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Revue numismatique

Aproximación a la circulación monetaria en la península ibérica y


las islas baleares durante los siglos V y VI : la incidencia de las
emisiones vándalas y byzantinas
Teresa Marot

Abstract
Abstract. - This article is concerned with monetary behaviour in the Iberian Peninsula and Balearic Islands during the 5th and
6th centuries. This period has usually been seen as one marked by a high degree of monetary impoverishment, due to the
irregular and erratic way in which imperial coin reached Hispania and the combination of political instability and territorial
désintégration which prevailed there. That picture of the currency can now be revised in the light of a comprehensive inventory
of finds of Vandalic and Byzantine issues, coin-weights, and contemporany strikings from the Peninsula itself, together with a
study of their archaeological contexts. From the latter, it can be seen that the use of coin as money continued well into the
period, albeit in the form of issues of the late Roman Empire.

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Marot Teresa. Aproximación a la circulación monetaria en la península ibérica y las islas baleares durante los siglos V y VI : la
incidencia de las emisiones vándalas y byzantinas. In: Revue numismatique, 6e série - Tome 152, année 1997 pp. 157-190;

doi : https://doi.org/10.3406/numi.1997.2135

https://www.persee.fr/doc/numi_0484-8942_1997_num_6_152_2135

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Teresa MAROT*

APROXIMACIÓN A LA CIRCULACIÓN
MONETARIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
Y LAS ISLAS BALEARES
DURANTE LOS SIGLOS V Y VI : LA INCIDENCIA
DE LAS EMISIONES VÁNDALAS Y BIZANTINAS

(PL VI-VII)

Resumé.
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Abstract. - This article is concerned with monetary behaviour in the Iberian Peninsula
and Balearic Islands during the 5th and 6th centuries. This period has usually been seen
as one marked by a high degree of monetary impoverishment, due to the irregular and
erratic way in which imperial coin reached Hispania and the combination of political
instability and territorial désintégration which prevailed there. That picture of the
currency can now be revised in the light of a comprehensive inventory of finds of Vandalic
and Byzantine issues, coin-weights, and contemporany strikings from the Peninsula
itself, together with a study of their archaeological contexts. From the latter, it can be
seen that the use of coin as money continued well into the period, albeit in the form of
issues of the late Roman Empire.

El estudio de la circulation monetaria en la peninsula Ibérica y las islas


Baléares durante los siglos V y VI ha sido desatendido debido a la generali-
zada conception de la suspension del suministro monetario imperial desde
finales del siglo IV о inicios del V. Sin embargo, el estudio pormenorizado de
recientes hallazgos y la revision de algunos que, por diversos motivos,

* Gabinet Numismatic de Catalunya-MNAC, La Rambla 99, 08002 Barcelona (Espana).


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habían sido relegados, permiten analizar la situación monetaria peninsular
desde otro punto de vista. Los acontecimientos históricos que tienen lugar
en los territorios peninsular y baleárico a lo largo de los siglos V y VI - inva-
siones, dominio o contacto con pueblos bárbaros y la presencia bizantina en
algunas zonas -, parecen insinuar la continuidad, tanto de prácticas econó-
mico-monetarias, como de la incorporación de numerario nuevo l. El
présente trabajo forma parte de un proyecto más amplio que prétende analizar,
tanto el comportamiento del numerario « residual » imperial, como la inci-
dencia de las « nuevas » emisiones incorporadas en la masa monetaria
peninsular y balear durante los siglos V y VI. A pesar de que el estudio se
encuentra en una fase iniciál, creemos que se pueden avanzar algunos datos
interesantes que, con la extrema prudencia de considerarlos provisionales,
permitirán que futuras aportaciones cientificas contribuyan a elaborar una
vision más compléta y fïdedigna.
El tema que nos ocupa ha hecho necesario afrontar algunos aspectos de
carácter metodológico. En primer lugar y con la finalidad de valorar la com-
posición de la masa monetaria en uso, se ha considerado apropiado relegar
el análisis de la circulación a partir de fundamentos estadisticos en los que
la importancia recae en la fecha de emisión del numerario 2. Siempre que ha
sido posible, se ha otorgado a la moneda de valor arqueológico, con la
finalidad de observar su intervalo real de uso, paramétra que estimamos deci-
sivo para el conocimiento de la circulación monetaria en un periodo en que
el nuevo suministro es débil о casi inexistente. En el mismo sentido, tam-
bién es fundamental considerar el concepto territorial que, atendiendo las
circunstancias históricas, permite identificar áreas o paisajes con pautas de
circulación monetaria diferenciadas. En segundo lugar, debemos reconocer
que la fase preliminar en la cual se encuentra este tipo de estudios no
permite realizar un análisis con una base comparativa, a la vez que las más
recientes aportaciones, como el descubrimiento de emisiones de bronce

1. En cuanto a las emisiones relacionadas con el reino visigodo y su circulación destacan,


tanto el estudio de X. Barral, Circulation des monnaies suèves et visigotiques, Munich 1976,
como el realizado por M. Crusafont, El sistema monetario visigodo : cobre y oro, Barcelona-
Madrid 1994, en el cual, además de proponer la emisión de numerario de cobre por los visi-
godos, recopila algunos hallazgos monetarios vándalos y bizantinos en la peninsula Ibérica
y en islas Baléares.
2. En casi su totalidad, el estudio de los hallazgos monetarios ha seguido este método, a
veces por la falta de información arqueológica. La validez de estos trabajos reside en la apor-
tación de importantes conocimientos sobre el suministro monetario en un territorio
concreto, aunque éstos no permiten ahondar en el comportamiento de la moneda en unas
coordenadas temporales concretas. Entre ellos, destacamos, I. Pereira, J.-P. Bost y J. HlER-
nard, Les fouilles de Conimbriga III. Les monnaies, Paris 1974 ; P.P. RlPOLLÈS, La circulación
monetaria en tierras valencianas, Barcelona 1980 ; J.M. Gurt, Clunia III. Hallazgos
monetarios. La romanización de la Meseta Morte a través de la circulación monetaria en la ciudad de
Clunia, Madrid 1985 ; J.P. BOST et alii, Belo IV. Les monnaies, Madrid 1987 ; M. CAMPO, Las
monedas de la villa romana de La Olmeda, Palencia 1990 ; o los trabajos recogidos en el
/ Symposium Numismatice de Barcelona, Barcelona 1979. Una reflexion se encuentra en J.M.
Abascal, Hallazgos arqueológicos y circulación monetaria. Disfunciones en el estudio de la
Hispania romana, IX Congreso Nacionál de Numismática, Elche 1994, p. 143-158.

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peninsulares atribuidas a los bizantinos y a los visigodos, aún sigue circuns-


crito a cierta provisionalidad de atribución y sobre todo de cronologia.

DESCRIPCIÓN DE LAS PAUTAS DE CIRCULACIÓN MONETARIA EN EL SIGLO V

Uno de los argumentes quizá más asumido рог los investigadores de la his-
toria monetaria peninsular ha sido el excesivo carácter concluyente sobre la
interruption del suministro monetario imperial desde los últimos aňos del
siglo IV o los primeras del V, a menudo relacionada con la extinción de una
verdadera economia monetaria. De este modo, muchos de los estudios sobre
circulación monetaria finalizan con los últimos aportes de numerario
imperial, cuando es sabido por la arqueología que a lo largo de los siglos V y VI, la
mayoría de yacimientos analizados siguen siendo centres activos, algunos de
ellos de una importancia urbana, económica e incluso política nadá despre-
ciables. La existencia de esta convencional désunion numismático-arqueoló-
gica reside en algunos aspectos fondamentales. Por un lado, es évidente que la
despreocupación estatal en cuestiones de política monetaria supuso, entre
otros aspectos, el cese casi drástico del suministro de nueva moneda a partir
de finales del siglo IV. Sin embargo, el desconocimiento y la dificultad de cata-
logación de las emisiones de bronce del siglo V ha ocasionado que, sin volun-
tad expresa, a menudo éstas fuesen despreciadas o excluidas en los estudios.
Por otro lado, la pérdida u omisión del contexto arqueológico en la mayoría
de los conjuntos monetarios estudiados o la datation de los mismos a partir
de la fecha de emisión de la ultima incorporation numismática, ha colabo-
rado a fundar cierta desconsideración por un fenómeno tan habitual e inte-
resante como es el de la perduración cronológica de las monedas tardorroma-
nas. De este modo, la continuidad de la moneda ya existente en los circuitos
détermina que el uso de criterios exclusivamente numismáticos en las data-
ciones arqueológicas no proporcione ninguna garantía cronológica, además
de ofrecer una vision distorsionada de la circulación monetaria.
A pesar de que la peninsula Ibérica es una de las zonas más afectadas por el
cese del suministro monetario imperial, en la actualidad se han abierto nue-
vas perspectivas. El actual conocimiento de hallazgos de monedas del siglo V
permite desmitificar la interruption total de la llegada de numerario desde
finales del siglo IV hasta la introduction de las emisiones propiamente visigo-
das. Sin embargo, y como sucede con otros materiales arqueológicos, es en las
zonas urbanas del litoral mediterráneo y en las islas Baléares donde mayori-
tariamente se concentra la localization de nuevo aporte de numerario 3.

3. No pretendemos recopilar todos los hallazgos, aunque destacamos algunos de los


yacimientos que han proporcionado monedas impériales del siglo V, como Barcino, cf. T. Marot,
Circulació monetaria a Barcino, Memoria de Licenciatura, Barcelona 1987 ; Tarraco, cf. J.M.
Carreté, La circulació monetaria a Tarraco del 346 al 450, Memoria de Licenciatura,
Barcelona 1986 ; Empúries, cf. M. Campo y M. С Mané, Hallazgos monetarios

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Рог otro lado, algunos trabajos arqueológico-numismáticos han propor-
cionado datos suficientes para demostrar que, a lo largo del siglo V, el
material numismático de carácter « residual » se adapta y desempeňa una fun-
ción indispensable en la economía monetaria. De esta manera, los conjuntos
monetarios procedentes de la porta decumana de Barcino y de un vertedero
en el foro provincial de Tarraco, ambos fechados hacia mediados de siglo V,
muestran la continuidad de uso de las emisiones del siglo IV 4. En ellos se
aprecia que, debido a la falta de numerario nuevo y a una débil incidencia
administrativa, el orden monetario utilizado no coincide con las disposi-
ciones impériales. Asi, se observa como los viejos nummi y AE3 constanti-
nianos siguen manteniéndose en uso a pesar de su desaparición del sistema
monetario occidental, junto a una pequefla cuantia de AE4 y a una propor-
ción excesivamente significativa de AE2. Quizá, esta última característica
sea la que más extrafteza causa en los estudios de circulación monetaria rea-
lizados sobre la peninsula Ibérica. A pesar de la existencia de una disposi-
ción imperial que establece la desmonetización del AE2 о maiorina 5, su
insistente e importante presencia, tanto en depósitos ocultados con seguri-
dad en el siglo V 6, como en contextos arqueológicos fechados con posterio-
ridad al edicto 7, muestran su continuidad de uso más alla de su orden de
retirada, convirtiéndose en una especie monetaria habituai en la circulación
monetaria peninsular del siglo V. Incluso, como se verá más adelante, su
presencia se mantendrá vigente durante el siglo VI. Por otra parte, la

médiévales y modemos en Empúries, Gaceta Numismádca 81, 1986, p. 71 ; Portus Ilicitanus,


Cf. J.-M. Abascal, La circulación monetaria del Portus Ilicitanus, Estudis Numismatics Valen-
cians 3, Valencia 1969, p. 18 ; Pollentia, Cf. H. B. Mattingly, Roman Pollentia : Coinage and
History, Pollentia, Estudio de los materiales I. Sa Portella, Excavaciones 1957-1963, Palma de
Mallorca 1983, p. 245-301 ; Menorca, Cf. M. Orfila, La Necropolis de Sa Carrotja y la roma-
nización del Sur de la isla de Mallorca, BAR British Series п. 397, 1988, p. 186-187 ; en la
zona murciana, cf. M. Lechuga, Numismática tardorromana de la región de Murcia. I. Ocul-
taciones y tesorillos, Antigtiedad y Cristianismo H, 1985, p. 195-229 ; о en el tercio sur del
Pais Valenciano, Cf. P.P. RlPOLLÈs, op. cit., n. 2, p. 170-171.
4. T. Marot, Monedas procedentes de la porta decumana de Barcino : un ejemplo de
circulación monetaria tardorromana, IX Congreso Nacionál de Numismática, Elche 1994, p.
203-214 y J.M. CarretÉ, Les monedes, Un abocadordel segle V d.C. en el Forum Provincial de
Tarraco, Tarragona 1989, p. 377-384.
5. CTh, IX, 23, 2. Este fenómeno fue analizado por J.P. CALLU, « Reparatio Reipub » : un
problème de circulation monétaire, Nummus 2a série, I, 1978, p. 99-119; y más reciente-
mente por T. Marot, Un aspecte de la circulació monetaria a la peninsula Ibérica en època
tardorromana : el comportament anomal dels AE2, Hispània i Roma ďAugust a Carlemany.
Congrès d'homenatge al Dr. Pere de Palol (Girona 1995) (en prensa).
6. El ejemplo más significativo lo proporcionan los depósitos A y E recuperados en
Conimbriga y relacionados con las invasiones suevas de los aňos 465-468 citadas por Hida-
cio. Cf. I. Pereira et alii, op. cit., п. 2, p. 319-327.
7. A los conjuntos citados anteriormente, recuperados en Tarraco, Cf. J.M. CarretÉ, op.
cit., п. 4, p. 383 ; Barcino, Cf. T. Marot, op. cit., п. 4, p. 295, debemos afiadir los abundantes
AE2 hallados en el estrato de abandono del edificio octogonal de Valdetorres del Jarama,
fechado por los arqueólogos en la primera mitad del siglo V, cf. J. GlMENO, El conjunto
monetario de Valdetorres de Jarama (Madrid). Reflexiones sobre la circulación monetaria en
el area central de la peninsula Ibérica a finales del siglo IV, Actes du XIe Congrès
International de Numismatique, Louvain-la-Neuve 1993, p. 371-380.

