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POR
CARLOS A. VILLANUEVA
OMCIAL DE ACADEMIA
DE LA RTAL SOCIEDAD DE ARCHJEOLOGIA DE BRUSELAS
PROLOGO
PARÍS
LIBRERFA ESPANOLA DE GARNIER HEHMANOS
6, RUE DES SAINTS-PERES, 6
I897
JLE SENNE
PARIS
OBRAS DE CARLOS A. VILLANUEVA
Enprensa :
LaVidaLiteraria.
Enestudio:
Notassubre diplomacia vcnczolana.
PARIS
POR
CARLOS A. VILLANUEVA
OFICIAL DE ACADEMIA
DE LA REAL SOCIEDAD DE ARQUEOLOGIA DE BRUSELAS
PRÓLOGO
PARIS
LIBRERÍA ESPANOLA DE GARNIER HERMANOS
6, RUE DES SAINTS-PERES, 6
1897
,
Dedicoestas Jiojas, que toman hoy forma
de libra, a mis padres y d ml espnsa. como
recherdo carinoso de quiell los ama con todo
el corazon.
Carlos A. VILLANEVA
del comunismo ;
lismo y del decadentismo, del ateismo y
que siente palpitar su
corazón en medio de las grandes miserias
de la capital del mundo, y se horroriza
ante el crimen, se lastima con el dolor
ajeno, se regocija con la moneda que cae
en la mano del pordiosero, y proclama
la excelencia del amor casto. de la cari-
dad y de la virtud. Es un corazón noble,
y un talento vigoroso y honrado.
De estas calidades nacen sus defectos
como escritor, sobre todo cuando estudia
lostrabajos de otros escritores, como que
supone en los demás sus propias calida-
des, su generosidad, su talento. su bondad
y sus virtudes. Da de todo lo que tiene.
Es un pródigo que quiere enriquecer á
los demas á costa de su propio caudal.
No le aconsejo yo que prefiera el camino
de la crítica. Su corazón es demasiado
bueno para dejar en completa libertad su
inteligencia y su saber. Mas nada perde-
ría el con dejarlo á un lado ; porque las
ramas del árbol de las letras son nume-
rosas y le convidan con su sombra. Sus
generosos arranques y el medio, como
hoy se dice, en que se ha educado, son
los que tienen la culpa de estas observa-
ciones mias.
Sainte-Beuve tenía razón al creer en
la influencia del medio y de los proge-
nitores, asi como en la de la raza, el clima
y otras circunstancias de que no es posi-
ble prescindir al estudiar la obra de un
autor, aunque Shakespeare nada haya
tenido de Halnlet, ni Calderon de Segis-
mundo, ni nada de Yorick se encuentr?
en Tamayo y Baus.
Pero no debe considerarse ello como
un sistema completo de crítica, según lo
entendia él y lo entiende Zola, porque
no tiene nada de absoluto y equivaldría
á negar la grandeza del ingenio y ellibre
albedrío ó libertad del hombre. Es si una
influencia innegable que no es posible
desconocer, que obra generalmente y se
modifica en virtud de otras influencias.
Observo que aún la edad del individuo
tiene parte poderosa en sus creaciones.
El joven gusta de Victor Hugo y de By-
ron, de Alfredo de Musset y de Espron-
ceda; el hombre entrado en anos busca
á Corneille y a Quintana, á Alfredo de
Vigny y á Lista; y así segun la forma y
el fondo de los escritores. Poetas existen
en cuyos versos amanerados y pobres
se ad vierte que éstos fueron escritos des-
pues de los cuarenta anos. Triste es esto,
pero consuela el pensar que tampoco es
absoluto, una vez que hay ancianos que
conservan en el corazón y en la inteli-
gencia toda la frescura y vigor de la ju-
ventud, y jóvenes que son ya ancianos
aun en la primavera de la vida.
En ellibro de Villanueva todo es pri-
maverai y huele á flores recién cortadas.
Por donde quiera se ve un corazon vigo-
roso y una inteligencia sana. Y cosa
!j
;
grada las almas y les inspira brutales
pasiones es poner en trono á Medea
envenenadora, infanticida, mala madre,
mala esposa, cuyoamor es más perjudi-
cial que todos los tormentos y todos los
odios.
No se conforma con las leyes de la na-
turaleza que el hombre pueda ser presa
exclusiva de todas las malas pasiones,
de todos los vicios y de todos los cri-
menes.
Luego, i como pretender que eso sea
?
nuevo en el arte El naturalismo mo-
derno. lo obsceno, lo descastado, lo vi-
cioso, indecente y ctudo, es muy antiguo.
Viejos son los polvos de lamadre Celes-
;
tina vieja la escena de Cervantes en que
;
don Quijote observa que Sancho olia y
no á ambar viejo el nacimiento de Gar-
gantua, que habia comido demasiadas
tripas, y viejos ya El baronciio de Fanr
bias y Los perfumes de Barcelona.
Lo nuevo, lo admirable es que tan
grande escritor como Zola haya preten-
dido establecer esto como un sistema li-
tcrario fundado en la experimentacion
cientitica y considerando al hombre como
una maquina á la que hace funcionar,
como el dice,bajolainfluenciadelmedio,
sin tener cuenta para nada de la libertad
racional y del poder espontáneo y creador
del espiritu. No ha caído en que así
transforma al hombre en un bruto, en un
animal estúpido, y en que un materia-
lismo tan crudo no es aplicable a todas
las manifestaciones del arte, y es parto
singular de la corrupcion de la época, y
por lo tanto un desviamiento del arte, de
vida efimera, que ho puedc prevalecer^
que tiene que pasar, como paso la exage-
ración del romanticismo, como pasa ya
el decadentismo. Las obras de semejante
naturalismo quedarán sólo como un tes-
timonio más de las miserias y corrupción
del siglo, que penetran logicamente en las
letras y en las artes por medio de los es-
píritus flacos para resistir á la perversion.
Nada, pues, de ese naturalismo des-
consolador se encuentra en 10s escritos
de Villanueva. Si penetra en el Cabaret
du Pere Lunette, inmundo asilo de la
:
gente perdida de Paris, ó en las cervece-
rias y en los casinos para describirnos
la vida tumultuosa y las miserias de la
gran ciudad, es con la mirada del pensa-
dor cristiano, sólo para instruirnos, que
no para corrompernos ni para injuriar
con falsa filosofia la naturaleza humana,
que no es perfecta, es verdcid, pero que
no es una abominacion ; que cae á me-
nudo, pero que tiene energfas su premas
para levantarse.
El carácter del terrible comunista Má-
ximo Lisbonne, y el de Enrique de Ro-
chefort, están trazados con acierto. Son
dos fanaticos que personifican la causa
a que han consagrado su vida y sus es-
fuerzos. Ninguno de los dos es capaz de
inspirar ni admiracion ni simpatia. por-
que uno y otro se nos presentan como
realmente son y como deben ser conside-
rados por el observador.
El estudio acerca de la obra La Vida
desconocida de JesÚs, de Nicolas Noto-
vitch, es por varios respectos de lo mas
notable que contiene este libro ; y Catulle
Mendes, que sin duda ejerce gran de in-
fluencia en la maneraygusto literario de
Villanueva, no desdenariaalguna de esas
pequenas piezas conmovedoras que a
primera vista parecen sin importancia,
pero que encierran una idea ó un scnti-
miento delicado.
En suma, ellibro es digno del talento
del autor, y testimonio incontestable de
lo que tienen que esperar las letras de
quien con tan bellas calidades emprende
su cultivo.
Yo no le saludaré con el Tu Marcellus
eris! porque no le juzgo como una her-
mosa esperanza que ha de malograrse,
al
pero si imitando mismo Yirgilio :
0 terque quaterque beatus! -
JULIO CALCANO.
Caracas, 1S96.
PARIS
;
placion de aquel panorama tan lleno de belle-
zas, de harmonías y de encantos. Nuncamas
!
lo vi tan bello
Paris no son los bulevares con sus diurnas
y nocturnas algara bias, formadas por el pa-
saje del mundo ambulante cosinopolita; no
es el Jardin de Paris, el MoulinRouge, el
Casino y BllIlier, con sus eternas bacanales;
ese es el Paris superficial, el Paris que co-
rrompe, que embrutece. París es la ciudad-
cerebro donde se reconcentran las grandes
ideas para luego iluminar el mundo cientifi-
co, el mundo literario, el mundo artistico.
Paris guarda entre sus murallas la historiade
un mundo, la historia de todas las dinastias
europeas: cualquiera de sus monumentos es
prueba muda que sirve de testimonio ante las
generacionesque van pasando, de hechosque
fueron marcados en el libro de la historia,
ora con caracteres diamantinos, ora con ca-
racteres de sangre. Paris fué la ciudad de los
tiranos, pero tambien fué el nido de la liber-
tad. Y fué ella la que, desde sus altas torres
cual nueva Roma, impuso la ley a los pue-
blos de la Europa al brillar glorioso de la es-
pada de Bonaparte, sólo rota en el campo de
Waterloo. Es la ciudad de las grandes con-
vulsiones populares que estremecen, cual los
volcanes de los Andes, el mundo politico, y
es, en fin, la ciudad del heroismo, de la glo-
ria, de la virtud, del amor, de la poesia, de
la ciencia, del arte, de la belleza, de la locu-
ra, de la corrupcion; es teatro para todas las
pasiones, para todos los instintos, para todas
las inteligencias, para todas las voluntades.
El hombre observadorque entre á estudiar
á Paris desde el punto de vista de la razón filo-
:
sófica, tiene ancho campo para sus investi-
gaciones alii tiene á la vista, como en un
piano, todos los problemas sociales; alli es-
tan los discipulos — llenando el puesto del
maestro — de aquellos grandes pensadores
que sembraron la semilla de la filosofía mo-
derna, conquistando en el mundo liberal el
predominio de la libertad de la conciencia.
AlIi se ven los templ os levantados por el
hombre para el culto de todas las religiones
con que dotase Dios al mundo para que todos
le adorasen cual Padre universal. AlIi leván-
tase el espiritu hasta los cielos para estudiar
con el telescopio de la razon los astros del
mundo moral, y baja hasta la tierra para dar-
se cuenta con el microscopio de la observa-
cion de las pequeneces y miserias de la vida.
Alii vive la virtud con todas sus bellezas, alli
vive el realismo con toda su fealdad.
;
Paris es la ciudad gloriosa de la libertad!
