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Fernández Mosquera Santiago. El cancionero : una estructura dispositiva para la lírica del Siglo de Oro. In: Bulletin
Hispanique, tome 97, n°2, 1995. pp. 465-492 ;
doi : https://doi.org/10.3406/hispa.1995.4879
https://www.persee.fr/doc/hispa_0007-4640_1995_num_97_2_4879
Resumen
El petrarquismo influye no sólo en el estilo y en los temas de nuestra poesía de los siglos XVI y XVII
sino también en la disposición textual de los poemas. Esta ordenación no imita directamente el
Canzoniere ya que el concepto "cancionero petrarquista" es entendido muy anecdóticamente en la
España del Siglo de Oro. Como ejemplo de dicha interpretación, aportamos la explicación de los
posibles cancioneros petrarquistas de Garcilaso, Francisco de la Torre, Fernando de Herrera y Lope
de Vega.
Abstract
Petrarchism influences not only the style and thèmes of our poetry in the sixteenth and seventeenth
centuries, but also the textual arrangement of the poems themselves. This ordering does not directly
imitate the Canzoniere as the concept Petrarchan canzioniere which had a peculiar interprétation in the
Spanish Golden Age. To support this interprétation of the facts, we shall provide as an explanation a
comprehensive sélection of the perhaps Petrarchan lyrics of Garcilaso, Francisco de la Torre,
Fernando de Herrera and Lope de Vega.
"EL CANCIONERO" : UNA ESTRUCTURA DISPOSITIVA
PARA LA LÍRICA DEL SIGLO DE ORO
Le pétrarquisme fait sentir son influence non seulement sur le style et les thèmes de notre
poésie des XVIe et XVIIe siècles, mais aussi sur la disposition textuelle des poèmes. Cet
ordonnance n'imite pas directement le Canzoniere puisque le concept "canzoniere
pétrarquiste" est compris d'une manière très anecdotique dans l'Espagne du Siècle d'or.
Comme exemple de cette interprétation, nous apportons l'explication des recueils de poésies,
pétrarquistes ou non, de Garcilaso, Francisco de la Torre, Fernando de Herrera et Lope de
Vega.
El petrarquismo influye no sólo en el estilo y en los temas de nuestra poesía de los siglos
XVI y XVII sino también en la disposición textual de los poemas. Esta ordenación no imita
directamente el Canzoniere ya que el concepto "cancionero petrarquista" es entendido muy
anecdóticamente en la España del Siglo de Oro. Como ejemplo de dicha interpretación,
aportamos la explicación de los posibles cancioneros petrarquistas de Garcilaso, Francisco de
la Torre, Fernando de Herrera y Lope de Vega.
Petrarchism influences not only the style and thèmes of our poetry in the sixteenth and
seventeenth centuries, but also the textual arrangement of the poems themselves. This
ordering does not directly imitate the Canzoniere as the concept Petrarchan canzioniere which
had a peculiar interprétation in the Spanish Golden Age. To support this interprétation of the
facts, we shall provide as an explanation a comprehensive sélection of the perhaps Petrarchan
lyrics of Garcilaso, Francisco de la Torre, Fernando de Herrera and Lope de Vega.
Mots-clés : Siècle d'or - Poésie - Pétrarquisme - Cancionero.
I. - EL CONCEPTO DE CANCIONERO
1. s.v. Diccionario Medieval Español, 2 vols (Universidad Pontificia de Salamanca : Salamanca, 1986).
2. Ésta es la acepción común dentro de la tradición gallego-portuguesa e hispánica de los cancioneros
abundantes en los siglos XIV, XV y XVI. Baste recordar las obras de referencia obligada : A. Rodríguez
Moruno, Poesía y Cancioneros (siglo XVI) (Castalia : Madrid, 1968) ; Manual bibliográfico de cancioneros y
romanceros. Siglo XVI (Castalia : Madrid, 1973) ; Manual bibliográfico de cancioneros y romanceros. Siglo
XVII, (Castalia : Madrid, 1977-1978) ; o Nicasio Salvador Miguel, La Poesía cancioneril. El « Cancionero de
Estúñiga » (Alhambra : Madrid, 1977).
"EL CANCIONERO" : UNA ESTRUCTURA DIAPOSITIVA 467
3. Antonio Prieto, La poesía española del siglo XVI I. Andáis tras mis escritos, (Cátedra : Madrid, 1984)
32-33, hizo ya antes esta distinción y subrayó el nuevo concepto de cancionero que supuso el de Petrarca.
Claramente distingue, en otro lugar, pero de la misma forma, los tres distintos significados de
Cancionero obra de conjunto de varios autores, conjunto de obras de un autor y cancionero petrarquista,
Prieto, « El "Cancionero petrarquista" de Garcilaso » Dicenda. Cuadernos de Filología Hispánica, 3 (1984)
:
En una línea similar, aunque matizada dentro del ámbito español, se sitúa
Antonio Prieto15 : el Canzoniere es una historia, un proceso narrativo que está
ordenado no forzosamente de forma cronológica sino causal, con una
protagonista, Laura ; la historia es narrada en determinadas composiciones
que obedecen a una situación única y real, sólo atribuible al poeta. Antonio
Prieto avanza un poco más en su análisis exponiendo las posibles
interpretaciones del Canzoniere en la poesía española del XVI, aunque en
realidad sean distintas formas de petrarquismo a partir de las Rime. Estas
distintas interpretaciones son la estilística, el Canzoniere como fingimiento,
como exemplum vitae y como un proceso secuencial en el que se pueden
individualizar ciertos núcleos temáticos16. El elemento narrativo es un aspecto
esencial en la construcción del cancionero ; una narración coherente y
dispuesta a partir de un momento inicial y un final cronológico interno17.