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supuesta concentration de depósitos formados exclusiva о mayoritaria-
mente por este nominal en la zona de la Baetica, la Lusitania y la costa
mediterránea va perdiendo rigidez a la luz de nuevos hallazgos, como los de
Valdetorres del Jarama (Madrid) 8, Zaragoza 9, Las Quintanas (Armenteros,
Salamanca) 10 о la Dehesa del Castillo (Diego Alvaro, Ávila) и, que muestran
su introduction y su presencia también en el interior peninsular.
Sin embargo, no sólo el cese de nuevo numerario determinó el comporta-
miento de la masa monetaria circulante en la peninsula Ibérica. La desaten-
ción estatal en cuestiones de política monetaria también debió favorecer la
aparición de una série de recursos о estrategias privadas о locales destina-
das a paliar las nuevas necesidades monetarias. En este sentido, en los
hallazgos monetarios se evidencia la existencia de producciones de imitation о
de carácter irregular. La manifestation de este tipo de numerario ya ha sido
analizado con profundidad en territorios como Britannia y la Gallia u. En la
peninsula Ibérica, este fenómeno parece sólo detectarse en algunas zonas
definidas por ciertas circunstancias geográficas y de tipo de habitat. Su
documentation se concentra mayoritariamente en la costa mediterránea,
siendo piezas abundantes y habituales en grandes centras urbanos, como
Barcino y Tarraco 13, о en yacimientos con cierta importancia maritima y
comercial, como Roses (Girona), el Grau Veil (Sagunt, Valencia) u otros
enclaves de la zona levantina 14. Por el contrario, estas emisiones son esca-
sas o inexistentes en yacimientos del interior peninsular tan importantes
como Conimbňga (Condeixa-a-Nova, Beira Litoral), Clunia (Peftalba de
Castro, Burgos) y La Olmeda (Pedrosa de la Vega, Palencia) 15, o incluso en las
islas Baléares.

8. J. Gimeno, op. cit., n. 7.


9. Hallazgo de un conjunto de 17 AE2 en un solar de la ciudad. Cf. J.P. Paz, Cerámica de
mesa romana de los siglos III a VI d.C. en la provincia de Zaragoza, Zaragoza 1991, p. 28.
10. Hallazgo de un déposito monetario dentro de un recipiente metálico formado por
610 piezas, de las cuales 555 son AE2. Cf. M. GarcÍa FlGUEROLA, El déposito monetal de Las
Quintanas, Armenteros (Salamanca), Numisma 236, 1995, p. 65-124.
11. Hallazgo de un conjunto formado por 1 antoniniano, 1 AE4 y 16 AE2. Cf. M. Abad,
Déposito monetario procedente de « El Castillo » (Diego Alvaro) en el Museo de Ávila, Cua-
demos Abulenses 16, p. 171-188.
12. J.W. Pearce, Barbarous imitations of the FEL.TEMP.REPARATIO type, NC VI, 1, 1941,
p. 88-91 ; J.-P. CALLU y J.-P. Garnier, Minimi constantiniens trouvés à Reims. Recherches
sur les imitations à prototypes des années 330 à 348, QT 6, 1977, p. 281-315.
13. T. Marot, op. cit., n. 3 ; ibid. El significado cronológico de las imitaciones bajo-impe-
riales : estudio de un tesorillo hallado en Barcelona, VIII Congreso Nacionál de Numismática
(Avilés 1992), Madrid 1994, p. 381-399 ; J.-M. CarretÉ, op. cit., n. 3.
14. Agradecemos las facilidades ofrecidas por la Sra. Aurora Martin, del Servei d'Arqueo-
logia de Girona, para poder consultar las monedas procedentes de Roses, aún inéditas ;
R. Arroyo, Imitaciones de la moneda romana del siglo IV en la circulación monetaria,
Numisma 165-167, 1980, p. 87-102 ; ibid., Consideraciones sobre algunas monedas romanas
inéditas de imitation del siglo IV d.C, Sagvntvm 19, 1981, p. 225-254; ibid., Análisis
Numismático de las excavaciones del Grau Veil (Sagunt, Valencia). Campaňas de 1983 y
1984, Sagvntvm 30, 1985, p. 225-254.
15. 1. Pereira et alii, op. cit., n. 2 ; J.M. Gurt, op. cit., n. 2 ; M. Campo, op. cit., n. 2.

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Las monedas de imitation documentadas en la peninsula Ibérica correspon-
den, no sólo a prototipos de los períodos 330-348 у/о 348-361, sinó también a
ejemplares que se inspiran en emisiones más tardias, entre las cuales destacan
unas interesantes imitaciones de AE2, sobre todo del tipo Reparatio reipub. En
todos los casos, se caracterizan por su estilo tosco y por évidentes irregulari-
dades epigráficas, escogiendo aquellos prototipos que más aceptación o sim-
plemente más representation numérica tuvieron en la masa monetaria. Sin
embargo, existe un grupo de ellas, quizá el más abundante, que se distingue
por una inferioridad metrológica respecto a sus prototipos. A pesar que la cro-
nologia de estas emisiones de imitation se ha situado alrededor del periodo de
acuflación de sus prototipos 16, creemos que es dificil y arriesgado utilizar cri-
terios generalizados, tanto para la datation de su emisión como de su
circulation. La variabilidad metrológica de estas emisiones irregulares permite dedu-
cir que no todas ellas deben responder a un mismo periodo de fabrication. Las
caracteristicas fisicas de gran parte de ellas, mayoritariamente similares a la
metrologia de AE4 reducidos о nummi, junto al hecho de que, en los casos en
que se conoce el contexte arqueológico, su presencia se fecha en el siglo V o
incluso más tarde, sugiere que quizá se trataria de emisiones de cronologia
algo más avanzada respecto a sus prototipos, sin duda relacionadas con la
interruption del suministro monetario en la peninsula Ibérica desde finales del
siglo IV. En este sentido, es interesante considerar la acertada hipótesis plan-
teada en el estudio del tesoro norteafricano de Rabelais-Aïn Merane, en el cual
se formula que las emisiones locales tardorromanas, о incluso de prototipos
del siglo III, pudieron realizarse coetáneamente, con la finalidad de proporcio-
nar numerario más alla del aňo 39517. Por otro lado, en las mentes escritas se
documenta la generalization de la fabrication de aes dichoneutum o moneda
falsa a finales del siglo IV y durante la primera mitad del V 18.
Asimismo, la transigencia y роса intervention estatal en cuestiones de
politica monetaria debieron propiciar el surgimiento de otras iniciativas pri-
vadas con la finalidad de solucionar, tanto la escasez de moneda de bronce,
como las dificultades de su introduction en algunos territorios. Se trata de
alteraciones fisicas o irregularidades, normalmente constatadas sobre mone-

16. La cronologia de este tipo de imitaciones ha sido muy discutida por distintos especia-
listas, existiendo dos tendencias básicas. J.P.C. Kent, G.C. Boon y R. Reece sitúan la fecha de
su fabricación en un momento coetáneo a las emisiones oficiales, mientras que H. Mattingly,
W.P.D. Stebbing, C.H.V. Sutherland, J.W. Pearce y P.V. Hill defienden la perduración de las
imitaciones después del periodo de acuňación de los prototipos, Ccf. J.-P. Callu y J.-P. Gar-
NIER, op. cit., n. 12, p. 283. Por otro lado, P. Le Gentilhomme situa estas producciones
irregulares en un momento postconstantiniano, cf. P. Le Gentilhomme, Le monnayage et la
circulation monétaire dans les royaumes barbares en Occident (ve-vine siècles), RN VII, 1943,
p. 64. H. Cohen se inclina a emplazarlas en un momento mucho más tardío, bajo el reinado
de Anastasio, Cf. Cohen, vol. VII, p. 379.
17. С Brenot y С MORRISSON, La circulation du bronze en Césarienne occidentale à la
fin du Ve siècle : la trouvaille de Rabelais-Aïn Merane, QT 12, 1983, p. 195-196.
18. En el Codex Theodosianus, una ley del aňo 393, que aún esta en vigencia en el aňo 438,
prohibe la acuňación irregular de moneda de bronce (CTh, IX, 21, 10), lo que significa que
durante el siglo V seguía siendo una práctica habitual.

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das frustras о que presentan un elevado grado de desgaste. Asi el cercena-


miento de las monedas surge como un recurso para remediar la falta de sumi-
nistro de nuevas acuňaciones, adaptando el peso de las monedas viejas a la
constante reducción metrológica del nummus 19. A partir del recorte del
numerario, básicamente de los AE3, los ejemplares se transforman en AE4 о
nummi de peso muy reducido. El inicio de esta practica parece situarse inme-
diatamente después de abandonar la acuftación de los AE3, cuando la
implantation del AE4 como unico nominal de bronce se generaliza 20, aunque parece
que es mucho más frecuente durante la segunda mitad del siglo V 21. Es inte-
resante comprobar que también los AE2 acostumbran a aparecer indiscrimi-
damente, con su peso original о bien recortados irregularmente. Es difïcil pen-
sar que este nominal hubiese sido alterado con anterioridad a su
desmonetización, precisamente realizada por su excesivo peso y elevado valor.
Рог lo tanto, parece lógico pensar que dichas alteraciones deben corresponder
a un fenómeno algo más tardío. El recorte de los AE2 esta constatado en
contextos arqueológicos situados a partir de la segunda mitad del siglo V,
como en el vertedero del Foro Provincial de Tarraco о en los tesoros A y E de
Conimbňga 22. Por consiguiente, quizá debería revisarse la cronologia de
formation de algunos tesoros compuestos рог АЕ2 que, con abundantes piezas
recortadas, tradicionalmente se han relacionado con las invasiones ocurridas
a principios del siglo V 23. Con una incidencia algo menor también se consta-
tan monedas partidas, sobre todo AE3. Parece que este hábito se inició en un
momento coetáneo a los recortes, aunque no con la intention de adaptar la
moneda residual a las nuevas normas metrológicas, sino para incrementar la
rarificada masa monetaria. En este sentido, también es interesante subrayar
la relativa presencia de ejemplares de AE2 partidos por la mitad que, aunque
quizá fruto de la misma necesidad, sólo se ha podido documentar en
contextos arqueológicos algo más tardíos, situados ya en el siglo VI 24.

19. J.-P. Callu, Monnaies Antiques (1966-1971), 2. Les monnaies romaines, Fouilles d'Apa-
mée de Syrie, vol. VIII, 1, Bruselas 1979, p. 12.
20. 0. Picard, Trésors et circulation monétaire à Thasos du IVe au VIIe siècle après J.-C,
BCH5, 1984, p. 431.
21. El mismo fenómeno se détecta en territorio itálico, cf. E. Ercolani Cocchi, II
circulante divisionale, a Ravenna a la fine del V e gli inizi del VI sec.d.C, Studia Numismatica
Labacensia, Ljubljana 1988, p. 289.
22. Cf. J.M. Carreté, op.cit., n. 3 ; I. Pereira et alii, op. cit., n. 2.
23. Es el caso del tesoro de Tarifa, cf. D. Nony, Un trésor monétaire du Bas-Empire à
Tarifa (Cadiz), Mélanges de la Casa Velazquez III, 1967, p. 94-114. Sin embargo, en muchos
de los hallazgos, ignoramos si existen ejemplares con alteraciones, pues en sus publicaciones
se acostumbran a ilustrar sólo las piezas complétas о de mejor conservación.
24. Mientras que los AE2 recortados ya están documentados en contextos fechados a
mediados del siglo V, los ejemplares partidos se hallan en estratos situados en el siglo VI,
como en Punta de l'Illa de Cullera (Valencia) о en la basilica de Cap des Port (Menorca). Cf.
T. Marot y M.M. Llorens, La Punta de l'Illa de Cullera : aproximación a la circulación
monetaria durante el siglo VI en el area valenciana, Anejos Archive Espaňol de Arqueologia
XIV, 1995, p. 253-260 ; J.M. Gurt y T. Marot, Estudi dels models de circulació monetaria a
les Balears : Pollentia (Alcudia, Mallorca), /// Reunió ďArqueologia Cristiana Hispànica (Мао
1988), Barcelona 1994, p. 223-233.

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A pesar de la escasa pero cada vez más documentada introducción de
numerario imperial acuňado durante el siglo V, son casi inexistentes los tes-
timonios arqueológicos que demuestren la presencia de monedas norteafri-
canas coetáneas. Aunque con algunas dudas cronológicas, sólo se puede
considerar la documentación de dos monedas protovándalas con reverso de
cruz dentro de corona, fechadas alrededor de los aňos 455-480 25 y halladas
en el interior de una tumba con cubierta de tejas en la necropolis paleocris-
tiana de Empúries (inv. n. 19). Parece que dichas monedas no formaron
parte del ajuar funerario, aunque el individuo enterrado las debió llevar
encima. El mismo origen norteafricano de los dos numismas hallados en
esta sepultura puede significar su llegada al mismo tiempo y reciente a la
ciudad, sin haberse producido una dispersion de los mismos. El hallazgo de
monedas pertenecientes al siglo V en Empúries es un elemento más que
contribuye a abandonar la interpretación de su decadencia y a exponer la
importancia de este enclave portuario durante la Antigiiedad tardia 26.

