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Primer parcial de pedagogía. 1er año.

La maestra jubilada y escritora Carmen Guaita, parte respondiendo qué considera


que es la educación, y sostiene “es muchas cosas, pero yo creo que en primer lugar
es la relación de comunicación humana más importante, más viva, más profunda y
más prolongada en el tiempo después de la familia”. En este sentido podríamos
empezar a hablar de la relación que tiene esto con lo presentado en Pedagogía en
Silencio (Amaral. V. 2009), cuando al hablar de las funciones de la pedagogía, la autora
dice que: define una función humana y describe una conducta específica, socialmente
construida tanto en la escuela como otras instituciones formadoras, y una “relación de
comunicación humana” -como dice C. Guaita- puede ser catalogada como una conducta
humana socialmente construida. En dicho material también se hace referencia a la
complejidad del hecho pedagógico, que podemos considerar, reside en esa importancia,
vivacidad, profundidad y prolongación en el tiempo, de la educación que menciona la
maestra.

Por otra parte en La educación ayer, hoy y mañana (Gvirtz, Grinberg, Abregú.
2009) , se afirma que los estudios pedagógicos engloban aquellos procesos que se
encargan de la producción, distribución y apropiación del saber, esto parece ser otra señal
de la profundidad del acto educativo, en este material se alude también a la educación
como una “producción social", este concepto comparte la idea de educación como propia
de los humanos y producida por ellos, implícita en las palabras de Guaita.

En Pedagogía General (Nassif. 1958), la educación es definida de manera similar,


como una influencia y actividad intencional y como realidad para la vida. Y digo similar ya
que una “relación de comunicación humana” como señala la maestra sobre la educación,
ejerce obviamente influencias, y es una actividad intencional, como afirma Nassif sobre la
misma. El hecho de que sea intencional se fundamenta firmemente en que el humano
siempre se comunica motivado por una intención, esta intención es más clara aún en un
acto educativo.

También se puede vincular esa profundidad con lo que está plasmado en El oficio
del pedagogo (D. Bazán. 2008), cuando se habla de las dimensiones filosófica y científica
de la pedagogía. Si la pedagogía que es la ciencia que entre otras cosas regula y estudia
la educación, es compleja es porque la educación, su objeto de estudio, es también muy
complejo y profundo.
Por otra parte en La educación ayer, hoy y mañana (Gvirtz, Grinberg, Abregú.
2009), se define a la educación como “el conjunto de fenómenos a través de los cuales
una sociedad produce y distribuye saberes…” esto se vincula a las palabras de la maestra
ya que esos fenómenos están conformados por esas relaciones humanas de
comunicación, las autoras sostienen por otra parte que la educación es un fenómeno
propio de toda la humanidad, no existe sociedad sin prácticas educativas, y esto se liga a
la prolongación de la práctica educativa en el tiempo, que menciona Guaita, incluso los
primeros humanos se educaban entre si, no como nosotros, pero lo hacían, posibilitando
así la supervivencia de la especie. También señalan que tanto la educación sistemática
como la asistemática se han desarrollado a lo largo del tiempo y en distintas sociedades.

En el cap. 5 de Gajes del oficio y de acuerdo a lo que afirma Guaita, se sostiene


que el trabajo con personas, como es el caso de la educación, mantiene un rasgo
vincular, relacional. A partir del cap. 8 se hace referencia a las múltiples tareas que debe
cumplir el docente, como enseñar con afecto, adecuar la enseñanza al contexto,
identificar carencias y compensarlas, estimular y motivar a los alumnos, “oficiar de
padres", etc. También siguiendo esta línea, en la Cuarta Carta de Cartas a quien pretende
enseñar (Freire) se describen las cualidades que deben estar presentes, a la hora de que
esa relación de comunicación humana se lleve a cabo, entre ellas: la humildad, la
amorosidad, la valentía, la tolerancia, la decisión, etc. Todas estas tareas o necesidades a
la hora de educar, son muestras de la profundidad y complejidad de esa relación de
comunicación humana, que señala la maestra, es educación. Por otra parte en De la
reconstrucción del saber y el hacer docente, se plantea, en relación a dicha profundidad,
que se puede encontrar una solución a los conflictos que tal complejidad y profundidad
producen, a través de la creación de espacios colectivos donde se promueva la reflexión
sobre la práctica docente.