Aquellos obreros del barrio de San Anto-
nio, que alternan la vida entre el taller y la
taberna; aquellos parisiencitos que bailan
can-can y gastan corbata azul celeste y clavel
rojo en el ojal, que cantan canciones v beben
ajenjo, fueron los héroes inmortales del 14.de
julio, que combatiendo heroicamente, sin más
armas que el derecho omnipotente del pue-
blo, tomaron la fortaleza-prision, donde vivia,
prisionera de les tiranos, la República demo-
crático-liberal, y pasearon por las calles de
la ciudad, en rojas picas, las cabezas en-
sangrentadas de Launay, de Flesseiles, de
Sorblay, de Losmes, de Mirav:que pasearon
en triunfo, coronado de flores y laureles, a
Elie, el gallardo vencedor, que no tuvo a sus
espaldas esclavos que le gritaran : ;".Yu olJJides
que eres mortal! Y fué París la ciudad afor-
tunada que albergó en su seno a los hombres
escogidos por el Destino, para que escribie-
ran con sangre de reyes los Derechos del
la
Hombre— paginamas gloriosa en la his-
-
toria de los pueblos. Alli se libro la colosal
batalla entre el advenimiento de la libertad y
los últimos alientos del poder de las tiranias;
alii cayo la cabeza del indolente y voluble
Luis XVI, de Maria Antonieta, que paga en
la cuchilla sus ligerezas de reina y de mujer,
v luego de soldados, de apostoles, de sabios,
de inocentes, de mujeres, de ninos, y sobre
montanas de cadáveres, entre mares de san-
gre, y al fulgor del incendio levantóse desde
la guillotina, cual espiritu glorioso que gana
lainmortalidadolimpica, lavozdel girondino
que canto á las puertas del mundo de las som-
bras el triunfo eterno del derecho de los pue-
blos contra el derecho de los déspotas.
Paris es la ciudad de la filosofía. Durante
cuatro siglos dejo caer sobre la humanidad,
cual manojos de luz, las teorias filosóficas que
están produciendo el perfeccionamiento de las
ideas modernas que entran con paso firme á
conquistar el laurel de la victoria en los recios
combates de la ciencia contra las decrépitas
teorias monacales.
Es el gran faro intelectual que proyectaluz
magnifica sobre todos los pueblos de la tierra.
LA
FIESTA DE LOS ESTUDIANTES
EXPARIS
(Inauguración de la Nueva Sorbona en I889)
:
José Manuel Prato y Alberto Conturier. El
teatro lo llenaban 10,000 estudiantes unos
vestian trajes regionales, otros uniforme, ó
bien insignias académicas, llevando además,
al pecho, una cucarda simbolica de la ban-
dera francesa. Se pusoen escena á Guillermo
Tell.
Al terminar el segundo acto entró á su
palco el Presidente de la Republica acompa-
nado de los ministros de Instruccion Publica
y de Relaciones Exteriores, como que era
fiesta internacional de la instruccion. El céle-
bre himno de Rouget de l'lsle le saludo, y
j
10,000 voces prorrumpieron en Vive Carnot!
la France!jVivela Republique!
jVivc Eran
los estudiantes del mundo entero que victo-
reaban en nombre de sus respectivos paises
al modesto y cuanto enérgico Presidente de
la Francia, y estas aclamaciones de entusias-
mo y simpatías no terminaron sino con la ope-
ra que se representaba, para continuar luego
hasta la rue des Ecoles, atravesando la aveni-
da de la Opera y la rue de Rivoli para llegar
al boulevard Saint Michel, donde corta la
rue des Ecoles, en que reside en el número
41, la Asociacion General de Estudiantes.
j Bellisima fiesta de la juventud estudiosa y
que ha impresionado agradablemente a la po-
blaciondeParis!
Agosto, 5. — En la inauguracionde La
Sorbona, debian flotar 1as banderas de todos
10s paises representados y 10s pendones de
1as uni versidades. En este estado 10s estu-
diantes venezolanos nos reunimos para man-
dar hacer una rica bandera de Yenezuela,
y realmente quedó espléndida, siendo una de
las más bellas de cuantas recorrieron 1as ca-
lles del Barrio Latino. Era de finisima seda
con un precioso fleco de oro al derredor, el
asta forrada en terciopelo granate con una
lanza de plata atada con hermoso lazo de
cintas tricolores orladas de flecos de oro.
Tambien se mando hacer un escudo de Ve-
nezuela, obra que ejecutó nuestro artista Ro-
jas, siendo colocado en lujoso marco. Ambas
cosas han sido ofrend ad as a la Asociacion en
nombre de los estudiantes de Venezuela.
A las tres de la tarde entramos en cuerpo,
vestidos de rigurosa ctiqueta, a La Sorbona;
tomamos puesto con los delegados de los
otros paises en el semicirculo que forma el
anfiteatro, en cuvo frente estaban los sabios
de la Francia, la Academia, los presidentes
de las Cámaras y muchas otras personalida-
des. La primera fila de asientos quedo reser-
vada al Presidente de la República y á sus
ministros. A las tres y media anunciaron los
acordes de La Alarscllesa que el presidente
Carnot entraba al edificio. Asi fue. A pocos
instantes entre en el anfiteatro, y hurras y vic-
tores le saludaron por más de media hora.
Tenia a su izquierda al ministro de instruc-
cion Publica y á su derecha al de Relaciones
Exteriores. Tomaron la palabra el vicepre-
sidente de la Academia de Francia, y el pre-
sidente del Consejo Municipal de Paris, y
cerro el acto con un espléndido discurso el
ministro de Instruction Pública.
Terminado el ceremonial de la inaugura-
ción, el Presidente de la Republica se colocó
á la puerta de La Sorbona para que desfilaran
ante el todos los estudiantes con sus respec-
tivas banderas; los que al inclinarse respe-
tuosos ante el primer Magistrado de la Fran-
cia, le victoreaban entusiasmados. i Víctores
inocentes que salian de pechos juveniles que
no tienen pasiones ruines en el alma!
-
a el
:
deja de plata. E1 Presidente nos dijo Hoy
est rejuvenecido Elíseo; es un dia defla-
)
res juventud. La presencia de llstedes, me
trae á la memoria los gratos recuerdos de
mis días de estudiante.
A la salida del Palacio del Eliseo, e1 senor
Champeaux, nos dijo que el director de
La Sorbona nos esperaba á almorzar con él
en los salones del Restaurant Foyot. Alli es-
tuvimos hasta las cinco de la tarde bajo las
mas agradables impresiones. En el momento
de los brindis, e1 Delegado de los Estados
Unidos me tendio su copa de champagne
:
para tomar por Monroe, y me dijo No olvi-
déis los del Sur, que la America es solopara
los americallos.
Agosto, 8. — El día de hoy se destino á
una visita á la Exposicion, y la Torre Eijfel
solo estuvo abierta para 10s estudiantes.
En la noche efectuóse e1 baile que nos da
el Ministro de Instruccion Pública. Entre
otros estudiantes venezolanos, asistimos Car-
los Pedro Morales, Bernardo Herrera Vegas,
:
Manuel Felipe Herrera Tovar, Conturier y
Acosta Ortiz. Cuando el criado anuncio ,Ins
senores delegados de Vellezuela! nos saluda-
:
ron con el grito de /VivaVenezuela! que
repercutio simpatico por todos los salones
del Palacio.
Fue una hermosa fiesta y de 1as mas dis-
a
tinguidas. El ministro se acercaba cada uno
de nosotros para presentarnos á las damas
para el baile, que termino cuando la luz del
sol penetro en los salones perfumados de aro-
mas de flores v de juvcntud.
A('{jst(), 9. — Terminaron 1as fiestas uni-
versitarias con un banquete servido en los
jardines del Observatorio de química y de
flsica, sito en Meudon.
A la
una de la tarde subimos á bordo de
cuatro vaporcitos que nos esperaban en el
muelledel Pont Royal; a1 desamarrarse 10s
cables, los pabellones y estandartes se dieron
al viento y todos entonamos La Marsellesa;
en las orillas del Sena y en los puentes, api-
nados grupos de hombres y mujeres nos sa-
ludaban con sombreros y panuelos.
Al desembarcar en Meudon nos esperaba
en el muelle un grupo de bomberos con su
banda de musica y doradas palmas. La pro-
cesion se puso en marcha en elmismo orden
en que lo hiciera en Ja visita á Pasteur, y de-
túvose en la plazoleta donde se levanta la es-
tatua de Rabelais, y en cuyas gradas nos es-
peraba e1 Consejo Municipal para darnos la
bienvenida. Luego subimos la colina y pene-
tramos en 10s parques y jardines.Unos die-
ronse á juegos de sport, otros Ilenaron las
salas de un pintoresco teatrillo, donde can-
taban canciones y recitaban monólogos las
artistas de Cluny, y los demás subieron á la
torre del Observatorio para asistir á las ob-
servaciones cientificas.
Alas siete de la noche sirviose el banq uetc
bajo los árboles del parque principal; faro-
lillos venecianos pendian de las ramas entre-
i
lazados con banderillas francesas y extranjc-
Àla hora del champagne tomo la palabra
ras.
el director de la Sorbona, pero ya los vinos
hacian su efecto v en cada mesa subian 10s
oradores juveniles, y fué fuerza para el sabio
anciano de suspender su discurso, pues nadie
]e prestaba atencion ni le oía; lasala se había
convertido en una algarabía espantosa, los
extranjeros escalaban la tribuna y cada cual
hablaba en su propio idioma, asi que tenia-
mos al mismo tiempo discursos en espanol,
en inglés,francés, aleman, italiano, portu-
gues. ruso y griego.
Alas voces de jviva Italia! estuvimos al
punto de asistir á un encuentro personal entre
los estudiantes italianos, pues unos eran re-
publicanos y otros monarquicos, y cada cual
dio expansion á sus sentimientos y pasiones
politicas inj uriandosemutuamenteenardiente
polémica; y á no ser un toque de clarin que
anunciaba el término de la fiesta y la hora
para bajar á tomar el tren, mal hubieramos
terminado.
Ya en la estacion, venezolanos y norte-
americanos cambiamos de pabellones; los
hijos del norre formaronse militarmente y
descu brieronse para tomar en sus manos el
iris de Colombia que flameara victorioso
como pendon de libertad, desde el Orinoco
a
:
hasta El Plata; le recibieron emocionados,
le llevaron a sus labios v dijeron esta es la
bander deBolivar, y nosotros Ius hijos de
Washington la besamosy abrazamos con or-
gullo, pues es nuestra hermana en lalibertad.