DESCRIPCIÓN DE LAS PAUTAS DE CIRCULACIÓN MONETARIA EN EL SIGLO VI

Es imprescindible declarar que sólo nos atrevemos a diferenciar las pautas de


comportamiento monetario utilizadas en el siglo V o en el VI de forma conven-
cional y con cierta flexibilidad cronológica. Es évidente que en lo fundamental
subsisten las prácticas ya detectadas anteriormente, aunque existen ciertos ele-
mentos que permiten establecer distinciones de cronologia. En primer lugar, es
en este periodo cuando, en algunas zonas peninsulares y en las islas Baléares, se
incorpora numerario nuevo, básicamente de adscripción vandala y bizantina,
que permite, tanto valorar la influencia monetaria norteafricana en este territo-
rio, como situar cronológicamente aquellos contextes arqueológicos en los que
aparece. Por otra parte, los avances en el estudio cronológico de las produc-
ciones cerámicas y anfóricas, sobre todo de origen norteafricano u oriental,
también permite situar en el siglo VI algunos conjuntos monetarios de proce-
dencia arqueológica que sólo contienen especies tardorromanas.
El episodio de dominio bizantino en el sudeste peninsular y el paso de una
situación política confusa al establecimiento del reino visigodo de Toledo,
sin duda influyeron en la dinámica monetaria, no sólo con la introducción
de numerario foráneo, sino también con el inicio de producciones moneta-
rias peninsulares, algunas de ellas hasta hace poco desconocidas y que
estructuran una nueva vision de la economia monetaria del siglo VI. Asi-
mismo, la heterogénea evolución histórica del territorio peninsular y balear
supone la individualización de distintos paisajes monetarios más o menos

25. С. Brenot y С Morrisson, op. cit., n. 17, p. 200.


26. Cf. n. 3 y J.M. NOLLA, Ampurias en la Antigiiedad Tardia. Una nueva perspectiva,
Archive Espaňol de Arqueologia 66, 1993, p. 207-224.

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APROXIMACIÓN A LA CIRCULACIÓN MONETARIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA... 165

adscritos a zonas geográficas o incluso políticas. En este sentido, se han


diferenciado dos grandes areas : рог una parte, toda la mitad septentrional
de la peninsula Ibérica y, por otra, la zona meridional, levantina y las islas
Baléares que se caracterizan por una mayor apertura a influencias exte-
riores, sobre todo norteafricanas.
Por otro lado, no hemos querido profundizar en la problemática de la
circulation de las emisiones de oro. El estudio de X. Barrai, Circulation des
monnaies suèves et visigotiques , publicado en 1976, ya proyectó el estado de
la cuestión sobre esta temática. Además, desde su publication, los hallazgos
arqueológicos que aporten novedades importantes no han aumentado dema-
siado. En cuanto a la moneda bizantina de oro, en el inventario nos hemos
limitado a recoger las indicaciones de hallazgos, aunque tanto su escasez
como la parquedad e imprecision de las noticias no permiten realizar un
estudio con profundidad. Sin embargo, la propia penuria de los hallazgos
nos sugiere, como ya se planteó, que la moneda de oro bizantina recibida en
la peninsula Ibérica fue transformada por los visigodos a medida que avan-
zaba su conquista territorial 27. Este mismo fenómeno se comprueba en la
Gallia, donde el numerario de oro bizantino introducido se convierte en
moneda local en los talleres monetarios merovingios 28.

Zonas interior y septentrional peninsular

Quizá es la zona de la cual contamos con menos information contextuali-


zada, no porque no exista, sino que, debido a la escasa introduction de
moneda nueva en este territorio y a la sobrevaloración de criterios basados
en la fecha de emisión de los numismas, la mayoria de los contextos
arqueológicos o depósitos se han situado cronológicamente a principios del
siglo V. Es évidente pues que, en la mayoria de casos, sólo disponemos de
conjuntos monetarios que finalizan coincidiendo con la generalizada parali-
zación del suministro imperial y, por lo tanto, tradicionalmente todos ellos
se han relacionado con la inestabilidad ocasionada por la irruption de los
pueblos bárbaros en la peninsula Ibérica.
Sin embargo, existen escasos testimonios que permiten confirmar, no sólo
la continuidad de uso de la moneda tardorromana durante el siglo VI, sino
también detectar en algunos casos un predominio más que acentuado de los
AE2 en la circulation, siendo utilizados además como objeto de acumula-
ción. En este sentido, aunque con dificultades de cronologia, debemos men-
cionar los tesoros A y E encontrados en Conimbriga que, con una importante
proportion de AE2, fueron hallados en estratos de destruction utilizados
como capas pavimentales en la construction de casas tardias en algunas

27. X. Barral, op. cit., n. 1, p. 65-66.


28. J. Lafaurie y С Morrisson, La pénétration des monnaies byzantines en Gaule
mérovingienne et visigotique du VIe au vnT siècle, RN 1987, p. 54.

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1 66 TERESA MAROT
areas de la ciudad. La cronologia del contexto destructive» se ha relacionado
con las invasiones suevas de los aňos 465-468 citadas рог Hidacio 29. Sin
embargo, parte de las cerámicas recuperadas - TSA D Hayes 104 y Late
Roman C, entre otras - permiten cuestionar la datación de estos contextos
arqueológicos, pudiendo situar su formación en un momento más tardío, en
el siglo VI 30. Рог otra parte, es interesante destacar un depósito formado por
16 AE2, además de 1 antoniniano y 1 AE4, recuperado durante la excava-
ción de una casa, junto a un gran numero de pizarras visigodas, en La
Dehesa del Castillo (Diego Alvaro, Avila) 3I. Igualmente, es importante consi-
derar el depósito monetario hallado en Las Quintanas (Armenteros,
Salamanca), formado por 555 AE2, entre los cuales se han detectado un numero
importante de imitaciones y algun ejemplar partido. Aunque el depósito fue
recuperado fuera de contexto arqueológico, el marco cronológico del yaci-
miento se situa en época tardía, teniendo perduración durante los siglos VI-
VIII a la luz del hallazgo de pizarras visigodas 32. Además, entre las 6 mone-
das recuperadas en las sepulturas de la necropolis de época visigoda de
Carpio del Tajo (Torrijos, Toledo), se encuentran 4 AE2, 1 as alto-imperial y
1 AE4 partido 33. Un testimonio más definitivo lo proporciona el conjunto de
17 AE2 en forma de cartucho aparecido en un estrato de ocupación/aban-
dono en el solar de la calle Gavin en la ciudad de Zaragoza, junto a
cerámicas TSA D Hayes 87, 93, 99 y 107, que emplazan su cronologia en el siglo
VI 34. Los abundantes AE2 recuperados en un estrato de relleno en el Palau
Centelles de Barcelona, con una cronologia situada en pleno siglo VI, tam-
bién documentan la continuidad y la hegemonia de este nominal en esta
ciudad 35.
En la franja costera mediterránea de la mitad septentrional de la
peninsula Ibérica se mantienen las caracteristicas apuntadas, aunque quizá por su
situación geograf ica, présenta algunos aspectos distintos. Sin embargo,

29. 1. Pereira et alii, op. cit., n. 2, p. 319-327 ; J. Alarçao y R. Etienne, Fouilles de Conim-
briga I-II. L'Architecture, Paris 1977, p. 165.
30. P. -A. FÉVRIER, À propos des céramiques de Conimbriga, Conimbriga 14, 1975, p. 124 ;
M.G. Fulford y D.P.S. PEACOCK, Excavations at Carthage : The British Mission, Volume I, 2.
The Avenue du President Habib Bourguiba, Salambo : the pottery and other ceramic objects
from the site, Sheffield 1984, p. 1 13-1 14.
31. A. GUTIÉREZ Palacios, Dibujos de materiales y pizarras escritas de Diego Alvaro
(Avila), Crónica del IV Congreso Arqueológico del Sudeste Espaňol, Cartagena 1948, p. 527-
530. ; M. Abad, op. cit., n. 11, p. 171-188. A pesar del contexto arqueológico, el autor insiste
en situar este déposito poco después del ano 395.
32. M. García Figuerola, op. cit., n. 10, p. 66-67.
33. Las monedas son inéditas. Respecto al estudio de dicha necropolis, Cf. G. Ripoll, La
necropolis visigoda de El Carpio de Tajo. Una nueva lectura a partir de la topocronologia y
los adornos personales, Butlleti de la Reial Academia de Belles Arts de Sant Jordi 7-8, 1993-
1994, p. 187-250.
34. J.A. Paz, op. cit., n. 9, p. 21.
35. Para cuestiones más específicas sobre este tema, Cf. T. Marot, op. cit., n. 5. Es interesante
comprobar que la continuidad de este nominal también se demuestra en tesoros ocultados
en los siglos V y VT en el norte de Africa. Cf. H. Mostecky, Note sur les monnaies de cuivre
frappées en Afrique du Nord après l'invasion vandale, BSFN 2, 1989, p. 517.

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APROXIMACIÓN A LA CIRCULACIÓN MONETARIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA... 167

debemos especificar que la documentación de la que disponemos procède


básicamente de dos grandes centros urbanos : Tarraco y Barcino. En ambas
ciudades se constata la continuidad de uso de la moneda de bronce, docu-
mentándose la utilización de numerario tardorromano muy desgastado y
con acentuadas alteraciones - como recortes o monedas partidas -, la per-
duración prédominante de los AE2 y la presencia muy abundante de imita-
ciones. Quizá son las monedas de imitación las que definen mejor la circu-
lación de la moneda de bronce en estos dos centros urbanos. Además de la
documentación de algunas imitaciones de estilo muy esquematizado de AE2
del tipo Reparatio reipub, se constatan monedas de peso muy débil, algunas
de ellas en las que se combinan tipos constantinianos y teodosianos y que
muestran una factura muy simple. Se trata de emisiones normalmente fabri-
cadas sobre un cospel bastante más pequeňo que los cuňos utilizados, con el
grabado desplazado y con un peso muy reducido que, en la mayoria de
casos, no llegan alcanzar el gramo. Mayoritariamente, los diseňos se inspi-
ran en las emisiones Fel temp reparatio del jinete caido y en la imagen de un
soldado о emperador de pie sosteniendo una lanza о un estandarte. Su
copiosidad en contextos tardíos, como los documentados en la fosa
transversal situada en los pies de la basilica paleocristiana del anfiteatro 36, о en
los estratos de abandono del conjunto también paleocristiano recién exca-
vado a orillas del Francolí, ambos en Tarraco 37, al igual que en los estratos
procedentes del Palau Centelles о de la plaza de Sant Miquel en Barcino 38,
sugieren que, aunque desconociendo su probable cronologia de emisión, su
abundante presencia en contextos arqueológicos fechados en el siglo VI es
una realidad. Además, el peso medio aproximado de estas piezas es de alre-
dedor de 070 g, metrologia muy reducida y que parece estar más acorde con
las emisiones de bronce de época mucho más tardía que la de los prototipos
utilizados.
No hay duda que es en este territorio donde se han documentado menos
hallazgos de moneda foránea emitida en el siglo VI. Además, casi todos
ellos están desprovistos de contextualización arqueológica, lo que aun
dificulta más su interpretación. Sin embargo, la localization y las carac-
teristicas de estos pocos hallazgos permiten sugerir que en contextos de
época visigoda existe una tendencia a la presencia sólo de moneda bizan-
tina, estando totalmente ausentes las emisiones de origen vándalo.

36. A pesar de consultar la publicación de estas monedas, el análisis directo de las piezas
nos ha permitido, tanto comprobar que el numero de monedas de imitación es mucho más
elevado, como identificar entre ellas un nummus de Justiniano I del tipo crismón (inv. n. 43).
Cf. L.C. Avellá, El anfiteatro de Tarraco. Estudio de los hallazgos numismáticos, Tarragona
1991.
37. El interesante conjunto monetario precedente de esta excavación se encuentra en
curso de publicación : R. Mar y J. LÓPEZ (eds.), Les noves excavacions del Conjunt Paleocris-
tià del Francolí (Tarragona), Documents d'Arqueologia Clàssica 2 (en prensa). Queremos agra-
decer al Dr. Ricardo Mar y a Àngel Rifà, el habernos permitido ver estas monedas, aún
inéditas.
38. T. Marot, op. cit., n. 3.

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168 TERESA M AROT
Además, también se aprecia un predominio casi total de nominales de
valor, como pueden ser monedas de ого о bien folles, mayoritariamente de
época de Justiniano I о de Justino IL Este fenómeno es évidente en los
hallazgos de Aguilafuente (Segovia) (inv. n. 1), Caldes de Malavella
(Girona) (inv. n. 9), Lugo (inv. n. 23), Mérida (Badajoz) (inv. n. 26),
Pamplona (Navarra) (inv. n. 31), Talavera la Vieja (Cáceres) (inv. n. 41) о en el
tesoro de Zorita de los Canes (Guadalajara) (inv. n. 45). Sólo una moneda
de Focas hallada en Clunia (Burgos) (inv. n. 16) proporciona una crono-
logía algo más tardía. Aunque sólo sea como hipótesis, proponemos que la
preferencia por los folles bizantinos en esta zona podria relacionarse con
el uso coetáneo de los AE2 tardorromanos, ambos nominales de bronce y
de peso elevado.
A pesar de la relativa escasez de hallazgos monetarios, es en este territorio
donde se ha documentado un numero mayor de exagia, muchos de ellos de
segura adscripción bizantina. En Hneas générales, la localización de dichos
pondérales dibuja la misma via de penetración de origen oriental que
remonta la costa atlántica, y que ha sido también evidenciada por otros tes-
timonios arqueológicos. La documentación de estos objetos, aunque la
mayoria de ellos descontextualizados, permite, tanto valorar y confirmar el
intenso comercio maritimo en la rúta atlántica durante este periodo 39,
como asegurar que existia una necesidad de comprobar y controlar el peso
de las monedas que se utilizaban en los cambios. En cualquier caso, su pre-
sencia es una evidencia más de la continuidad de una indudable economia
monetaria.

