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Bulletin de l'Institut Français

d'Études Andines

Quelques aspects de l'évolution géomorphologique quaternaire du


haut bassin du Magdalena (Colombie)
Jean Tricart, Jean Trautmann

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Tricart Jean, Trautmann Jean. Quelques aspects de l'évolution géomorphologique quaternaire du haut bassin du Magdalena
(Colombie). In: Bulletin de l'Institut Français d'Études Andines, tome 3, N°4, 1974. pp. 37-58;

doi : https://doi.org/10.3406/bifea.1974.1461

https://www.persee.fr/doc/bifea_0303-7495_1974_num_3_4_1461

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Résumé
Le bassin supérieur du Rio Magdalena présente les caractéristiques suivantes :
1) L'allure générale du bassin montre une influence très nette de la tectonique. Il s'est développé grâce
à la présence d'un ensemble de blocs affaissés relativement les uns par rapport aux autres et entourés
de blocs soulevés qui forment les limites du bassin. Dans certains cas des édifices volcaniques se
superposent à ces blocs (Nevado del Huila, paramos de Las Papas, par exemple).
2) Dans certaines parties du bassin (Nevado del Huila, environs du rio Mazamoras, et de Pitalito), le
volcanisme s'est développé durant tout le Quaternaire. De la sorte, en général on observe un
paroxysme volcanique durant la période d'accumulation de QIII dont la position géomorphologique est
très semblable à celle du Mindel européen (Nebraska d'Amérique du Nord). Les matériaux volcaniques
ont ainsi contribué à la mise en place de l'accumulation QIII mais cette accumulation n'est pas un
produit du volcanisme car on l'observe bien développée dans des vallées ou il n'y eut aucune activité
volcanique à cette époque. Ainsi, la mise en place du remplissage QIII provient d'une oscillation
climatique. La granulométrie très grossière du matériel QIII provient de la combinaison du volcanisme
et de cette oscillation climatique.
3) Dans le bassin, les événements morphogénétiques les plus saillants sont les suivants :
— une incision extrêmement profonde des talwegs des avant l'accumulation de QIII; cette incision a
atteint au moins le niveau des rivières actuelles.
— la fossilisation des canons incisés durant cette phase par l'accumulation très épaisse du matériel
QIII.
— postérieurement, a fonctionné une tendance très générale à l'incision uniquement interrompue par
les phases d'accumulation QI et QII. Actuellement, cette incision n'est toujours pas arrivée au niveau
atteint avant l'accumulation de QIII. Durant cette période d'incision des rivières, postérieure à QIII se
sont développés divers phénomènes de surimposition comme celui de El Estrecho.
— La tectonique à la suite du jeu différentiel des blocs commande la disposition des divers
remplissages quaternaires, la position respective des terrasses qu'ils forment et leur altitude relative.
Dans la zone de Garzón ou de La Plata, correspondant à des blocs affaissés, l'échelonnement des
terrasses diminue. Au contraire, sur les blocs soulevés comme près de San Agustin et d'Isnos ou aux
environs de Salado Blanco, l'épaisseur de QIII est maximale, atteignant 500 m à Salado Blanco, ce qui
a permis une gigantesque fossilisation des vallées par cette accumulation.

Resumen
La cuenca alta del R. Magdalena se caracteriza por los siguientes rasgos morfogenéticos:
(1) El diseño general de la hoya demuestra una influencia muy nítida de la tectónica. Es originado por
la presencia de un conjunto de bloques relativamente hundidos, rodeados por los bloques levantados,
los cuales forman sus divisoras. A veces, edificios volcánicos se superponen sobre ellos (Nevado del
Huila, Páramo de las Papas, por ejemplo).
(2) En algunas partes de la hoya (Nevado del Huila, cercanías del R. Mazamorras, de Pitalito), el
volcanismo ha actuado durante todo el Cuaternario. Por tanto, en general, se identifica un paroxismo
durante el período de acumulación de QIII cuya posición geomorfológica es sumamente parecida con
la del Mindel europeo (Nebraska de Norte-América). Evidentemente, los productos volcánicos han
contribuido en la edificación de la acumulación QIII. Pero ella no es un producto del volcanismo por
encontrarse bien desarrollada también en valles donde no hubo ningún volcanismo en esa época. Por
consecuencia la edificación del relleno QIII es originada por una oscilación climática. La granulometría
muy gruesa del material de QIII resulta de la combinación del volcanismo y de dicha oscilación
climática.
(3) En la cuenca, los mas notables acontecimientos morfogenéticos son los siguientes:
— Una incisión sumamente profunda de los talvegues luego antes de la acumulación de QIII. Ella llegó
por lo menos al nivel alcanzado por los ríos actuales.
— La sepultación de las cañones entallados durante esa fase pon la acumulación muy espesa del
material QIII.
— Posteriormente, funcionó una tendencia general a la incisión interrumpida por las fases de
acumulación QII y QI. En el presente, la incisión no ha generalmente llegado de nuevo al nivel
alcanzado antes de la acumulación de QIII. En el transcurso de ese encajonamiento de los ríos
— La tectónica, por el intermedio de los movimientos diferenciales de bloques, origina la disposición de los
varios rellenos cuaternarios, la posición mutua de las terrazas que ellos forman y su altura relativa. En el
área de Garzón o de La Plata, que coinciden con bloques hundidos, el escalonamiento de las terrazas es
mínimo. Al contrario, en los bloques levantados, como cerca de S. Agustín y de Isnos o alrededor de
Salado Blanco, el espesor de QIII es máximo, llegando a los 500 m en Salado Blanco, lo que ha permitido
una sepultación gigantesca de los valles por esa acumulación.
Bull. Inst. Fr. Et. And.
1974. HI. N9 4, pp. 37 — 58

QUELQUES ASPECTS DE L'EVOLUTION GEOMORPHOLOGIQUE


QUATERNAIRE DU HAUT BASSIN DU MAGDALENA
(Colombie) (1)

J. TRICART *
J. TRAUTMANN *

Resumen:
!
La cuenca alta del R. Magdalena se caracteriza por los siguientes rasgos morfcge-
néticos:
(1) El diseño general de la hoya demuestra una influencia muy nítida de la tectó¬
nica. Es originado por la presencia de un conjunto de bloques relativamente hundidos, ro¬
deados por los bloques levantados, los cuales forman sus divisoras. A veces, edificios vol¬
cánicos se superponen sobre ellos (Nevado del Hulla, Páramo de las Papas por ejemplo).
(2) En algunas partes de la hoya (Nevado del Huila, cercanías del R. Mazamorras,
de Pitalito), el volcanismo ha actuado durante todo el Cuaternario. Por tanto, en general,
se identifica un paroxismo durante el período de acumulación de QIH cuya posición geo-

(1) Les observations sur lesquelles se fonde le présent article ont été faites dans le
cadre d'une mission de coopération technique confiée au C.G.A. (Centre de Gégraphie
Appliquée) par l'INDERENA (Instituto para el (Desarrollo de los Recursos Naturales Renovables)
pour répondre a une demande d'ICEL (Instituto Colombiano de Electricidad) portant sur l'étude
des sources de sédiments susceptibles de contribuer au colmatage de la retenue prévue a
Betania, sur le Magdalena. Nous tenons a remercier notre ami, l'Ingénieur E. Gutiérrez
Tapias, Director Geneal de Cuencas Hidrográficas del Inderena, qui organisa nos déplace¬
ments sur le terrain, et Mr. L. E. Correa, grace auquel nous avons pu parcourir tout le bassin,
sus des routes difíciles et avec une jeep qui serait restée en panne sans son habilieté.

(*) Centre de Géographie Appliquée - Université Louis - Pasteur, 43 rue Goethe - 67000
STRASBOURG - FRANCE.
38 J. TRICART, J. TRAUTMANN

morfológica es sumamente parecida con la del Mindel europeo (Nebraska de Norte-América) .


Evidentemente, los productos volcánicos han contribuido en la edificación de la acumulación
QUI. Pero ella no es un producto del volcanismo por encontrarse bien desarrollada también
en valles donde no hubo ningún volcanismo' en esa época. Por consecuéncia la edificación
del relleno QUI es originada por una oscilación climática. La granulometría muy gruesa del
material de QUI resulta de la combinación del volcanismo y de dicha oscilación climática.
(3) En la cuenca, los mas notables acontecimientos morfogenéticos son los siguientes:
— Una incisión sumamente profunda de los talvegues luego antes de la acumulación
de QUI. Ella llegó por lo menos al nivel alcanzado por los ríos actuales.
— La sepultación de las cañones entallados durante esa fase pon la acumulación
muy espesa del material QUI.
— Posteriormente, funcionó una tendencia general a la incisión interrumpida por las
fases de acumuación QII y QI. En el presente, la incisión no ha generalmente llegado de
nuevo al nivel alcanzado antes de la acumulación de QIU. En el transcurso de ese enca¬
jonamiento de los ríos posteriormente a QIU se desarrollaron varios fenómenos de surimpo-
sición como en el Estrecho.
— La tectónica, por el intermedio de los movimientos diferenciales de bloques, origina
la disposición de los varios rellenos cuaternarios, la posición mutua de las-terrazas que
ellos forman y su altura relativa. En el área de Garzón o de La Plata, que coinciden con
bloques hundidos, el escalonamiento de las terrazas es mínimo. Al contrario, en los bloques
levantados, como cerca de S. Agustín y de Isnos o alrededor de Salado Éianco, el espesor
de QUI es máximo, llegando a los 500 m. en Salado Blanco, lo que ha permitido una sepul¬
tación gigantesca de los valles por esa acumulación.