Así terminaron 1as fiestas universitarias de
Paris en 1889.
ARTURO MICHELENA
;
Compuesto dejovenes artistasel Jurado de
este ano, ha sido riguroso como nunca baste
anotar que fueron remitidos i3.5oo cuadros;
solo 1.800 debianseraceptados, según lo pre-
ceptúa cl Reglamento, y pasaron unicamente
i. 5oo. La lucha de los artistas ha sido des-
esperante. Solo los maestros y algunos artis-
tas sobresalientes, cuyas pinturas se impusie-
ron por su valor incontrastable, han tenido
el orgullo de ver lucir sus telas en el Salon
de 1891. Los artistas independientes, desave-
nidos con una rigurosidad tan exagerada, se
retiraron del concurso para fundar el Salon
del Campo de Marte, si no para contrastar el
merito del de los Campos llíseos, al menos
para hacer conocer al publico inteligente y
estudioso las importantes y bellas telas que
un celo y un rigor, llevados al ultimo extre-
mo, han rechazado hoy.
Por el crisol de ese Jurado pasopurificado
nuestroartista Michelenacon suvaliente cua-
dro Combate de Amjzo?ias : caballos que se I
I
CERVECERIAS
Des écrevisses
En cabinet particulier.
*
* * :
i
data des de el celebre baile en que Sarah
Brown fué la heroina. Anotemos los hechos.
Para el invierno del 92 organizó un baile de
disfraces, que debia efectuarse en Bllllier, —
situado en el Barrio Latino, — pero e1 punto
de reunion eraen Qiiat-z-Arts. Se destinaron
premios para los disfraces mas originales, y
esto produjo la consiguiente rivalidad de 10s
asistentes para presentarse de la manera mas
fin de siècle. Fué Sarah Brown quien obtuvo
el triunfo: adoradora del realismo, se pre-
sentó con solo las gazas que usa ban las mu-
jeres primitivas para cubrir la desnudez de
las carnes, y fué, en esa noche, la personifi-
cacion del realismo en la mas absoluta reali-
dad. No mas había entrado á la sala de baile
cuando las gazas cayeron hechas girones,
quedando cual Venus al salir de las espumas
del mar. Los mismos hombres protestaron
contra tal impudicia, y Sarah fue á pasar la
noche — que ella creyo de triunfos y de pla-
ceres — en el sucio jergón de un Cuartel de
Policia.
Este baile fué el origen de los sangrientos
sucesosqueseverificaron en el Barrio Latino
en 1893, por la lucha armada entre los estu-
diantes y la Policia, v que tomó un carácter
tan alarmante que hubo menester de declarar
á Paris, durante ocho dias, en estadodesitio
y sometido á la ley militar.
es
Qiial-z-Arts la Cerveceria de losartistas
montmanrenses; la hora de tertulia es de las
nueve á las once de la noche, y se efectua en-
tre vasos de cerveza, humo de pipas y movi-
j
mientos de cartas, pues generalmente uegan
la manilla, el ramps 6 el pocker, y esto ame-
nizado por canciones originales quese cantan
al son del piano. De los cancioneros asiduos
de Quat-z-Arts hay dos que han obtenidola
celebridad ; llamanse Fragson y Luis Ver-
ney, cuyas creaciones son muy conocidas del
parisiense. El cancionero de cervecería es tí-
pico. Generalmente usa melena; — como su
traje porlocomun deja mucho que desear -
lleva levita; el sombrero alto tiene el ala recta
sin ninguna ondulacion, y como corolario de
;
su tipica persona la tradicional pipa. A 1as
nueve de la noche empieza su trabajo va de
cervecería en cerveceria hasta las dos 6 tres
de la manana, y asi recorre todo Paris; llega,
sesienta al piano, canta dos ó tres canciones
— á veces son populares y los asistentes can-
fan en coro, —luegopasa el platillo de mesa
en mesa á usanza de los cancioneros bohe-
mios, donde caen los centavos con que 10s
oyentes pagan la fiesta; y de esta cerveceria
va á otra, y asi sucesivamente hasta que las
altas horas de la noche le impiden continuar
su comercio. Se calcula que cada cancionero
hace en la noche de 20 á 25 francos.
II i
j
]
MAXIME LISBONNE
;
rose á trabajar en la especulacion de los es-
tablecimientosllamados cafe-conciertos fun-
do Le Casino des Concierges, y mas tarde
Le Concert Lisbonne, en la rue des Martyrs,
y la Brasserie des lVéants, en la Plaza Pi-
gaIle.
Posee coche particular. Es un coupe pin-
tado de rojo — color de la bandera de los
socialistas — v en las puertas tiene inscrito
los caracteres de su firma. El cochero gasta
el traje de postilion, con sombrero negro a
usanza de los piamonteses. con pluma escar-
lata. Los arneses son del mismo color. Este
carruaje lo tira un caballo negro. Cuando
atraviesa las calles de Paris el populacho lo
aclama.
la
Anotemos que una vez en que Academia
Francesa procedía á llenarla vacante de uno
de sus sillones, Lisbonne se dio el placer—
haciendo una reclame para sus negocios de
concierto — de visitar á cada inmortal, para
pedirle su voto para la eleccion académica.
J'aiaussi le droit de poser ma candidature,
decia en 10s periodicos.
En esta ocasion no usó su coche, sino que
alquilo un carro de los que hacen el tráfico
entre Paris y Longchamps en los dias de ca-
rreras de caballos; hizo atarle seis caballos
con cascabeles, y se dio államar á cada puer-
ta inmortal. Alguien pensaria que esto era la
burla terrible contra el centro de las letras
francesas.
Los académicos, hombres de espiritu y de
fina educacion le recibieron, y mas que eno-
jarse por acto tan audaz, rieron de la ocu-
rrencia sin ejemplo del presidiario de la Co-
muna.
Le citoyen Lisbonne es, sin duda alguna,
uno de 10s tipos célebres del París actual.
Su fotografia se vende ya en las casas de
los bulevares al par de los hombres distin-
guidos en la politica, en las artes y en las
letras.
*
* :
Le Casino des Concicrges, esta situado en
la rue Pigalle, ocupando uno de los ultimos
números, y casi en el angulo que forma la
citada calle con la plaza del mismo nombre.
El área que ocupa es pequena, como de ordi-
nario en todos los establecimientos europeos,
razon habida á la carestia del terreno.
La puerta esta siempre cerrada; se necesita
tirar de un cordon, para que el portero per-
mita la entrada del publico á una sala que
tiene las condiciones de lo privado ó secreto,
y en la que están diseminadas mesillas de
madera, sin adornos ni pinturas, ni charoles
deninguna especie; las sillas son de paja y
alternan con taburetes á igual de las mesas.
De 1as paredes cuelgan hojas de carton con
letreros destinados á la critica mordaz del
Gobierno de la Republica y de la sociedad en
general, y en los que se encuentran algunos
muy curiosos y llenos de esa sal que solo
existe por su vivacidad y picardia en el cere-
bro del parisiense. Ni el gas ni la luz eléctri-
ca han entrado alli; el alumbrado se hace con
petroleo y aceite, produciendo desde luego
una luz opaca y triste, que sirve como para
ocultar la fisonomía, á veces sospechosa, de
los concurrentes que por lo general son mc-
rodeadores de los bulevares exteriores. Es
una casa rara y extrana, por su indole.
En el fondo de la sala se encuentra un tea-
•trillo, destinado para representaciones de
piezas libres, y en el cual se recitan monolo-
gos y se cantancanciones populares.
El numero principal es la cancion que can-
ta Lisbonne, decuya letra y musica es autor.
Una salvade aplausos lerecibe cuando, fuete
en mano y vestida la librea de postillón,
canta:
Cocher! au Casino.
!
Au casino des Concierges
Cocher! au Casino.
Au Casino des Concierges.
La orquesta se compone de un piano car-
comido y sucio, y de un violin que bien nos
hace recordar á rascas tripas, de la Gallina
Ciega.
El teatrillo no tiene sino un palco, llama-
do la loge des Senateurs, queriendo indicar
con esto que sólo los grandespuedenocupar-
lo. El precio de esta categoría de asientos es
de un franco por persona, comprendida la
consumacion, y cuando están ocupados cau-
sa general atenciÓn, pues han de ser ricos y
grandes los que hacen semejante gasto de un
franco !
Una vez, el director de L' Horloge, cafe-
concierto de los Campos Eliseos, contrató á
Lisbonne para cantar en su escena su cancion
favorita; quien se presentaba todas las noches
en su omnibus, que adornado de cascabeles
asi eomo los cabalios, lucia un letrero con
esta inscripcion : conduction libré all Casino
des Concierges. Demás esta anotar que Lis-
bonne regresaba acompanado siempre de un
publico que se disputaba el carruaie.
j
;
cos echados. Ellos no vuelven porque la Re-
publica no lo permite pero YO, mas fuerte
y mas grande que ellos, volveré esta noche á
cantar, en la jaula de los leones, A bas les
!
/Zuissiers Yo volveré al Concert Lisbonne
porque compre con oro mi derecho al abo-
gado del anarquista Emile Henry.
A bas les huissiers !
j
Viva la ciudad de Montmartre !
LE CITOYEN LTSBONNE.
*
*
(i)Vasodecerveza.
carmin y refrescados con los vinos — de una
chica mas borracha que bella.
A1lado de este establecimiento se encuen-
tra L'Anne Rouge, de igual caracter, y Cam-
brunus, apacible y tranquilo, frecuentado
por gente seria, alejada del mundo de las
fiestas.
Le Ccirrillonhasidoedificadonuevamente
en la rue de la Tour cTAuvergne. Frecuén-
tanlo unicamente poetas y artisras. Es un lu-
gar serio, cuya atmósfera de literatura y arte
le hace centro de la juventud pensadora que
acude alli en busca de ideas y cambio de
pensamientos. A veces se recitan composicio-
nes poeticas bellisimas v se representan dra-
mitas que encantan por el espiritu delicado
que domino al autor. -
Nos queda por anotar el chat-AToir. Cen-
tro también de poetas y artistas. Alli va el
dulcisimo Jean Rameau, cuyas composi-
ciones hacen el solaz de los cultos salones de
Paris. Tiene un teatrillo chinesco donde se
ridiculizan las grandes personalidades de
Francia, ya en las letras como en el arte, la
politica ó la industria.