Zonas meridional y levantina e islas Baléares

La principal caracteristica que define el paisaje monetario de este


territorio es, además de la constante permanencia del numerario tardorromano, la
incorporación de monedas emitidas en el siglo VI. Mayoritariamente, dichas
emisiones proceden del norte de Africa, bien sean acuftadas por el reino ván-
dalo, como por los bizantinos que, a partir del ano 533, dominaron la anti-
gua provincia africana. También, aunque muy modestamente, se aprecia la
llegada de numerario bizantino de origen oriental, siendo el precedente de
la capital, Constantinopolis , el mejor representado.
El desembarco de los soldados bizantinos en la peninsula Ibérica en el aňo
552 se enmarca dentro de las circunstancias de luchas por el poder en el
seno del reino visigodo, protagonizadas por Agila y Atanagildo. Sin
embargo, pronto la ayuda militar que los impériales ofrecieron a Atanagildo
se convirtió en la defensa de los intereses de dominio territorial de Bizancio,

39. L.A. Garcta Moreno, Colonias de comerciantes orientales en la peninsula Ibérica.


S. V-VTI, Habis 3, 1972, p. 141.

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APROXIMACIÓN A LA CIRCULACIÓN MONETARIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA... 1 69

ocupando militarmente la zona del sudeste peninsular 40. No hay duda que
los acontecimientos históricos ocurridos en este territorio fueron decisivos,
no sólo para la introducción de circulante foráneo, sino también para el
inicio de algunas emisiones monetarias probablemente producidas in situ.
La distribución de los hallazgos monetarios localizados sugiere una mayor
concentración de éstos en enclaves costeros, teniendo una importancia
relevante en las islas Baléares y en todo el litoral del cuadrante sudeste
peninsular. Su introducción interior se limita a una série de hallazgos localizados
alrededor del valle medio y bajo del Guadalquivir. Sin embargo, debemos
considerar esta distribución como provisional, pues es posible que algunos
hallazgos de monedas vándalas y bizantinas, por el desconocimiento de las
mismas, aun sigan inéditos. Esperamos que en un futuro nuevos estudios
puedan ampliar el conocimiento sobre la incidencia de estas emisiones.
Las monedas del periodo vándalo documentadas en el sur peninsular y en las
islas Baléares permiten observar que, a pesar de la presencia nada despreciable
de emisiones consideradas protovándalas, existe un predominio numerico de
los numismas acuňados ya en el siglo VI siendo, sobre todo los atribuidos a
Trasamundo, Hilderico y Gelimero, los más abundantes. Este fenómeno, junto
a la evidencia que en la mayoria de casos, la presencia de emisiones vándalas
va acompaňada de monedas más tardías de época bizantina, sugiere que la
mayor difusión de la moneda vandala, al menos en el sudeste peninsular, debió
efectuarse no en un momento proximo a su emisión, sino más tardíamente,
quizá con la expansion y el dominio bizantino. El mantenimiento de las
emisiones vándalas en época bizantina también se evidencia en los contextes
arqueológicos documentados en la ciudad de Carthago, donde la convivencia
de numismas vándalos y bizantinos es persistente 41. También fuera del ámbito
norteařricano, el numerario vándalo suele aparecer junto a pequeňos nummi
bizantinos, como se comprueba en algunos depósitos monetarios ocultados en
el Mediterráneo 42. Tanto en la peninsula Ibérica como en las islas Baléares

40. Los estudios históricos más recientes sobre la presencia bizantina en la peninsula
Ibérica son M. VALLEJO, Bizancio y la Espaňa tardoantigua (ss. V-VIII) : un capitulo de historia
mediterránea, Alcalá de Henares 1993 ; ibid., La rivalidad visigodo-bizantina en el levante
espaňol, Oriente y Occidente en la Edad Media. Influjos bizantinos en la cultura occidental,
Vitoria 1993, p. 107-1 18 ; F. Salvador, Hispania meridional entre Roma y el Islám. Economía
y sociedad, Granada 1990 ; G. Ripoll, Geographical, Political, Commercial or Theorical
Frontier between the Regnum Visigothorum and The Byzantine Hispania, Impérium, Gentes
et Régna (Le Bischenberg, april 1996) (en prensa).
41. Las excavaciones realizadas en distintos lugares de Carthago muestran la convivencia
arqueológica de las monedas vándalas con las nuevas emisiones bizantinas. Cf. J.H.
Humphrey, A Discussion of the Interpretation of the Numismatic Evidence in the Context of the
History of the site, Excavations at Carthage 1976 conducted by University of Michigan IV, Ann
Arbor 1978, p. 164-168 ; R.B. HlTCHNER, A Discussion of the Interpretation of the
Numismatic Evidence in the Context of the History of the site, Excavations at Carthage 1977
conducted by University of Michigan IV, New Delhi 1981, 263-270.
42. El tesoro de Zacha, cf. H.L. Adelson y G.L. Kustas, A Sixth Century Hoard of Minimi
from the Western Peloponese, MN 1 1, 1964, p. 159-204 ; el de Athenae, cf. A.S. Walker, Four
AE Coins Hoards in tne Collection of the American School of Classical Studies at Athens,
Hesperia 47, 1978, p. 40 ; о el de Kenchreai, cf. R.L. Hohlfelder, A Sixth Century Hoard
from Kenchreai, Hesperia 42, 1973, p. 91, son buenos ejemplos, en los que los nummi
vándalos se acumulan junto a una importante proporción de moneda bizantina.

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1 70 TERESA MAROT
se evidencia este mismo fenómeno, ejemplarizado en los conjuntos proce-
dentes de Alacant (inv. n. 2), Valencia (inv. n. 54), Punta de l'Illa de Cullera
(Valencia) (inv. n. 34), Cap des Port (Menorca) (inv. n. 48) y Pollentia (Ma-
llorca) (inv. n. 51). En la mayoria de casos se trata de grupos de monedas
procedentes de estratos arqueológicos fechados a partir de mediados del
siglo VI, en los que se aprecia la coetaniedad de circulación de los nummi de
origen vándalo y de las emisiones bizantinas, mayoritariamente de época de
Justiniano I.
El conjunto monetario recuperado en las excavaciones efectuadas en la
misma ciudad de Alacant (inv. n. 2), en el barrio de Benalúa, procède de un
vertedero formado con celeridad que, según las cerámicas de origen afri-
cano, puede fecharse durante la segunda mitad del siglo VI. Se récupéré un
total de 59 monedas, la mayoria de ellas de época tardorromana, aunque
destacan algunas emisiones vándalas y abundantes nummi acuňados por
Justiniano I en Carthago.
En distintas excavaciones realizadas en la ciudad de Valencia (inv. 43) se
han detectado contextos arqueológicos fechados en el siglo VI, en los cuales,
a pesar del mantenimiento de las emisiones tardorromanas con un acen-
tuado desgaste, se documenta la incorporación de numismas de origen
vándalo у/о bizantino. Entre ellos destaca el hallazgo, en la calle del Mar, de 2
AE3 tipo Fel temp reparatio, 1 nummus vándalo y 2 nummi de Justiniano I
recuperados en un estrato que cubre un pavimento, junto con TSA D Hayes
59 y 91. Aunque aun en proceso de limpieza, también es significativa la pre-
sencia de monedas vándalas у/о bizantinas de pequeňo módulo halladas en
los estratos arqueológicos relacionados con la ocupación tardía del circo de
época imperial, documentados en la excavación realizada en la calle Baró de
Petrés. En cualquier caso, la documentación contextualizada de moneda
vandala y bizantina en Valencia aporta nuevas informaciones sobre las rela-
ciones de esta ciudad con el territorio bizantino, a pesar de su pertenencia
al reino visigodo de Toledo, parece que con seguridad bajo el gobierno de
Leovigildo 43.
En las islas Baléares contamos con el hallazgo de monedas vándalas y
bizantinas en algunos de los ámbitos civiles y liturgicos de la basilica de Cap
des Port (Menorca) (inv. n. 48). Pegado en el muro norte de una estancia
relacionada con el culto martirial apareció un pequeňo conjunto de
monedas tardorromanas junto a algún ejemplar vándalo, que bien podria relacio-
narse con una fase de remodelación del edificio, quizá fechada a finales del
siglo V. El estudio de este monumento, asi como de los materiales
arqueológicos recuperados, algunos de ellos aún inéditos, permite asegurar su utili-

43. J. Blasco, V. Escrivà, A. Ribera y R. Soriano, Estât actual de la investigació


arqueológica de l'Antiguitat tardana a la ciutat de Valencia, Я/ Reunió d'Arqueologia Cris-
tiana Hispànica (Мао 1988), Barcelona 1994, p. 185-197.

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APROXIMACIÓN A LA CIRCULACIÓN MONETARIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA... 171

zación durante el siglo VI 44, corroborada, por ejemplo, por el hallazgo de 1


nummus de Justiniano I en una de las habitaciones cercanas a la nave
mayor de la basilica. Asimismo, las excavaciones arqueológicas realizadas
en Pollentia (Mallorca) (inv. n. 51) también han proporcionado un buen
numero de conjuntos estratigráficos donde conviven las emisiones vándalas
y bizantinas, junto con formas de cerámica TSA D que proporcionan una
cronologia situada en pleno siglo VI. Entre ellos, destaca el conjunto proce-
dente del nivel 3 de la habitación В de la Casa de la Cabeza de Bronce, con
abundante moneda tardorromana, 1 nummus vándalo y 1 follis de
Justiniano I procedente de Carthago, junto con TSA D Hayes 82, 91 С у 99.
Aunque desconocemos la cerámica aparecida en el nivel 2 de la habitación
L de la Casa de los Dos Tesoros, es relevante la aparición de 48 monedas tar-
dorromanas, junto con 9 nummi vándalos, uno de ellos de Hilderico,
además de 1 nummus de Justiniano 1 45. Por otra parte, también en Pollentia
se han detectado algunos contextos arqueológicos con la presencia exclusiva
de monedas tardorromanas y vándalas. Sin embargo, el análisis de las cerá-
micas que las acompaňan no permite establecer si la formación de dichos
estratos půdo ser previa a la influencia bizantina. Por lo tanto,
desconocemos si los nummi vándalos pudieron incorporate al circuito insular con
anterioridad о con total desvinculación de las emisiones bizantinas.
Aunque distinto por su formación arqueológica, el conjunto recuperado en
Punta de lilia de Cullera (Valencia) (inv. n. 34) aporta nuevas informaciones
sobre la circulación monetaria en la zona levantina durante el siglo VI46.
Según los diarios de excavación, se trata de un pequeňo depósito hallado en
una habitación de un edificio que, según los recientes estudios, se le otorga un
probable carácter monástico. Las circunstancias del hallazgo sugieren que,
seguramente, se trataba de un tesorillo caído de un můro o de la techumbre,
pues se localize cerca del lienzo de la habitación formando parte de un estrato
de destrucción/abandono fechado en época de Leovigildo, momento en que el
lugar se abandona. En el mismo estrato arqueológico también se récupéré un
pondéral y dos cruces litúrgicas de bronce. El conjunto esta formado por

44. Sobre este yacimiento, Cf. P. Palol, Estât de la questió i novetats ďexcavació de l'Ar-
queologia cristiana Hispànica, III Reunió d'Arqueologia Cristiana Hispànica (Мао 1988),
Barcelona 1994, p. 3-40. El estudio parcial de los materiales cerámicos fue publicado por
R. Navarro, Las cerámicas finas de la basilica de Fornells, Menorca, // Reunió d'Arqueologia
Paleocristiana Hispànica (Montserrat 1978), Barcelona 1982, p. 431-454. Sobre la interpreta-
ción de la funcionalidad litúrgica de los espacios de dicho edificio, cf. С GODOY, Arqueologia
y liturgia. Iglesias hispânicas (siglos IV al VIII), Barcelona 1995, p. 166-176.
45. Se recogen los resultados de dicha excavación en AA.W. Pollentia. Estudio de los
materiales. I. Sa Portella. Excavaciones 1957-1963, Palma 1983. Además hemos revisado personal-
mente y con bibliografía actualizada, tanto los materiales numismáticos como cerámicos.
46. Para la primera publicación de los hallazgos monetarios de este yacimiento, cf.
F. Mateu y Llopis, Bronces romanos impériales y vándalos en l'Illa de Cullera, Archive de
Prehistoria Levantina 13, 1972, p. 241-256. Para la revision y el estudio actualizado de las
monedas, cf. T. Marot y M. M. Llorens, op. cit., n. 24, p. 253-260. Para el estudio del
yacimiento y su interpretación histórica, Cf. M. Rosselló, Punta de l'Illa de Cullera (Valencia) :
un posible establecimiento monástico del siglo VI d.C, IV Reunió d'Arqueologia Cristiana
Hispànica (Lisboa 1992), Barcelona 1996, p. 151-161.