Résumé:

Le bassin supérieur du Rio Magdalena présente les caractéristiques suivantes:


1) L'allure générale du bassin montre une influence tres nette de la tectonique. 11
ï/est développé grace a la présence d'un ensemble de blocs affaissés relativement les uns
par rapport aux autres et entourés de blocs soulevés qui forment les limites du bassin. Dans
certains cas des édifices volcaniques se superposent a ces blocs (Nevado del Huila, para¬
mos de Las Papas, par exemple).
2) Dans certaines parties du bassin (Nevado del Huila, environs du rio Mazamoras,
et de Pitalito), le volcanisme s'est développé durant tout le Quaternaire . De la sorte, en gé¬
néral on observe un paroxysme volcanique durant la période d'accumulation de QIÏÏ dont la
position géomorphologique est tres semblable a celle du Mindel européen (Nebraska d'Amé¬
rique du Nord). Les matériaux volcaniques ont ainsi contribué a la mise en place de l'ac¬
cumulation Qin mais cette accumulation n'est pas un produit du volcanisme car on l'observe
bien développée dans des vallées ou il n'y eut aucune activité volcanique a cette époque.
Ainsi, la mise en place du remplissage QUI provient d'une oscilation climatique. La granu¬
lométrie tres grossière du matériel QIU provient de la combinaison du volcanisme et de cette
oscillation climatique.
3) Dans le bassin, les événements morphogénétiques les plus saillants sont les suivants:
— une incision extrêmement profonde des talwegs des avant l'accumulation de QIII;
cette incision a atteint au moins le niveau des rivieres actuelles;
— la fossilisation des canons incisés durant cette phase par l'accumulation tres épais¬
se du matériel Qni.
— postérieurement, a fonctionné une tendance tres générale a l'incision uniquement
interrompue par les phases d'accumulation QI et QU. Actuellement, cette incision n'est tou¬
jours pas arrivée au niveau atteint avant l'accumulation de QIU. Durant cette période d'inci-
L'EVOLUTION GEOMORPHOLOGIQUE DU HAUT MAGDALENA 39

sion des rivieres, postérieure a QUI se sont développés divers phénomènes de surimposition
comme celui de El Estrecho.
— La tectonique a la suite du jeu différentiel des blocs commande la disposition
des divers remplissages quaternaires, la position respective des terrasses qu'ils forment et
leur altitude relative. Dans la zone de Garzón ou de La Plata, correspondant a des blocs
affaissés, l'échelonnement des terrasses diminue. Au contraire, sur les blocs soulevés comme
près de San Agustin et d'Isnos ou aux environs de Salado Blanco, l'épaisseur de QUI est
maximale, atteignant 500 m a Salado Blanco, ce qui a permis une gigantesque fossilisation
des vallées par cette accumulation.

Le haut bassin du Magdalena, en amont de Neiva, est encore fort


mal connu au point de vue scientifique . Il n'est pas encore couvert par les
cartes régulières de l'Institut Géographique A. Codazzi. Seuls les environs
de Neiva ont fait l'objet d'une cartographie géologique a moyenne échelle.
Les photographies aériennes elles-memes manquent encore souvent. C'est
pourquoi
tions faitesnous
au avons
cours d'une
pensé reconnaissance.
qu'il pourrait etre utile de publier les observa

Eloignée de la Mer Caraïbe, cette région a évolué, au Quaternaire,


sous l'influence des oscillations climatiques et des manifestations volcani¬
ques, auxquelles se sont probablement associées des déformations tecto¬
niques .

A — LE CADRE STRUCTURAL

Le bassin supérieur du Magdalena est encadré par la Cordillera Cen¬


tral, a l'Ouest, et la Cordillera Oriental . Il s'étend sur un ensemble de com¬
partiments séparés par des failles. Des superstructures volcaniques mas¬
quent souvent les formations Tertiaires et plus anciennes.
40 I. TRICART, J. TRAUTMANN

1? Les blocs soulevés métamorphiques liminaires:

Les, lignes de partage des eaux avec les bassins voisins du Caqueta, du
Putumayo et du Cauca sont formées par des séries gneissiques surmontées
d'empilements volcaniques en certains endroits.

La Cordillera Oriental dresse sa barriere tout au long du1 Rio Magda¬


lena lui-meme, puis de son affluent, le Suaza. Elle est formée de gneiss
comportant peu d'enclaves mais toujours tres fortement fissurés par la tec¬
tonique. Rares sont les volumes rocheux compacts atteignant 1 m3. Géné¬
ralement, les fissures ne sont espacées que de 10 a 30 cm. La roche est ainsi
rendue tres fragile vis a vis de la météorisation. L'humidité du climat de ces
régions montagneuses favorise l'altération, mais, généralement, le nettoyage
des versants n'a guère laissé persister d'altérites anciennes. Le plus souvent,
on rencontre surtout, sur quelques metres d'épaisseur, une roche désagrégée,
donnant une arene grossière dans laquelle les grains polyminéraux sont enco¬
re tres fréquents, dont l'épaisseur est de quelques metres . Elle passe gra¬
duellement et irrégulièrement, a sa base, aux gneiss broyés, dont les fissures
ont été élargies par météorisation. Des poches d'arenes plus profondes
alternent
la surface.avec des masses plus résistantes mettant le gneiss fissuré près de

Ces gneiss désagrégés sont le siege, actuellement, d'un régime hypo¬


dermique, avec des sources d'eau bien limpide, mises a profit par les paysans.
Pendant certaines époques du Quaternaire caractérisées par un autre sys¬
tème morphogénique, ils ont fourni de grandes masses de débris de tous
calibres, mais dans lesquels le sable était, toutefois, abondant.

Dans le Sud, notamment au delà de Garzón, les manifestations vol¬


caniques se multiplient. En certains endroits, on peut les mettre en rapport
avec des cassures identifiables. Par exemple, au col qui sépare le bassin
de la Q. Damas de la Q. Aguascalientes, on peut observer, dans la tran¬
chéealtérations
des d'un cheminhydrothermales.
rural, sur plus de
En 200
certains
m desendroits,
roches rougies
la silice
intensément
a été remise
par
en marche et a recristallisé dans les fissures. Enfin, localement, nous avons
observé un petit affleurement de calcaire gris, coincé entre des gneiss plus
ou moins affectés par ces altérations hydrothermales. Tout cela se localise
sur un alignement de vallées jalonné, plus au Sud, par d'autres venues
volcaniques, notamment a l'W de San Antonio.

Dans la vallée du Rio Suaza, les gneiss sont recouverts par des for¬
mations volcaniques puissantes, partiellement remaniées par les eaux. Elles
consistent en cendres, en conglomérats inégalement cimentés, en hydroci-
L'EVOLUTION GEOMORPHOLOGIQUE DU HAUT MAGDALENA

v
42 I. TRICART, J. TRAUTMANN

nérites, en dépôts de lahars. Elles datent, pour l'essentiel, du Quaternaire


ancien, comme nous le verrons plus loin. Leurs premiers affleurements se
rencontrent légèrement au N de Suaza. Elles deviennent de plus en plus
épaisses et de plus en plus généralisées vers le Sud et recouvrent a peu
près entièrement le substratum autour de Gallardo, d' Acevedo et de S. Adol¬
fo. Le long du chemin de S. Adolfo a Pitalito, les gneiss n'apparaissent
que tres localement dans les ravins les plus incisés et a la ba.e des cou¬
pes les plus profondes aux abords de la ligné de partage des eaux, sous
une dizaine de metres de cendres. Par contre, ils sont en affleurement sur
tout le flanc occidental de la montagne entre Buenavista et Pitalito et for¬
ment
de Buenavista
les versants
. de la partie supérieure du flanc oriental de la chaine

Les gneiss forment a nouveau les affleurements des montagnes au


Sud du bassin entre les longitudes de Pitalito et de S . Agustín, du moins aux
abords de la vallée du Magdalena, car nous n'avons pu parcourir que la
route directe entre ces deux localités. On les observe notamment le long du
cours inférieur des R. Guachicas et Naranjos, dans les montagnes qui les
séparent, le long du Magdalena entre le pont d'Isnos et le confluent du R.
Mazamorras, surtout sur la rive droite, mais, au:si, sous la forme de quel¬
ques pointements sur la rive gauche, sous les coulées volcaniques.