En el alto Montmartre se encuentra el Tea-
tro de Montmartre5 teatrillo de ultima clase,
v celebrado por habcr empezado su carrera en
el artistas quesedistinguieron en la Comedia
Franesa, Vaudeville, Gymnase y Odean. Los
:
los miles y miles de personas que viven de
su industria iglesia, teatro, escuela, lnédico,
farmacia, y cuanto es necesario para la vida
de un pueblo;que no otra cosa son estos talle-
res que pueblos encerrados entre las mura-
llas de manufacturas gigantescas.
Era tal mi temor de encontrarme en aquel
lugar que logre infundir recelos á mis com-
paneros, é hicimos que las damas se quita-
ran con cautela las joyas que lucian. Cuando
e1 coche nos puso en la avenida Trudaine
quedamos tranquilos.
Tal es el recuerdo, que vive en mi memo-
ria, de una noche decuriosidades de viajero.
Aventurarse uno á que le agarren porla
pechera y le digan, al brillar de una lamina
de acero : la bolsa Ó la vida! por ir á conocer
j
;
sesiones ;
tia. El pueblo estaba alli en la sala misma de
el momento era terrible el espiritu
revolucionario brillaba en todas las miradas.
Marie y Cremieux proponen, en medio del
silencio de 10s Diputados y de las aclamacio-
nes del pueblo, el nombramiento de un Go-
bierno provisorio. Barrot aparece de repente,
palidoy nervioso, pero no asustado—los hom-
bres de espiritu superior jamástiemblan ante
el peligro, mas lo desafían con frialdad,—-y
con paso firme gana la tribuna para decir un
brillante discurso, en el cual cree salvar la
situacion estableciendo esta formula guber-
namental: Nuestro deber está marcado: la
corona de Julio descansa sobre la cabeza de
un niilo y de una mujer. E1 entusiasmo que
levantara al principio cambiase en silencio,
ytermina su discurso en medio de la frialdad
completadelauditorio. Ledru-Rollin pide
des de su banco e1 nombramiento del Gobier-
no provisorio; unruido sordo anunciaba ya
la terrible voz del pueblo, que golpeaba colé-
rico á las puertas de la Cámara. Lamartine
se adelanta y en medio de un silencio que
pasmaba por lo imponente del momento, sube
á la tribuna para hacer un magniifco elogio
de la Duquesa de Orleans, y de repente cam-
bia de camino y sigue, entre los victores del
pueblo y de la Cámara, la senda ya marcada
por Marie, Cremieux y Ledru-Rollin: el Go-
bierno provisorio. En este momento el pue-
blo, ya armado, invade la sala y lo destruye
todo. La monarquia habia caido completa-
mente; la última esperanza habia desapare-
cido. La Republica se levantaba.
La Duquesa, el Principe y algunos Dipu-
tados huyen y buscan en las calles vecinas
donde ocultarse. La mano protectora de un
amigo fiel conduce la familia real å la fronte-
ra de Bélgica. Dicen que la Duquesa, al en-
contrarse fuera de latierrafrancesa, lloró con
dolor la ausencia de la patria.
*
* *
*
**
111 Conde de Parisnacio en Paris en 1838,
muriendo á los cincuenta y seis anos de re-
sultas de un cáncer en el estomago. Era hijo
legitimo de Ferdinand, Duque de Orleáns, y
de la Princesa Helena de Mecklem bourg-
Scheweri n.
El Principe se levantaba diariamente á las
cinco de la manana, yterminado su afeite pa-
;
saba al salon de estudio para leer su correo y
los periodicos franceses y extranjeros cono-
cía a perfección el inglés, el alemán, el espa-
y
nol el italiano. La mayor parte de su co-
rrespondencia la contestaba personalmente.
Se asegura que recibia cerca de cien cartas
al dia.
Buscaba descanso del fatigante trabajo in-
telectual en la distraccion de la caza y en lar-
gos ejercicios a caballo.
Cuando iba a Espana se retiraba al cam-
po, y se entreteniaentrabajos de-agricul-
tura y de cria.Nunca quiso ocuparse de po-
litica en Espana, v si alguno le trataba la
cuestion manifestaba que solo en Londres se
ocupaba de tales cosas, y que por el momen-
to estaba entregado a la familia.
*
**
ElCondede Parisconstituyo a su hijoma-
yor Luis Felipe, Duque de Orleáns, heredero
de la Corona de Francia. La familia le reco-
nocio como tal a los pocos instantes que si-
guieron a la muerte del Conde. El Duque,
como jefe de la Casa Real, ocupo el primer
puesto en todas las ceremonias de la familia
y de los funerales.
Recordaremos que este Principellamo hace
poco tiempo la atencion del mundo politico,
cuando penetro en Francia para pedir su in-
corporación en el ejercito como ciudadano
francés, no obstante la ley que prohibia su
entrada, como Principe heredero, al territorio
de la Republica. El Duque de Orleáns fué re-
ducido á prision y la clemencia presidencial
lo puso en la frontera. Desde entonces su nom-
bre ha quedado en la memoria de los france-
ses, y para ello reclamo su uniforme de sol-
dado para servir en los regimientos de su pa-
tria.
LA MANANA
;
retribuye asegurando la salubridad. AlIi no
hay inmundicias ni asquerosidad es la lim-
pieza absoluta en la habitaciÚn, en la calle,
en la plaza, en todas partes.
El clzifonnier, 6 sea el trapero, eonstituve
una de las personalidades que mejor caracte-
rizan la manana de Paris. Estudiémosle, que
en verdad es interesante.
El progreso industrial en sus trabajos para
hacerse de la materia prima en la fabricacion
de los tejidos, del papel y de los diversos y
variados productos de la industria, hubo de
formar el trapero, que no sólo es hoy un tra-
bajador aislado, sino que hace de su trabajo
una profesion, una industria, que va pasando
de padres á hijos, y constituyen un gremio
respetable en el campo de las especulaciones
y del trabajo.
Antes de seguir adelante, digamos que la
esfera de accion del trapero noes unicamente
Pan's: ella seextiende a las aldeas, a las ciu-
dades de Provincia; y hasta en los campos,
en medio del sembrado v de la fiorida huer-
ta, le hemos visto, mugriento y miserable,
trasteando las basuras infectas y por lo gene-
ral en estado de putrefaccion.
:
El trapero se divide en dos categorias ei
rico y el pobre. El primero es aquel que, a
fuerza de economias y de especulaciones, ha
llegado á formarse un patrimonio, algo respe-
table para algunos; y, debido a la influencia
monetaria, se ha hecho jefe de los pobres, de
esos harapientos que se dan a la calle desde
la media noche, acompanados de la mujer y
de los hijos, con un farolillo en lamano para
buscar en medio de la calle, en las aceras y
en los cajones de basura, 10s desperdicios de
las familias,los trapos inutiles ytodo aquello
que constituye las migajas de las ciudades.
Da lastima verles en la noche helada cuan-
do caminan por la calle encorvados al peso
del saco inmundo lleno de papeles rotos, tra-
pos, cartones, vidrios y todo lo que por unos
cuantos sueldos puede comprar la fabrica de
tejidos.
;Oh! j Cuan desgraciado es el trapero po-
bre! ; Pasartoda la noche aspirando el aire
iTiefitico de los depositos de basuras para ga-
nar sólo tres, cuatro 6 cinco sueldos a lo
sumo, es el colrno de la desgracia humana !
!
Vive le vin
Vive le jus divin!
Je veux jusqu'à la fin
Qu'il égaye ma vie.
Una noble señora, de alma cristiana y pu-
ra, en cuyo corazón no ha existido sino el
amor,la bondad y la virtud magnifica de la
caridad, modelo de madre amantisima y de
esposa cariñosa, tipo caracteristico de aque-
llas mujeres patriarcales de que nos habla la
Biblia, apiadose un dia del estado lamentable
en que se encontraba la trapera que veniato-
das las mananas á recoger las basuras en el
patio de su casa. La infeliz hacia ocho dias
que no ejercia su profesion. La senora adi-
vino que estaba en La Mateenidad. La ulti-
ma vez que vino, encorvada al peso del saco,
revelaba lo adelantado de su estado. En efec-
to, Dios le habia dado una chiquillamas.
A los ocho dias abandonaba el lecho hospi-
talario, para volver en medio de la nieve y de
la escarcha á recoger las basuras de la ciu-
dad. La buena senora mando servir a la
desgraciada un desayuno, tan bueno como lo
hiciera para sus hijos. Tenia hambre, las
fuerzas le faltaban; en los dias de hospital no
hubo pan en la buhardilla, los cinco chicue-
los llamaron en vano a la madre para que le
diera sopa. una vecina compasiva llevóles
alimcnto.
— ë
Que hace usted de sus hijos cuando
sale?—preguntole la senora.
— Mi obligación me manda salir á las diez
de la noche y no regreso hasta las nueve de
la maiiana en verano y a las diez en invierno,
y para ello dejo a mis hijitos encerrados y
entregados a la mirada de Dios que siempre
me los protege; solo cuando el patron nos
paga 10s pocos sueldos del trabajo de la no-
che, es que regreso a su lado para llevarles el
alimento.
Desde este dia la infeliz trapera contó de
diario con unos sueldos que ledaba la senora
y una taza de leche con bizcochos, estos en
abundancia para que pudiera llevar a los chi-
cuelos.
El recuerdo de la buena senora, que habi-
taba por entonces en el bulevard Magenta,
habrá quedado grabado para siempre en el
corazon de aquella mujer tan llena de mise-
riasydolores.
;
; *
Alii estan, a la primera hora, en la terrassc
de los cafés, sonolientos aun, los jovenes de
la vida alegre tomando el chocolate con blan-
cos paneciJJos, en union delachica con quien
bailaron la cuadrilla en el Jardín o el boston
en el Casino, con quien cenaron docenas de
cangrejos con espumante champagne, entre
10s besos de una noche de amor.
Yo gozaba a veces, desde mi balcon, figu-
rándome enjambres de hormigas, el paso que
se efectúa á las ocho de la manana, de las chi-
cas y jóvenes que van a sus quehaceres, unos
a la oficina, otros al taller Ó a la fabrica, á la
escuela, a la Facultad, al anfiteatro, a la con-
ferencia, al hospital.