14. « Sistema e strutture nelle Soledades di A. Machado », Strumentoi critici, II (1968) 269-303. Más tarde
en el Vol. I de I segni e la critica (Einaudi : Torino, 1969) 95-129, de donde se traduce la edición española
Crítica bajo control, 2a ed. (Planeta : Barcelona, 1970) « Sistema y estructuras en las Soledades de A.
Machado » y Apéndice : « Las variantes de las Soledades, VI ». 103-150 por la que citaremos. « Système
et structures d'un "canzoniere", AAW, Recherches sur les systèmes signifiants (Symposium de Varsovie
1968) (Paris : The Hague, Mouton, 1973) 373-78.
15. Prieto, o.c, 33 y en su edición de Francesco Petrarca, Cancionero, Introducción y notas A. Prieto,
cronología y bibliografía de M. Hernández Esteban. Traducción de Enrique Garcés (Planeta : Barcelona,
1985) lx. Cf. Longhi, a. c, 266.
16. Prieto, La poesía española I. . ., 51-58.
17. Ibíd., 33 y o.c., lx. Se despega, en la importancia de la narratividad, de los estructuralistas italianos
que atienden más a relaciones sintagmáticas a veces de carácter más formal.
18. Petrarca (Crítica : Barcelona, 1989) 77-78.
19. The Making ofthe "Canzoniere" and other Petrarch Studies (Edizioni di Storia e Letteratura : Roma)
1951.
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20. o. c, 128-133.
21. « The évolution of the Canzoniere oí Petrarca », Publications of the Modem Language, LXIII (1948)
412-455.
22. « "Rime Sparse", "Rerum Vulgarium Fragmenta". Para el título y el primer soneto del
"Canzoniere" », Medioevo Romanzo, III, 1 (1976) 101-138. Publicado parcialmente más tarde como « Una
interpretazione del contenuto filosófico del sonetto proemiale e délia sua collocazione nel
"Canzoniere" », en Cesarini, R.-De Federicis, L. (eds.), II Materiale e l'immaginario, vol. III. La Società
Urbana, (Loescher Editori : Roma, 1979) 1076-1080 y, además, Rico, « Prólogos... », art. cit.
23. Entendiendo cronología "externa" por la datación conocida de las distintas composiciones y la
relación directa con su biografía ; y cronología "interna" la relación dentro del propioCanzoniere de los
distintos textos que los componen y sus referencias cronológicas en la narración lírica de la historia
amorosa que describe.
24. Amaturo, o.c, 242.
"EL CANCIONERO" : UNA ESTRUCTURA DIAPOSITIVA 471
Kenelm Foster resume los temas de la obra en tres grupos26 y ofrece también
una división de las Rime sustancialmente distinta de la clásica de Amaturo.
Son tres las secciones, encabalgadas, que distingue : de la composición 1 a la
142 ; de 143 a 263 ; de 264 a 366. Estas son : Primera sección : Canzoniere, 1-142 ;
la segunda comprende las composiciones Canzoniere, 135-(247)-263 ; la
tercera, que inicia la II Parte de poemas in morte, comprende las siguientes
composiciones Canzoniere, 264-366.
25. Ia) Representa composiciones probablemente compuestas durante la juventud del poeta en la que
aparecen predominantemente temas mitológicos e históricos. 21) Desarrolla la glorificación de la amada
ya comenzada en la sección anterior. El poeta muere fingidamente y se cierra la sección con esperanza.
3a) Están presentes las quejas de amor, la descripción del paso del tiempo y los poemas aniversario. ■*)
Una transición hacia la II Parte del Canzoniere. Su núcleo central son los denominados « sonetos del
presentimiento », presentimiento de la muerte de Laura. 5a) Apariciones de Laura en sueños. 6a) De tono
elegiaco incluyendo la composición final religiosa dedicada a la Virgen, lo que provoca un cambio de
referente poético, de Laura a la Virgen María.
26. « 1) los que expresan una faceta u otra del amor del poeta hacia Laura (la mayoría) ; 2) los
penitenciales y, en cierto sentido, los poemas anti-Laura ; 3) los que no tratan de Laura, sencillamente ».
Foster, o.c, 87.
27. O.c, 508.
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Para Gorni una definición más rígida resultaría escasamente operativa. Las
características básicas que definen la forma « cancionero » son : la variedad
métrica « con medítala dosatura », la presencia de anotaciones aclaratorias
sobre la composición del macrotexto28, y la existencia de números recurrentes
de poemas, especialmente el número 50 y 10029. A pesar de que el Cancionero
es « sistema capitale délia tradizione lírica italiana », no existe una tradición crítica
de importancia que lo explique30. Y además, en algún caso, los propios
comentaristas fuerzan la estructura « perfecta » sin preocuparse, sin embargo,
de explicarlo teóricamente.
En los últimos trabajos que abordan las Rime, especialmente los italianos
aquí citados, se establece una determinada estructura basada en conceptos
ajenos a la poesía tanto del XIV como del XVII. Señala el crítico que, en el
conjunto del libro, sólo eran relevantes los pequeños grupos de poemas con
alguna relación temática31. Además, ya en el XVI, el Canzoniere era sentido, en
algunos ambientes en Italia, como un modelo pasado de moda, un modelo
que era objeto de parodia, algo que también tendrá su reflejo en España, tanto
en los Cancioneros a lo divino, o, más exactamente, en parodias como la
conocida de las Rimas del Licenciado Tomé de Burguillos de Lope, reflejo de una
línea de antipetrarquismo estructural.