Elles forment
A l'W de
deux
Pitalito,
ensembles:
les formations volcaniques sont tres développées.

a) Un puissant système de coulées, qui est le plus ancien. Rigoureu¬


sement tabulaires, elles s'empilent sur plus de 200 m. d'épaisseur dans la
vallée du Magdalena aux abords du pont l'Isnos. Elles fossilisent un versant
raide dans les gneiss de la rive droite, avec quelques surimpositions dans
la gorge, laissant un peu de gneiss dans le fond de celle-ci sur la rive gauche.
Les
levés,coulées
aux environs
se prolongent
de Salado
loin versBlanco.
l'aval, sur
Ellesdessont
blocsaussi
faillésvisibles
moins vers
sou

l'amont, ou elles s'étalent plus largement. Ce sont elles qui donnent naissan¬
ce a l'Estrecho du Rio Magdalena, a l'W de S. Agustín. Elles forment les
deuxdeux
des versants
cours du
d'eau.
Magdalena
Dans tout
et ce
du secteur,
Mazamorras
elles aux
descendent
abords nettement
du conflueni
en
dessous des talwegs des jrivieres principales .

b) Des accumulations de cendres, parfois interrompues par des


produits pyroclastiques plus grossiers, jusqu'à quelques centimetres de grand
axe, assez souvent cimentés en tufs noirâtres formant des dalles de quel¬
ques centimetres d'épaisseur. Ces cendres occupent toute la région située
a l'W et au SW de S. Agustín. On les trouve sur la rive gauche du Mag¬
dalena ou elles forment le plateau d'Obando et sur la rive droite, entre
S. Agustín et la gorge de l'Estrecho. Oies affleurent aussi le long de la
route de Pradera et a Santa Rosa. On les retrouve plus au Nord, le long
i

L'EVOLUTION GEOMORPHOLOGIQUE DU HAUT MAGDALENA 43

de la route en construction de S . José de Isnos vers Popayan . Nous les y


avons suivies jusqu'aux environs de la cote 3500 m. ou nous avons du faire
demi-tour. Ces cendres reposent souvent sur les coulées précédentes. Elles
se sont déposées sur une longue période, comme en témoigne la variété des
types d'altérations qu'on y rencontre. Certaines d'entre elles, les plus-vieilles
sont complètement altérées rouge-brique, probablement ferrallitisées, en tous
cas argileuses au toucher sur des dizaines de metres-d'épaisseur . On ne les
trouve
de la bifurcation
que sous lades
forme
chemins
de collines
de Santa
résiduelles,,
Rosa et par
de Pradera.
exemple, D'autres
un peu acen¬
TE
dres sont aussi altérées en rouge brique, mais cétté teinte passe a dee* cou¬
leurs orangées et il y a peu d'argilification. De plus; l'altération n'atterrit1 que
ment
quelques
dansmetres
les cendres
d'épaisseur.
restéesAgrises.
sa partie
Uneinférieure,
autre altération,
elle? pénètre
encoreirrégulière¬
moindre,
est de couleur jaunâtre, ocreuse et ne s'étend' que sur 1 a 2 m. tout au plus.
La route en chantier de S. José de Isnos a Popayan montre aussi des cinéri-
1es non altérées avec des horizons humiques fossilisés .

Nous verrons plus loin que l'on peuh mettre ces divers types et degrés
d'altération en rapport avec les diver -es nappes alluviales, ce qui permet
d'intégrer les cinérites dans les séquences quaternaires . Aux abords des
sources du Magdalena, il apparaît clairement' que - les chutes de cendres ont
été fréquentes pendant tout le Quaternaire et ont meme probablement
volcanique
commencé de des lalehaute
Pliocene
vallée
. Nous
du Cauca.
sommes près, ici, de l'important foyer

Entre les environs d'Isnos et le Nevado del' Huila, toute la bordure


occidentale du bassin est formée par la Cordillera Central . Elle est fort com¬

plexe. On y trouve, en effet; les unités suivantes:

a) Au Sud, essentiellement dans le bassin du Rio La Plata, une ré¬


gion gneissique dont le matériel est semblable a celui que nous avons
décrit dans la Cordillera Oriental . Quelques venues volcaniques s'obser¬
vent aux environs de Lq Argentina: filons de laves chimiquement tres ré¬
sistantes, compactes, semblables a celles des coulées des environs de S.
Agustín, coulées visqueuses, en pente d'une dizaine de degrés, incisées sur
une cinquantaine de metres d'épaisseur par le Rio La Plata, visibles en deux
points de sa rive gauche.

Ces gneiss se continuent le long du Rio Páez, de part et d'autre de


sa gorge en aval de R. Negro. Ils contiennent des enclaves d'un matériel
beaucoup plus quartzeux, passant a des leptynites. Peu fissurées, tres ré¬
sistantessura les
saillie l'altérütion,
versants. ces enclaves donnent des pointements rocheux en

b) Dans la région d’Inza, la nature du substratum change sur la rive


droite dû R. Páez. On y trouve des schistes métamorphiques, lardés de
veines de quartz. Ils forment le substratum des formations volcaniques, tan¬
dis que, sur la rive gauche, les gneiss se continuent. Entre la Q. de Topa
44 J. TFJCART, J. TRAUTMANN

et le R. Negro, les gneiss dominent les schistes, qui se poursuivent loin vers
l'Ouest le long de la route Inza-Popayan . Les gneiss réapparaissent en face.
de Belalcazar, formant saillie sous les accumulations volcaniques devenues
moins d'eau.
cours épaisses aux abords du R. Moras avant de disparaitre au N de ce

Les formations volcaniques des environs d'Inza se sont donc ac¬


cumulées dans une dépression tectonique formant une sorte d'ensellement.
dans la Cordillera Central. Elles se composent d'empilements de laves, en
épaisses coulées tabulaires, atteignant plusieurs centaines de metres
d'épaisseur, généralement affectées par des prismations géantes indiquant;
un
récentes,
refroidissement
ont fossilisé
tres les
lent,
fonds
qui de
forment
vallées.
des Elles
mesas.
coiffent
D'autres
des alluvions
coulées, plus
tor¬
rentielles et, parfois, des dépôts de lahar, comme le long du cours inférieur
de la Q. de S. Andres. Les épaisses coulées a prismations géantes ont'
débordé sur le socle gneissique élevé en face de Belalcazar. On trouve-
aussi des ruines de volcans, avec des couches de laves plus mince a fort
pendage (souvent 6 O9 et plus) qui donnent des cretes monoclinales, par
exemple aux environs de Pedernal. Enfin, il s'y ajoute encore des produits
pyroclastiques, lapillis recouverts de coulées au S du R. Ovejas, pres du
pont de la route d'Inza, cendres dans la partie occidentale du bassin, le
long de la montée su!r le páramo. Ces cendres recouvrent des coulées
massives sur lesquelles les cours d'eau dévalent en cascades. A la limite
du bassin, le Cerro Pan de Azúcar semble etre un dome de laves visqueuses.

c) Aux environs d'Irlanda, en amont de Téez, sur le haut Rio Páez,


les matériaux volcaniques réapparaissent, d'abord sous la forme de puissan¬
tes coulées ■ ayant fossilisé des vallées entaillées dans les gneiss . Celle
d'entre elles qui s'avance le plus loin se trouve sur la rive gauche du R.
Páez. Une partie des eaux d'un affluent qui la dévalent en cascade ont été
captées pour faire fonctionner une petite centrale électrique. Ces coulées
font partie du piémont du Nevado del Huila. Elles se multiplient en amont
d'Irlanda et masquent rapidement le substratum. Leur base se trouve en
dessous du fond de la vallée. Sur la rive gauche, au droit d'Irlanda, on
observe une autre coulée, bien stratifiée. Les affleurements de gneiss dispa¬
raissent totalement environ 5 km. en amont du village. Nous n'avons vu,
le long de la route en construction entre Manda et la Punta, aucun affleure¬
ment de pyroclastique, seulement des laves, tres siliceuses, coupantes, ver¬
dâtres, tres résistantes a l'altération. La foret ombrophile d'altitude s'ag-
gripe directement dans la roche, souvent sans aucun sol.