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alrededor de 40 monedas, distribuidas en abundantes ejemplares del siglo
IV, de los cuales destacan los AE2, además de 2 nummi vándalos, 9 nummi
de Justiniano I de Carthago y 7 ejemplares de origen peninsular adscritos a
los visigodos. Su composición, no sólo muestra la convivencia de las emi-
siones vándalas y bizantinas, sino también la posibilidad de acumular
monedas tardorromanas, entre las que predominan los AE2. Precisamente en
contextos situados cronológicamente en el siglo VI y en esta zona, es cuando
se evidencia la existencia, aunque no demasiado generalizada, de AE2 parti-
dos рог la mitad 47, documentados, en la misma Punta de l'Illa de Cullera y,
por ejemplo, en la basilica de Cap des Port (Menorca). Sin embargo, se des-
conoce si este fenómeno ya se practicaba con anterioridad о si fue territo-
rialmente algo más generalizado.
Los contextos arqueológicos que hemos analizado proporcionan datos sufi-
cientes para comprobar que en la expansion comercial del mundo vándalo se
descubre una diferente difusión de monedas y de recipientes cerámicos. Asi,
las producciones cerámicas del periodo vándalo, básicamente ánforas y TSA
D, se distribuyen por todo el mediterráneo occidental 48, mientras que la
difusión de las acuňaciones vándalas se restringe a una zona que coincide con los
territorios que, bien estuvieron bajo dominio bizantino, о bien fueron propi-
cios a su influencia. Quizá, la distribución de materiales cerámicos obedezca
a una difusión de carácter estrictamente comercial, mientras que la introduc-
ción de moneda podría estar subordinada a ciertas circunstancias políticas o
de dominio territorial. Asi pues, mientras que en las islas Baléares quizá parte
del numerario vándalo ya se pudo incorporar en los circuitos a partir del
dominio vándalo de las islas 49, la introducción de moneda vandala y bizan-
tina en la peninsula Ibérica parece obedecer a un mismo momento histórico,
en estrecha relación con la presencia bizantina en el sudeste peninsular.
El hecho de que el momento de la incorporación de monedas norteafricanas
en la peninsula Ibérica coincida con la presencia bizantina, ocasiona que, a
pesar de la documentación de moneda vandala, las emisiones más representa-
das sean los pequeňos nummi de Justiniano I procedentes de Carthago. En
efecto, los nummi acuňados en Carthago durante los primeras aflos del
dominio bizantino 50, serán los que más abundan en el territorio peninsular, sin

47. Cf. n. 24. Es interesante destacar que la presencia de AE2 partidos también se
documenta en el tesoro de Tarifa (Cadiz), igualmente ocultado en la zona meridional. Cf. D.
Nony, op. cit. n. 23.
48. P. -A. Février, De Sétif à Conimbriga, en passant par l'Orient (à propos de la
céramique de la fin de l'antiquité), Conimbriga XV, 1976, p. 63-72 ; ibid., Quelques observations
sur la céramique des IVe- VIIe siècles, III Reunió d'Arqueologia Cristiana Hispánica (Мао 1988),
Barcelona 1994, p. 245-255.
49. С. Courtois, Les vandales et l'Afrique, Paris 1955, p. 185.
50. Destacan, tanto los nummi tipo crismón o alfa, fechados alrededor de los aňos 534-
539, como los que inscriben los aňos XIII y XIV del gobierno del emperador, acuňados en los
afios 539-541, cf. la cronologia en С MORRISSON, Coin Finds in Vandal and Byzantine
Carthage : A Provisional Assesment, en J.H. Humphrey (éd.) The Circus and Byzantine Cementery
at Carthage, vol. I, Ann Arbor 1988, p. 423-435 ; H. POTTIER, Analyse d'un trésor de monnaies
en bronze enfoui au VIe siècle en Syrie, Bruselas 1983, p. 218-219.

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APROXIMACIÓN A LA C1RCULACIÓN MONETARIA EN LA PENÍNSULA IBÉRrCA... 1 73

duda fruto de la presencia de los impériales en este territorio a partir del


aňo 552, con la llegada de las tropas de Justiniano I. Asimismo, y por los
hallazgos conocidos, se evidencia que, en las emisiones que corresponden al
primer periodo de la ocupación bizantina - gobierno de Justiniano I - el
nominal prédominante es el nummus, siendo pocas las denominaciones de
valor superior inventariadas. Sólo se han documentado algunos escasos
folles, acuňados tanto en Carthago, como también en la capital, Constantino-
polis. Asimismo, se han localizado algunos ejemplares de cronologia
anterior, como folles de época de Anastasio o Justino I hallados en Cartagena
(Murcia) (inv. n. 11), Menorca (inv. n. 56) y Santa Pola (Alacant) (inv. n. 38)
que, a pesar de ser acuňados en Constantinopolis , debieron llegar por la via
norteafricana. A partir de Justino II, y aim manteniéndose el predominio de
la ceca de Carthago, se intuye una discreta incorporation de otros nominales
fraccionarios, como decanummi o algunos pentanummi, por ejemplo en
Malaga (inv. n. 24), Mallorca (inv. n. 55) о Santa Pola (Alacant) (inv. n. 38).
El predominio numérico de los nummi respecta a los restantes nominales
es un hecho bien documentado en la peninsula Ibérica y en las islas Baléares.
El nummus, aunque représenta una denomination de poco valor, parece dis-
frutar de una gran difusión que, por su localization mayoritariamente en
zonas costeras, permite asegurar su dispersion básicamente por via mari-
tima. Sin embargo, esta situation contrasta con otros territorios cercanos
como la Gallia donde, a pesar de coincidir con el predominio del taller de
Carthago, los hallazgos posteňores al gobierno de Focas de monedas bizanti-
nas de bronce permiten apreciar un numero mucho más elevado de
denominaciones de más valor, principalmente piezas de 40, 20, 10 о 5 nummi 51.
La introduction de numerario bizantino se termina casi bruscamente en
época de Focas, aunque la expulsion definitiva de los impériales del
territorio peninsular no tuvo lugar hasta el afto 621. Sin embargo, la dificil
situation de los bizantinos durante los últimos aňos de su presencia peninsular
debió ocasionar que el flujo monetario fuese muy reducido, siendo escasas y
anecdóticas las monedas posteriores a Focas halladas en la peninsula
Ibérica. Además, los pocos hallazgos posteriores al gobierno de Focas se locali-
zan en el territorio más meridional - Guadix (Granada) (inv. n. 22) о Cadiz
(inv. n. 10) -, la zona peninsular que con más facilidad půdo mantener
contactos con la provincia bizantina africana, quizás a través de la plaza de
Septem (Ceuta). También en las islas Baléares, aunque sin contexto
arqueológico, se han documentado ejemplares que pueden llegar a época de
Heraclio о incluso de Constantino IV, demostrándose, aunque escasamente,
la continuidad de introduction de numerario hasta casi finales del siglo VII.
Dentro de esta cierta homogeneidad, quizá el yacimiento que présenta
unas caracteristicas menos habituales es el de Santa Pola (Alacant) (inv.
n. 38). Desafortunadamente, todas las monedas documentadas están des-

51. J. Lafaurie y С MORRISSON, op. cit., n. 28, p. 54, además del inventario.

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1 74 TERESA MAROT
provistas de contexto arqueológico, pero es relevante la abundancia, tanto
de monedas vándalas como bizantinas. Además, ha proporcionado algunos
ejemplares que se escapan de las lineas générales apuntadas en otros yaci-
mientos. Por ejemplo, destaca la presencia de un decanummium de Justi-
niano I emitido en Constantina de Numidia, asi como de un medio follis de
Justiniano II acuňado en Carthago en los aftos 686-687, el ejemplar más
tardio documentado. La singular posición geográfica del antiguo Portus Ili-
citanus le confiere una situation de apertura a las corrientes comerciales y
maritimas con el norte de Africa, llegando incluso a tener continuidad en la
etapa altomedieval 52. Sin dudá, estas circunstancias fueron el motivo de la
presencia de numerario de origen norteafricano hasta épocas tan tardias.
En el contexto de dominio bizantino del sudeste peninsular también es
necesario considerar el hallazgo de algunas pequeňas monedas de bronce
que, exclusivamente localizadas en las excavaciones efectuadas en la ciudad
de Cartagena (Murcia) (inv. n. 11), se han relacionado con probables emi-
siones realizadas en Carthago Spartia durante el periodo de ocupación
bizantina de esta ciudad 53. Los ejemplares presentan una cruz rodeada de
un circulo en una de sus caras y una delta en la otra, que ha sido interpre-
tada como una marca de valor (4 nummï). A la vez, su metrologia coincide
con las emisiones análogas acuňadas por Justiniano I en Thessalonica, en las
que también aparece una delta en el reverso 54. En total se han contabilizado
once ejemplares, todos ellos procedentes de contextos arqueológicos
tardíos 55, siendo mayoritaria su presencia en los ambientes de la reocupa-
ción tardía del teatro romano de la ciudad, asi como en estratos relaciona-
dos con la fortification atribuida al periodo bizantino. La asignación de
estas monedas de bronce a Carthago Spartia podría relacionarse con la hipó-
tesis de la acuňación, también en esta ciudad, de tremissis de oro atribuidos
a los bizantinos 56.
Es importante subrayar también los hallazgos de pondérales, tanto en
toda la zona del sudeste peninsular, como en las islas Baléares. En el
levante, se han localizado exagia en Punta de l'Illa de Cullera (Valencia) (inv.
n. 34) y en Cartagena (Murcia) (inv. n. 1 1) ; en la zona méridional, en Carteia

52. J.M. Abascal, op. cit., n. 2, p. 91.


53. Estas emisiones fueron publicadas por primera vez por M. Lechuga y R. Méndez,
Numismática bizantina de Cartagena, Historia de Cartagena V, Murcia 1986, p. 71-86. Sin
embargo, en la actualidad se han documentado más ejemplares que, gracias a la amabilidad
de M. Lechuga, hemos podido incorporar en nuestro inventario. En referencia a estas
emisiones, nos limitamos a recoger las ideas ya expresadas en el articulo citado en esta misma
nota.
54. A.R. Bellinger, Catalogue of the Byzantine Coins in the Dumbarton Oaks Collection
and in the Whittemore Collection, vol. I, Anastasius I to Maurice. 491-602, Washington 1966,
p. 107, n. 101.
55. La presencia de estas monedas va acompaňada de formas de TSA D Hayes 91, 94, 99C
104B, 105 о 108, que se sitúan cronológicamente desde el siglo VI hasta inicios del VII. Cf.
M. Lechuga y R. Méndez, op. cit., n. 53, p. 72-73.
56*. P. Grierson, Una ceca bizantina en Espafla, Numario Hispánico IV, n. 8, 1955, p. 305-
314.

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APR0XIMAC1ÓN A LA CIRCULACIÓN MONETARIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA... 1 75

(Cadiz) (inv. n. 12), Cordoba (inv. n. 14), Écija (Sevilla) (inv. n. 18), además
de un juego complète de pondérales procedentes de las demoliciones reali-
zadas en la muralla medieval de Malaga (inv. n. 24) ; por otra parte, los
pondérales localizados en las islas Baléares no son nada despreciables, como lo
demuestran los hallazgos en Can Ferrer des Port (Eivissa) (inv. n. 47), l'IUa
d'en Colom (Menorca) (inv. n. 49) y Pollentia (Mallorca)(inv. n. 51), donde
uno de los pondérales apareció en el mismo estrato que una pequeňa esta-
tera de bronce 57.
Otro aspecto relevante a tener en cuenta para el conocimiento del paisaje
monetario de la peninsula Ibérica durante el siglo VI, es la existencia de
unas pequeňas monedas de bronce con monogramas en el reverso, atribui-
das como emisiones visigodas por M. Crusafont 58. La interpretación de los
monogramas, aspectos iconográficos, la distribución de los hallazgos о
incluso la valoración de la importancia de las ciudades visigodas, han lle-
vado a este autor a atribuir estas emisiones a Hispalis, Emerita, Toletum y
Corduba, con una cronologia especifica según cada taller. Según el estudio
de M. Crusafont, las monedas asignadas a la ciudad de Hispalis y Emerita
parecen iniciarse en época de Leovigildo (575-586), teniendo una produc-
ción cronológicamente larga. Mientras, las monedas atribuidas a Toletum
empezarian posteriormente, durante el reinado de Wamba (672-680). Igual-
mente, también se considéra tardia la cronologia iniciál de las monedas
adscritas a la ciudad de Corduba que, conocidas más recientemente, se
situan en época de Chintila (636-639) 59.
Sin embargo, las evidencias arqueológicas hasta ahora constatadas, sobre
todo a partir del hallazgo de Punta de ГШа de Cullera (Valencia) (inv.
n. 34) 60 nos permiten, tanto replantear la cronologia de algunas de estas
emisiones, como quizá dudar de su atribución visigoda. En el depósito
monetario de Punta de 1111a de Cullera, recuperado en un contexto de des-
trucción/abandono fechado en época de Leovigildo, se hallaron seis ejem-
plares atribuidos a Emerita y cuatro a Toletum, según el estudio de M.
Crusafont, junto con 9 nummi de Justiniano I, abundantes monedas
tardorromanas y un pondéral de solidus. Sorprende que las monedas
atribuidas a Hispalis, que parecen tener un mayor volumen de acuftación desde
época de Leovigildo, estén ausentes en este hallazgo, mientras que los

57. A. Arribas, M. Tarradell y D. WOODS, Pollentia IL Excavacioms en Sa Portella. Alcu-


dia (Mallorca), Excavaciones Arqueológicas en Espaňa 98, Madrid 1979, p. 24 y 35-36.
58. En el afto 1988 ya se dieron a conocer detalladamente estos ejemplares, cf. M.
Crusafont, The Cooper Coinage of the Visigoths of Spain, Problems of Medieval Coinage in the
Iberian Area 3, Santarem 1988, p. 33-106. Recientemente y con nuevos datos, el mismo autor ha
presentado un nuevo estudio, ibid., op. cit., n. 1.
59. M. Crusafont, op. cit., n. 1, p. 50-51 y 64.
60. Cf. n. 46. Para el estudio detallado de estas emisiones de bronce, además del catálogo
completo de las monedas, cf. T. Marot y M.M. Llorens, La círculación monetaria en el siglo
VI d.C. en la costa mediterránea : la Punta de l'IUa de Cullera (Valencia), Revista d'Arqueolo-
gia de Ponent 6, 1996, p. 151-180.

