Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
luso-brésilien
Sicard Alain. Sur le poème de César Vallejo : Los Desgraciados. In: Cahiers du monde hispanique et luso-brésilien, n°8, 1967.
Numéro spécial consacré à la deuxième partie du colloque international sur "Littérature et histoire du Pérou " pp. 79-95;
doi : 10.3406/carav.1967.1160
http://www.persee.fr/doc/carav_0008-0152_1967_num_8_1_1160
¿OS DESGRACIADOS
Ya va a venir el día; da
cuerda a tu brazo, búscate debajo
del colchón, vuelve a pararte
en tu cabeza, para andar derecho.
Ya va a venir el día, ponte el saco,
Ya va a venir el día; ten
fuerte en la mano a tu intestino grande, reflexiona,
antes de meditar, pues es horrible
cuando le cae a uno la desgracia
y se le cae a uno a fondo el diente.
80 C. de CARAVELLE
Tout a été dit sur les circonstances dramatiques dans lesquelles fut
écrit ensemble des « Poemas humanos » dont « Los desgraciados »
SUR UN POÈME DE CÉSAR VALLEJO 81
C. DE CARAVELLE 6
82 C. de CARAVELLE
(2) La pensée pure n'est pas seulement impossible. Elle constitue, aux yeux
de Vallejo, une véritable mutilation de la réalité (mutilation qui, si elle est
consciente, prend le nom d'imposture) contre laquelle il met en garde,
notamment dans « Terremoto » (Ed. Losada, p. 8) :
« Hablando de la lefia, callo el fuego ?
Barriendo el suelo, olvido el fósil ?
Razonando,
mi trenza, mi corona de carne ? »
et dans le poème : « Oye a tu masa... » (Ed. Losada, p. 77) :
« Bestia dichosa, piensa;
dios desgraciado, quítate la frente.
luego hablaremos. »
SUR UN POÈME DE CESAR VALLEJO 83
« ... reflexiona,
antes de meditar, ... »
(« antes de » n'ayant pas ici valeur temporelle mais exprimant
l'opposition). Enfin les deux derniers vers vont exposer dans toute
leur nudité les raisons de l'impossibilité d'une pensée désincarnée
« ... pues es horrible
cuando le cae a uno la desgracia
y se le cae a uno a fondo el diente »
le malheur et la faim — le malheur, c'est-à-dire la faim : le
parallélisme des vers est éloquent. Il est à noter que la îfaim est ici
exprimée avec une très grande pudeur
« y se le cae a uno a fondo el diente »
Que fait la dent d'un homme lorsque rien dans sa course ne
l'arrête ? Que fait la dent d'un homme qui n'a — littéralement —
rien à se mettre sous la dent ? Humour sombre de Vallejo, humour
qui est si souvent chez lui l'ultime refuge de la pudeur.
Il faut, avant de lire la troisième strophe, s'attarder sur
l'impératif « reflexiona ». Selon toute évidence, le poète a voulu le détacher,
l'isoler, en faire le centre de toute cette seconde strophe.
C'est que le verbe renferme en lui une énergie que nous verrons
à l'œuvre à la fin de la troisième strophe où elle sous-tendra la
demi-douzaine de verbes que le poète y a accumulée. Ce verbe
« reflexionar » résume déjà toute une attitude en face de la lente
« defunción » provoquée par la faim. A l'orgueilleuse méditation il
faut que le « desgraciado » préfère la réflexion qui d'elle-même
ne part, ni en elle-même ne s'achève. Qu'est-ce à dire, sinon que
le « desgraciado » ne doit pas s'efforcer d'ignorer, escamoter la
réalité de sa « desgracia », mais au contraire en faire le point de
départ et l'aboutissement de toute démarche reflexive ?
« Reflexiona,
antes de meditar. »
Refus de toute méditation qui soit évasion. D'ailleurs une autre
évasion va être, au début de la troisième strophe, condamnée,
l'évasion sentimentale dans la plainte, dans l'apitoiement sur sa
propre condition :
« No tengas pena, que no es de pobres
la pena, el sollozar junto a su tumba »
S'il est légitime, en effet, de tromper sa faim (c'est peut-être le
sens qu'il faut donner au verbe fumar, au cinquième vers de cette
84 C. de CARAVELLE
Ces deux vers présentent une telle difiiculté que nos chances de la
vaincre sont bien minimes. Nous en proposerons, cependant, une
interprétation :
Un homme — un homme qui à force de faim et de malheur, n'est
plus tout à fait lui-même — un homme, à son réveil, se regarde
dans la glace d'une chambre d'hôtel — Ce qu'il y voit est
l'image même de cette aliénation dont il est victime : l'œil étranger
sous le regard duquel l'homme se sent objet — Le miroir devient
œil; il devient l'incarnation traduite par l'indéfini de la 3e personne
« Han abierto » de cette dépossession de soi qu'éprouve le «
desgraciado ». L'hallucination a opéré une sorte d'échange entre l'œil et
le miroir; or c'est cet échange qui obscurcit le sens de ces deux vers
dont la version objective serait, croyons-nous :
(5) Notre hypothèse s'est vue confirmée par une lettre de notre ami Saúl
Yurkievich (auteur de l'excellente « Valoración de Vallejo » Universidad Nacional
del Nordeste, 1958) qui, consulté sur ces deux vers, aboutit par des voies
différentes à une interprétation voisine de la nôtre : « Han abierto en el hotel un
ojo » : lo desconcertante de este verso es el singular de ojo; si dijese « los
ojos », el sentido sería directo, claro, unívoco. Pero este solo lo torna
inusitado, ambiguo. Nos revela un mecanismo frecuente en la poesía de Vallejo : el
enrarecimiento de la expresión para tornarla polivalente. Quizá pensara inicial-
mente en « los ojos », y luego sustituyese este lugar común por el singular
« ojo » que cobra una doble acepción, que carga con dos significados : el propio,
« ojo humano », ojo que se despierta. O sea, los ruidos delatan que alguien ha
abierto los ojos. Pero también puede interpretarse « ojo » en sentido metafórico,
como « ventana ». De todos modos, este singular es mucho más expresivo que
el plural. El plural sería una connotación objectiva; en singular, apunta a
nuestra imaginación, ramifica su sentido.