Actuellement, dans toutes les montagnes entourant le bassin du haut


Magdalena régnent des conditions de phytostabilité, d'autant plus poussées
que l'on monte
d'Manda, les blocs
davantage
saillants
et de
quelaves
le climat
torrentielles
devient holocenes
plus humide
sont. En
colonisés
amont

successivement par des lichens et des mousses, puis des herbes, enfin par
des arbrisseaux, exactement comme les tranchées de la route Inza-Popayan.,
vers 2.800 m. d'altitude . Sur les roches volcaniques tres résistantes du Nevado
>
L'EVOLUTION GEOMORPHOLOGIQUE DU HAUT MAGDALENA 45

del Huila, de temps a autre, des éboulements affectent une pellicule de roches'
catrisation
démanteléesestpar
tresles
rapide.
racines
Lesetphotographies
la foret qui la
aériennes
recouvre.
montrent,
Mais ladans
phytoci-
une

foret
assez pratiquement
nombreux, comme
vierge, dans
sur lela haut
selvaR.nublada
Simbola,desdesenvirons
coups de cuillère
Mérida
(Venezuela), comme sur le versant amazonien des Andes péruviennes ou
en Nouvelle Guinée. Mais peu d'entre eux sont connectés aux talwegs et
généralement,
d'eau. Sur le ils
hautnePáez,
fournissent
les eaux
guere
sontdeclaires
chargeetsolide
de teinte
grossière
brune,aux
colorées
cours
par les composés ferro-organiques . De temps a autre, une crue violente
provoque l'arrachage d'arbres sur les berges et la mise en marche de galets
et de blocs. Les conditions sont idéales pour l'installation de centrales hy-

radiques,
droélectriqques.
morphogénique,
a tres a
Surécoulement
faiblelescharge
montagnes
solide
hypodermique,
grossière
gneissiques,
eta prédominance
régné
coups ledememe
cuillère
de système
fluxspo¬
de

court
produits
autant
en solution.
que l'humidité
L'intense
des fragmentation
climats d'altitude
tectonique
. de la roche y con-

2? Les compartiments relativement affaissés de la partie centrale:

Entre la Cordillera Central, la Cordillera Oriental et les montagnes


séparant le Haut Magdalena du Putumayo s'étend une marquetterie de
blocs inégalement soulevés, mais toujours déprimés par rapport aux bordu¬
res du bassin. Le Haut Magdalena résulte de cette disposition tectonique.
Les principales unités sont les suivantes:

a) La Serranía de las Minas:

A l'E d'une ligne La Argentina-Salado Blanco, elle est formée par un


noyau métamorphique, dans lequel les gneiss prédominent, sur lequel vien¬
nent se plaquer des formations sédimentaires . Aux environs de Salado Blan¬
co s'observent des formations sédimentaires pellitiques bien stratifiées, dont
les pendages varient considérablement. Près de la bifurcation des routes
de Salado
riere a environ
Blanco
3 km
et d'Oporapa,
de Salado Blanco,
ils atteignent
sur la 60
route
- 70?.de Dans
la Cabaña,
une petite
environ
car-
5“ seulement. Cela dénote des failles rapprochées, séparant des lanières
basculées sous un effet d'extension aux abords du Magdalena dont la rive
occidentale est sédimentaire et la rive orientale gneissique. Dans la car-
46 J. TRICART. J. TRAUTMANN

riere a environ 3 km de Salado Blanco, alternent des couches de 10 cm


environ d'épaisseur de pélites gréseuses et de chailles noires. Le contact
entre chailles et pélites est graduel . Les gels de silice qui ont donné nais¬
sance aux lits de chailles sont probablement d'origine volcanique.
Sur la route de la Cabaña, plus loin de Salado Blanco, affleurent
des conglomérats mal cimentés dans lesquels on trouve d'assez nombreux
petits galets formés par les chailles que nous venons de signaler, Ils sont
donc postérieurs a la série pélitique. Eux aussi sont fortement basculés.
On retrouve ces conglomérats dans la gorge du Magdalena en aval du con¬
fluent du R. Timaná, puis dans la dépression située au N de Tarqui, ou
coule la Q. Lagunilla. Plus près de la Cabaña, affleurent des argiles rou
geatres, de teinte intermédiaire entre le rouge brique et le lie de vin, dans
lesquelles se développent foirages et coulées boueuses quaternaires . Elles
nent
sont la
recouvertes
vallée du par
R. Bordones.
de vastes Leurs
coulées
entablements
volcaniques
bordiers
tabulaires,
sont échancrés
qui domi¬
de niches de foirage anciennes qui se sont formées grace aux argiles sous-
jacentes. Tout cela confirme une disposition tectonique en gradins de fail¬
les, plombées par les coulées volcaniques qui semblent du meme age que
celle des environs d'Isnos-S. Agustin.

Vers l'Est, le long de la route Pital-La Plata, la Serranía de las Mi¬


nas est formée dans sa partie axiale de schistes sédimentaires noirâtres,
Tnîs en place dans un milieu réducteur, formés de lits pelliculaires, dans
lesquels s'intercalent, a divers niveaux, des bancs de gres quartzitique fin.
L'ensemble est traversé par des filons de quartz, mais n'est pas métamor-
phisé. Dans la région culminante persistent des topographies émoussées,
jalonnées par des restes d'argile d'altération rougeâtre, qui ont persisté
malgré
NW du unmassif,
important
affleurent
nettoyage
les argiles
quaternaire
rougeâtres
par laque
solifluxion.
nous avons
Sur trouvées
le flanc

près
des coulées
de la Cabaña.
boueuses,
Elles
dont
ontcertaines
été intensément
viennent affectées,
s'interstratifier
au Quaternaire,
dans les deux
par
niveaux de cones-terrasses les plus récents. Le contact entre les schistes
noirs et les argiles rougeâtres semblent se fake par faille. En amont de La
Plata, les argiles rougeâtres disparaissent, laissant la place aux gneiss. Sur
le flanc SE de la Serranía, on les retrouve aux envkons de Pital, juxtapo¬
sées aux schistes nokatres, probablement aussi par faille.

b) La dépression de Timanâ-Agrado:

En amont de Timaná, les argiles rougeâtres occupent un petit fossé


d'effondrement
occupé par les enserré
argiles, dans
le long
lesdugneiss.
R. Timaná
Il 'épanouit
jusqu'aux
vers
abords
le Nord,
de son
toujours
con¬

fluent
dans une
trouve dans
au bord
gorge
le deMagdalena.
incisant
la bande
lesaffaissée,
Le dernier
conglomérats
a l'Ekilometre
et
décrits
Elias, du
plus
a TW.
cours
haut.
Immédiatement
d'eau
Naranjal
s'établit
sea

TW d'Elias affleurent des schistes métamorphiques, puis le gneiss du ver¬


sant de la profonde entaillé dii Magdalena . Cette disposition semble bien
indiquer, ici encore, un système de failles.
L'EVOLUTION GEOMORPHOLOGIQUE DU! HAUT MAGDALENA 47

Plus au Nord, le long de la route Garzón-Agrado-Pital, on rencontre,


sur les bords de la dépression, des formations plus anciennes, notamment
les argiles rougeâtres a conglomérats plus ou moins cimentés, bien déve¬
loppées entre Tarqui et Pital ou elles sont onduléees et faillées, avec un mo¬
delé de dissection vigoureux, riche en monoclïnaux plus ou moins nets en
fonction des contrastes lithologiques . A l'E., contre les gneiss, se rencon¬
trent des lanières basculées ou les gres donnent des monoclinaux bien des¬
sinés des les environs d'Altamira. Leur front est face a TW, ce qui indi¬
que failles
de une disposition
dans un mouvement
antithétique, d'extension.
avec mouvement
C'est un
de rotation,
indice endonc
faveur
de jeu
de
l'existence d'un fossé d'effondrement . Les changements fréquents de fa¬
cies dans les formations détritiques, les discordances dans la série, le plom¬
bage des formations sédimentaires par d'épaisses accumulations quaternai¬
res de lahars rendent l'étude de la tectonique difficile.

Dans la partie centrale, la plus déprimée, la dépression qui s'étend


des abords du Magdalena aux environs d' Agrado montre des formations
tabulaires disséquées en buttes entre lesquelles s'étalent des alluvions qua¬
ternaires . La faiblesse des pendages contraste avec les inclinaisons de 20-
309 qui dominent dans les lanières situées plus a l'E. Il s'agit de couches
de tufs, en bancs épais, de 5-10 m, tres peu fissurés. C'est ce qui leur
permet de formes des corniches abruptes malgré la faible résistance méca¬
nique de laduroche,
nulométrie matériel
aisément
va descassée
limonsaufins
premier
au sable
coupfin.
de La
marteau.
sédimentation
La gra¬
est de type hydrovolcanique . Elle semble avoir fonctionné dans une région
subsidente, palustre ou lacustre, probablement vers la fin du Pliocene.

c) Le bassin du Yaguará:

C'est encore une région affaissée, encadrée par les gneiss. Elle est
occupée
tres contenant
par des
desformations
lentilles dedétritiques,
conglomérats
notamment
mal consolidés
par des etargiles
des bancs
rougeâ¬
de
gres, bien développées aux environs de Tesalia et de Pacarni. Cette litho¬
logie a favorisé le développement d'importantes coulées boueuses a diver¬
ses époques du Quaternaire. Des séries plus gréseuses, plus récentes, don¬
nent des fronts de monoclinaux majestueux, notamment au SE de Pacarni, de
Teruel et aux environs de Palermo. Les couches sont ondulées en plis de
couverture, souvent cassés. Il semble que le matelassage sédimentaire du
socle gneissique soit assez épais dans cette région, a en juger par le style
tectonique. Ces monoclinaux gréseux se poursuivent le long de la rive oc¬
cidentale du Magdalena jusqu'aux abords du R. Pdez.
Dans cette région plus seche, la phytostabilité est moindre. Le déca¬
page généralisé engendre des sols minces, souvent tronqués sur les pentes,
s'épaississant en colluvions a leur pied. Les griffures sont fréquentes. Les
icoups
aides . de cuillère se font plus nombreux dans les tetes d'incisions en pentes

Dans l'ensemble, la disposition du réseau hydrographique est étroite-


48 I. TRICART, J. TRAUTMANN

ment calquée sur la tectonique. Le haut bassin du Magdalena; correspond


a une région de moindre soulèvement dans le cadre de l'orogénese récente
et qui, auparavant, a été soumise, en partie, a un affaissement que a per¬
mis
partie
la des
miseentailles
en place se de
localise
formations
le long
détritiques
de cassures.
et hydro
Tel est
volcaniques.
le cas de Une
l'a¬

les
lignement
mettantR.enLacontact
Plata-R.
le Páez
sédimentaire
au NE dede La
la Argentina,
Serranía decalqué
las Minas
sur leset fail
les
gneiss de la Cordillera Central et le long desquelles se sont produites les
quelques venues volcaniques situées le long de la vallée au NE de La Ar¬
gentina. Il en est de meme du Magdalena aux environs de Salado Blanco
et, peut-etre, du R. Suaza. Les incisions ont peu mordu dans les blocs
soulevés qui forment les lignes de partage des eaux, ce qui confirme le
caractère relativement récent des sollicitations tectoniques car les gneiss,
tres fissurés, sont facilement incisés par les cours d'eau. La seule excep¬
tion est constituée par les R. Páez et Negro, qui font partie du systems ray¬
onnant du Nevado del Huila. Leur disposition témoigne de l'ancienneté de
ce volcan et de la persistance, sur une longue période, de ses manifesta¬
tions. C'est d'ailleurs ce que confirme l'étude du Quaternaire.

B — LES FORMATIONS QUATERNAIRES: INFLUENCES COMBINEES DES


OSCILLATIONS CLIMATIQUES ET DU VOLCANISME:

La disposition tectonique générale dont nous venons dé' voir les ca¬
racteres a favorisé la mise en place et la conservation des accumulations
détritiques quaternaires, qu'elles soient dues a des oscillations climatiques
ou nourries par le remanienent de produits volcaniques.

Nous présenterons d'abord une vue d'ensemble sur la succession des


formations et des étapes morphogéniques, puis nous montrerons la place
qu'elles occupent dans la région étudiée.

1? Les étapes morphogéniques:

Nous partirons de la région de S. Agustin-Isnos, qui offre de bonnes


conditions
lations. d'observation et une série particulièrement complete d'accumu¬
L'EVOLUTION GEOMORPHOLOGIQUE DU HAUT MAGDALENA 49

a) La succession, des environs de S. Agustin-Isnos:


Les routes de S. Agustin a S. losé de Isnos et de S. Agustin a Oban-
do offrent une série de coupes propres aisées a mettre en rapport avec les
formes du relief et, de sur croit, particulièrement completes. C'est d'elles que
nous partirons polir établir la succesion des étapes de la morphogénese
quaternaire.

Le long de ces deux routes, il apparait qu'une dissection profonde


(plus de 200 m) dans les gneiss, a été fossilisée par les coulées de laves
naires
tabulaires
entaillées
avant ensuite
la mise etentransformées
place d'une en
série
terrasses.
de nappes
Lors alluviales
de cette incision
quater¬
récente, la cote atteinte par le Magdalena reste inférieure a celle de la base
des coulées volcaniques. Ce sont les laves qui forment le fond du lit au
magdalena a l'Estrecho et le pont d'Isnos est fondé' sur elles.

Toute de
La S.
succession
José de Isnos:
des nappes quaternaires est la suivante le long de la

— Tout au sommet de la grande descente qui descend au pont, s'ob¬


serve, en contre-bas des gneiss recouverts de cendres, a au moins 300 m
au dessus du Magdalena, une topographie peu accidentée, légèrement en¬
taillée par la Q. Moniño. Elle est matelassée de cendres offrant divers de¬
grés d'altération, difficiles a étudier faute de coupes assez profondes . Le
substratum de ces cendres, qui apparait lorsque la route amorce sa des¬
cente, est une accumulation détritique grossière, fortement altérée. Nous la
désignerons par le symbole QIV. On arrive a y reconnaître des galets mo¬
yens et petits. Les plus gros éléments sont des blocs ne dépassant pas 1
m de grand axe, assez rares d'ailleurs. Cette nappe est tres nettement moins
grossière que certaines qui lui sont postérieures. Cela se comprend aisé¬
moins
ment, car
encaissée.
elle s'est mise en place dans une vallée nettement plus large et

L'altération de QIV est tres intense, rendant tres difficile l'identifica¬


tion des roches qui forment les galets et, meme, l'observation des galets
eux-memes. Elle affecte le matériel sur plus de 10 m d'épaisseur. Encore
faut-il faire remarquer que le sommet de la coupe ne correspond pas a ce¬
lui
disséquée
de l'accumulation,
dans le remblaiement.
maïs a la partie
Il ya supérieure
peu d'espoir
du d'identifier
versant d'une
cettecroupe
accu¬
mulation la ou il n'y a pas de bonnes coupes profondes.

Cette altération a engendré une argile de couleur rouge briaue, sem¬


blant ferrallitique qui atteint plusieurs metres d'épaisseur malgré le déca¬
page ultérieur. On n'y observe plus que de rares noyaux de roches tres
résistantes, formés par la partie centrale de gros galets. Vers le bas, on
arrive a discerner plus fréquemment le contour de galets dont la plus gran¬
de partie a été réduite a l'état d'argile ou de matériel pulvérulent limoneux
montrant des traces de cortex successifs de 5-10 mm d'épaisseur chacun,
■typiques d'une altération en "pelure d'oignon". Vers 4-5 m sous l'argile
50 J. TRICART, I. TBAUTMANN

rouge-brique apparaissent quelques noyaux identifiables de dolérite, consti¬


tués par le coeur de petits blocs. Les autres roches sont entièrement pour¬

ries
tourés
seur,
chacune
etformée
impossibles
d'une
. enveloppe
de pelures
a identifier.
d'altération
d oignon
Danssuccessives
leocre-jaune
meilleurdedes
de5 cas,
mm
10 cm
ces
environ
environ
noyaux
d'épaisseur
sont
d'épais¬
en¬

— Une cinquantaine de metres en contre-bas, apparait un niveau de


croupes aplanies sur la rive droite et, sur la rive gauche, une terrasse assez
nette, que nous désignerons par le symbole QUI. le remblaiement descend
tres bas, jusqu'au fit actuel, et forme des placages, disséqués en croupes a
ires forte pente, mais néanmoins cultivés, contre la tranche des coulées vol¬
caniques tabulaires. Cette nappe fossilise donc une entaille profonde et
abrupte du Magdalena, dont le fond était plus bas que le fit actuel.

Le matériel est nettement plus grossier que celui de QIV ce qui s'ex¬
plique fort bien étant donné la vigueur de la dissection qu'il a fossilisée.
Mais cette granulométrie se maintient jusqu'au sommet du remblaiement,
mis en place dans une topographie peu différente de celle de QIV. Il faut
donc chercher une explication a cette différence dans le système morpho¬
génique. Les blocs de plusieurs metres de long sont nombreux dans QUI.
Autre différence: le matériel est sensiblement moins altéré, ce qui ex¬
plique la persistance du modelé d'accumulation, la disposition en terrasse
aisément reconnaissable. L'altération est sélective. Les gneiss sont affectés
par la désagrégation granulaire, mais les roches volcaniques restent cohé¬
rentes . L'argilification est faible . L'altération ne pénétré qu'a quelques metres
de profondeur et ne donne pas une rebéfaction nette comme dans QIV.
Enfin, les cendres remaniées sont abondantes dans la matrice . Elles
forment meme, par endroits quelques lentilles dans les alluvions.