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1 76 TERESA MAROT
bronces de Emerita, a un periodo de acunación extenso y una producción
más reducida, y los de Toletum, escasos y fechados en época de Wamba
(672-680), presenten una manifestación más que significativa. El carácter
arqueológico del hallazgo permite apuntar que, al menos las emisiones atri-
buidas a Toletum y a Emerita 61, deben responder a una cronologia previa al
abandono del yacimiento. Además, ambos tipos, por su aparición conjunta
en este depósito, deben ser coetáneos entre ellos y probablemente próximos
cronológicamente a los nummi de Justiniano I que, en asociación arqueoló-
gica con estos bronces, muestran una representación significativa en el
déposito de Punta de l'Illa de Cullera. Asimismo, es relevante recordar que
en los hallazgos de Alcalá del Rio (inv. n. 3), Coria del Rio (inv. n. 15) y Sal-
teras (inv. n. 35) (Sevilla), aunque ruera de contexto arqueológico, estos
bronces también han sido recuperados junto con emisiones de Justiniano I.
Otros ejemplos también permiten corroborar esta cronologia, como la loca-
lización de una moneda con el monograma atribuido a Toletum en un tesoro
formado en el Peloponeso y fechado en época de Justiniano 1 62, otra proce-
dente del anfiteatro de Arles 63, о la identificación de un ejemplar de Emeňta
en Punta de l'Arenal (Alacant) (inv. n. 33), yacimiento con una cronologia de
abandono situada a finales del siglo VI 64.
La localización geográfica de estos bronces no ofrece ninguna duda de que
se trata de emisiones realizadas en la peninsula Ibérica, aunque su aparición
no sólo se limita al territorio de dependencia visigoda 65, sino que también
alcanza la costa levantina, zona de dominio о de évidente influencia bizan-
tina. Si bien son muy sugerentes las hipótesis formuladas por M. Crusafont
en el estudio de estas emisiones, las evidencias arqueológicas, que situan su
cronologia en el siglo VI, nos obligan a dudar de la atribución, tanto de la
autoridad emisora como del lugar de acuňación. La persistente aparición de
estas emisiones junto con moneda vandala y sobre todo bizantina, muestra
su uso conjunto y quizá apunta que todas ellas respondan a una misma
necesidad monetaria, sin duda estimulada por la presencia bizantina 66. En
este sentido, es relevante la existencia de otras evidencias que también insis-
ten en la exigencia de incrementar la producción monetaria bizantina en
Occidente, y concretamente en la peninsula Ibérica, manifestada por los tre-
missis de oro o los bronces atribuidos a Carthago Spartia 67. Por otro lado, el
hecho de que las formas monográmaticas del reverso puedan hacer referen-

61. Al menos aquellas que presentan el busto del anverso hacia la derecha, que es el unico
tipo asignado a Emerita que esta representado en el hallazgo de Punta de l'Illa de Cullera.
62. H.L. Adelson y G.L. Kustas, op. cit., n. 42, p. 159-205, moneda n. 410.
63. G. Depeyrot, Les trouvailles monétaires d'Arles (1976-1980) (Bouches-du-Rhône),
Revue Archéologique de Narbonnaise XVI, 1983, p. 247-284, moneda n. 31.
64. R. Arroyo y J. Bolufer, Anàlisi numismàtica del conjunt monetari de la Punta de
l'Arenal (Collecció Segarra Llamas), Xàbiga 4, 1988, p. 26-37, moneda n. 59.
65. M. Crusafont, op. cit., n. 1, p. 30.
66*. Esta hipótesis va fue apuntada por M. CRUSAFONT, op. cit., n. 1, p. 38.
67. P. Grierson, op. cit., n. 56 ; M. Lechuga y R. Méndez, op. cit., n. 53.

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APROXIMACIÓN A LA CIRCULACIÓN MONETARIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA... 177

cia al nombre de las ciudades que las emiten, al igual que la probable ins-
cripción CIVITA en algunas de las emisiones asignadas a Emerita, podrian
ser elementos a favor para atribuir la responsabilidad de estas emisiones a
los gobiernos « autónomos » de algunas ciudades de la zona meridional 68.
Es sabido que las ciudades del sur peninsular gozaron de cierta indepen-
dencia y autonomia ya desde el siglo V. Los intereses independentistas de
muchas ciudades, en manos de las aristocracias locales, se mantuvieron aun
con más fuerza durante las primeras décadas del siglo VI, en muchos casos
ofreciendo resistencia, tanto a las pretensiones bizantinas como visigodas 69.
Sólo a modo de ejemplo, los esfuerzos independentistas de Hispalis estuvie-
ron muy présentes hasta la reconquista de Atanagildo, y la misma ciudad de
Corduba resistió ante la monarquía visigoda hasta el ano 572 70.
Para finalizar, este trabajo ha pretendido plantear un estado de la cuestión
sobre la circulación monetaria en la peninsula Ibérica y las islas Baléares
durante los siglos V y VI a partir de los datos arqueológicos que en la actua-
lidad disponemos. En cualquier caso, es évidente que la documentación
detallada de nuevos hallazgos monetarios y su estudio arqueológico, permi-
tirán ampliar nuestro conocimiento sobre la función de la moneda y su com-
portamiento durante este periodo.

68. M. CRUSAFONT, op. cit., n. 1, p. 64-65, plantea la posibilidad que originariamente estas
emisiones fueran una iniciativa de la autoridad eclesiástica.
69. Los estudios históricos más recientes defienden los fuertes intereses independentistas
que existian en las ciudades méridionales, defendidos por los mismos autogobiernos de las
ciudades bajo el control de las aristocracias locales y de los altos cargos eclesiásticos. Cf.
F. Salvador, op. cit., n. 40, p. 24 y 28-29 ; M. Vallejo, op. cit., n. 40, p. 83-87.
70. M. Vallejo, op. cit., n. 40, p. 124-126.

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178 TERESA MAROT
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APROXIMACIÓN A LA CIRCULACIÓN MONETARIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA... 1 79
EMISIONES VANDALAS Subtotal Total
ANÓNIMAS cruz/corona 1
palmera 1
BMCV 38, 173 6
BMCV 39, 175-178 5
BMCV 40, 86 1
mm, BMCV 7, 12-14 4 18
Guntamundo (484-496) cristograma 2
Trasamundo (496-523) Ain Kelba 26
Hilderico (523-530) cruz/corona 19
Gelimero (530-533) monograma/corona 5 52
indet. 13 13 83
EMISIONES BIZANTINAS
Anastasio (498-518) AV(?) 1
M (Constantinopolis) 2
Af (?) 1
К (?) 1 5
Justino I (518-527) M (?) 2 2
Justiniano I (527-565) AV(?) 1
AV (Spania) 2
M (Constantinopolis) 4
M (Carthago) 3
->Z
10 N (Constantina. Numidia) 1
1
534-537 N (Carthago) (DOC 308,1 1
N (Carthago) (DOC 309) 8
N (Carthago) (DOC 311) 17
539-541 N (Carthago) (DOC 302) 5
N (Carthago) (DOC 303) 3
N (Carthago) (DOC 302-303) 5
N (Carthago (DOC 374) 3
N (Carthago) (BMCV 4 1,201) 1
N (?) 5 62
Justino II (565-578) M (Nicomedia) 1
Z-y
10 N (Carthago) i
5 N (Carthago) i 5
Mauricio Tiberio (582-602) AV (Spania) i
M (Nicomedia) i
N (Carthago) (BN 36-37) i
AEQ) 2 5
Focas (602-610) AV(?) 1
10 N (Carthago) 1
i
AE (?) 4 7
Heraclio (610-641) M■> (Constantinopolis) 1 1
Constantino IV (668-685) 1 1
Justiniano II (685-695) XX (Carthago) 1 1
Carthago Spartia +/Д 11 11
indet. M 3 3 103
EMISIONES PENINSULARES
Hispalis 150 + anillo
Emerita 70
Toletum 10
Corduba 6 236 422
PONDERALES 28

Fig. 2. Cuadro-resumen con los hallazgos monetarios del inventario.

RN 1997, p. 157-190
180 TERESA MAROT
INVENTARIO

Abreviaturas :
Aïn Kelba С. MORRISON, La trouvaille d'Ain Kelba et la circulation
des « minimi » en Afrique au début du VIe siècle,
Mélanges de Numismatique, d'Archéologie et d'Histoire
offerts à Jean Lafaurie, Paris 1980, p. 239-248.
ANSMN 1987 W.E. Metcalf, The Michigan Finds at Carthage, 1975-
1979 : an analysis, ANSMN 32, 1987, p. 61-84.
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Crónica del III Congreso Arqueológico del Sudeste
Espaňol, Murcia 1947, p. 310-335.
Mateu 1981 = Ibid., Siliquae ostrogóticas de Anastasio y Justiniano en
Hispania (491-565), Gaceta Numismática 62, 1981,
p. 11-16.
Mattingly 1983 = H.B. Mattingly, Roman Pollentia : Coinage and
tory, Pollentia. Estudios de los materiales. I. Sa Portella.
Excavaciones 1957-1963, Palma de Mallorca 1983.
Oléo 1876 = R. OLÉO y Quadrado, Historia de la Isla de Menorca,
vol. II, Ciutadella 1876.
OSUNA 1976 = M. Osuna, Guia del Museo de Cuenca, secciones de
arqueologia y bellas artes, Madrid 1976.

RN 1997, p. 157-190
1 82 TERESA MAROT
Palol 1949 = P. PALOL, Pondérales y exagia romanobizantinos en
Espana, Ampurias XI, 1949, p. 127-150.
Palol 1952 = Ibid., De Exagia. Noticias de nuevos pondérales halla-
dos en la peninsula Ibérica, Ampurias XIV, 1952, p. 217-
218.
Palol 1957 = Ibid., El pondéral bizantino del Seminario de Arqueo-
logia de la Universidad de Salamanca, Zephyrus VIII,
1957, p. 291-294.
Ramos 1975 = R. Ramos Fernandez, La ciudad romana de Ulici. Estu-
dio Arqueológico , Alicante 1975.
Ramos 1959 = A. Ramos FolquéS, Hallazgos monetarios en Elche,
Numario Hispanico VIII, n. 15-16, 1959, p. 133-149.
SlRET 1909 = L. SlRET, Villaricos y Herrerías. Antiguedades púnicas,
romanas, visigodas y arabes, Memorias de la Real
Academia de la Historia XIV, 1909, p. 381-478.
Taracena 1946 = B. Taracena, El Palacio romano de Clunia, Archive
Espaňol de Arqueología LXII, 1946, p. 26-69.
Vilella 1988 = J. ViLELLA, Relacions comercials de les Balears des del
Baix Imperi fins els àrabs, Les illes Balears en temps
cristians fins els àrabs, Ciutadella 1988, p. 51-58.

PENÍNSULA IBÉRICA

1. AGUILAFUENTE (Segovia)
Hallazgo sin contexto arqueológico conocido : 1 follis de Justiniano I de
Constantinopolis (527-538) (DOC 28) y 1 follis de Mauricio Tiberio de Nicomedia
(591) (DOC 99-100) (Garcîa 1991, p. 161-168).
2. ALACANT 71
1) En el barrio de Benalúa (calle Catedrático Soler). en la excavación de un
vertedero : 1 nummus vándalo autónomo (BMCV p. 41, 197), 1 nummus victoria
tipo Ain Kelba, 1 nummus de Hilderico (523-530) (BMCV p. 14, 9-10), 3 nummi
de Justiniano I de Carthago (с. 534-537)(Z)OC 309), 7 nummi de Justiniano I de
Carthago (с. 534-537) (DOC 311), 2 nummi de Justiniano I de Carthago (539-540)
(DOC 302) y 2 nummi de Justiniano I de Carthago (540-541) (DOC 303), además
de monedas impériales de los siglos IV-V y abundantes piezas frustras de
similar metrología (inf. T. Marot). 2) En el Tossal de Manises : « En las ruinas de la
primitiva Lucentum hemos encontrado monedas del siglo V con el « crismón »
(Lafuente 1957).

3. ALCALÁ DEL RIO (Sevilla)


Monedas halladas en el margen del río : a) Emisiones bizantinas : 1 nummus
de Justiniano I de Carthago (post. 538) (DOC 374), 2 pentanummi de Justino I
(DOC 21a) о de Justiniano I (DOC 35c) de Constantinopolis, 1 pentanummium
de Justino I (DOC 19a) о de Justiniano I (DOC 97b) de Constantinopolis, 1
pentanummium de Justino I (DOC 36) о de Justiniano (DOC 1 14) de Nicomedia ; b)

71. Agradecemos las facilidades prestadas por F. Sala y A. Ronda, de la Universidad de


Alicante, para la consulta de estos materiales, al igual que las informaciones arqueológicas
que nos han proporcionado.