La maestra C. Guaita continúa su reflexión afirmando que “…educar es transmitir


el modo de empleo de la vida y abrir las ventanas de un niño a la cultura, a todo lo
grande que han hecho las generaciones que nos antecedieron…” la educación
concebida como transmisión y como la responsable de posibilitar la reproducción social,
es muy común entre diversos autores, por ejemplo, en La educación ayer hoy y mañana.
Una pequeña relación entre el discurso de la maestra sobre enseñar lo producido en
distintas épocas con lo postulado en Pedagogía en silencio, se da cuando se hace
referencia a una declaración del Instituto Fronesis, donde se sostiene que es necesario
encarar la educación de manera histórica y sistemática. Por otra parte, el concepto que
brinda Guaita, encaja con el concepto general de educación que propone Nassif “la
educación es la formación del hombre por medio de una influencia exterior consciente o
inconsciente, o por un estímulo, que si bien proviene de algo que no es el individuo
mismo, suscita en él una voluntad de desarrollo autónomo…”, ya que ella transmite
conocimientos y al hacerlo ejerce una influencia en los niños, y provoca que lo que el niño
aprenda configure su forma de ser, pensar o sentir, Nassif también hace referencia en su
discurso a la relación entre educación y cultura. Por otra parte Gvirtz, Grinberg y Abregú,
afirman -y en cierta manera se relaciona a lo que propone la maestra- que estos
conocimientos no son innatos, se aprenden por una influencia externa, la de la docente en
este caso.

En el cap. 1 de Los gajes del oficio, se hace mención a las palabras de Basabe y
Cols (2007), cuando sostienen que la enseñanza es “el intento de alguien de transmitir
cierto contenido a otro”, ambos discursos, consideran pues, que la educación y la
enseñanza son caracterizadas por la transmisión. Más adelante, en el cap. 5, se afirma
que la enseñanza es el “acto complejo de transmitir de manera intencional, metódica y
sistemática fragmentos de mundo a las nuevas generaciones”, de nuevo aquí
encontramos el término transmisión. El transmitir el modo de empleo de la vida hace
referencia a la posibilidad -que ha brindado la educación- de permitir la continuación
humana y por ende social. En el capítulo señalan también que educar supone potenciar el
desarrollo de los hombres y de la cultura. Por otro lado, ambos discursos (el del libro, y el
de la maestra) coinciden en que educar es, enseñar entre otras cosas hábitos y formas de
comportamiento social.

Por otra parte y en relación a la mención que hace C. Guaita de la cultura, en La


educación ayer, hoy y mañana, se hace referencia a las palabras de Chevel sobre la
educación, “en efecto, forma no solo individuos, sino también una cultura, que penetra a
su vez en la cultura de la sociedad, modelándola y modificándola”, en este sentido el ser
humano ha sido creador de cultura desde tiempos prehistóricos, el “abrir las ventanas de
un niño a la cultura”, sitúa al niño, además de como testigo de la cultura, como hacedor de
la misma, en este sentido también podemos vincular el tema con los conceptos de
Heteroeducación (al enseñarle al niño) y Autoeducación (cuando el niño se apropia de los
conocimientos, y surge en el una voluntad de desarrollo) que plantea Nassif.
En relación a este segundo concepto que plantea la maestra, podemos encontrar
el concepto de Bazán sobre educación, que vincula a esta última con la reproducción
social, término que como se aclaró anteriormente, esta vinculado con la transmisión de el
“modo de empleo de la vida.

C. Guaita también declara: “vamos hablando, vamos caminando, estamos


aprendiendo y continuando y llevando adelante un testigo que hemos recibido, que
es la cultura, que es el arte, que es la ciencia…” podemos relacionar esta frase, con el
concepto de las autoras Gvirtz, Grinberg y Abregú sobre la educación permanente, como
respuesta a los constantes saberes que se producen, aprendemos y continuamos con las
enseñanzas disponibles, y con la postura de Harari que considera que en este siglo es
necesario aprender y reinventarnos todo el tiempo.