« Azotándolo, dándole con un espejo tuyo » : éste es el verso que hace de la
estrofa un todo poco inteligible. La posibilidad de clarificar es mínima.
« Azotándolo » significa « castigándolo », y se refiere al ojo; la idea de castigo,
de pena, de sufrimiento está ligada a todo el contexto del poema : hambre,
dolor físico, soledad, desamparo, pobreza. Ahora, cabe la interpretación de que
el ojo al cual se refiere en el verso anterior sea el propio ojo de Vallejo. Aquí
también, esta disyunción del sujeto, mantenida a lo largo de todo el poema
(Vallejo se trata a sí mismo de « tú », se objetiva, se contempla como si fuese
otro sujeto) contribuye a crear ambigüedad. « Dándole con un espejo tuyo »,
la primera interpretación parece ser la de « dándole con tu propia imagen
reflejada en el espejo ». O sea : « abro el ojo y me azota mi propio imagen de
hombre macilento, sufriente, inerme, reflejada en el espejo de mi habitación ».
Pero aquí habría metástasis : « imagen » está sustituido por « espejo ».
La palabra « espejo » está llena de connotaciones potenciales, enrarece el sentido
lo puebla de contenidos posibles : realidad reflejada = irrealidad, el espejo
como testigo de nuestros padecimientos, como revelador de nuestra imagen, etc. »
SUR UN POÈME DE CÉSAR VALLEJO 87
DISCUSSION
M. RODR1GUEZ-MOÑINO.
El señor Sicard nos ha guiado a través de ese hilo blanco para
entender este complejo poema de Vallejo. Aun en los textos
contemporáneos, hace falta unir el amor intenso por el texto y el
conocimiento profundo del poeta y su obra.
M. MONGUIÓ.
M. SICARD.
M. DEVOTO.
M. ALVAREZ BRUN.
Por haber nacido en provincia vecina a la de Vallejo, y haber ido
al colegio de Santiago de Chuco, el mismo del poeta, quiero indicar
que en la región se cree con la mayor firmeza que el soñar la caída
de un diente anuncia la muerte de un familiar. Por lo demás, en
los poemas de Vallejo suelo hallar palabras y modismos regionales
que Vallejo ha elevado con su genio poético.
M. DURAND.
En el folklore peruano actual hay dos versiones de una copla
de marinera, que alternan : « Me había quedado dormido, tu
ausencia me recordó ». O bien « me despertó ». El sentido antiguo
de recordar, « despertar », pues, subsiste. Y ya se sabe que en
Santiago de Chuco, zona campesina, la tendencia arcaizante es
muy fuerte.
M. MONGUIÔ.
Creo haberme referido a esa tendencia arcaizante en la tierra de
Vallejo. Ese sentido de « despertar » es normal en el Perú; pero mi
objeción se atiene a la situación de recordar en el poema. En toda
gran poesía, el autor dice algo, a veces vario o ambiguo, lo cual se
puede leer de muchas maneras, de donde vendrán otras tantas
interpretaciones a través de los siglos. Tales variedades o
ambigüedades hacen sobrevivir al poema.
M. CROS.
Très souvent, dans la poésie de Vallejo, on retrouve ces sortes de
prises de conscience quotidiennes. Dans l'expression « Ya va a venir
94 C. de CARAVELLE
M. SICARD.
M. HIGGINS.
Una interpretación acertada, aunque ante el americanismo
« pararte » yo veo una oposición entre « pararte » y « andar », o sea
entre la inmovilidad y la movilidad. Para mí lo fundamental en
Vallejo es su sentido del absurdo. Uno de sus recursos puede ser
presentar las cosas al revés. Así, para enfrentarse al caos del mundo,
al levantarse por la mañana hay que adaptarse, y para andar hay
que pararse.
M. SICARD.
M. SALOMON.
En parado Vallejo parece jugar con los sentidos del vocablo; en
otros poemas puede verse, como aplicado a una piedra y también
a un desocupado.
M. FENET-GARDE.
M. SICARD.
« El estado remoto de la frente » explique ce qui précède et
n'annonce pas ce qui suit. Cela se rattache, selon toute évidence, à
« espejo tuyo ». J'ai choisi l'interprétation qui me semblait être
dans la logique du poème (en ce qui concerne el espejo-ojo).
SUR UN POÈME DE CÉSAR VALLEJO 95
M. FENET-GARDE.
M. SICARD.