RN 1997, p. 157-190
APROXIMACIÓN A LA CIRCULACIÓN MONETARIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA... 183

Emisiones peninsulares : 7 bronces de Hispalis (CRUSAFONT 1994 g. A), 4 de


Emerita (CRUSAFONT 1994 g. C) y 1 de Toletum (CRUSAFONT 1994 g. D)
(CRUSAFONT 1994, p. 20-21).

4. ALCÀSSER (Valencia) 72
Procedentes de la excavation de una necropolis del siglo VI : « ... diversas fosas
rectangulares con restos humanos y jarritas de cerámica conteniendo muchas de
ellas varias monedas del referido emperador (Justiniano) y posiblemente tam-
bién de su sucesor Justino II (muerto en 578 d. C). La mayoria de monedas cor-
respondian a "triens" о "tremises" de oro, con un peso de l'50 g., muchos de ellos
de imperfecta acuňación. En alguna jarrita funeraria aparecieron "solidus
aureus" (sueldos de oro) del mismo estilo » (Febrer 1981, p. 17-18).

5. ALCÚDIA D'ELX, L' » (Elx, Alacant)


1) « Al sur de la loma de La Alcudia. ... han sido halladas un puňado de
monedas bizantinas de bronce » (Ramos 1959, p. 134 y H.M. VII, p. 249 n. 567) ; 2) al
derribar una casa : 1 follis de Justiniano I de Constantinopolis (541-542) (DOC
40a) (Ramos 1959, p. 149) ; 3) en algun lugar de La Alcúdia : 1 follis de
Justiniano I (527-565) (Ramos 1975, p. 267, nota 21).

6. ALFEIZERAO (Estremadura, Portugal)


Hallazgo sin contexto arqueológico conocido : Pondéral bizantino de una libra
(Palol 1949, p. 136).

7. BRAGA (Braga, Portugal)


Hallazgo sin contexto arqueológico conocido : Pondéral bizantino de una
uncia (Palol 1949, p. 136).

8. BRAGANÇA (Alto Douro, Portugal)


Hallazgo sin contexto arqueológico conocido : Pondéral bizantino de una libra
(Palol 1949, p. 136).

9. CALDES DE MALAVELLA (Girona)


En el Puig de les Animes, sin contexto arqueológico conocido : 1 follis de Justino
II (565-578), 1 fragmento de follis y 1 pondéral cuadrado con la letra M (H.M. IV,
p. 267 n. 205) que, segun P. PALOL (1949, p. 135), es de atribución dudosa.

10. CADIZ
Probablemente encontrado en Cadiz en 1974, sin contexto arqueológico
conocido : 1 tremissis de Mauricio Tiberio (582-602) acuňado en Spania (GlMÉNEZ
1991, p. 463-465).

11. CARTAGENA (Murcia) 73


1) Excavaciones en el teatro romano : Pondéral bizantino de 4 solidi (LECHUGA
1989-1990), 5 bronces del tipo +/D ; 2) Excavation en la calle Soledad : 2 bronces

72. La descripción de este descubrimiento parece indicar que, probablemente, se trate del
hallazgo de moneda visigoda de imitación. Sin embargo, debido a la ambiguedad de la
information hemos considerado interesante incluirlo en este inventario.
73. Agradecemos todas las informaciones inéditas que M. Lechuga, del Servicio del Patri-
monio Histórico de Murcia, nos ha proporcionado para la realization de este trabajo.

RN 1997, p. 157-190
1 84 TERESA MAROT
del tipo +/D (LECHUGA 1986, p. 72-73) ; 3) Excavation en las termas de la calle
Honda : 1 ejemplar de 4 nummi del periodo vándalo (post. 494-496) (BMCV p. 7,
12-14) (Lechuga A 1986, p. 77) ; 4) Excavation en la plaza Condesa Peralta :
2 bronces del tipo +/D ; 6) Excavation en la Calle Orcel : 1 follis de Justino II de
Nicomedia (573-574) (DOC 99), 1 decanummi sin determinar y 1 bronce del tipo
+/D ; 7) Procedente de algún lugar de Cartagena : 1 bronce del tipo +/D, 1 follis
de Anastasio de Constantinopolis (498-518) (de la colección del Sr. Pedro de la
Cova) (Lechuga A 1986, p. 78, nota. 23) y 1 follis de Justiniano I de
Constantinopolis (538-539) (DOC 37e) (LlLLO 1980, p. 163).

12. CARTEIA (Algeciras, Cadiz)


Hallazgo sin contexto arqueológico conocido : Pondéral bizantino de una libra
(Palol 1949, p. 132).

13. CONIMBRIGA (Condeixa-a-Nova, Beira Litoral, Portugal)


Actualmente en el museo Machado de Castro (Coimbra) : Pondéral bizantino
de una libra (Palol 1952, p. 217).

14. CORDOBA
Hallazgo sin contexto arqueológico conocido : Pondéral bizantino de una libra
(Palol 1949, p. 132).

15. CORIA DEL RÍO (Sevilla)


En el margen del rio : a) Emisiones vándalas y bizantinas : 1 nummus de Gun-
tamundo (484-496) (BMCV p. 37, 161-163) y 1 nummus de Justiniano I de
Carthago (post. 538) (DOC 374) ; b) Emisiones peninsulares : 7 bronces de Hispalis
(Crusafont 1994 g. A, p. 20).

16. CLUNIA (Peňalba de Castro, Burgos)


En la excavation de una casa privada, en la habitation n. 61 : 1 moneda de
Focas (602-610) (Taracena 1946, p. 67).

17. DURATÓN (Sepúlveda, Segovia)


En las excavaciones de la necropolis visigoda : Pondéral bizantino de una
uncia (Palol 1952, p. 217).

18. ÉCLTA (Sevilla)


En las excavaciones realizadas en el abside de una construction de tipo basi-
lical : Pondéral bizantino de un quadrans (Palol 1949, p. 134).

19. EMPÚRIES (L'Escala, Girona)


1) Excavation en la habitation « D' » : 1 nummus de Hilderico (?) (523-530)
(BMCV p. 38, 173-178) (Campo 1986) ; 2) Excavation en el interior de una tumba
en la necropolis paleocristiana : 2 nummi vándalos anónimos (BMCV
p. 39-40, 175 y 188) y 1 nummus ilegible (inf. T. Marot).

20. FIÂES (Douro Litoral, Portugal)


Hallazgo sin contexto arqueológico conocido : Pondéral bizantino de una libra
(Palol 1949, p. 136).

21. GRAU VELL, EL (Sagunt, Valencia)

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APROXIMACIÓN A LA CIRCULACIÓN MONETARIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA... 185

En las excavaciones de la zona de instalaciones portuarias : 1 moneda vandala


sin clasifïcar (Aranegui 1980).

22. GUADIX (Granada)


Hallazgo sin contexto arqueológico conocido : 1 follis de Heraclio de Constan-
tinopolis (613-614) (DOC 79) (Barceló 1985, p. 317).

23. LUGO
Sin contexto conocido : « 2 bronces bizantinos » (H. M. VI, p. 235 n. 419) 74.

24. MALAGA
1 ) Hallazgos en la Alcazaba : juego completo de pondérales bizantinos (tri-
pondius, dupondius, pondius, semis, triens, quadrans, uncia, sextula)
(Fernandez 1947, p. 361-374 y Palol 1949, p. 134) ; 2) Excavaciones en el teatro
romano : 1 decanummium, probablemente de Focas (602-610) (inf. В. Mora, de
la Universidad de Malaga). 3) Este mismo ano (1996) : las excavaciones realiza-
das en la Plaza del Obispo, en la Plaza del Obispo, en un solar cerca de la actual
catedral, han proporcionado numerosas pequeňas monedas, algunas de ellas, sin
duda bizantinas 75.

25. MAZARRÓN (Murcia)


Excavación de una necropolis : 1 bronce con monograma por determinar (inf.
M. Lechuga).

26. MÉRIDA (Badajoz)


Sin contexto arqueológico conocido: 1 solidus de Justino II (Mateu 1947,
p. 319).

27. MILEU (Guarda, Beira Alta, Portugal)


Procedente de las excavaciones de la zona : Pondéral bizantino de un semis
(Palol 1952, p. 217).

28. « MONTEGUNITO » (Sevilla)


Sin contexto arqueológico conocido : 1 bronce de Hispalis (CRUSAFONT 1 994 g.
A, p. 23).

29. OSUNA (Sevilla)


Sin contexto arqueológico conocido : Fragmento de una sortija que « en el
sello de la misma estaba grabado exactamente el reverso del segundo tipo », que
corresponde a un bronce de Hispalis (CRUSAFONT 1994 g. B, p. 22).

30. PALMAR DE TROYA, EL (Sevilla)


Sin contexto arqueológico conocido : 1 bronce de Hispalis (CRUSAFONT 1 994 g.
B, p. 23).

74. Las escasas especificaciones sobre este hallazgo nos hace desconfiar sobre su veraci-
dad. Sin embargo, hemos considerado incluir la noticia.
75. Agradecemos las facilidades ofrecidas por el Dr. B. Mora Serrano, el cual realizará el
estudio de este material, una vez restaurado. Entre ellas pudimos identificar algunos nummi
de Justiniano I.

RN 1997, p. 157-190
186 TERESA MAROT
31. PAMPLONA (Navarra)
Sin contexte arqueológico conocido : 1 solidus de Justiniano I (527-565) (H.M.
Ill, p. 221).

32. PUIG ROM (Roses, Girona)


Excavaciones en un Castro visigodo : Pondéral bizantino de un sextans PALOL
1949, p. 134).

33. PUNTA DE L'ARENAL, LA (Xàbia, Alacant)


En las excavaciones de una villa y factoria de salazones : 1 nummus de Hilde-
rico (523-530) (BMCV p. 14, 9-10) y 1 bronce de Emerita (CRUSAFONT 1994 g. C)
(Arroyo 1988 y Marot 1995).

34. PUNTA DE L'ILLA DE CULLERA, LA (Cullera, Valencia)


En las excavaciones de un edificio de carácter monástico : a) Emisiones ván-
dalas y bizantinas : 2 nummi victoria tipo Ain Kelba, 1 nummus de Gelimero
(530-533) (BMCV p. 16, 4-6), 1 nummus de Justiniano I de Carthago (с. 534-537)
(DOC 308), 6 nummi de Justiniano I de Carthago (c. 534-537) (DOC 31 1), 1
nummus de Justiniano I de Carthago (539-540) (DOC 302), 1 nummus de Justiniano
I de Carthago (c. post. 538) (DOC 374). Además, según E Mateu y Llopis (1972,
246), también se halló un pondéral bizantino de solidus con la sigla N, actual-
mente extraviado ; b) Emisiones peninsulares : 6 bronces de Emerita
(CRUSAFONT 1994 g. С) у 4 de Toletum (Crusafont 1994 g. D) (Mateu 1972 y Marot
1995).

35. SALTERAS (Sevilla)


En una caňada formada рог la lluvia : a) Emisiones vándalas y bizantinas : 1
bronce de Hilderico de Carthago (523-530) (BMCV p. 14, 9-10) y 1 nummus de
Justiniano I de Carthago (540-541) (DOC 303); b) Emisiones peninsulares :
50 bronces de Hispalis (CRUSAFONT 1994 g. A-B), 11 de Emerita (CRUSAFONT
1994 g. C) y 1 de Corduba (CRUSAFONT 1994 g. E), además de 17 ejemplares frus-
tros (CRUSAFONT 1994, p. 17-18).

36. SAN JUAN DE AZNALFARACHE (Sevilla)


Sin contexto arqueológico conocido : 5 bronces de Hispalis (CRUSAFONT 1994
g. A-B, p. 23).

37. SAN MIGUEL DE SERREZUELA (Ávila)


Sin contexto arqueológico conocido : Pondéral bizantino de un semis (PALOL
1957).

38. SANTA POLA (Alacant) 76


Procedente de la zona, sin contexto arqueológico conocido : 1 nummus ván-
dalo anónimo (BMCV p. 38, 165-172), 1 ejemplar de 4 nummi del periodo ván-
dalo (post. 494-496) (БМСУр. 7, 2-14), 3 nummi de Hilderico (523-530) (BMCV
p. 14, 9-10), 1 nummus de Gelimero (530-533) (BMCV p. 16, 4-6), 1 follis de
Anastasio de Constantinopolis (498-518) (DOC 16), 1 decanummium de
Justiniano I de Constantina en Numidia (post. 548) (DOC 316), 1 nummus de Justi-

76. Agradecemos las facilidades ofrecidas por Ma J. Sanchez, directora del Museo
Arqueológico de Santa Pola (Alacant).

RN 1997, p. 157-190
APROXIMACIÓN A LA CIRCULACIÓN MONETARIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA... 187
niano I de Carthago (с. 534-537) (DOC 311), 1 nummus de Justiniano I de
Carthago (с. 534-537) (DOC 309), 3 nummi de Justiniano I de Carthago (539-541)
(DOC 302-303), 1 nummus de Justiniano I de Carthago (ANSMN 1987, 214), 1
decanummium de Justino II de Carthago (566-572) (DOC 195), 1 nummus de
Mauricio Tiberio de Carthago (582-602) (BN 36-37), 1 decanummium de Focas
de Carthago (602-610) (DOC 117) y 1 medio follis de Justiniano II de Carthago
(686-687) (BN 6) (inf. T. Marot).