La maestra también menciona la enseñanza de artes, cultura, ciencias, hecho con


el que gran cantidad de autores coinciden, como por ejemplo en La educación ayer, hoy y
mañana, donde se señalan los saberes eruditos. Por otro lado Guaita habla del rol del
docente a la hora de transmitir saberes y su importancia, otro hecho en el que los autores
coinciden.

Luego Guaita menciona que la educación también se encarga de la transmisión de


“el modo de empleo referido a los valores”, todos los autores consultados coinciden en
esto, la educación se centra también en la transmisión de valores que permitan la
convivencia y el desarrollo social, la educación que se desenvuelve en la escuela, no es
ajena a esta necesaria transmisión de valores. Por otra parte la docente, distingue los
valores que se enseñan en la escuela y en la familia, en la primera se transmiten valores
sociales y en la segunda se transmiten valores individuales, sostiene.

La docente continua afirmando que “la escuela educa, la familia educa”. Y es


que la educación forma parte de la vida. En Pedagogía en silencio, se nombran las
instituciones formadoras, la familia, al igual que otras, es una institución formadora, que
educa en valores, según Guaita, en valores individuales.

En relación a esto, se puede señalar la distinción que hace Nassif, entre educación
cósmica y educación sistemática. Dándose la primera de forma inconsciente, asistemática
y espontánea, y siendo por ejemplo, la educación que se da en el entorno familiar,
mientras que la segunda es la que se impone desde la escuela, con métodos, contenidos
y actores, supeditados a un fin.
Por otro lado, para Gvirtz, Grinberg y Abregú, el fenómeno educativo siempre es
consciente e intencional, seria pues así tanto para la educación que se desarrolla en la
escuela como para la que lo hace en la familia. Aún así conciben diferentes tipos de
educación, como la formal (que se da en las instituciones educativas) y la informal (la que
se produce por ejemplo en planes de alfabetización de adultos), siendo la primera la que
categoriza a la escuela que menciona Guaita. También distinguen entre educación
sistemática (según las autoras propia de la educación tanto formal como informal), y la
asistemática aquella que se da por ejemplo, a través de juegos infantiles, no se piensan
como procesos educativos pero producen aprendizajes significativos, en la familia no se
suele pensar todo como un proceso educativo, pero todo el tiempo se ejercen influencias
y enseñan cosas.

Carmen Guaita sigue su discurso diciendo que “todo lo que haces en clase, todo
tiene significado para alguien, todo suma o resta...” De la mano con esto va, la
necesidad del docente, de ser cuidadoso o atento a las necesidades de sus alumnos o el
contexto. Me parece que esta relacionado a lo que afirma Freile, para enseñar son
necesarias cualidades como la humildad, al no ser condescendiente y escuchar al otro sin
ser arrogantes o soberbios, la amorosidad, con los alumnos y la propia enseñanza, la
valentía de actuar a pesar del miedo, la tolerancia de aprender, convivir y respetar lo
diferente, entre otras. Se debe tener un trato humano con los alumnos, actuar teniendo en
cuenta que en el aula “nada es indiferente”. En la misma línea iría lo planteado en Gajes
del oficio, cuando se sostiene que “se deben encontrar equilibrios y modos de llegar a
acuerdos con los otros y con uno mismo", en ese mismo material también se indica que
en el rol docente es necesario enseñar con afecto, y ser capaz de motivar y estimular a
los alumnos, además se menciona que el presente es desigual y excluyente. Lo ideal
sería que en el aula no estén presentes ni la exclusión, ni la desigualdad.

