental” solía utilizarse más comúnmente, en la actualidad, se
prefiere el término “discapacidad intelectual” para evitar connotaciones negativas y
estigmatizantes. Es importante tener en cuenta que la discapacidad intelectual es una
condición diversa que afecta a cada individuo de manera única, con una variedad de
fortalezas y desafíos.
Las personas con déficit mental leve a moderado pueden enfrentar obstáculos en su vida
diaria, en ámbitos como la educación, el empleo y las relaciones sociales. Sin embargo, con
el apoyo adecuado, estas personas pueden llevar una vida plena y significativa, alcanzando
su máximo potencial y participando activamente en la sociedad.
El apoyo para las personas con déficit mental leve a moderado puede incluir servicios
educativos especializados, terapias ocupacionales, programas de habilidades sociales,
entrenamiento laboral y asistencia para la vida independiente. El objetivo es proporcionar a
estas personas las herramientas y el apoyo necesarios para desarrollar al máximo sus
habilidades y lograr una vida satisfactoria.
Es fundamental comprender que las personas con déficit mental leve a moderado merecen
respeto, comprensión y oportunidades equitativas en todos los aspectos de la vida. Al
educar a la sociedad sobre las necesidades y capacidades de las personas con discapacidad
intelectual, podemos promover la inclusión y el empoderamiento de estas personas en todos
los ámbitos de la sociedad.

CUADRO CLÍNICO
Algunos de los aspectos que podemos tomar dentro del cuadro clínico la relación entre los
signos y síntomas que se presentan en una determinada enfermedad y manifestaciones
comunes del déficit mental leve a moderado incluyen:

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1. Desarrollo cognitivo: Las personas con déficit mental leve a moderado pueden
presentar dificultades en la comprensión de conceptos abstractos, habilidades
matemáticas, resolución de problemas y toma de decisiones.

2. Habilidades lingüísticas: Pueden presentar retrasos en la adquisición y uso del


lenguaje, dificultades para comprender instrucciones complejas, así como para
expresar sus ideas y comunicarse de manera efectiva.

3. Habilidades adaptativas: Pueden requerir apoyo en habilidades de autocuidado,


como vestirse, asearse, alimentarse, así como en la realización de tareas del hogar y
de la vida diaria.

4. Aprendizaje: Pueden presentar dificultades en el aprendizaje académico, lo que


puede requerir un enfoque educativo más individualizado y un apoyo adicional en el
aula.

5. Habilidades sociales: Pueden tener dificultades para comprender las dinámicas


sociales, problemas para interpretar adecuadamente las señales sociales y pautas de
interacción, lo que puede afectar sus relaciones personales y su integración en
entornos sociales.

6. Autonomía: A menudo necesitan apoyo para desarrollar habilidades para la vida


independiente, incluyendo la gestión de finanzas personales, transporte y la toma de
decisiones diarias.
Es importante destacar que cada persona con déficit mental leve a moderado posee sus
propias fortalezas y desafíos individuales. Por lo tanto, el enfoque clínico y de tratamiento
debe ser completamente personalizado y adaptado a las necesidades específicas de cada
individuo. Los enfoques de intervención pueden incluir terapias ocupacionales, terapias de
lenguaje, educación especial, entrenamiento de habilidades sociales, apoyo psicológico y
otros servicios especializados. El objetivo es maximizar el potencial de la persona y
promover su integración en la sociedad.

CAMBIOS,COMO SE MIDE,TEST
La medición del déficit mental leve a moderado se puede realizar a través de una variedad
de pruebas estandarizadas y técnicas de evaluación que miden las habilidades cognitivas,

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adaptativas y de funcionamiento diario. Algunas de las medidas comunes utilizadas para
evaluar el déficit mental leve a moderado incluyen:

1. Escalas de Inteligencia: Pruebas de inteligencia estandarizadas, como el Wechsler


Adult Intelligence Scale (WAIS) o el Wechsler Intelligence Scale for Children
(WISC), que evalúan el coeficiente intelectual de una persona.

2. Pruebas de habilidades adaptativas: Evaluaciones como la Vineland Adaptive


Behavior Scales o la Escala de Evaluación de la Vida Diaria (ADL) que miden las
habilidades de adaptación y funcionamiento diario de la persona.

3. Evaluación del desarrollo: Pruebas que evalúan el desarrollo cognitivo, lingüístico,


motor y social de una persona, como la Escala de Desarrollo Infantil de Bayley o la
Escala de Desarrollo Infantil de Denver.