Van alegres y contentos por aquellas calles
que fueron regadas y barridas desde la ma--
drugada. Todos van leyendo el diario, cosa
de la cual nadie se priva en los paise? civili-
zados; los ricos se pagan Le Figaro, el pe-
riodico aristocrático, y los pobres Le Petit
Journal, generalmente conocido por le journal
des cuisinières. Los periodicos son, en la era
moderna, el pan del espíritu; ellos nos hacen
conocer todaslaspalpitaciones sociales y po-
liticas, resuelven con su fuerza poderosa to-
dos los más complicados problemas, nos
hablan del adelanto de la literatura en todos
los pueblos, el movimiento publico en todas
las naciones; son civilizadores porque pene-
tran con sus viajeros, armando expediciones,
hasta el corazón de los pueblos salvajes, como
ultimamente hicieron en New-York, para
explorar el centro del Africa, y más tarde
el Polo Norte, dondequedaron sepultadas
entre los hielos más de una expedicion. Los
pueblos que no leen los diarios son pueblos
salvajes, donde no ha llegado la luz de la ci-
vilizacion con sus irradiaciones majestuosas.
Los pueblos de Europa, como los de Norte-
America, conocen sus deberes para con el
Estado y la familia en la lectura diaria del
periodico, que lee el jornalero, la cocinera, el
criado, el banquero, el politico, el comercian-
te, el cochero; es el el que senala el camino
de la plazapublica, para 10s grandes mee-
tings que conmueven las naciones. No hay
montana, ni caserio, ni aldea, ni playa á
donde no llegue; es lo primero que compra-
mos a] anclar el buque, al llegar el tren á la
estacion, porque el periodismo constituye en
los tiempos presentes la principal fuerza crea-
dora de la civilizacion moderna.
Hoy se considera que los periodicos y los
hospitales, — los templos de la libertad y de
la caridad, — son el reflejo veridico de la cul-
tura de un pueblo.
LE PÈRE LUNETTE
:
dada la originalidad y condiciones que la ro-
dean alIi vive la miseria con todos sus do-
lores; es el techo que encuentra la madre
cargada de hijos para ampararlos de les hie-
los; alii va huyendo el castigo del hogar pa-
terno, el pilluelo; el rondador de calles, can-
sado de recorrer la ciudad sin encontrar el
momento propicio para cometer un crimen,
ocurre alii en busca de miserable asilo: y en
fin, toda esa banda de vagabundos, de ban-
òidos y de miserables — que son el terror de
las ciudades y de la sociedad — ocurre al
Cabaret duPereLunette, en solicitud de pan, 1
de techo y de aguardiente, mediante unos |
sueldos, como en seguida á 1
pocos vamos
verlo. 1
El cuadro que se observa en las salas del I
establecimiento, es aterrador; aquello es la
expresion viva y palpitante de la miseria en
la más chocante desnudez, es la última ex-
presion de la suciedad : la asquerosidad com-
pleta; jamás la higiene entró alli; el edificio
todo parece infiltrado de sucio; las paredes,
las puertas, las ventanas, el techo, el suelo,
las mesas, las sillas, los cubiertos, los pla-
tos. tienen un aspectohorripilante, te-
rrible.
El precio de un puesto en la sala es de un
centavo, y se tiene derecho para estar alii
;
desde las siete de la tarde hasta las cinco de
la manana; jamás se hace fuego la aglo-
meracion de gente desarrolla una gran canti-
dad de calórico; el cliente duerme en el suelo,
unica cama del establecimiento. A las cinco
de la manana todos tienen que marcharse.
Dos centavos cuesta un trago de aguar-
dicnte con derecho a una dormida hasta
las doce de la noche, hora en que nuevos
clientes reclaman el puesto. c A donde van á
tan altas horas de la noche esos infelices?
2Irán a dormir sobre los hielos de la calle,
faltos de un centavo mas, para pasar toda la
noche en el Cabaret? ; Iran, quizas, llena el
alma de dolores, de vicio, de crueldad por
las privaciones en busca de un tranq uilo
transeunte para clavarle un cuchillo en el
pccho y arrancarle luego la bolsa para llenar
las necesidades del hambre ? Seguramente
j
En estas grandes
ciudades se ven tantas cosas en 10s dramas
de la miseria, que el pensamiento se pierde
en inflnitas reflexiones al considerar la vida
quellevan esos infelices harapientos!
El servicio que se efectúa durante el día en
el Cabaret difiere completamente de lo que
sucede en la noche. Se sirven almuerzos y
comidas a 10 centavos el cubierto, inclusive
vino. Cuántas inmundicias no habrán de
j
)
y de vi vas, por haber traido con su canto la
alegria a sus tristes y enfermos corazones.
EL BARRIO LATINO
:
Paris estaba dividido en sus primeros tiem-
;
pos en tres cuarteles
Universidad
la Ciudad, la Cité y la
el área que comprendia este ul-
timo es el Barrio Latino, 6 como le llamo
Yíctor Hugo, le pays latin.
Digamos sus limites :
Por el Nortetiene el Sena, desde el puente
Saint-Michel hasta el puente de Austerlitz ;
por el Oeste, desde el puente Saint-Michel
sigue por el boulevard del mismo nom bre
hasta el boulevard Saint-Germain, por donde
sigue hasta tomar la calle de l'Odeon, vadea
el teatro, y orillando el Luxemburgo toma el
* j
* *
?
rrandea yen donde no es la fiesta momento
de solaz para quien trabaja sin descanso sobre
el cadáver en el hospital, en el pizarron del
cuarto de estudiante los matemáticos v en el
laboratorio los mineros?
!
Bah, que si hay chicas ; que se baila can-
;
!
can y se grita y se canta j que hay desÚrde-
nes donde llega la policia y el estudiante corre
!
y la mofa Pero esto no es el Barrio Latino,
puesto que el es centro intelectual del mundo
entero; a el van los jovenes de todas partes a
terminar sus estudios 6 bien á hacerlos de un
todo. Alii está el movimiento cientirtco. Alii
van diariamente los sabios a ensenar a los
[
r
**
bres cuyo saber abrio nuevas vias á todas las
ciencias, á todas las artes, á todas las letras,
á todas las industrias.
[ !.
liz
j
*
* *
Pan. -
i
Scrvilleta.
d'nv:'l:.
1Iors
frs. 0,05
o.o5
o,15
Bl:d-stcak.
Ensalada.
Frutas.
-
o.35
Víno. o,25
0,20
o,5o
frs.1,50
Foyot. — Frente al Luxemburgo:
Horsd'oevre..frs.1,00
Beef-steak.
Ensalada.
Queso.
Vino.
Frutas I,25
2,5o
1,00
0,50
Cubierto. 2,00
i,5o
frs.9,75
Era provincial.
Sus padres, ricos industriales, le enviaron
á Paris á hacer sus estudios. El banquero de
la familia recibio orden de pasarle una pen-
sion mensual.
El joven entre á la escuela con gran con-
tracción. Pronto se recibio de bachiller.
Los padres, satisfechos, aumentaron la pen-
sion.
Una boulevardiense habiase apoderado del
joven estudiante. Esto no le impidio tomar
sus inscripciones para seguir los cursos de
Medicina en la Facultad, que al contra-
rio, mostrábase asiduo á las lecciones del
maestro.
* *
mundanal :
Mas á poco em pezo a deslizarse en la vida
el carruaje, 10s teatros, el baile,
las carreras, todo iba distrayendo a nuestro
individuo del centro de los estudios. En el
primer examen fué rechazado. Los amigos de
aulas fueron alejandose, y quedo entregado a
la vida de los placeres.
Jc
.±
La pobre madre percibiose de la existen-
ci a del hijo, y en correspondencia llena de
amor le hacía refiexiones para llamarlo al
orden.
as fué sordo, y las bacanales continuaron.
* ;;,
*
* *
*
**
De repente el joven llega de nuevo a los
centros de los placeres con la cartera llena de
billetes y un libro de cheques.
La madre habia muerto, y el dinero estaba
donde el banquero, y se reanuda la misma
vida con los mismos amigos y amigas.
Al poco tiempo igual carta del banquero:
bancarroca completa; perdida absoluta de
todos los haberes.
*
* *
:
Ahora cuatros anos le conocimos en el Ba-
rrio Latino, vestia andrajos en el Cafe re-
cogia los cabos de cigarrillos, y ganaba la
subsistencia mediante diez centavos que le
daba el empresario del Odeón (su aungo en
otros tiempos) para servir el puesto de telo-
nero.
Los estudiantes le daban algunas piezas.
Y las chicas del Barrio le protegian, cual si
quisieran con ello pagar deudas por otras de
ellas contraidas.
*
**
— Usted no se arrepiente de tantas locuras,
le dijimos una noche en el Vachette.
- Absolutamente, senor. Solo lamento no
tener otra fortuna para despilfarrarla en el
juego, en las mujeres y en los placeres. Hoy
mismo, en mi miseria, cuando reúno un luis
corro un trueno que me hace recordar mis
antiguos tiempos.-Pero desde que me encuen-
tro en desgracia no he vuelto a salir del Ba-
rrio. Moriré sin pasar el rio. La alegria del
Barrio, con sus cantos, sus chicas, cervece-
rias y desordenes, es el único alivio de mi
pobreza.
*
* *
:
notabilidades de las ciencias, del arte y de la
politica Ferdinand de Lesseps, Jean Gigoux
y Augusto Burdeau.
El Gran francés, como le llamara Gam-
betta en un momento de entusiasmo, ha
muerto bastante tarde para la gloria de su
nombre. La campana funeraria toca á des-
tiempo en su tumba, y si su sonido no im-
presiona al pueblo para rodear su féretro en
el día de la gran desgracia como en otros ro-
deara su carruaje cuandovenia, con la aureo-
la del éxito, de unir en Suez las aguas del mar
Rojo y del Mediterráneo, si habrá de resonar
tristemente en los umbrales de la eternidad,
.para anunciar su entrada en el mundo de los
muertos. Su espiritu, deshecho de las vesti-
duras terrestres, ha subido al cielo de la in-
mortalidad y quedara de hoy en lo adelante
consideradopor todos los pueblos yportodos
-los hombres, como uno de los más trascen-
dentales en la vida de la humanidad.
=
Ferdinand de Lesseps nacio en Versa lles el
19 de diciembre de 1805. Terminados sus
estudios, que efectuara en el Lycce Henry IV,
entre a seguir la carrera consular, donde le
habían precedido, con honra v lustre, su
padre y su abuelo.