28. « L'autoesegesi, in quanto momento di riflessione teórica, e discorso dell'autore sul propio testo,
è un altro elemento strutturante della forma "canzoniere" a volte il solo. II Petrarca si limitiva ad apporre
rare postule in latino, puntualissime, esclusivamente sul "códice degli abbozzi" : datazioni di
superstiziosa minuzia, note di lingua e di stile, tibicines esegetici di un Virgilio redivivo. [. . .] Per restare
in ámbito rigorosamente lirico, risulta che la chiosa prosastica ha una funzione connettiva soprattutto
del Cinquecento. Si traitera allora, nella quasi totalità dei casi, di prose fírmate da esegeti di fiducia,
amici o perfino congienti dell'autore, che comunque non è mai estraneo all'iniziativa. » Ibíd., 513. He
marcado esta última parte de la cita porque puede recordarnos claramente la labor de algunos editores
áureos en la elaboración de los posibles cancioneros, como veremos más adelante.
29. Ibíd., 508-513.
30. « E ormai d'uso corrente la nozione, intuitiva ed empirica, di canzoniere VS sigolle di rime sparse :
meno difussa invece, a quanto sembra, la consapevolezza storica che una teoría del canzoniere
propiamente non esiste. [. . .] Manca una teoría della dispositio che si applichi alia struttura di un testo
a piú individui. In métrica e in retorica, la legislazione del canzoniere è assente. . . ».Ibíd., 506.
31. « Manco dunque, nel Cinquecento, la coscienza dei « connettori intertestualli »del Canzoniere,
che è acquisizione della critica moderna, e il portato di una piú vigile, postmallarmeana, attenzione ai
valori del significante : solo era percepita, nel corpo del libro, l'affinità temática di pochi gruppi (i tre
sonetti per la malattia di Laura, XXXI-XXXIII, e quelli sulle stesse rime, XLI-XLIII, i due dello specchio,
XLV-XLVI ; le tre canzoni-sorelle sugli occhi di Laura, LXXI-LXXIII, e nuclei analoghi ».Ibíd., 508.
32. Ibíd., 507.
"EL CANCIONERO" : UNA ESTRUCTURA DIAPOSITIVA 473
Por otro lado, el barroco italiano aporta otra forma de ordenación textual
que se aparta de las formas petrarquistas de cancionero. Es la ordenación que
ejemplifica la obra de Tasso. El petrarquismo como ordenación textual queda
ya lejano, quizá incluso incómodo para las pretensiones barrocas, demasiado
simple para lo que quieren demostrar los poetas del XVI y, en España, del
XVII. Gorni así lo afirma
Los problemas editoriales que presenta la poesía del XVI y XVII en España
hacen muy difícil la explicación de los posibles textos en forma de cancionero
petrarquista que hayan compuesto los más ilustres poetas de nuestro
clasicismo. Porque su aparente desdén editorial provoca que su poesía sea
editada a veces por sus próximos o por sus admiradores no tan cercanos.
Incluso, en el mejor de los casos, por ellos mismos o bajo su tutela. Esto último
es, desgraciadamente, poco frecuente37 : Herrera, Vicente Espinel o Lope de
Vega son los menos frente a Garcilaso, Francisco de Figueroa, fray Luis o
Quevedo. Antonio Prieto ha señalado ya esta circunstancia y adopta una
estrategia interesante pero a la vez arriesgada38. Porque, conociendo este
problema editorial. Prieto se propone el estudio de los cancioneros
petrarquistas que - a su juicio - abundan en la poesía española del XVI, y en
su intento, recompone y rehace más de alguna edición princeps ajusfando las
36. Ver el esclarecedor trabajo de Yolanda Novo, Las « Rimas Sacras » de Lope de Vega. Disposición y
sentido (Universidade de Santiago de Compostela : Santiago, 1990) 53-85.
37. Ver, sobre el asunto y a título de ejemplo, los comentarios de José Manuel Blecua en « Imprenta
y poesía en la edad de oro », Sobre poesía de la Edad de Oro (Gredos : Madrid, 1970) 25-43 y Rodríguez-
Moñino, Construcción crítica y realidad histórica en la poesía española de los siglos XVI y XVII (Madrid, 1965)
20-23 que ofrece una extensa lista de poetas editados ya fallecidos y en vida siendo estos últimos los
menos. También sobre este tema y de una forma más general, ver Sánchez Mariana, « Los manuscritos
poéticos del siglo de oro », Edad de Oro, VI (1987) 201-213.
38. Y sin embargo él mismo reconoce que « algunos que publican en vida, como Herrera (1582) o
Vicente Espinel (1591), lo hacen o de una manera muy restringida,í3n«/flMdo su propio cancionero, como
Herrera, o bien aprovechando acumulativamente la ocasión, como Espinel, con la consiguiente
desorganización. » Prieto, La poesía española 1, 24.
"EL CANCIONERO" : UNA ESTRUCTURA DIAPOSITIVA 475
39. Antonio Prieto (éd.), Garcilaso de la Vega, Cancionero (poesías castellanas completas) de Garcilaso de
la Vega (Bruguera : Barcelona, 1982) y en « El "Cancionero petrarquista" de Garcilaso », art. cit. y en
otros lugares que ya omitimos.
40. Otis Green, España y la tradición occidental. El espíritu castellano en la literatura desde « El Cid » hasta
Calderón. 4 vols (Gredos : Madrid, 1969) 175.