Estas pruebas y evaluaciones son administradas por profesionales de el área de Fisioterapia,


profesionales de la salud mental, como psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, y
educadores especiales. Además, la evaluación multidisciplinaria es esencial para
proporcionar una comprensión completa de las necesidades de la persona y desarrollar un
plan de intervención individualizado.

Es importante tener en cuenta que la medición del déficit mental leve a moderado no solo
se centra en el rendimiento en pruebas estandarizadas, sino también en la evaluación de las
habilidades adaptativas, el funcionamiento diario y otras medidas de éxito en la vida real.

JUEGO Y TERAPIA EN EL DÉFICIT MENTAL LEVE


Los juegos pueden ser una herramienta útil para la fisioterapia en personas con déficit
mental leve, ya que pueden ayudar a mejorar la coordinación, el equilibrio, la fuerza
muscular y la movilidad. Algunos ejemplos de juegos fisioterapéuticos que pueden ser
beneficiosos para personas con déficit mental leve incluyen:
1. Juegos de equilibrio: juegos que requieren mantener el equilibrio, como caminar sobre
una línea, pararse en un solo pie o usar una tabla de equilibrio.

2. Juegos de pelota: lanzar y atrapar una pelota puede ayudar a mejorar la coordinación
ojo-mano y la destreza.

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3. Juegos de movimiento: juegos que involucren movimientos como saltar, correr, gatear o
trepar, pueden ayudar a mejorar la coordinación y la fuerza muscular.

4. Juegos de construcción: juegos que requieran manipular piezas pequeñas, como bloques
de construcción o rompecabezas, pueden ayudar a mejorar la destreza manual y la
coordinación.

5. Juegos sensoriales: juegos que involucren diferentes texturas, sonidos o colores pueden
estimular los sentidos y promover la coordinación y la movilidad.
Es importante adaptar los juegos a las necesidades e intereses individuales de la persona, y
trabajar en estrecha colaboración con un fisioterapeuta para desarrollar un plan de
tratamiento específico. Además, es crucial proporcionar un entorno seguro y supervisión
adecuada durante la realización de estos juegos fisioterapéuticos.
Terapia
Las terapias fisioterapéuticas para personas con déficit mental leve pueden incluir una
variedad de enfoques que buscan mejorar la movilidad, la coordinación, la fuerza muscular
y la función motora. Algunas terapias fisioterapéuticas comunes que pueden beneficiar a
personas con déficit mental leve incluyen:

1. Ejercicios de fortalecimiento: Estos pueden incluir el uso de bandas elásticas, pesas


ligeras, máquinas de ejercicios o ejercicios de peso corporal para fortalecer los
músculos y mejorar la estabilidad.

2. Entrenamiento de equilibrio y coordinación: Se pueden trabajar ejercicios


específicos para mejorar el equilibrio y la coordinación, como pararse en una sola
pierna, caminar sobre líneas o utilizar dispositivos de equilibrio.

3. Ejercicios de movilidad: Estos ejercicios pueden incluir estiramientos suaves,


movilizaciones articulares y ejercicios de rango de movimiento para mantener y
mejorar la flexibilidad y movilidad articular.

4. Terapia acuática: La terapia acuática o hidroterapia puede ser beneficiosa para


personas con déficit mental leve, ya que el agua proporciona un entorno de baja
resistencia que puede facilitar el movimiento y la actividad física.

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5. Técnicas de relajación y respiración: En algunos casos, incluir técnicas de relajación
y respiración puede ayudar a reducir la tensión muscular y promover un estado de
calma, lo que puede ser beneficioso para mejorar la movilidad y la función motora.
Es importante trabajar en estrecha colaboración con un fisioterapeuta para desarrollar un
plan de tratamiento personalizado que aborde las necesidades específicas de la persona y se
adapte a sus capacidades y metas individuales. El fisioterapeuta también puede incorporar
actividades lúdicas y juegos para hacer que la terapia sea más atractiva y efectiva.

JUEGO Y TERAPIA EN EL DÉFICIT MENTAL MODERADO


Los juegos fisioterapéuticos pueden ser una forma divertida y efectiva de abordar las
necesidades físicas de las personas con déficit mental moderado. Algunos juegos
fisioterapéuticos que pueden ser beneficiosos incluyen:

1. Juegos de equilibrio: Jugar a juegos que desafíen el equilibrio, como pararse en un


pie, caminar por una línea, o usar una tabla de equilibrio, puede promover la
estabilidad y la coordinación.