Carmen Guaita, menciona una de las cualidades que son necesarias para enseñar
según Freile. La maestra habla de la decisión, según ambos, de gran importancia, Freile
sostenía que es una virtud difícil, en la medida de que hay que “romper para optar". Y
tomar decisiones es inevitable a la hora de

La docente también alude al papel del docente en la vida del alumno, “…para el
eres biográfico, eres fundamental también…”, el docente es para el alumno un
referente, un modelo capaz de brindarle confianza y seguridad, acompañarlo y brindarle
las herramientas necesarias para que el alumno sea capaz de desarrollar sus
potencialidades. Todos los autores concuerdan con la importancia del rol docente en el
proceso educativo. Todo esto, afirma, forma parte del “compromiso ético de la tarea
docente”, el compromiso también es un tema recurrente en los autores, la tarea educativa
conlleva mucha responsabilidad, al tratarse de la formación de otras personas, en
consecuencia, es necesario el compromiso, con la tarea, con el otro y con la transmisión.
En su formación como “formadores de almas”, los docentes deben comprender la
magnitud de su influencia, y ser comprometidos con su tarea.

Afirma luego, sentirse privilegiada por haber sido profesora, y asegura “ese es el
privilegio, haber conocido tanta gente de la que has aprendido…”, esto tiene que ver
con que la educación, que antes se consideraba solo se podía dar desde un adulto a un
niño, adopta diversas formas y sentidos, se puede aprender independientemente de la
edad de quien enseñe o quien escuche, como mencionaba Harari -que incluso considero
algo obsoletas las enseñanzas de adultos a jóvenes-, y cuando mencionaban por ejemplo
Gvirtz, Grinberg y Abregú, lo usual que es en estos tiempos que el joven enseñe al adulto.
Resulta evidente que los docentes aprenden de los alumnos y esta es incluso una
necesidad si se busca reflexionar sobre las prácticas y así mejorarlas.

La docente jubilada culmina su reflexión sosteniendo “que vivir la educación es


más que una forma de trabajar es una forma de ser”, y es que lo que uno aprende con
la teoría y quizá más aún con la práctica, configura la forma de ser del docente. Carmen
Guaita finaliza afirmando que para ella, la docencia es la profesión “más bonita del
mundo”.

Para ir finalizando dejo un video de Eduardo Galeano (1940 – 2015. Escritor


uruguayo) en el que presenta una breve anécdota, sobre un concurso de novelas
organizado en una clase de escuela. Opte por este video ya que trata sobre el rol docente
y las dinámicas del grupo de clase. Resalta la importancia de reconocer los méritos de los
alumnos, ese reconocimiento les brinda seguridad y confianza, los motiva y estimula
positivamente, esto es vital para el desarrollo de los educandos. Por otra parte se
describe la relación entre los alumnos y el maestro, habían desarrollado un vínculo
armónico entre ellos, el maestro manifestaba que se llevaban muy bien. Lo que me
interesa recalcar es lo importante de estimular en los alumnos y en nuestro entorno en si,
el perder el miedo a estar equivocados, ya que es solo librándonos de él que
construiremos certezas, si jamás expresó lo que supongo sobre algo, es poco probable
saber si estoy en lo cierto o no, y junto con esto, aprender correctamente. El ser capaz de
lograr que los alumnos pierdan ese miedo a estar equivocados sería ideal para el
desarrollo de clases enriquecedoras y fructíferas, y es una tarea a mi entender, muy
complicada, que podría lograrse estableciendo un vínculo de confianza con los alumnos y
practicando esas virtudes de las que habla Freire, entre muchas otras cosas.

https://youtu.be/FtvVUI_4-TQ

Bibliografía:

Nassif, R. (1958). Pedagogía General. Ed. Kapelusz

Bazán, D. (2008). El oficio del pedagogo. Ed. Educación

Gvirtz, S. Grinberg, S. Abregú, V. (2009) La educación ayer, hoy y mañana. Revista


Quehacer Educativo.

Harari, Y. (2020). 21 lecciones para el siglo XXI. Ed. Debate

Alliaud, A. Antelo, E. (2011). Los gajes del oficio. Ed. Aique

Freire, P. (2008). Cartas a quien pretende enseñar. Siglo Veintiuno Editores. 2da Edición

De la reconstrucción del saber y el hacer docente. Revista Quehacer Educativo. Abril


2015

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