41. Elias Rivers (éd.), Garcilaso de la Vega, Poesías Castellanas Completas, 2a ed. (Castalia : Madrid,
1979) 18. « Tiene un sentido evidente la ordenación de poemas que se encuentra en la primera edición,
ordenación que, aun cuando no sea de Garcilaso mismo, refleja sin duda la intención que le atribuía su
amigo y albacea Boscán. En esta edición hay tres divisiones principales. La primera es unfragmentario
canzoniere petrarquista, de sonetos y canciones ». (negrita nuestra) La cita continúa marcando
características importantes de este cancionero : « (el hecho de que la Canción I en la primera edición se
encuentre metida entre los sonetos XVI y XVII, indica la esencial unidad de esta agrupación). La que
se llama tradicionalmente Canción V no lleva tal título, sino el de Ode adflorem Gnidi, lo cual nos da a
entender que no es el último poema del cancionero, sino el primero de otra sección más clásica : oda
horaciana, elegías, epístola horaciana ». E. Rivers (éd.), Garcilaso de la Vega, Obras Completas con
comentario (Castalia : Madrid, 1981) 29. Más adelante, Rivers señala alguna característica del cancionero :
« En su cancionero petrarquista, la figura central no es realmente la de una dama, sino la de un amante
cortés que sufre más o menos desesperadamente. Esta figura se expresa en primera persona ; es un
hombre de ingenio verbal que analiza e imagina su propio sufrimiento por medio de palabras
intrincadas, imágenes alegóricas e ideas abstractas que se repiten obsesionadamente. En ^Cancionero
de Garcilaso son abstracciones casi incorpóreas las figuras tradicionales de amante, dama y amor »,Ibíd.,
33. Comprobamos cómo Rivers acepta el cancionero de Garcilaso, pero no modifica la ordenación de los
poemas en su edición.
476 BULLETIN HISPANIQUE
42. « Al preparar la edición de 1543, Boscán divide su propia obra en tres libros [. . .] El segundo, los
sonetos y canciones, es decir, un pequeño cancionero petrarquista ». Claudio Guillen, El primer Siglo de
Oro. Estudios sobre géneros y modelos (Crítica : Madrid, 1988) 24. No coincide con Prieto, Lo poesía española
I, 64 en cuanto a la consideración del cancionero de Boscán. Antonio Armisen también cree en este
cancionero del libro II de Boscán : « Los lectores más cultos debieron comprender pronto que el Libro
II era un canzoniere a la manera de Petrarca, compuesto de sonetos y canciones que permitían una lectura
plural. » Antonio Armisén, Estudios sobre la lengua poética de Boscán. La edición de 1543 (Departamento
de Literatura Española-Pórtico, Universidad de Zaragoza : Zaragoza, 1982) 385. Para Garcilaso : « No
es inversosímil ni del todo impertinente suponer que las obras de Garcilaso hubieran podido
distribuirse según el mismo esquema tripartito [que el de Boscán] : las coplas castellanas (son sólo ocho) ;
el cancionero petrarquista (cuarenta sonetos y cinco canciones) ; y los géneros nuevos o neoclásicos. »
Guillen, o.G, 24.
43. Prieto, La poesía española, 1, 65-66. Nótese que este estudioso prescinde del valor prologal del soneto
I « Quando me paro a contemplar mi 'stado », que tan profusa descendencia provocó en la literatura
española y que tanta importacia tiene para Juan Manuel Rozas, « Petrarca y Ausiàs March en los sonetos-
prólogo amorosos del Siglo de Oro », en Diez Taboada et alia, Homenajes. Estudios de Filología Española,
I (CSIC : Madrid, 1964) 57-75.
44. Ibíd., 603 y 604.
45. Las ediciones de Garcilaso, que tanta polémica provocaron ya en el XVI, suelen seguir la
ordenación herreriana. Prieto parece dar a entender que ya desde la edición de Boscán, Garcilaso está
publicado casi como cancionero. Rivers edita (o.c, XX) a Garcilaso con la ordenación original del cuarto
libro de Boscán : « De esta edición príncipe hemos sacado primero el libro IV, titulado « Obras de
Garcilasso de la Vega », que ocupa los folios CLXIII-CCXXXVII (Z4-II6) ; no hemos cambiado el orden de
las poesías, manteniéndolo incluso en el caso de la Canción I, que aparece entre los Sonetos XVI y XVII, pero
sí hemos insertado después del Soneto XXVIII el « Soneto de Garcilasso que se olvidó de poner a la fin
con sus obras » (folio A6), y hemos puesto al final del Libro IV la estrofa garcilasiana (Copla I) del
villancico colectivo que se encuentra en el Libro I de las obras de Boscán (folios XV y siguientes). « Si
la ordenación de la poesía de Garcilaso se debe a Boscán, éste parece tener una idea de cancionero
petrarquista basada fundamentalmente en sonetos y canciones. Los mezcla en su propia obra, Libro II
"EL CANCIONERO" : UNA ESTRUCTURA DIAPOSITIVA 477
Hallé estos poemas por buena dicha mía y para grande gloria de España en poder
de un librero, que me las vendió con desprecio. Estaban aprobadas por D. Alonso
de Ercilla, y rubricadas del Consejo para la imprenta. . .52
45. [suite] - cancionero o no, como ya señalamos -, y también en el Libro IV de Garcilaso. Tal vez no
baste la presencia de la Canción I entre los sonetos XVI y XVII para hablar de vario stile, pero la
ordenación en sonetos y canciones parece obecer a alguna razón estructural.
46. Estudiado por sus editores Díaz Larios y O. Gete Carpió (eds), Hurtado de Mendoza, Poesía
(Cátedra : Madrid, 1990) 39 y s.
47. Asunto al que su editora dedica un breve e interesante apartado « El orden de las composiciones.
Hacia la configuración de un "Cancionero" » ; Begoña López Bueno (ed.) Gutierre de Cetina, Sonetos y
Madrigales completos (Cátedra : Madrid, 1981) 53 y s.
48. Que merece un estudio de José Lara Garrido, « Manierismo estructural y desarrollo Manierista
del signo en las « Diversas Rimas » de Vicente Espinel » (AnejoAnalecta Malacitana : Málaga, 1979) 17-30.