Il apparait donc que la mire en place de QIÏÏ a coïncidé avec des


manifestations volcaniques. Des chutes de cendres ont accru la quantité
de matériel disponible. Endommageant la couverture végétale, elles ont
probablement favorisé la prise en charge de matériel sur les versants. Elles
ne semblent toutefois pas capables d'expliquer, a elles seules, la genese
d'une accumulation aussi puissante et la fossilisation presque totale de
l'entaille profonde qui a suivi la mise en place de QIV. Des déformations
tectoniques sont probables: elles auraient peut-etre déclenché les manifes¬
tations volcaniques. La grossièreté des matériaux, l'abondance des galets
et des blocs de gneiss sont a mettre au compte d'une oscilation climatique
ayant accru la torrentialité des écoulements et, probablement, interrompu
les conditions
l'incision antérieure.
de phytostabilité qui régnaient vraisemblablement lors de

— Le remblaiement suivant (QII) se subdivise en deux niveaux de


terrasses présentant entre eux une dénivellation d'une trentaine de metres.
Des traces d'épisodes mineurs d'incision et de remblaiement s'observent dé
surcroît dans le niveau supérieur (Qn b). Celui-ci est couvert de cendres .
L'EVOLUTION GEOMORPHOLOGIQUE DU1 HAUT MAGDALENA SE

On peut penser que ce sont des variations dans l'abondace des chutes de
cendres qui ont déclenché ces alternances d'incisions et de remblaiements.
Le matériel de la nappe QII est moins grossier que celui de QUI. Lee
gros blocs y sont rares. Mais les petits blocs et les gros galets y abondent.
Au total, il semble que QII soit plus grossier que QïV.
L'altération est peu poussée. Elle se traduit surtout par une mobili¬
sation de l'oxyde de fer, qui donne une teinte jaunâtre a la matrice et quL
iorme des enduits de teinte rouille-orangée sur les galets. Les gneiss sont
devenus fragiles et se cassent facilement au marteau.
Comme lors du dépôt de QIII des manifestations volcaniques se sont
produites pendant que QII se mettait en place.
— Une derniere nappe (QI) donne une basse terrasse a l'aval du pont
d'Isnos, sur la rive gauche. Son altitude relative est de 4 m. environ. Son
matériel, caillouteux, est frais.
Aux nappes alluviales QUI, QII et QI viennent se raccorder dés cones
au débouché des affluents. Leur pente longitudinale est forte, ce qui met
en évidence l'engorgement de la vallée du Magdalena sous les apports
latéraux. Cette forte pente est particulièrement caractéristique des cones QII
qui sont d'ailleurs les plus développés et les mieux conservés.

b) Données complémentaires;

D'autres coupes fournissent des précisions complémentaires, tout en:


confirmant la succession observée dans la vallée du Magdalena aux abords
du pont d'Isnos.
La route de S. Agustin a Obando, passant par l'Estrecho, montre le1
remblaiement QIII venant recouvrir sur une dizaine de mettres d'épaisseur
les coulée de laves tabulaires. Sur la nappe alluviale s'observe une cou¬
verture de cinérites de 5-6 m. d'épaisseur. La plupart d'entre elles sont
altérées en rouge-orangé passant a une teinte brique sur les 1-2 m supé¬
rieurs. Localement, des cinérites plus récentes, altérées en marron, se super¬
posent a elles. Les alluvions .~ont tres grossières et offrent le meme type
d'altération que vers le pont d'Isnos. Des cendres remaniées s'intercalent
dans le remblaiement, sous la forme de bancs de 1-2 m. d'épaisseur. Le'
remblaiement fossilise, ici aussi, un versant abrupt dans les coulées tabu¬
laires. Il descend au moins jusqu'au sommet de QII qui cache sa partie
Inférieure,
est d'une centaine
environ de
30 metres
m. au audessus
moins.
du fleuve. L'épaisseur visible de QIU

A peu de distance, dans la Q. Culebrilla, au pont de la petite route


de la Pradera,
abondance de on
cendres
observe
remaniées.
aussi QIII avec des blocs de 1-3 m. et une grande

Près de l'Estrecho, QII est recouvert par 5-6 m. de cendres remaniées,


lavées, tres grossières. Des lits de cendres remaniées s'observent aussi dans
32 J. TRICART, J. TRAUTMANN

la masse du remblaiement. Celui-ci monte a environ une cinquantaine de


.metres au dessus du lit du Magdalena.

Dans la vallée du R . Guarapos, en amont de Pitalito, on observe aussi


la subdivision en deux de la nappe QII. Celle-ci est formée presque unique¬
ment par des cendres remaniées. Les collines gneissiques de la rive gauche
ont été complètement nettoyées des cendres, qui ne forment plus que des
•concavités colluviàles et de petits cones de déjection a leur pied. En con¬
-remaniées
trebas, la . nappe QI est également formée essentiellement de cendres

Ces diverses coupes confirment donc l'importance des chutes de cen¬


dres pendant le Quaternaire. La part des cendres dans les diverses nappes
alluviales varie d'une région a l'autre mais est toujour notable. Par ailleurs,
la subdivision de QII en deux niveax est générale dans cette région.

Examinons maintenant comment ces diverses étapes morphogéniques


se manifestent
le modelé des dans
vallées.
l'ensemble de la région et quelle est leur influence sur

2° Le Quaternaire dans le haut bassin du Magdalena:

Nous allons maintenant relater nos observations dans les diverses par
lies du haut-bassin du Magdalena, puis en tirer une vision d'ensemble.

a) Valle du Magdalena en amont du confluent du R. Timaná:

Les caractéristiques des environs de S . Agustin se maintiennent tres


¿clairement vers l'aval. Une énorme entaille, souvent guidée par la tectoni¬
que, s'est produite avant la mise en place de QUI puis a été suivie d'un
remblaiement considérable qui l'a fossilisée.

Tout le long de la route Pitalito-S. Agustin, s'observent d'importants


restes des remblaiements QUI, QII et QI. Le temps nous a manqué pour
chercher les traces de QIV, difficile a identifier. Le plus souvent, il s'agit
principalement de cones-terrasses au débouché des affluents, qui viennent
se fondre dans les apports longitudinaux du Magdalena. La route utilise
le plus souvent les terrasses QII et QI. En général, QIII donne des collines
-aux flancs raides, fortement convexes, et au sommet aplani. Dans les trois
nappes alluviales, les cendres remaniées et les arenes fournies par le gneiss
redeviennent
désagrégé dominent.
abondantes
Les vers
cendres
le R.
se raréfient
Guachicas.
d'abord
Ceci en
confirme
aval d'Isnos
l'existence
puis
d'un important centre d'émission de cendres au Sud de Pitalito. Le R.
Guachicas a accumulé de grands cones QII b et QII a au milieu de buttes
formées par QUI-
L'EVOLUTION GEOMORPHOLOGIQUE DU HAUT MAGDALENA 53

Le bassin de Pitalito occupe probablement une aire affaissée au mi¬


lieu de compartiments genissiques soulevés. De toutes manieres, de gran¬
des quantités de matériel détritique, essentiellement formé de cendres re
maniées, s'y sont accumulées au Quaternaire. Les nappes QII b, QII a et QI
du R. Guarapos sont formées de cendres remaniées avec quelques trainées
de galets et sont mélangées d'un peu d'arenes remaniées. La ville de Pita¬
lito est construite sur une échine de QII b dominant de quelques metres la
nappe QII a dans laquelle QI est emboîté, formant d'étroits rubans le long
des cours d'eau. Venant du Sud, les cendres remaniées sont de plus en
plus fines vers le Nord et deviennent argileuses dans le Nord du bassin,
ou apparaissent des étendues marécageuses.
Le long de la route Pitalito-Salado Blanco, apparaissent des cones de
déjection issus des montagnes granitiques bordant le bassin. Ils sont formés
surtout par des matériaux gneissiques dans lesquels les blocs métriques
abondent. QUI est a l'état de restes assez exigus, fortement disséqués grace
a son altération. Par contre, QII est bien développé et forme de beaux
eones-terrasses, dans lesquels est emboité QI. Les cones QI sont moins
grossiers et moins étêndus. Mais, vers le Nord, en s'approchant de la vallée
du Magdalena, un remblaiement issu de ce fleuve prend de plus en plus
d'importance. Sa pente générale est perpendiculaire a celle des cones lo¬
caux. Il devient de plus en plus fin vers le Sud. Au bord de la vallée du
Magdalena, il atteint au moins 1500 m. d'altitude, soit 400 m. d'altitude re¬
lative . En cet endroit, les blocs métriques y sont nombreux . On y reconnaît
aussi des cendrés remaniées. Le type d'altération est caractéristique de QUI.

Il apparaît donc qu'au Quaternaire ancien, le bassin de Pitalito s'est


probablement affaissé et a fonctionné comme une trappe a sédiments pen¬
dant la période de mise en place de QUI. Une diffluence du Magdalena a
contribué a l'alimenter en débris. Mais la mise en place de cones de dé¬
jection locaux au pied des montagnes gneissiques non affectées par les
pluies de cendres montre que le remblaiement QUI n'est cas seulement du
aux manifestations volcaniques, que son origine est aussi et, probablement
principalement, climatique. Il en est de meme des remplaiements posté¬
rieurs, QII et QI. L'influence tectonique fait que, dans le bassin de Pitalito,
QII se superpose probablement a QUI que nous n'avons pu observer que sur
la bordure Nord du bassin, près du Magdalena.