La obra monumental de Lesseps, Ú bien,
la obra monumental del siglo xix, habrá de
ser sin duda alguna el Canal de Suez. Gran-
des dificultades presentaronse para su reali-
zacion. Intrigas politicas de orden interno y
de orden diplomatico pusiéronse en juego.
El primer contrato fué anulado, debido a 10s
trabajos de la Inglaterra cerca del Gobierno
Egipcio. Fué necesario la poderosa y enérgi-
ca influencia de Napoleon III para que los
trabajos empezaran. El proyecto fué feliz.
Los presupuestos salieron conformes. Laem-
presa colosal, que tantas y tan serias difi-
cultades había encontrado, realizose al tin
entre los aplausos de todos los pueblos y de
todos los gobiernos. Lesseps había conquis-
tado puesto distinguido entre los grandes de
la ciencia. La Cruz de Honor fué colocada en
su pecho; la Academia de Ciencias de Paris,
le nombre su miembro; el Instituto de Fran-
cia le obsequio con uno de sus sillones va-
;
cantes las sociedades de geografía le rogaron
el honor de presidirlas. Todo eran triunfos,
honores, distinciones altisimas.
Fuerte, coronado por el éxitobrillante, en
pleno goce de sus potentes facultades intelec-
tuales, mimado de la fortuna, agasajado y
hasta adulado por los hombres de todas las
clases sociales — desde el hombre de ciencia
hasta e! lenador, — con las cajas de toda la
Francia, — particulares y públicas, — abier-
tas a su disposicion para realizar sus nuevas
empresas; con fe en su estrellaoen sus talen-
tos o en su saber, llego a acariciar la idea de
un nuevo canal. La mirada que se detuvo en
Suez, -la lengua de tierra desde dondeviera
Aloises desaparecer en las aguas, de la marea
que subia. al famoso ejercito de Faraon, —
detuvosetambien en Panama, la tierra por
donde pasara Bolivar para ir hacia el Sur a
completar la independencia de la América.
Triste momento ese en que el pensamiento
del rompedor de istmos se detenía en el estu-'
dio de lacinta de tierra americana. Pana-
;
**
Jean Gigoux ha muerto en el campo del
trabajo con los pinceles en la mano. Fué un
grandeartista, un genio superior y un obrero
incansable. Pertenece á esa falange de hom-
bres de humilde cuna, cuya existencia empie-
za en las luchas por la-vida para terminar
en una carrera brillante de triunfos. Hombres
que nacen sin nombre y lo dejan luego nota-
ble en los combates de la inteligencia, del es-
tudio y del mérito distinguido, tienen puesto
especial en los anales de las naciones civili-
zadas.
Nacio el6 deenero de i8o(5, en la aldea de
Besançon. Su padre fue un pobre obrero que
se ganaba la vida en.el trabajo del hierro.
Desde sus primeros años manifestó, en ju-
guetes allapiz y al creyon, sus inclinaciones
por la pintura. Sin dineros, sin relaciones,
sin proteccion, por unicos companeros su
pobreza y su genio andaz y decidido, tomó
en una mariana de primavera, cuando las
flores perfumaban los campos, el camino de
Paris, adonde llegó con soloi5o francos en
el bolsillo, que deblan servirle para vivir y
estudiar mientras encontraba trabajo, pero
suficientes para quien confia en el porvenir.
Después de obstáculos terribles, decontrarie-
dades sin cuento, arrastrándose por las calles
cual un pordiosero, encontrótrabajo en una
litografia que le pagaba la piedra á 24 fran-
;
!
cos. Aqui empezo su vida artistica que tan-
tos triunfos le reservaba en el porvenir Su
primer éxito fué como retratista, llegando á
ser considerado como uno de los más no-
tables de la época. Luego se dio á la pintura
historica, produciéndo, tal vez en sus mo-
mentos más tristes, su famoso Deraiers mo-
ments de Leonardo de Vinci, que vimos en la.
seccion francesa de pintura en la Exposicion
de Paris en 1889.
Presentóse en 1833 por primera vez al Sa-
lon de los Campos Elíseos, y obtuvo una
medalla de segunda clase. Hasta su muerte
continuo concurriendo cada ano, pero sin as-
pirar á mayores premios pues había sido de-
clara do fuera de concurso.
Uno de sus cuadros más apreciados era
Charlemagne dictant scs Capillilaires, que
pertenecio al Consejo de Estado, y desapa-
recio entre las llamas de los pavorosos incen-
diosde1871.
Anotaremos su delicado gusto de coleccio-
nionista; poseía algo de todas las escuelas.
Los alemanes le hicieron proposiciones tenta-
doras por su coleccion; el artista las rechazo,
como todas las que á su estudio llegaron,
pues argumentaba que con su renta podía
vivir con desahogo; que el gozaba en sus
momentos de triste melancolia, viendo, al
humo de su pipa, los cuadros que poseia. Es
la expresion y el placer de un espiritu ro-
mántico. Y agregaba que legaria su valiosa
coleccion, como carinoso homenaje de agra-
decimiento á su pais, al Museo del Louvre;
y así lo establecio en su testamento.
* *
para ayudarla;
creyó que era indigno de un hijo no trabajar
entonces se dio á repetir a
sus camaradas las lecciones que aprendia,
así ganaba algunos francos que hacia llegar á
!
su familia. j Noble corazon
La ayuda de su pariente le proporcionolos
medios de venir á Paris para entrar en el
LvceeSaintc-Barbe, donde en 1870obtuvo,
en el concurso general de filosofia, el premio
de honor.
Empezada la guerra franco-alemana, tomó
[ las armas para defender la Patria. Herido en
) el combate de Villersexell
fue hecho prisio-
1 nero.
Después de varias tentativas logro es-
> caparse en medio de grandes peligros. En
1
premio de esta heroica conducta, el Gobierno,
j por medio del ministro Jules Simon, puso en
2 su
pecho la Cruzde Honor.
Hijo del pueblo no podía traicionar su hu-
1 milde origen : Gambetta y Paul-Bert le en-
I pública..
^cirse, que empieza su rapida y brillante vida
- -
En el mes de noviembre de 1881, fué nom-
bradosecretario de Paul-Bert, Ministro de
Instruccion Publica. En 1885, después de
rudo combate electoral, fué elegido diputado
por el departamento del Rodano, siendo ree-
lecto en 1889 y 1893. En el gabinete Loubet-
Ribot, desempeno elMinisterio de laMarina,
v en el de Casimir Perier, el deFinanzas.
Nombrado Casimir Perier, Presidente de
la Republica francesa, Burdeau le reemplazó :
*
* i:
>.: .:
I
En nombre del pueblo frances se condena
alllamado Alfredo Dreyfus,a destierro d
vida en un lugar fortiJieado, y d la degra-
daeión militar.
j
! Pero el mundo
entero esta de duelo. Ancha faja de crespon
cubre tristemente la fachada del Palacio de
Gobierno de todas las naciones !
» porté
à la médecine. J'ai toujours eu l'es-
a
prit plutôt exact et disposé à procéder par
»
induction et raisonnement. Mais comme a
»
dit Victor Hugo:
* :
Hereda de su padre el titulo de Conde, y
rompe estos viejos y empolvados pergaminos
para ponerse al nivel de las democracias y
proclamar desde las columnas de su periodico
las doctrinas del socialismo.
Inscribese bajo- la bandera que flameara en
la plaza misma de la Opera el General Boulan-
ger, y abre una vigorosa cam pana que ter-
mino tristemente con la muerte del fantastico
- -
caudillo sobre la tumba de su amada en el
Cementerio de Ixelles Bruselas y donde
:
[.un se lee en el mármol la inscripcion que
hiciera grabar Marguerite! bientot je serai
avec toil
Aun están frescos los recuerdos del bou-
langismo. En el momento critico se huye el
General; algunos de sus companeros le si-
guen y otros le dan la espalda acusandole de
cobarde. Rochefort fué desterrado y tomó el
camino de la Inglaterra, la tierra hospitala-
ria delproscrito, como lallamo Victor Hugo
en un momento de nostalgia en las playas de
Jersev.
El Director estaba ausente, pero el perio-
dico se sostenia fuerte y vigoroso, publicando
diariamente, durante seis años, el articulo
cuotidiano que desde Londres remitia el pros-
crito. jQuearticulos! jDestilaban sangre,
destilaban hiel! Fué terrible con Carnot, el
Presidente martir, y con los hombres de su
Gobierno; las palabras de la difamacion, el
insulto y la calumnia, agotáronse para con
Constans, cerebro luminoso y brazo de hierro,
quizas en la actualidad unico capaz de des-
truír en Francia la situacion anarquica que la
viene devorando lentamente. Debo confe-
sarlo, UIntransigeant se me cayó muchas
veces de la mano alleer escritos que sólo hu-
biera producido la pluma de Satanas. El es-
t
tilo era chocante, sucio.
Al fin llegó el día de las sublimes amnis-
tias. El Gobierno de Félix Faure, surgido por
la inesperada y violenta renuncia de Casimir
Perier, abrio, al inaugurarse, las puertas de
la Patria á todos los proscritos y suspendio
los juicios que corrian en los tribunales de
justicia por delitos políticos. El proscrito de
j
:
timos, de sus companeros de causa, de sus
amigos de siempre Ayrud-Degeorge, Vau-
ghan, Vervoot, Philippe Dubois, Giffauld y
Olivier Pain. El pueblo, que llenaba los mue-
lles y las calles y plazas cercanas, le victoreo
con entusiasmo. El Eliseo de Calais organizo
en su honor una brillante velada. Advertire-
mos que Calais es un distrito minero, de con-
siguiente poblado de obreros que profesan el
socialismo. Rochefort es Presidente Honora-
rio de muchos Sindicatos de estas agrupa-
ciones.
Al siguiente dia, en la manana, tomo el
expreso para Paris.
La multitud tomo posesion de la estacion
del Norte. La rue Lafayette estaba intransi-
table; las grad as de San Vicente de Paul fue-
ron tomadas de asalto; el tráfico suspendido;
casi todos los cocheros alli congregados agi-
taban en el aire el fuete y el sombrero de
huie. No habia menos de cien mil personas.
Llegaba el gran de hombre de los cocheros,
su defensor constante, — natural se hacía lo
recibieran como en triunfo ruidoso.