49. Comentado y confirmado por Aurora Egido, « La enfermedad de Amor en elDesengaño de Soto
de Rojas », Estudios sobre la obra poética de Soto de Rojas (Universidad de Granada : Granada, 1984) 32-
52 ; Gallego Morell, Estudios sobre poesía española del primer siglo de oro (Madrid, 1970) ; Juan Manuel
Rozas, Sobre Marino y España (Editora Nacional : Madrid, 1975) 81-106 ; más concretamente fue
estudiado por Antonio Prieto, « El Desengaño de amor en Rimas de Soto de Rojas, como cancionero
petrarquista », II, Serta Philologica Fernando Lázaro Carreter (Madrid, 1983) 403-412 y Cabello Porras,
« Significación y permanencia del "Canzoniere" de Petrarca en en elDesengaño de amor en Rimas de Pedro
Soto de Rojas », Revista de Investigación Colegio Universitario de Soria, Filología, IX, 1 (1985) 41-69.
50. Ver Yolanda Novo, o.c, 57-85 con respecto a las Rimas Sacras aunque su introducción general a
la estructura de cancionero es particularmente útil.
51. Ver nuestra aportación al respecto en « ¿ Canta sola a Lisi de Quevedo como cancionero
petrarquista ? », Actas del II Congreso de la Asociación Internacional Siglo de Oro, 2 vols. (Salamanca, 1993)
357-363.
52. Francisco de la Torre, Poesía Completa, ed. Ma Luisa Cerrón Puga (Cátedra : Madrid, 1984) 67.
478 BULLETIN HISPANIQUE
De hecho, tanto Blanco Sánchez como Cerrón Puga afirman que la edición
había sido preparada por Almeida55. De esta forma poco intervino Quevedo
en la disposición textual de la obra del enigmático la Torre. Parece que
Quevedo ofreció simplemente su nombre, ya prestigioso y polémico, para dar
a conocer la obra de un posible poeta perseguido como lo había sido su primer
e inédito editor. Y también el satírico madrileño se sirvió de la publicación
para zaherir y combatir a los cultistas y especialmente a su cabeza primera,
Fernando de Herrera. Quizá haya confecciondo Quevedo el llamado Apéndice
aunque originalmente, y como prefiere su editora moderna, se denominara
Sígnense Traducciones del Horacio, y del Petrarca, del Maestro Sánchez Brócense
que fue, por cierto, lo que Quevedo mandó imprimir originalmente. Estas
traducciones que acompañan las poesías de la Torre fueron menospreciadas
por Quevedo, relegándolas al plano de « apéndice » en que se convirtieron
finalmente. Pero tienen su importancia porque no son todos sus comentarios
obra de Almeida sino del Brócense56 y podrían haber sido el germen de una
edición de poemas pertenecientes al grupo intelectual de Salamanca al que
pertenecería Juan de Almeida - editor de la Torre -, el Brócense - gramático
y traductor -, el propio Francisco de la Torre y Fray Luis - presente en una de
sus odas atribuida aquí al gramático -.
53. Esta discusión, ya en sus últimos resultados, se deja revisar en Jorge de Sena,Francisco de la Torre
e D. Joño de Almeida (Fundaçao Calouste Gulbenkian, Centro Cultural Portugués : París, 1974) ; Blanco
Sánchez, Entre Fray Luis y Quevedo. En busca de Francisco de la Torre (Atlas : Salamanca, 1982) ; Cerrón
Puga, reseña a Blanco Sánchez, o.c, Studi Ispanici (1983) 215-222 y, sobre todo, El poeta perdido.
Aproximación a Francisco de la Torre (Giardini Editori : Pisa, 1984) y Prieto, La poesía española del siglo XVI.
II, 369-400. La tesis de Ma Luisa Cerrón parece la más interesante aún sin ser llevada a sus últimas
consecuencias - que la edición de Quevedo fuese casi un insulto directo a Herrera por plagiario -.
54. Pocos críticos contemporáneos creen que la confusión de Quevedo entre el « bachiller » del siglo
XV y el poeta del XVI sea involuntaria. Y además « resulta verdaderamente inaudito que no se dignara
a contestar a las críticas - e insultos - que el portugués Faria y Sousa le brindó en su edición de Os
Lusíadas por haber cometido tamaño error ». Cerrón Puga, o.c. ed. la Torre, 15.
55. Ver Blanco Sánchez, o.c, 335 y Cerrón Puga, o. c. ed. la Torre, 18.
56. Cerrón Puga, El poeta perdido, 152 y 154.
"EL CANCIONERO" : UNA ESTRUCTURA DIAPOSITIVA 479
57. La coincidencia de editar la obra de Fray Luis y Francisco de la Torre es curiosa. Ambos se
inscribirían en una línea de « claridad » preconizada por Quevedo frente a la « oscuridad » cultista.
Incluso existe un volumen en la Biblioteca Nacional de Madrid que contiene las dos ediciones en un
sólo tomo. Y también es extraña tan distinta procedencia de ambos textos : la biblioteca de Manuel
Sarmiento de Mendoza y un librero despreciativo. Cerrón Puga, o.c. ed. la Torre, 15.
58. Prieto, La poesía española del siglo XVI. II, 378. Y también Cerrón Puga, o.c. ed. la Torre, 22.
59. Ibíd., 385-389 ; Cerrón Puga, o.c. ed. la Torre, 26-31 ; Pérez Abadín, Introducción a la poesía de
Francisco de la Torre : Los sonetos, Tesis de Licenciatura (Universidad de Santiago de Compostela :
Santiago de Compostela, 1986). Inédita, p. 118 y 140.
480 BULLETIN HISPANIQUE
60. Ibid., 143. La autora realiza su trabajo a partir exclusivamente de los sonetos de Francisco de la
Torre. Ni que decir tiene que una característica fundamental de la forma "cancionero" es la alternancia
de diversas formas métricas. Comprobar esa estructura (como hace en las páginas 139 y s.) sin las odas
y canciones de la Torre distorsiona la tarea. Pero como el propósito final del trabajo es otro, sus
conclusiones son válidas mientras no se someta la obra a un análisis detenido.