39. SEGOBRIGA (Cabeza del Griego, Cuenca)


Sin contexto arqueológico conocido : Pondéral bizantino (Osuna 1976, p. 54).

40. SEVILLA
En el mercado numismático : a) Emisiones vándalas y bizantinas : 1 ejemplar
de 4 nummi del periodo vándalo (post. 494-496) (BMCV p. 7, 12-14), 1 nummus
de Guntamundo (484-496) (BMCV p. 35, 150), 4 nummi de Trasamundo (496-
523) (BMCV p. 20-21, 25-37), 8 nummi de Hilderico (523-530) (BMCV p. 14, 9-
10), 3 nummi de Gelimero (530-533) (BMCV p. 16, 4-6), 4 nummi vándalos sin
poderse determinar (a pesar de las referencias BMCV 24 y 3 1 , no se especifica la
lamina), 5 nummi de Justiniano I de Roma (DOC 332) о de Carthago (DOC 374)
y 1 nummus de Justiniano I de Carthago (c. 534-537) (DOC 309) ; b) Emisiones
peninsulares : 80 bronces de Hispalis (CRUSAFONT 1994 g. A-B), 47 de Emerita
(Crusafont 1994 g. C), 6 de Toletum (CRUSAFONT 1994 g. D), y 4 de Corduba
(Crusafont 1994 g. E y p. 24).

41. TALAVERA LA VIEJA (Cáceres)


Procedente de las excavaciones de Augustobriga : 1 follis de Justiniano I de
Carthago (539-540) (DOC 291) (inf. M. Figuerola, de la Universidad de Leon).
42. TARRAGONA 77
En las excavaciones realizadas en el anfiteatro : 1 nummus de Justiniano I de
Carthago (c. 534-537) (DOC 311) (inf. T. Marot).
43. VALENCIA78
1) Obras en las calles de la ciudad : 4 « bronces bizantinos de menor modulo,
de Justiniano I » dificiles de determinar. Las referencias que proporciona Mateu
Y LOPIS (BMCV, lám. VI y X) corresponden a monedas ostrogodas (H.M. V, p. 82
n. 308) ; 2) Probablemente halladas en la ciudad : « 2 siliquae, una de Justiniano
I de Ravenna y la otra del ostrogodo Teodorico » (Mateu 1981, p. 14) ; 3)
Excavaciones en la calle Baró de Petrés : provisionalmente y entre alrededor de
80 monedas de pequeňo modulo aún en proceso de restauración, pudimos iden-
tificar 2 nummi vándalos autónomos, 2 nummi victoria tipo Aïn Kelba, 1
nummus de Hilderico (523-530) (BMCV p. 14, 9-10) y 1 nummus de Justiniano I de
Carthago (с. 534-537) (DOC 309) ; 4) Excavaciones en la calle del Mar : 1
nummus vándalo autónomo y 2 nummi de Justiniano de Carthago (с. 534-537) (DOC
309) (inf. T. Marot).

77. Agradecemos la colaboración de F. Tarrats y J. Massó, director y conservador del


Museu Arqueolôgic Nacionál de Tarragona, рог habernos facilitado la consulta de los fon-
dos.
78. Agradecemos a A. RlBERA, técnico del SIAM de Valencia, tanto el permiso de consulta
de los fondos, como las informaciones arqueológicas que nos ha facilitado.

RN 1997, p. 157-190
188 TERESA MAROT
44. VILLARICOS/ LAS HERRERÍAS (Almería)
Procedentes de las excavaciones de las casas de la zona bizantina (SlRET 1 909,
p. 438) : conjunto de 66 monedas de bronce en muy mal estado, la mayoría de
ellas de época tardorromana, aunque con la presencia aún no confirmada de
numerario norteafricano 79, junto con abundantes materiales cerámicos y anfó-
ricos de época bizantina. Probablemente forman parte de un estrato de destruc-
ción/abandono.

45. ZORITA DE LOS CANES (Guadalajara)


En un tesoro hallado durante las excavaciones de la basilica y compuesto por
90 tremisses de oro visigodos : 1 tremissis a nombre de Justiniano I de posible
atribución peninsular (Cabré 1946 y Barral 1976, p. 91).

46. SURESTE PENINSULAR (Lugares sin determinar)


1) Sin lugar de hallazgo definido : 2 pondérales cuadrados de solidus de época
de Heraclio (Fontenla 1989, p. 87) ; 2) Precedente de algun lugar del sur
peninsular : 1 nummus de Justiniano I de Carthago (539-540) (DOC 303) y
3 bronces de Emerita (CRUSAFONT 1994 g. C) (inf. T. Marot) 80.

ISLAS BALEARES

47. CAN FERRER DES PORT (Sant Joan de Labritja, Eivissa)


En el interior de un sepulcro de inhumación de la nécropolis : Pondéral bizan-
tino de una semiuncia anepigrafo (Palol 1949, p. 135).

48. CAP DES PORT (Fornells, Es Mercadal, Menorca)


En las excavaciones realizadas en la basilica paleocristiana : 1 nummus ván-
dalo anónimo (BMCV p. 39, 175-178), 3 nummi victoria tipo Ain Kelba, 1
nummus de Justiniano I de Carthago (с. 534-537) (DOC 311) (GURT 1994).

49. ILLA D'EN COLOM (Мао, Menorca)


Hallazgo sin contexto arqueológico conocido : Pondéral bizantino (VlLLELA
1978, p. 58, nota. 80).

50. МАО (Menorca)


Sin contexto arqueológico conocido : « Bronce de Justiniano I, en el rev. cruz
sobre gradas » (quizá se trate de 1 decanummium ?) (H.M. X, p. 58, n. 1208).

51. POLLENTIA (Alcudia, Mallorca)


En distintas campaňas de excavation realizadas en el yacimiento : 1)
Excavaciones practicadas por D. Luis R. Amorós : 1 nummus vándalo anónimo (BMCV
p. 26, 68-72), 5 nummi, probablemente con victoria tipo Ain Kelba, 2 nummi de
Hilderico (523-530) (BMCV p. 14, 9-10), 5 monedas vándalas frustras, 1 bronce

79. Agradecemos las fotografias proporcionadas amablemente por la Dra. С. Alfaro


Asins, conservadora jefe del Departamento de Numismática y Medallistica del Museo
Arqueológico Nacionál (Madrid). Sin embargo, debido al elevado desgaste del material,
tenemos previsto más adelante estudiar directamente este interesante lote.
80. Se trata de un lote de monedas incautadas por la Brigáda de Patrimonio de la Gene-
ralitat de Catalunya, con toda probabilidad procedentes del sur peninsular. Actualmente
dichas monedas se encuentran depositadas en el Gabinet Numismatic de Catalunya.

RN 1997, p. 157-190
APROXIMACIÓN A LA CIRCULACIÓN MONETARIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA. . . 189

vándalo con / (?), 1 follis de Justiniano I de Carthago (534-539) (DOC 283-286),


1 follis de Justiniano I sin determinar (527-565), 1 nwnmus de Justiniano I de
Carthago (539-540) (DOC 302), además de 1 bronce bárbaro sin especificar y dos
monedas bizantinas sin determinar (H.M. VIII, p. 95-101, n. 639) ; « 21 piezas del
periodo vandálico », 2 « pequeňos bronces vándalicos » y un « pequeňísimo
bronce vandálico, en reverso cruz » (H.M. IX, p. 285-291, п. 673) ; 1 nummus
vándalo anónimo (BMCV p. 40, 86), 1 nummus de Justiniano I de Carthago (539-540)
(DOC 302) (H.M. LX, p. 283, п. 669) ; Pondéral cuadrado con « SOL, cruz у С »
(H.M. IX, p. 284, n. 670) ; 1 bronce de Hilderico (523-530) (BMCV p. 14, 9-10)
(H.M. LX, p. 284, n. 671) ; 2) Excavaciones realizadas entre 1957-1963 : 5 nummi
vándalos anónimos (BMCV p. 38-39, 173-178), 11 nummi victoria tipo Ain Kelba,
1 nummus de Hilderico (530-533), 1 follis de Justiniano I de Carthago (534-539)
(DOC 286), 2 nummi de Justiniano I de Carthago (c. 534-537) (DOC 309), 1
nummus de Justiniano I de Carthago (c. 534-537) (DOC 311), 2 nummi frustres (Mat-
TINGLY 1983 y Marot 1990) ; Pondéral bizantino de una libra (Arribas 1978, p. 24
У 36).

52. SALINES DE SANTANYÍ, SES (Mallorca)


Sin contexto arqueológico conocido : « Fueron halladas numerosas monedas
bizantinas » (H.M. IX, p. 282 n. 665).

53. SANT CRISTÔFOL (Es Mercadal, Menorca)


Sin contexto arqueológico conocido : 1 follis de Justino, 1 follis de Justiniano
I de Constantinopolis (527-565) y un follis de Mauricio Tiberio (582-602) (H.M.
XII, p. 135, n. 768).

54. SELVA (Mallorca)


Sin contexto arqueológico conocido : 1 solidus de Focas (602-610) (H.M. IX,
p. 282, n. 666).

55. Lugares sin determinar de la isla de MALLORCA


Sin contexto arqueológico conocido : 1 follis de Justino II (565-578) (H.M. IV,
p. 250). Mateu y Llopis destaca los numerosos folles del siglo VI ingresados en el
Museu Diocesà de Palma, además de la gran cantidad de moneda bizantina del
Museu Arqueolôgic Municipal del Castell de Bellver, donde se conserva la colec-
ción de L. Ferbal Campo, formada con hallazgos procedentes de Ses Salines de
Santanyi, Benisalem y Palma (MATEU 1947, p. 316-317).

56. Lugares sin determinar de la isla de MENORCA 81


En distintos lugares de la isla, sin contexto arqueológico conocido : a) Emi-

81. Las informaciones facilitadas por R. OléO y Quadrado y, más tarde recogidas por
F. Mateu y Llopis en HM XII, p. 134 n. 767, presentan algunas confusiones e incoherencias.
Sin embargo, y corrigiendo algunos errores de clasificación, hemos optado por incluirlas en
este inventario. Además, existe un inventario del monetario de J. Ramis y Ramis, gran parte
del cual probablemente se formo con hallazgos procedentes de la isla de Menorca. En él se
contabilizan unas 20 monedas bizantinas. No obstante, no hemos incluido estas monedas en
el inventario, tanto por las imprecisiones y errores en el inventario, como por la escasa segu-
ridad de los lugares de procedencia, pues el propietario también adquiríó monedas fuera de
la isla, Cf. A. Ramis Y Ramis, Description del monetario del difunto Dr. Juan Ramis y Ramis,
dispuesta por el Dr. en ambos derechos Don Antonio Ramis y Ramis, Socio correspondiente de
la Real Academia de la Historia, Мао 1819.

RN 1997, p. 157-190
1 90 TERESA MAROT
siones vándalas y bizantinas : 1 ejemplar de 4 nummi de Hilderico (523-530)
(BMCVp. 7, 12-14), 3 bronces vándalos sin especificar (H.M. XII, 1955, p. 134,
num. 769), 2 bronces de Teodorico-Atalarico de Roma (522-534) (BMCV p. 106,
34-35) (OLÉO 1876, p. 426 y 429), 1 moneda de oro, 1 follis y 1/2 follis de Anas-
tasio (498-518) (ibid., p. 414), 1 follis de Justino I (518-527), algunos folks о
medio folles de Justiniano I (527-565), 2 nummi de Justiniano I de Carthago
(539-541) (DOC 302-303), algunas monedas de Justino II (565-578) (ibid.,
p. 423), 1 moneda de Mauricio Tiberio (582-602) (ibid., p. 426), 3 monedas de
Focas (602-610), algunas de Heraclio (610-641) y 1 de Constantino IV (668-685)
(ibid., p. 418-422) ; 1 pentanummium de Justino II de Carthago (565-566)(DOC
192) (CRUSAFONT 1994, p. 23) ; b) Emisiones peninsulares) : 1 bronce de Hispa-
lis (CRUSAFONT 1994 g. B, p. 23).

Lamina I

Alacant (inv. n. 2)
1-4 : nummi de Justiniano I de Carthago
Cartagena (inv. n. 1 1)
5-6 : bronces de atribución bizantina probablemente acuflados en Carthago
Spartia
Empúries (inv. n. 19)
7-8 : nummus del periodo vándalo
Pollentia (inv. n. 51)
9-10 : nummi del periodo vándalo
1 1 : nummus de Justiniano I de Carthago
12 : follis de Justiniano I de Carthago
Punta de l'llla de Cullera (inv. n. 34)
13 : AE2 partido (no consta en el inv.)
14 : nummus de Trasamundo
15 : nummus de Gelimero
16-18 : nummi de Justiniano I de Carthago
19 : bronce atribuido a Emerita (?)
20 : bronce atribuido a Toletum (?)

Lamina II

Santa Pola (inv. n. 38)


21:4 nummi del periodo vándalo
22 : nummus de Hilderico
23-27 : nummi de Justiniano I de Carthago
28 : decanummium de Justiniano I de Constantina en Numidia
29 : decanummium de Justino II de Carthago
30 : nummus de Mauricio
3 1 : decanummium de Focas
32 : medio follis de Justiniano II de Carthago
Tarragona (inv. n. 42)
33-38 : bronces de imitación de prototipos del siglo IV (no constan en el inv.)
39 : nummus de Justiniano I de Carthago
Valencia (inv. n. 43)
40-41 : nummi de Justiniano I de Carthago

RN 1997, p. 157-190

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