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Por otra parte en La educación ayer, hoy y mañana (Gvirtz, Grinberg, Abregú.
2009) , se afirma que los estudios pedagógicos engloban aquellos procesos que se
encargan de la producción, distribución y apropiación del saber, esto parece ser otra señal
de la profundidad del acto educativo, en este material se alude también a la educación
como una “producción social", este concepto comparte la idea de educación como propia
de los humanos y producida por ellos, implícita en las palabras de Guaita.
También se puede vincular esa profundidad con lo que está plasmado en El oficio
del pedagogo (D. Bazán. 2008), cuando se habla de las dimensiones filosófica y científica
de la pedagogía. Si la pedagogía que es la ciencia que entre otras cosas regula y estudia
la educación, es compleja es porque la educación, su objeto de estudio, es también muy
complejo y profundo.
Por otra parte en La educación ayer, hoy y mañana (Gvirtz, Grinberg, Abregú.
2009), se define a la educación como “el conjunto de fenómenos a través de los cuales
una sociedad produce y distribuye saberes…” esto se vincula a las palabras de la maestra
ya que esos fenómenos están conformados por esas relaciones humanas de
comunicación, las autoras sostienen por otra parte que la educación es un fenómeno
propio de toda la humanidad, no existe sociedad sin prácticas educativas, y esto se liga a
la prolongación de la práctica educativa en el tiempo, que menciona Guaita, incluso los
primeros humanos se educaban entre si, no como nosotros, pero lo hacían, posibilitando
así la supervivencia de la especie. También señalan que tanto la educación sistemática
como la asistemática se han desarrollado a lo largo del tiempo y en distintas sociedades.
En el cap. 1 de Los gajes del oficio, se hace mención a las palabras de Basabe y
Cols (2007), cuando sostienen que la enseñanza es “el intento de alguien de transmitir
cierto contenido a otro”, ambos discursos, consideran pues, que la educación y la
enseñanza son caracterizadas por la transmisión. Más adelante, en el cap. 5, se afirma
que la enseñanza es el “acto complejo de transmitir de manera intencional, metódica y
sistemática fragmentos de mundo a las nuevas generaciones”, de nuevo aquí
encontramos el término transmisión. El transmitir el modo de empleo de la vida hace
referencia a la posibilidad -que ha brindado la educación- de permitir la continuación
humana y por ende social. En el capítulo señalan también que educar supone potenciar el
desarrollo de los hombres y de la cultura. Por otro lado, ambos discursos (el del libro, y el
de la maestra) coinciden en que educar es, enseñar entre otras cosas hábitos y formas de
comportamiento social.
En relación a esto, se puede señalar la distinción que hace Nassif, entre educación
cósmica y educación sistemática. Dándose la primera de forma inconsciente, asistemática
y espontánea, y siendo por ejemplo, la educación que se da en el entorno familiar,
mientras que la segunda es la que se impone desde la escuela, con métodos, contenidos
y actores, supeditados a un fin.
Por otro lado, para Gvirtz, Grinberg y Abregú, el fenómeno educativo siempre es
consciente e intencional, seria pues así tanto para la educación que se desarrolla en la
escuela como para la que lo hace en la familia. Aún así conciben diferentes tipos de
educación, como la formal (que se da en las instituciones educativas) y la informal (la que
se produce por ejemplo en planes de alfabetización de adultos), siendo la primera la que
categoriza a la escuela que menciona Guaita. También distinguen entre educación
sistemática (según las autoras propia de la educación tanto formal como informal), y la
asistemática aquella que se da por ejemplo, a través de juegos infantiles, no se piensan
como procesos educativos pero producen aprendizajes significativos, en la familia no se
suele pensar todo como un proceso educativo, pero todo el tiempo se ejercen influencias
y enseñan cosas.
Carmen Guaita sigue su discurso diciendo que “todo lo que haces en clase, todo
tiene significado para alguien, todo suma o resta...” De la mano con esto va, la
necesidad del docente, de ser cuidadoso o atento a las necesidades de sus alumnos o el
contexto. Me parece que esta relacionado a lo que afirma Freile, para enseñar son
necesarias cualidades como la humildad, al no ser condescendiente y escuchar al otro sin
ser arrogantes o soberbios, la amorosidad, con los alumnos y la propia enseñanza, la
valentía de actuar a pesar del miedo, la tolerancia de aprender, convivir y respetar lo
diferente, entre otras. Se debe tener un trato humano con los alumnos, actuar teniendo en
cuenta que en el aula “nada es indiferente”. En la misma línea iría lo planteado en Gajes
del oficio, cuando se sostiene que “se deben encontrar equilibrios y modos de llegar a
acuerdos con los otros y con uno mismo", en ese mismo material también se indica que
en el rol docente es necesario enseñar con afecto, y ser capaz de motivar y estimular a
los alumnos, además se menciona que el presente es desigual y excluyente. Lo ideal
sería que en el aula no estén presentes ni la exclusión, ni la desigualdad.
Carmen Guaita, menciona una de las cualidades que son necesarias para enseñar
según Freile. La maestra habla de la decisión, según ambos, de gran importancia, Freile
sostenía que es una virtud difícil, en la medida de que hay que “romper para optar". Y
tomar decisiones es inevitable a la hora de
La docente también alude al papel del docente en la vida del alumno, “…para el
eres biográfico, eres fundamental también…”, el docente es para el alumno un
referente, un modelo capaz de brindarle confianza y seguridad, acompañarlo y brindarle
las herramientas necesarias para que el alumno sea capaz de desarrollar sus
potencialidades. Todos los autores concuerdan con la importancia del rol docente en el
proceso educativo. Todo esto, afirma, forma parte del “compromiso ético de la tarea
docente”, el compromiso también es un tema recurrente en los autores, la tarea educativa
conlleva mucha responsabilidad, al tratarse de la formación de otras personas, en
consecuencia, es necesario el compromiso, con la tarea, con el otro y con la transmisión.
En su formación como “formadores de almas”, los docentes deben comprender la
magnitud de su influencia, y ser comprometidos con su tarea.
Afirma luego, sentirse privilegiada por haber sido profesora, y asegura “ese es el
privilegio, haber conocido tanta gente de la que has aprendido…”, esto tiene que ver
con que la educación, que antes se consideraba solo se podía dar desde un adulto a un
niño, adopta diversas formas y sentidos, se puede aprender independientemente de la
edad de quien enseñe o quien escuche, como mencionaba Harari -que incluso considero
algo obsoletas las enseñanzas de adultos a jóvenes-, y cuando mencionaban por ejemplo
Gvirtz, Grinberg y Abregú, lo usual que es en estos tiempos que el joven enseñe al adulto.
Resulta evidente que los docentes aprenden de los alumnos y esta es incluso una
necesidad si se busca reflexionar sobre las prácticas y así mejorarlas.
https://youtu.be/FtvVUI_4-TQ
Bibliografía:
Freire, P. (2008). Cartas a quien pretende enseñar. Siglo Veintiuno Editores. 2da Edición