61. Ni que decir tiene que no entraremos en el debate que sobre los textos de Herrera se ha entablado.
No lo haremos ni siquiera bibliográficamente porque no es el lugar. Sólo apuntaremos en nota o
directamente las referencias más imprescindibles. Para un resumen actualizado, ver Victoriano Roncero
López, (ed.) Fernando de Herrera, Poesías (Castalia : Madrid, 1992) 79-84.
62. Fernando de Herrera. Rimas inéditas (Anejo XXXIX de la Revista de Filología Española, CSIC : Madrid,
1948).
"EL CANCIONERO" : UNA ESTRUCTURA DIAPOSITIVA 481
Advierto, que el divino ingenio de Herrera sacó en su vida las rimas, que se leen
en pequeño volumen, limpias de las más de estas voces peregrinas, que se leen en la
impresión, que después se hizo por Francisco Pacheco, pintor docto, y estudioso, y de
grande virtud en mucho mayor volumen. Creo fue el intento darnos de tan grave,
y erudito Maestro hasta lo que él desechó escrupuloso. Que de tales ingenios aun
las manchas, que ellos se quitan, pueden ser joyas para los que sabemos poco, y su
sombra nos vale por día. Francisco de la Torre, Poesía Completa, Preliminares, 70.
(Cursiva nuestra)
Clara queda en Quevedo su preferencia por H. Algunas de las apostillas
también lo confirman tajantemente nombrando al editor de P63. Por lo tanto,
si queremos comprobar la existencia de un cancionero petrarquista en la obra
de Herrera debemos atenernos a Algunas obras de Fernando de Herrera (1582).
Porque el orden y la disposición de las composiciones son del propio poeta
sevillano. De la misma opinión es Begoña López Bueno :
El único orden válido - con la importancia que tiene la ordenación de los
fragmenta en el diseño del cancionero petrarquista - es el que Herrera nos dejó en
Algunas obras64.
No todos, por el contrario, se basan en la edición de 1582 para demostrar la
existencia de un cancionero petrarquista. Antonio Vilanova en 1951 propone
una lectura de la obra herreriana como cancionero fundamentando su
propuesta en toda la obra lírica del poeta65 con un contacto muy directo con
su biografía ; y distingue tres etapas :
La biografía sentimental de Fernando de Herrera a través de sus versos ofrece
tres estadios sucesivos perfectamente delimitados que corresponden
manifiestamente a las tres etapas fundamentales de su pasión amorosa. El primer período, de
apasionada súplica, en que el poeta canta su íntimo anhelo y su secreto amor sin
esperanza. El segundo, de duración muy breve, en que describe el éxtasis gozoso
en que ha sumido su alma la correspondencia de la amada. Y el último, el más
dilatado e insistente, en el cual predomina el desengaño y la lamentación amorosa,
provocada por un cambio de actitud de la enamorada a la cual el poeta hace objeto
de reiteradas quejas y reproches66.
63. Pág. 4. Soneto VI. "Este dejó Herrera, y es de las manchas que le ha sacado a luz el pintor".
Pág. 203. Soneto XL. « El pintor ha destruido este soneto, que Herrera le imprimió de mejor lima, y dijo
en otro : "Yerto Caucaso clavado" ». Y en el mismo soneto : « "'Contino' no dice lo que quiere Pacheco.
Ha de decir 'continuo'. Pruébase con la conjugación : 'continuado', no 'continado' ; 'continuabas', no
'continabas', a diferencia de 'tino' con preposición, cuando se dice 'habló con tino' ; y está mal recibido
este hablar bárbaro" », L. Astrana Marín, ed. Quevedo, Obras completas en verso, (Aguilar : Madrid, 1932)
1311-1314. Para un análisis más detenido de estas anotaciones ver Peter M. Komanecky, « Quevedo's
Notes on Herrera : The involvement of Francisco de la Torre in the controversy over Góngora »,BHS,
LII (1975) p. 123-133. He escogido, de las apostillas, las que hacen referencias directas a Pacheco y a su
edición. Recordemos que Quevedo apreciaba a Pacheco más como pintor que como editor. En la silva
Al pincel, « Tú, si en cuerpo pequeño », (B 205) al menos en la versión de Las Tres Musas, hace un
encarecido elogio del pintor sevillano. Quevedo prefiere la edición de 1582 y de nuevo representa una
interpretación culta de la fidelidad, en este caso, de una edición a su autor.
64. La poética cultista de Herrera a Góngora (Alfar : Sevilla, 1987) 50.
65. Vilanova considera que el orden de la edición de Pacheco también se debe al poeta : « En cuanto
a la distribución de la obra en tres libros que Pacheco declara en el título : "emendados i divididos por
el", no existe razón alguna para dudar de que la había establecido el propio Herrera en sus caudernos
manuscritos y que Pacheco se limitó a conservarla con la misma alternancia de sonetos y elegías o
canciones que aparecía en la edición de 1582 ». « Fernando de Herrera », Historia General de las Literaturas
Hispánicas, Tomo II (Barcelona : 1951) 689-751 (p. 709).
66. Md., 722.
482 BULLETIN HISPANIQUE
67. Como sucede con la Égloga « Paced, mis vacas, junto al claro río » al que atribuye Vilanova
importantes referencias biográficas dentro de su propuesta de cancionero. Cristóbal Cuevas, editor,
Fernando de Herrera, Poesía castellana original completa (Cátedra : Madrid, 1985) 233n, atribuye la
composición a C. Mosquera de Figueroa como ya lo insinuara Blecua, Fernando de Herrera. Obra poética.