Por todas las calles vendian el retrato del
proscrito, con su autografo al pie. Le retour
du grand proscrit se cantaba por doquiera.
Multitud de canciones concernientes al héroe
del día se cantaban y se ofrecian en venta en
toda la carrera. Veamos. Con el aire del
Barbari se celebra la llegada de Rochefort, y
:
dice
-
Otra expresa la gratitud de los democratas
por la medida tomada :
C'est roublard pour un président,
D' faire voter l'amnistie
L' p' tit tanneur, assurément,
Gob' la démocratie.
Aussi les proscrits l'acclameront
La faridondaine
La faridondon
Quand ils rentreront dans Paris.
;
sombrero; sus labios quieren articular algu-
nas frases, pero la excitacion lo impide sólo
le es permitidollevar la mano al corazón para
expresar su gratitud. El pueblo cantaba en
toda la carrera una cancion del boulan-
gismo:
C'est Rochefort, Roch'fort, Rochefo. re,
C'est Rochefort qu'il nous faut.
pulacho parisiense.
EMILE ZOLA
;
de Taine se presentaron : Albert Sorel, Emile
Montegut y Emile Zola y Paul Bourget,
1
Jean Aicard, Emile Zola, para el sillon de
Maxime Du Camp.
'Albert Sorel fué elegido para ocupar el ,
sillon de Taine. Tuvo 19 votos contra i3 que
obtuvo Emile Montegut. En el escrutinio 1
I
de recepcion abrio una ruda campana contra
las doctrinas realistas de Zola, campana que,
sin duda alguna, ha llegado á ejercer decisiva
influencia en el animo de los inmortales que :
j
en un principio votaron para consagrar, con
da elección del maestro, la escuela realista.
ITodavia sentimos el entusiasmo que pro-
fcdujo el brillantediscurso de Loti en el
nánimo de los que amamos la literatura seria
w decente, y que, si mal avenidos con el
nmisticismo de la literatura religiosa, no que-
nmamos mirra en el altar del realismo. La es-
xuela realista no ensena nada, no funda
rmada. No es una ensenanza levantar el velo
pque piadosamente cubre la sociedad, para
-
^presentarla al mundo en todasufeadesnudez
ese es un falso principio lilosofico. La
lmano del hombre debe levantarse para cu-
ibrir con el manto de la piedad las desnudas
fformas de la sociedad, y levantarlo sería
rvolver á los tiempos primitivos en que se
fvivia la vida del salvaje sin la nocion del
jpudor y de la virtud; sería, en fin, proclamar
jen la plaza publica, el triunfo de la corrup-
tion social, es decir, el triunfo de la materia
j en sus grotescas formas.L'Argent, Nand, La
Bete Humaine, son pedazos de fango tirados
l
)
-
á la cara de la sociedad. Son libros que se
ell
leen con repugnancia, pues no dejan en
espíritu sino una gran tristeza — especie de
decaimiento de las fuerzas morales.
Nosotros, que creemos en el triunfo de la
sociedad cristiana, aplaudimos la derrota su-
frida por Zola — y gozamos en el hecho,
porque él nos demuestra que en esta nueva
Babilonia — en que a veces, en el ardor de
las pasiones, nos parece observar 1a desapa- 1
-
xlirigio hacia la India, con el proposito de es-
tudiar sobre el teatro mismo — los pue-
folos que la habitan, sus costumbres, la ar-
squeologia grande y misteriosa y la naturaleza
leolosal y llena de majestad de esa regionen-
icantadora.
Del Afghanistan montanosogano.la India,
A
atravesando los pintorescos pasajes de Bolan
y de Guernaï. Remonto el Indus hasta Raval
Pindi, recorrió el Pendjab — el país de 10s t;
«
Un nino maravilloso nacioen la tierra de
»
Israel. Era el mismo Dios, hablando por la
»
boca de ese nino de las miserias corporales
» y
de las grandezas del alma. » Y agregan :
»
á oirle, y la gente quedaba sorprendida de
»
las palabras y conceptos que salian de labios
n tan
imberbes; los israelitas todos estuvie-
» ron de acuerdo en decir que e] espiritu de
»
Dios vivia en este nino.
»
La casa de Jose se había convertido en
» sitio de
reunion de las personas ricas y no-
»
bles que deseaban tener por yerno al joven
» Issa, ya celebre por sus filosóficos discur-
» sos.
Fué en este entonces que Issa abando-
»
no la casa paterna, saliendo de Jerusalen
» con direccion al Sindt, en
compania de va-
D
rios mercaderes, con el fin de perfeccionar-
» se en
la palabradivina y estudiar las leyes
» de
los grandes Budhas. »
I
Es del caso anotar las palabras de Renan,
en su Vida de Jesús, al hablar del lenguaje
original que el Divino Maestro usaba en sus
f discursos :
| «
Su estilo no tenía nada del griego, pero
i
»
\)
»
»
»
se acercaba mucho más al de los parabo-
listas hebreos, y sobretodo en las senten-
cias de los doctores judios
» mo
igualmente
budhismo,
cientes para explicar estas
— sus contem-
poráneos — tales como los leemos en el
PtrkeAboth. Era sobre todo en
esto.
laparabola
que el maestro brillaba. Nada en el judais-
le había dado el modelo de género tan
delicioso. Fue el quien lo creo. En verdad
a que se encuentran en
» es
los libros budhicos,
parábolas del mismo tono y de la misma v
hechura que las parábolas evangélicas; pero
dificil admitir que una influencia budhica
hubiera sido ejercida
imiento
el
son
El
tal
profundoi
espiritu
cristianismo;
vez
anologlas.
Renanignoraba, cuando escribio su Vida
de JesÛs, que Issa, como llaman los budhis-
tas á Jesus, hubiera estado en la India, pero
si encuentra, sin poder explicarselo, una ana-
logia sorprendente entre las parábolas evan-
gelicas y las parabolas budhicas.
» j
sufi-
j
Ya vamos á saber dondepasoJesus el pe-
riodo de su existencia comprendido de los
doce á los veintiocho 6 treinta años. Lapso de
tiempo del cual no nos hablan ni los evan-
gelios, ni el padre Didon, ni Renán —este ul-
timo dice que fué á eso de los treinta anos
que Jesus entre de lleno en sus predicaciones
— y las memorias budhicas, á que nos veni-
mos refiriendo, dicen que Issa regreso al pais
de Israel á los veintinueve anos de edad. Se
establece, como punto primordial historico,
la concordancia que existe entre el celebre
historiador de Jesus y las notas que hemos
apuntado.
Empieza el viaje de Jesus por la India.
En el curso de sus catorce anos, el joven
Issa, bendecido de Dios, vi no del Sindh y se
establecio entre los Aoyas.
La fama llevo su nombre maravilloso por
el
todo Sindh septentrional; cuando atraveso
el« pais de los cinco rios» y el Radjipoutan,
los adoradores del dios Djaine, le suplicaron
se quedase entre ellos, pero no los compla-
cio,ysiguio hacia Djagguernat, en el valle de
Orsis, donde los sacerdotes blancos de Brah-
ma le hicieron una entusiasta acogida. Leen-
senaron á leer y á comprender los Vedas (i),
á curar por medio de oraciones, a ensenar y
á explicar la Escritura Santa al pueblo y, en
fin, á expulsar del cuerpo del hombre el es-
piritu del mal.
Issa paso seis arios en Djagguernat, Rad-
jagriha, Benares y en otras ciudades santas;
todo el mundo le amaba, pues supo vivir en
paz con los veises y los Sondras á quienes en.
senaba la Escritura Santa. Nego el origen di-
vino de los vedas v de los pouranas, y dijo :
Teme d tu Dios. No le arrodilles sino ante el,
y solo a Elllevale tus ofrendas.
Y nego tambien la trimourti, y la encarna-
cion de Para-Brahma en Vischnou, Siva y
otros dioses, porque decía en sus parábo--
las :
(BARRIO LATINO)
;
y en todas partes de la sala el gritar y el can-
tar de hombres y mujeres el ruido de las
botellas, de los platos v vasos; la salida de
los unos y el entrar de los otros: el humo
asfixiante del tabaco, la atmosfera viciada,, el
ruido de la muchedumbre y la claridad de las
lámparas eléctricas, que quiebran sobre vi-
drios de múltiples colores, todo esto prestaal
cuadro la semejanza de la entrada en el in-
fierno de que nos habla el Dante. Aquello
era el apoteosis de la locura.
Jadeante de fatiga, tome asiento en una me-
silla que unos estudiantes acababan de dejar.
Se que un mozo me sirvio algo, no recuerdo
que fué; poco importa lo que fuera.
— Luis, manana me venden los muebles
si no pago al propietario. Búscame plata,
I sabes?— dijo Lilly.
— es
Eso imposible. No ten go un cuarto.
— Yenderemos la biblioteca—interrumpio
Enrique, -pues además de tener que dar di-
nero á esta chica tenemos que correrla ma-
nana. No debes olvidar que paso mi quinto
examen de Medicina.
— Los ultimos libros los llevé hoy al Monte
de Piedad, replico Luis, y me dieron los fran-
cos con que pagué la comida del CafeAz-ul.
-
— Necesitamos
:
dinero —dijo Lilly Y te-
Barrio11
oido en aquella sala de fiestas y de desorden,
destinada para cita de la juventud alegre del
venderles
—
flores.
la puerta con Lilianne, quien temblando de
frio, esperaba la salida de los jovenes para
Caballero,
Tengo mucho frio.
un ramilletito de violetas.
1
-
un Amor, mal vestída casí harapienta, —
que vendia flores á la puerta de la taberna,
en medio de los hielos, me tocó el corazón.
Era la miseria que buscaba un pedazo depan
;
en las altas horas de la noche era la inocen-
cia que vendía flares. para con su producto
alimentar á los hermanitos que lioraban de
hambre en la buhardilla inmunda; era el ca-
rino fraternal haciendo la caridad.
— Cuentametu historia—la dije. —~Quien
es tu madre ?
— No tengo historia — respondiome; — mi
mrdre me dijo una vez que mi padre la habia
engañado; cuando nací no quiso casarse.
;
Nunca le he visto dicen que es rico y perte-
nece á la nobleza. Mi madre trabajaba de día
ydenocheenlaManufacturadeTabacos, para
i
sostenernos. Ay, Senor! mi pobre y buena
madre esta en el hospital. yme encargó de
velar por mis dos hermanitos. poreso vendo
flores á las puertas de las tabernas.