La vallée du Magdalena aux abords de Salado Blanco confirme tout


a fait les observations faites aux environs du pont d'Isnos et de S. Agus¬
tín. La route de Salado Blanco puis celle de la Cabaña offrent une série
de coupes extrêmement utiles. Elles permettent de se rendre compte de
l'importance énorme du remblaiement QIII. Le pont sur le Magdalena est a
environ 1080 m d'altitude. Or, dans le village meme de Salado Blanco, une
carrière est ouverte pour extraire des matériaux d'empierrement. On y ob¬
serve des alluvions tres grossières du Magdalena, a 1560 m environ d'al¬
titude, qui appartiennent a QUI. La meme nappe alluviale forme encore un
lambeau dans la petite carrière située a 3,2 km du village sur la route de
la Cabaña . Elles y culminent, en formant un sommet de croupe, a environ
54 J. TRICART, I. TRAUTMANN

1580 m. Des restes de QUI s'observent sur une grande partie du versant gau¬
che du Magdalena, entre Salado Blanco et le pont. Ils tapissent la surfa¬
ce structurale d'une coulée particulièrement massive au NE et un peu en
contre-bas du village. Cette surface structurale a été en grande partie ex¬
humée de QUI. Plus bas, cette nappe a souvent fossilisé des corniches de la¬
ves, qui l'ont alimentée en blocs éboulés . Sur la rive droite, les coupes de
la route montrent QIII presque sans discontinuité depuis 1480 m env. d'alti¬
tude jusqu'au sommet de QII qui est au moins partiellement emboité dans
QUI exactement comme aux environs du pont d'Isnos et a l'Estrecho. Le rem¬
blaiement QII est dédoublé, ici aussi. Qllb se trouve a environ 40 m au
dessus du Magdalena. L'épaisseur de QUI est donc au moins de 450 m,
compte tenu des erreurs possibles de l'altimetre.

Ici aussi, des cendres remaniées forment une partie de QII. La nap¬
pe QI se place a environ 5 m d'altitude relative. Elle n'existe plus guere
que sur les rives convexes des sinuosités, la vallée étant trop étroite pour
avoir permis qu'elle se conserve bien.

b) Vallée du Rio Suaza:

Les pluies de cendres ont affecté essentiellement la partie amont de


la vallée.
moins remaniés
L'engorgement
s'àccroit de
donc
la de
vallée
l'aval
sousvers
les l'amont.
produits volcaniques plus ou

Sur la rive gauche du Suaza, les gneiss ont été recouverts autrefois
par une formation a dragées de quartz et a petits galets, de moins de 5 cm,
de chailles noires, semblables a ceux des conglomérats que nous avons
décrits dans la premiere partie. Résistants a l'altération, ces matériaux ont
été repris dans les formations hydrovolcaniques quaternaires, principale¬
ment dans QIII. Ceci semble indiquer que le soulèvement du compartiment
gneissique séparant le Suaza du Timaná e:t relativement récent.

Dans toute la vallée du Suaza, s'observe un grand développement de


QUI. Il n'a rien d'étonnant, compte tenu de ce que nous avons observé le
long du Magdalena. Il monte a une centaine de metres au dessus du cours
d'eau. Le plus souvent, il s'agit de connes-terrasses au débouché des af¬
fluents. Dans certains cas, de fort beaux glacis s'appuyent sur le pied des
versants. Dans la petite vallée affluente du R. Gallardo, QUI est aussi tres
développé, sous la forme de cones. Partout, il contient beaucoup de cen¬
dres et offre les altérations caractéristiques. Il est souvent recouvert de ci-
nérites plus récentes, non rubéfiées.

L'ennoyage par QUI se manifieste aussi dans la Q. Pescado, en des¬


sous de S. Antonio. Il a affecté un alvéole sculpté dans les gneiss, celui
de Potrerillos,
tres mal drainé.partiellement
L'incision du
ennoyé
remblaiement
par des matériaux
de l'alvéole
finsdeet Potrerillos
actuellement
est
rendue difficile par la granulométrie tres grossière des matériaux de meme
age qui se rencontrent, en aval, le long de la Q. Aguacero. Cette granu¬
lométrie bloque l'incision régressive en provoquant la formation de pavages.
L’EVOLUTION GEOMORPHOLOGIQUE DU HAUT MAGDALENA 55

Dans la vallée du R . Suaza et dans celles de ses affluents, on ob¬


serve aussi un bon développement des deux accumulations QII et QI princi¬
palement sous la forme de cones -terrasses.

c) La vallée du Magdalena entre Altamira et Garzón:

Les gorges du confluent du Timaná et du Magdalena interrompent


les terrasses. Celles ci reprennent vers Tarqui et Altamira. Quelques as¬
pects nouveaux s'y manifestent.

Sur le bord de l'aire affaissée, autour d'Altamira, les remblaiements


sont bien développés. Les coupes de la route de Garzón a Pitalito mon¬
trent un important développement de QUI dont les faciès sont tres variés.
On y trouve des cones locaux dans lesquels se mélangent les arenes re¬
maniées et les cendres reprises, par exemple aux abords de l'embranche¬
ment de la route de Tarqui. Les apports du Magdalena sont assez gros¬
siers, riches en gros galets, parfois en blocs. Mais ils sont largement éta¬
lés, a la différence de ce que nous avons décrit en amont. Cela s'explique
par la tectonique et se traduit par une nette diminution du calibre des ma¬
tériaux. Des dépôts de lahars s'y interstratifient. La coupe de la route si¬
tuée environ 3 km au N d'Altamira en offre un excellent exemple.
Ces dépôts de lahar ne sont pas stratifiés et n'offrent aucun triage.
On y rencontre en désordre des blocs métriques, des cailloux de toute tail¬
le et une matrice fine. Les fragment sont anguleux. La matrice est durcie.
Ils donnent un modelé tout a fait caractéristique, avec des croupes aux
flancs convexes, raides, sur lesquels pointent des blocs dégagés de leur ma¬
trice . Ces pentes sont irrégulières et sont interrompues localement par des
abrupts ruiniformes. Le matériau est tres peu perméable et n'est pas fissu¬
ré, ce qui lui donne une bonne résistance. Le décapage y a été important:
les sols sont extrêmement minces sauf sur les concavités au pied des pen¬
tes ou le ils
Souvent, colluvionnement
donnent lieu aleur
unedonne
amorce
uned'inversion
épaisseur de
pouvant
relief. atteindre
Ils restent1 en
m.

saillieancienneté
leur tandis que
. les alluvions encaissantes sont déblayées. Ceci confirme

Les dépôts de lahar sont étendus sur la rive droite du Magdalena


mais se rencontrent aussi sur la rive gauche. Leur maximun d'extension
ce place entre La Jagua et Garzón. Dans tout ce secteur, QUI et les lahars
qui s'y sont interstratifiés descendent tres bas, jusqu'au fond de la vallée. La
nappe QII repose souvent sur la partie inférieure de QIII dans laquelle elle
est complètement emboitée. Cela est moins fréquent pour QI.
A La Jagua, les trois niveaux de terrasses sont extrement nets.
L'aérodrome de Garzón utilise QIII. Les dépôts de lahar y sont prédomi¬
nants et donnent des corniches en amont du village. Le sommet de la ter¬
rasse est environ 25 m au dessus de QII b. Comme dans les régions de Pi¬
talito et S. Agustín, QII est subdivisé en deux niveaux, entre lesquels la
dénivellation est de l'odre de 5 m. Le plus bas d'entre eux, QII a se trouve
56 I. TRICART, J. TRAUTMANN

environ 10 m au dessus de QI dont l'altitude relative est elle-meme de 4


m sur la rive droite. Soulignons que l'altitude relative de ces diverses ter¬
rasses, toute approximative qu'elle soit, est très nettement inférieure a celle
que nous avons relevée en amont, tant a Salado Blanco qu'a Isnos. Ceci
confirme l'hypothese de mouvements quaternaires ayant souvelé la ré¬
gion en amont de Tarqui et affaissé celle-ci.