Edición crítica, 2 vols (Anejo XXXII delBoletín de la Real Academia Española : Madrid, 1975) 198 y justifica
su propuesta acerca del no autobiografismo de la obra de Herrera : « este pasaje, en efecto, clave en su
autobiografía lírico-fictiva, no es más que un lugar común petrarquista que también recoge Mosquera ».
Cree, también, que pertenece al sevillano María Teresa Ruestes, Las Églogas de Fernando de Herrera (PPU :
Barcelona, 1988) 89-125 mientras que no la edita justificadamente Victoriano Roncero, o.c, p. 95.
68. Fernando de Herrera (Gredos : Madrid, 1959) 383-384.
69. « Admitiendo, pues, el carácter petrarquista de los poemas de Herrera, éstos se nos presentan
como un conjunto de materiales poéticos destinados a integrarse en un cancionero del estilo del que
celebra a Laura. La edición de 1582 sería el comienzo del mismo, a falta del desenlace y de los poemas
in morte. Sin embargo, en el estado en que han llegado hasta nosotros, a esos materiales les falta
estructura. De ahí, la tentación que siente el editor del sevillano de ir redistribuyendo sus poemas de
acuerdo con un esquema preestablecido sobre las pautas del Canzoniere, a lo que debe renunciar para
no caer en interpretaciones subjetivas ». En nota 43 a este párrafo amplía su opinión que conviene
anotar : « La tiene [la estructura de cancionero], pero sólo como un esbozo de comienzo,H. La tendría
el manuscrito de "todas sus obras poéticas, que él tenía corregidas de última mano, i encuadernadas
para darlas a la emprenta", de que nos habla Duarte, pról. aP. La tiene la ed. de Pacheco, creo que por
obra del propio pintor y sus amigos ». Cuevas, o.c, 29 y nota.
70. « Inquirir en el sentido fundamental de su cancionero amoroso no es lo mismo [. . .] que seguir la
pista de una anécdota humana, que, en todo caso, sólo operaría de referente extratextual. [. . .] En esta
perspectiva de análisis, indagar en la clave del cancionero amoroso herreriano no es sino indagar en
las pautas estéticas de que su autor se sirvió. » López Bueno, o.c, 48.
71. Inoria Pepe Sarno, « Itinerario di un amore », Dialogo. Studi in onore di Lore Terracini, a curi di
I. Pepe Sarno (Bulzoni Editare : Roma, 1990) 479-493 (p. 493).
"EL CANCIONERO" : UNA ESTRUCTURA DIAPOSITIVA 483
72. Siguiendo esta secuencia : sonetos - elegía - sonetos - elegía II - sonetos - canción - sonetos -
elegía III - sonetos —canción II - sonetos - elegia IV - sonetos - canción III - sonetos - elegía V - sonetos
- canción IV - sonetos - elegía VI - sonetos - égloga venatoria - sonetos - canción V - elegía VII - sonetos.
73. Cuevas, o.c, 347 y nota.
484 BULLETIN HISPANIQUE
son los dos primeros los libros que pueden recordar el curso polimétrico
petrarquista, y también la disposición garcilasiana74. Sea como fuere, parece
que la disposición textual de las composiciones es aparentemente menos
« caótica » que la de Aldana, por ejemplo. Y no es imposible insinuar que,
cancionero o no, existe cierta tradición en España que acerca sonetos y
canciones al recuerdo petrarquista, siendo siempre los primeros mucho más
abundantes. Como ya hemos señalado, tal vez el caso de Herrera se aproxime
más al Canzoniere en su curso polimétrico pero también las composiciones de
Algunas obras son mayoritariamente sonetos, canciones y elegías.
74. Ver Prieto, La poesía española del siglo XVI. II, 378. y para la influencia de las antologías, Pilar
Mañero Sorolla, « Antologías poéticas italianas de la segunda mitad del siglo XVI (1545-1590) ».Anuario
de Filología, 9 (1983) 259-299.
75. Sobre la utilización de esta etiqueta, véase el clarificador trabajo de Yolanda Novo « Sobre el
marbete « rimas », a propósito de Lope, y el estatuto de la poesía lírica en el Siglo de Oro »,RLit, LTV,
107 (1992) 129-148.
76. Francisco de Quevedo, Las Tres mvsas vltimas castellanas [...] sacadas de la librería de Don Pedro
Aldrete Quevedo [. . .] En Madrid : En la Imprenta Real. Año de 1670.
"EL CANCIONERO" : UNA ESTRUCTURA DIAPOSITIVA 485
Fácil le tuvo [el espíritu propio], ígneo, i Arrebatado, i por esta occasion no pocas
vezes se refistio a la emendacion, i a la lima : remittiendo este estudio a otra sacón,
i a mejor ocio. Continuo fue por muchos años, el executarle io por esta diligencia,
prorrogándomela siempre : hasta que llegando antes el termino de su vida, que el
cumplimiento, no solo no se logro ; sino las Poesias mesmas, que muchas habia ia
repetido de posseedores estraños, i juntadolas en Volúmenes grandes, se
derrotaron, i distruxeron. Summo dolor caussa el referirlo. No fue de veinte partes
una, la que se salvo de aquellos Versos, que conocieron muchos, quedaron en su
muerte ; i io traté, i tuve innumerables vezes en mis manos por nuestra continua
comunicación. [...]
Admitti io pues el dictamen de Don Francisco, si bien con mucha mudança, ansi
en las Professiones, que se applicassen a las Musas ; en que los Antiguos proprios
estuvieron mui varios : como en la distribución de las Obras, que en aquellos rasgos
primeros, i informes, el delineaba, según io juzgué por mejor la conveniencia, i el
acierto, lo dispuse ; pero con pena siempre (i pena es grande, volverlo a la memoria)
mendigando olvidos, i aun desprecios tal vez, que fueran suios, para hacer de ellos
quenta : siendo tan copioso el numero, i tan ilustre, que alguna iniquidad nos habia
usurpado, sino fueron muchas. Contra quien io exclamaré, en tanto que tenga vida,
con sentimiento en mi coraçon condolido, i lastimado. Parnaso Español, Prevenciones
al lector, fols. 5-6.