2. Juegos de pelota: Botar una pelota, atrapar y lanzar, o participar en juegos de equipo
como el voleibol sentado o el baloncesto adaptado, pueden mejorar la coordinación
mano-ojo, la fuerza y la destreza.

3. Juegos de resistencia: Incluir juegos que requieran resistencia física, como correr en
el lugar, montar en bicicleta estática, o jugar al tug-of-war con bandas elásticas,
puede promover la fuerza muscular y la resistencia cardiovascular.

4. Juegos de agua: La terapia acuática o actividades acuáticas como nadar, jugar con
pelotas en el agua, o simplemente moverse en el agua pueden proporcionar un
entorno de baja resistencia para mejorar la movilidad y la fuerza.

5. Juegos de baile: Bailar o seguir rutinas de baile puede ser una forma divertida de
mejorar la coordinación, la flexibilidad y la resistencia cardiovascular.
Es importante adaptar los juegos específicos a las capacidades individuales y nivel de
funcionalidad de la persona con déficit mental moderado, trabajando en colaboración con
un fisioterapeuta para asegurarse de que se aborden sus necesidades específicas de forma

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segura y efectiva. Además, es esencial que se fomente un ambiente de apoyo y motivación
para que la persona se sienta cómoda y disfrute plenamente del proceso de rehabilitación.
Terapia
También como un punto importante aclarar que el término “déficit mental moderado” ha
sido reemplazado por el término “discapacidad intelectual moderada” según los estándares
actuales de diagnóstico. Asumiendo que te refieres a este término, la terapia fisioterapéutica
puede desempeñar un papel importante en el apoyo a personas con discapacidad intelectual
moderada, ya que puede ayudar a mejorar su movilidad, equilibrio, fuerza y habilidades
motoras. Algunas terapias fisioterapéuticas que pueden ser beneficiosas incluyen:

1. Ejercicios de fortalecimiento muscular: El fisioterapeuta puede diseñar un programa


de ejercicios para fortalecer los músculos que ayuden a mejorar la capacidad de la
persona para realizar actividades cotidianas.

2. Entrenamiento de la marcha: Trabajar en mejoras en el patrón de la marcha y el


equilibrio para promover una marcha más eficiente y segura.

3. Terapia de movimiento: La terapia de movimiento puede ayudar a mejorar la


coordinación motora fina y gruesa, así como la destreza y la precisión.

4. Entrenamiento en actividades de la vida diaria: Ayudar a la persona a mejorar su


capacidad para realizar actividades comunes como vestirse, comer e higiene
personal.

5. Terapia de equilibrio: Desarrollo de programas destinados a mejorar el equilibrio y


la estabilidad para reducir el riesgo de caídas.
Es importante tener en cuenta y recalcar de nuevo que cada persona con discapacidad
intelectual moderada tendrá necesidades y capacidades únicas, por lo que es esencial que la
terapia fisioterapéutica se adapte a las necesidades individuales. Además, trabajar en
estrecha colaboración con otros profesionales de la salud y el apoyo familiar puede ayudar
a garantizar un enfoque integral y efectivo para el bienestar general de la persona.
personal, emocional y social de las personas. A través de las interacciones con los demás y
con

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CONCLUSIÓN
En general, el tratamiento fisioterapéutico puede desempeñar un papel fundamental en la
mejora de la movilidad, habilidades motoras y calidad de vida de las personas con
discapacidad intelectual leve y moderada.
Es imprescindible personalizar el enfoque de la fisioterapia y los juegos fisioterapéuticos,
para abordar las necesidades y capacidades únicas de cada persona. Además, la
colaboración cercana con otros profesionales de la salud y el apoyo de la familia es
fundamental para garantizar un enfoque integral y coordinado para el cuidado de estas
personas.
En resumen, la fisioterapia puede desempeñar un papel valioso en la mejora del bienestar
físico y funcional de las personas con discapacidad intelectual leve y moderada,
ayudándolas a maximizar su potencial y participar de manera activa en sus vidas diarias.

BIBLIOGRAFIA
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical
manual of mental disorders (5th ed.). Arlington, VA: American
Psychiatric Publishing.
Schalock, R. L., & Luckasson, R. (2004). The renaming of mental
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Intellectual and developmental disabilities, 42(4), 392-400.
Luckasson, R., & Borthwick-Duffy, S. (2000). Mental retardation: Past,
present and future. The American journal of mental retardation, 105(5),
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Linehan, C., & Sigafoos, J. (2015). Improving services and support for
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