Sur la rive gauche du Magdalena, en aval de La Jagua et le long


des Q. Lagunilla
sentées. Les chenaux
et Yaguilga,
anastomosés
les nappes
actifs de
QI ces
et QII
affluents
sont tres
sontbien
alimentés
repré¬
par la reprise des matériaux de QI sous l'effet d'un accroissement de la tor-
rentialité du au remplacement de la foret xéromorphe par les pâturages.

d) Le bassin du R. Páez:

La haute vallée du R. Páez, en amont du confluent avec le R. La


Plata, est caractérisée, malgré son étroitesse, par des terrasses fort nettes
et bien conservées. La plus importante d'entre elles porte les villages de
Cohetando et de Ricaurte. Elle commence a la Q. de Tálaga (entre Belal-
cazar et Téez). Son excellente conservation vient de sa nature. Elle est for¬
mée en grande partie par une accumulation de lahar, consolidée, qui don¬
ne des rebords abrupts, voire des corniches rocheuses locales. Les affluents
qui la
vrai dire,
traversent
les entailles
l'incisent
se font
en dans
véritables
la roche
traitsencaissante,
de scies. Le
au plus
contact
souvent,
du ma¬a
tériel de lahar. Tel est le cas a Ricaurte, en amont et en aval du village.
Cette formation de lahar a débouché d'une part de la Q. de Tálaga, d'au¬
tre part du R. Simbola, a en juger, pour ce dernier, d'apres les photogra¬
phies cériennes. On ne retrouve pas ces dépôts dans la vallée du Páez en
amont de Tálaga . Rs seraient donc issus du piémont méridional du Nevado del
Huila. Malheureusement, nous n'avons pu pénétrer dans cette région et les
denses forets qui la couvrent ne permettent guere une photo-interprétation
détaillée .

Cette accumulation provolcanique domine toujours les terrasses QII et


QI souvent bien visibles dans l'entaille ouverte sur sa bordure. Cette dis¬
position est nette aux environs de Cohetando et de Ricautre et au débou¬
ché de la gorge du Páez pres de La Plata. Elle se manifeste aussi au con¬
fluent du R. Ovejas et le long de l'extrémité inférieure de la Q. San An¬
drés. L'abondance des apports du Páez a en effet provoqué le remblaie¬
ment, par les lahars, des quelques kilometres aval de la vallée du R. Ave-
jas. La pente d'un élément de terrasse sur lequel s'installe la route d'Inza
est nettement orientée vers l'amont du R. Ovejas et le matériel s'épanouit
a la maniere d'un cone. Le barrage a forcé, a son tour, l'affluent a accu¬
muler. Mais la pente de ses apports est moindre bien qu'il s'agisse aussi,
dans la partie supérieure de son remblaiement, de matériel de lahar. Une
rupture de pente, en forme de gouttière dissymétrique jalonne le contact
L'EVOLUTION GEOMORPHOLOGIQUE DU HAUT. MAGDALENA 57T

des deux accumulations . Elle a fixé le cours inférieur de la Q . S . Andrés,.


qui incise la une gorge tres resserrée dans ces formations juste avant de?
confluer dans le R. Ovejas. Les matériaux de lahar de la basse vallée du
R. Ovejas sont issus d'une ruine de volcan située au bord du R. Negro,,
juste a TW de Pedregal.

Cette accumulation de lahar occupe le fond de la vallée jusqu'à une-


cote souvent inférieure a celle du lit actuel. Elle plombe, en plusieurs en¬
droits, des alluvions torrentielles. Tel est le cas sur le cours inférieur de la
Q. S. Andrés, le long de la route d'Inza. Autre exemple, plus facile en¬
core a étudier: a environ 22 km de La Plata, le long de la route Belalca-
zar-La Plata. En cet endroit, la coupe de la route, qui borde le R. Páez sur
sa rive droite, entaille des alluvions tres grossières, riches en blocs de 1 m\
bien roulés, lavées, dans lesquelles les roches volcaniques forment environ
la moitié des galets. Les gneiss sont altérés, friables, parfois pourris. Noue-
retrouvons la les altérations typiques de QUE. Vers 6-7 m de haut, appa¬
raissent des lentilles de cendres remaniées, puis le matériel de lahar typi¬
que, épais .

Nous n'avons pas observé de matériel de lahar dans les nappes QIL
et QI qui sont typiquement torrentielles, bien que contenant souvent des
cendres volcaniques aisément identifiables.

Le R. La Plata montre aussi des dépôts quaternaires importants. En.


général, sur la rive droite, prédominent les accumulations de coulées boueu¬
ses jusque vers 15 km en amont de La Plata. Elles viennent se fondre dans.
des cones de déjection et sont souvent retaillées par les eaux qui les ont
façonnées en cones. Cest une conséquence de l'existence d'une bande d'ar¬
giles rougeâtres sur le flanc de cette partie de la Serranía de las Minas. En
amont et sur la rive gauche, au contraire, la plupart des accumulations sont
formées par des cones de déjection au débouché des affluents. Les terras¬
ses édifiées par le R. La Plata lui-meme entre les cones sont assez étroites.
Une fois de plus, nous observons tres nettement ici un ennoyage de la val¬
lée par les apports latéraux. Ceux-ci restent très développés dans le mas¬
sif
du gneissique
conlluent (2dekm
la partie
env.) du
SWR.deMoscopctn,
la Serraníaunderemblaiement
las Minas. UnQIpeu
monte
en aval
ires

loin,celui
est avecdeune
certaines
forte pente
vallées
longitudinale,
des Andesdans
vénézuéliennes,
une vallée affluente.
comme celle
L'aspect
du
Motatán .

Les cones-terrasses des affluents du R . La Plata sont emboités les uns


dans les autres. Ils sont riches en blocs de 1-2 m. L'un d'entre eux, rive gau¬
che, environ 2 km. en aval du R. Moscopctn, nous a montré un QUI caracté¬
ristique dominant de quelques metres seulement le cone QII près du débouché
de la montagne et des épandages QI a la surface de l'extrémité aval du
cone QII. L'étagement des divers niveaux est donc relativement faible. Les
coulées volcaniques de la rive gauche, en aval de La Argentina, qui se
sont mises en place exactement dans la position géomorphologique de QUI
se terminent a une quarantaine de metres seulement au dessus du lit actuel.
£8 J. TRICARI. J, TRAUTMANN

du R. La Plata. Nous sommes bien loin ici de la grande altitude relative


du QUI du pont d'Isnos ou de Salado Blanco. Comme sur le Magdalena au
droit de Garzón, il faut se rappeler que nous sommes ici dans un fos.ré
d'effondrement. Dans quelle mesure n'a t'il pas rejoué au Quaternaire?

En conclusion, faisons ressortir quelques caracteres généraux de


d'évolution géomorphique du haut bassin du Magdalena au Quaternaire:

(1) La configuration générale du bassin est claiiement commandée


par la tectonique. Il s'organise autour d'un ensemble de compartiments re¬
lativement déprimés. Ses limites coincident avec les blocs les plus soulevés,
parfois coiffés de dépôts volcaniques Cette disposition est un argument en
faveurd'étonnant
rien d'une persistance
dans les Andes.
tardive de ces jeux de blocs qui n'a d'ailleurs

(2) Des foyers volcaniques ont fonctionné pendant tout le Quaternaire


dans certaines parties du bassin: Nevado del Huila, région du R. Mazamo¬
rras, Sud de Pitalito. Néammoire un paroxysme coincide en gros avec la
période de mise en place des remblaiements QUI dont la position géomor¬
phologique offre de sérieuses analogies avec le Mindel . Le volcanisme a four¬

ni
s'observent
grande
La
niques.
des
conjonction
produits
part,
La aussi
grossièreté
parqui,
d'un
des
dans
remaniés,
oscillations
paroxysme
les vallées
des alluvions
ontclimatiques
alimenté
volcanique
ou torrentielles
il n'y
lesetremblaiements,
a
non
et pas
d'une1
par
s'explique
de
lesoscillation
manifestations
effets
mais
donc,
du volcanisme.
ces
climatique
pour
derniers
volca¬
une

explique le calibre particulièrement élevé des matériaux formant le rem-


blgitement QIII.
(3) Dans la plus grande partie du bazsin, les épisodes morphogéni¬
ques majeurs sont:

— Un creusement extrêmement profond, ayant atteint et meme pro¬


bablement
de QUI. dépassé les fonds de vallées actuels avant la mise en place

— Un remblaiment QUI extrêmement puissant, ayant largement


fossilisé les vallées étroites, en gorges, incisées par ce creusement.
— Une entaille saccadée, interrompue par les phases de remblaie¬
ment QII et QI qui, depuis QUI, n'a pas encore retrouvé le niveau d'entaille
antérieur a l'accumulation QIII. Lors de cette nouvelle incision, un certain
nombre de surimpositions dans le substratum se sont produites, comme
celle qui donne naissance a l'Estrecho.
— La disposition des diverses nappes alluviales, les modalités de
leur étagement ou de leur emboîtement, l'altitude relative des terrasses
qu'elles donnent, dépendent considérablement des mouvements de compar¬
timents qui se sont poursuivis pendant le Quaternaire. Vers Garzón, l'éta-
gement des terrasses est faible, comme vers La Plata. Ce sont deux régions
particulièrement affaissées. Par contre, vers S. Agustín et vers Salado Blan¬
co, les gorges fossilisées par QIH sont profondes et le sommet du remblaie¬
ment QIII se situe a une altitude relative énorme (500 m. environ a Salado
Blanco).

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