Y por seguir con el mismo poeta veamos las palabras de Aldrete, su sobrino,
en Las Tres Musas (1670)
Tanto Salas como Aldrete (más el erudito que el sobrino) son ejemplo de lo
que venimos diciendo : la dificultad en la búsqueda de la obra desperdigada,
en este caso con la dificultad añadida de propietarios o « usurpadores »
mezquinos ; la recopilación, el ordenamiento y composición por parte del
editor, en ocasiones la lima de alguna de ellas ; la cantidad escasa de piezas
recogidas y la mayoría de las perdidas, etc. son circunstancias que - sobre
todo en el caso de Salas - siempre encarecen la importancia de esta labor
editora. Casi todos estos tópicos - que sin duda pueden tener una base real,
más en el caso de Quevedo - están en las Prevenciones al lector de nuestro
poeta. Falta uno importante, el hallazgo afortunado (por ejemplo el del mismo
Quevedo con de la Torre o Lope con Burguillos) que quizá resulte el más
literario de todos ellos.
Las introducciones editoriales a los textos poéticos del XVI y XVII son en
buena medida tópicas, y como tales, parodiables. La burla puede deberse a la
línea antipetrarquista de los comentarios eruditos que señalaba Pilar Mañero,
o sencillamente, al tópico formado por la insistente repetición de ciertos
motivos en la confección de estos prólogos84.
84. Siguiendo a Porqueras, El prólogo como género literario (CSIC : Madrid, 1957) podría encuadrarse
dentro de los llamados « prólogos ajenos » típicos en la obra de un poeta desaparecido (112-113) ;
también un « prólogo noticia y presentativo » (114-115) ; también un « prólogo afectivo » porque « los
prólogos de carácter humorístico o irónico serán siempre afectivos, por radicar estas actitudes en
íntimas estructuras afectivas del alma humana » (117) ; y resume algún tópico presente en los prólogos,
desde la perspectiva de Curtius, Literatura europea y Edad Media latina, 2 vols (Fondo de Cultura
Económica : Madrid, 1976). Pero su análisis poco aporta en nuestro trabajo. Los motivos o tópicos que
hemos señalado arriba nos interesan más y son los parodiados por Lope en su advertencia al lector.
"EL CANCIONERO" : UNA ESTRUCTURA DIAPOSITIVA 489
85. Otros ejemplos, A la braveza de un toro que rompió la guarda tudesca, « Sirvan de ramo a sufridora
frente » (Burguillos, 46) y Al mismo suceso, « Trece son los tudescos que el hosquillo » (Burguillos, 46). A
un poeta rico, que parece imposible « La rueda de los orbes circunstantes » (Burguillos, 74) y Que sienten más
los ricos la muerte que los pobres, « Compuso un sabio, cuya pobre suerte » (Burguillos, 74). Discúlpase con
Lope de su estilo, « Lope : yo quiero hablar con vos de veras » (Burguillos, 89) y Prosigue la misma disculpa,
« Señor Lope : este mundo todo es temas », (Burguillos, 89).
86. « There are no poems in In Morte di Madonna Juana. Instead there exist four mock elegies. »
Vitiello, o.c, 109. Vitiello señala todas estas composiciones como elegías burlescas e incluye la elegía a
Marramaquiz (p. 40) sin función específicamente paródica dentro del cancionero.
87. Si bien existen otros protagonistas, uno de ellos especialmente importante : Lope de Vega. Pero
estas intromisiones pudieran justificarse, desde la perspectiva de la estructura de cancionero, como
ejemplos de poemas y personajes de asuntos varios no estrictamente amorosos como en elCanzoniere.
490 BULLETIN HISPANIQUE
88. No existe narración de una historia pero sí detalles que pueden ser entendidos como referencias
autobiográficas de Lope resume Vitiello, o.c, 45-46. Y además Pedraza, o.c, que ve en las Rimas de
Burguillos claros reflejos biográficos del desencanto de Lope propio del barroco y de su azarosa vida.
Pedraza prefiere explicar muchos datos literarios desde esa perspectiva encuadrada en el desengaño
barroco. Y Rozas, Lope de Vega y Felipe IV en el « Ciclo de Senectute », Discurso leído en la solemne apertura
del Curso Académico 1982-83 por el catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de
Extremadura : Badajoz-Cáceres, 1982) 43, recoge referencias biográficas puntuales, especialmente de la
canción final en silvas, como ejemplo de creación en el ciclo De senectute que repercute en temas
presentes en la obra : « Parte de las Rimas son la superación por la poesía y el humor del tema del
mecenazgo y de la incomprensión ». Para un replanteamiento de la relación biografía y literatura en
Lope ver el artículo de Yolanda Novo, « "Erlebnis" y "poesis" en la poesía de Lope de Vega : el ciclo
de arrepentimiento y las Rimas Sacras (1614) », BBMP, LXVII (1991) 35-74.
89. Pedraza, art. cit., 637 no plantea la conservación de la estructura de cancionero y se limita a
referencias aisladas que evocan directamente el Canzoniere. Y, si se acerca él, es para negar una
característica que nosotros sí creemos existente : « El Canzoniere no se cierra, como es obligado en la
literatura cortés, con una palinodia, sino con la esperanza de que Juana atempere sus desdenes ante la
perseverancia y amor del poeta. » Sin embargo, no coincidimos con Pedraza porque señala un soneto
que no cierra el cancionero. Sí lo hace la canción ya señalada arriba y que recordamos en sus estrofas
finales :
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