Una lagrima corrio por sus blancas meji-
llitas, y al percibirla pareciome, á la luz de
los fanales del boulevard Saint-Michel, ser un
diamante que desprendiase de sus ojos azules
tan tranquilos como bellos.
— No me cuentes mas—la dije. Me dolía
ya el alma. Toma, y sacando de mi cartera
varias piezas, las puse en su mano.
— No vale tanto dinero el canastíllo- me
díjo,-yfijó sus ojos en los mios, asi como
sorprendida.
— No, hija mia. Guarda tus flores; otro te
las comprará. Esos sueldos son para ti.
Señor, yo vendo mis violetas y no im-
—
;
ploro Jimosna en las calles no me equivoque
con esas bohemias italianas. Tome usted sus
monedas. Mi madre me enseno á no recibir
sino el valor de mis flores. Ella tambien fué
florista; cuando me ve salir con el canastillo,
me besa y llora. Pobre madre mia
j
!
Diosj
sabeque recordara!
Maquinalmente puse la mano en el canas-
tillo, tomevarios paquetitos de violetasydeje
caer mi cartera en el fondo.
*
* *
A Fernando Pumar.
O vaste entassement ciselé par l'histaire
!
Edifice inoui'
t
Manceau de pierre assis sur un monceau de gloire
Toi que l'homme par qui notre sieclc commence.
De loin, dans les rayons de l'avenir immense,
Voyait, tout ebloui!
VICTOR HUGO.
Chant à VArc de Triomphe.
ras
por
1a
experto guerrero,
culpa de
con
y
I
el
otros escritos. Un
hecho bien averiguado basta para demostrar
cl dcsprendimientoy desinterés de Miranda : :
sirrio dos alios en Francia en calidad de Gc-
llerat de division y lllJllca recibionireclamo
ningun slleldo.
Em pezada la guerra alistase
de República
,
y
grado
en las bande-
de Genera1
á las ordenes de Dumouriez. Condújose como I
valeroso leal.
En Belgica llénase de gloria cubriendo la .j
retirada del ejercito derrotado en Nerwinde ?
Dumouriez, que le acusa
,
infa-t
v
j
t
j
:
*
* *
I
de Cartagena le declaro enemigo de Dios y
del Rey, é .indigno de recibir pan, fuego ni
asilo.
Como á los seis meses de este descalabro,
avista la Vela de Coro. El heroico general
no encuentra en la tierra coriana ninguna
ayuda; al contrario, sintio la frialdad de
aquella gente á quien llevaba la libertad.
Ante tal situacion reembarcose para la isla
neerlandesa llamada Aruba, en espera de re-
fuerzos y noticias que habia pedido á Trini-
dad, á donde llego en breve de paso para
Europa.
Bolivar le lleva á Londres la trascendental
noticia del desconocimiento de Emparan, y
el grito de libertad dado por el pueblo de Ca-
racas. Tal acontecimiento conmueve el espi-
ritu republicano de Miranda y lo impele á
tomar el camino de América. A su arribo á
La Guaira encuentra serias dificultades para
desembarcar, pues la Junta le temia; pero el
pueblo, audaz y terrible en dias de crisis, le
trae á tierra en brazos. Caracas le recibe con
entusiasmo y le proclama en las calles y pla-
zas Padre y Redentor de la Patria. El Go-
bierno, en vista de la actitud de la ciudad y
queriendo simpatizar con ella, le nombroTe-
niente General; y ordenó buscasen y des-
truyesen todos los documentos con que la
administracion anterior intentara manchar
su buena fama.
Miranda firma el acta de declaratoria de
independencia, — como Diputado por e1 Pao,
provincia de Barcelona — hecha por el Con-
greso el 5 de julio de 1811.
Valencia se subleva contra la autoridad del
Congreso, que acababa de declarar para
siempre la independencia de Venezuela, y
proclama á Fernando VII. En tal conflicto
encargase del ejercitoelMarques del Toro, y
sale á someter á les insurrectos, que le de-
rrotan en La Cabrera: en tal percance nom- ;
!
nombre, su sangre y su vida entera.
Sabe joh Miranda desde el calvario de tu
gloria, que los venezoianos no somos ingra-
tos á tus nobilisimos esfuerzos y sacrificios
!
por nuestra libertad
Nuestros pueblos bendeciran tu nombre
1
eternamente!
*
* *
:
jranc.iises depuis 1793 y no como lo dis-
puso Bonaparte A11gloire de la Grande
Annie. Inaugurose el29 de julio de 183c).
En 13 de diciernbre de 1840 pasa bajo la
alta boveda, por segunda vez, el vencedor en
*
* *
*
* *
j
morativos en plazas y paseos hasta las colec-
ciones de antigiiedades del pais, de cuadros
y de estatuas, como el fomento de los Mu-
seos nacionales dan testimonio de amor á las
bellas artes, y que si no encontramos más
artistas es sin duda alguna, como acabo de
decirlo, por la falta de escuelas y academias
donde la juventud pueda estudiar, ó si las
hay no estan suficientemente organizadas
para el estudio completo de la pintura, de la
escultura, de la arquitectura y del grabado.
— Conoce usted á nuestro Michelena?
— Ya lo creo que le conozco. Es de lo
mas notable entre los artistas hispano-ame-
ricanos, y su nombre ha resonado con cele-
bridad en el mundo entero; no hay pintor en
ningun lugar que no lo conozca. Despues de
Michelena esta Hernández, del Peru; en la
escultura sobresale Rosillo, de Lima; y en
la musica Gaspar Villate, de La Habana. —
Todos ellos han producido obras tales que
han llamado la atencion en estos últimos
tiempos, más en Europa donde es tan difícil
llamar la atencion en medio de tanta notabi-
lidad verdadera, y su educacion artistica fue
aqui en Paris donde larecibieron.Michelena,
que es de quien me habla usted es, sin duda,
uno de los que han tenido la palma más alta
y más segura. Ignore sus primeros estudios
artisticos; le conoci aqui hechoya un ar-
tistón discipulo del gran J.- P. Laurens
desde un principio llamo la atención de los
;
maestros en,el Salon de los Campos Eh'scos,
dondesolo el ser aceptado es un triunfo. y
más para el extranjero.Elniho enfermo, El
Diputado, La jO]Jell madre, La vara rota,
Las Amazonas, así como sus ilustraciones, e-
tán consideradas como de lo primero entre I03
que saben. En 1887 obtuvo la segunda me-
dalla y en la Exposicion de 1889, una me-
dalla de oro; hoy esta declarado por el jurado
fiura de concurso (Hors Concours). Premios
ganados en el rudo trabajar, y merecidos
como pocos.
Me llena usted el corazón de orgullo
—
patrio con tales declaraciones, mi amigo.
Precisamente tengo en la mano un número
de El Cojo Ilustrado, donde esta el foto-
grabado del ultimo cuadro del artista : MI-
RANDA EN LA CARRACA. Voy a obsequiárselo.
Abriolo con impaciencia y detúvose largo
rato en suestudio.
— i
Esto es magnified Veo que Michelena
conserva la fibra de grande artista que le
conoci; sólo por el fotograbado se aprecia la
profunda expresion del asunto, la correccion
envidiable de las lineas y la fuerza del color
con que esta pintado. Por su organo man-
dole un apretón de manos muy sincero.El
Cojo Ilustrado hace honor á Venezuela, y
es digno del país más exigente; los fotogra-
bados que veo en este número están á la al-
tura del dia. Yo espero y deseo que el home-
naje que hace hoy á iNIichelena, publicando
su ultimo cuadro, redunde en beneficio del
autor y del periodico, que ha tenido la feliz
idea de ofrecer al arte la obra de uno de los
más descollantes hijos de Venezuela y de
America. La direccion de este quincenario
presta un gran servicio al arte universal ofre- :
ciendo vistas de cuadros de vida nacional y :
paisajes regionales, que nosotros no podemos i
ir á buscar a todas partes, y que nos son de
un grande interés para las combinaciones y
desenvolvimiento muchas veces de nuestros
trabajos.
- (Como considera usted el arte en la y
actualidad?
— Pues en lo que digo de Michelena, esta
expresada mi manera de considcrar el arte.
Yo creo que en la actual época, en que se
hace tanto arte en todas sus manifestaciones,
la pintura esta en una decadencia horrible,
y gracias á algunos de los que no se dejan )
dominar po,r las escuelas convencionales que
las llamadas impresionistas, puntillistas,
;
son
efectistas, idealistas y tantas otras, no nos
desviaremos del verdadero camino del arte -
;
en nada a la época del renacimiento es exac-
tamente igual en cuanto á su desarrollo la
pintura historica con el realismo moderno;
;
la pintura decorativa ú ornamental con los
motivos del natural la escultura polícroma
y el paisaje — arte del siglo xix — son cosas
que en manos de un artista de genio y conla
educación necesaria para el arte, están hoy a
una grande altura. Pero esto es lo que po-
dríamos llamar el grano, v desgraciadamente
es la paja lo que abunda; y por paja entiendo
todo lo que, debido al favor de un jefe cual-
quiera, de un profesor interesado, 6 de un
éxito ignorante y estúpido, nos quieren hacer
tragar mujeres ú hombres con la cara verde
Ó amarilla, paisajes azules y cielos verdes y
*
* *
j
Agostode1894.
Senor Director deEl Tiempo.
Caracas.
nadie.
habia cometido en la persona de un pobre
cura de aldea que no habÍa hecho mal á
aplaudio
cuchilla, y la cabeza cayó en el canastillo.
La multitud
FIN
INDICE
Paris.
PRÓLOGO.
Michelena.
La fiesta dc los estudiantes en Paris
Arturo
Montmartre. Cervecerías
1889.
VII
i
10
23
Paris.
29
—
—
Maxime Lisbonne. 38
La mañana.
—
Lunette.
El Conde de
Latino.
Le Père
El Barrio
Lacanción
83
g3
5i
5g
71
Dreyfus.
Ferdinand de Lesseps. — Jean Gigoux. —
Burdeaux. — Henri Brisson. — El capitan
Carnot
Henri
Emile Zola.
Rochefort.
Jesús.
La Vida de
Lilianne
109
134
144
i5y
164
181
Estrella.
Napoleón.
El Arco de triunfo de la I:-':S
EneltallerdeCheca-3
La tumba de
Natural241
223
>
3i
A1
suillotÍna.
Un cura en la 2o